miércoles, 3 de septiembre de 2014

Vive y Deja Vivir por Jez Turner

Primero ellos vinieron por los fascistas, y yo no dije nada porque yo no era un fascista. Luego ellos vinieron por los nazis, los neo-fascistas, los neo-nazis, y yo no dije nada porque yo no era ninguno de ellos tampoco. Luego ellos vinieron por los anti-comunistas, y yo no dije nada, porque no consideraba que el comunismo o los comunistas fueran una amenaza. Después ellos vinieron por los anti-semitas, los anti-sionistas, por aquellos que decían que los judíos tenían demasiado poder, los que se oponían a Israel, y los que cuando se referían a los judíos no lo hacían en términos lo suficientemente brillantes, despues ellos vinieron por aquellos que recelaban de losBilderbergers, de los Illuminati y de los masones. Yo no dije nada porque no entendía de qué se trataba todo ese alboroto, y estaba demasiado ocupado viviendo mi vida como para prestarle mucha atención. "Vive y deja vivir", dije. Y seguí viviendo mi vida.


Luego ellos vinieron por los racistas y los racialistas, y yo no dije nada, porque no me consideraba un racista. "Vive y deja vivir", dije yo. Y seguí viviendo mi vida.


Entonces ellos vinieron por los supremacistas Blancos, los separatistas Blancos, los nacionalistas, los identitarios y los patriotas, y no levanté la voz porque estaba demasiado ocupado viviendo mi vida. "Vive y deja vivir", dije yo. ¿Qué dije? "Vive y deja vivir", y seguí viviendo mi vida.  Después ellos vinieron por los científicos, los genetistas, los socio-biólogos que decían que las razas eran diferentes, que los varones y las mujeres eran diferentes, y no dije nada, porque yo no era un científico. "Vive y deja vivir", dije yo. Y seguí viviendo mi vida.

Luego ellos vinieron por los sexistas y los homosexofóbicos, los transexofóbicos, los lesbianófobos y aquellos que trataban de denunciar las redes pedofílicas entre políticos de alto nivel, y yo no dije nada, porque no me consideraba un sexista o un homosexofóbico, y yo no sabía lo que las otras etiquetas significaban, y suponía que los políticos debían de tener todo en sus manos. Entonces los políticos aprobaron una ley que redujo la edad de consentimiento sexual a los 12 años, de modo que ellos pudieran legal y legítimamente sodomizar a muchachos pequeños, y la Prensa dijo que aquél era un maravilloso día para la igualdad. "Vive y deja vivir", dije yo. ¿Qué dije? "Vive y deja vivir". Y seguí viviendo mi vida.


Después ellos vinieron por los tradicionalistas, los anti-abortistas, aquellos que golpeaban a sus hijos si ellos se comportaban mal, los que no daban dulces a los niños o restringían sus horas de televisión si ellos se comportaban mal, lo cual habían etiquetado como "abuso emocional". Ellos vinieron por aquellos que estaban contra la permisividad y aquellos cuyas creencias religiosas no les habían permitido avanzar con los tiempos. Ellos vinieron por aquellos que pensaban que el matrimonio debería ser entre un varón y una mujer, y vinieron por aquellos que pensaban que los niños sólo deberían ser adoptados por parejas casadas. Ellos vinieron por aquellos que se oponían a los cambios de sexo, a las ampliaciones de senos e inyecciones de botox financiadas por los contribuyentes, pero yo no dije nada porque estaba demasiado ocupado viviendo mi vida como para hacer mucho caso. "Vive y deja vivir", dije yo. ¿Qué dije? "Vive y deja vivir", y seguí viviendo mi vida.


Luego ellos vinieron por aquellos que se habían opuesto a los burócratas de Bruselas, a los gatos gordos de Estrasburgo y a los Estados Unidos de Europa, y aunque yo estaba preocupado, no alcé mi voz, porque yo estaba lejos demasiado ocupado viviendo mi vida. "Vive y deja vivir", dije yo. Y seguí viviendo mi vida.  Luego ellos vinieron por los extremistas, los odiadores, los agitadores del miedo, y aquellos que las autoridades nos aseguraron que estaban considerando pensar en la idea de complotar para cometer violencia; pero yo no dije nada, porque no me gustaba la violencia, y en cuanto a los extremistas, bueno, la sociedad y las cosas estaban cambiando tan rápidamente que yo ya no sabía lo que era un extremista, y de todos modos yo estaba seguro de que yo no era un extremista. "Vive y deja vivir", dije yo. ¿Qué dije? "Vive y deja vivir". Y seguí con mi vida.



Después ellos vinieron por aquellos padres que daban educación a sus hijos en sus propios hogares, y por aquellos que decían que el plan de estudios y el sistema de educación nacional eran solamente un ejercicio de lavado de cerebro. Ellos vinieron por aquellos que rechazaban permitir que sus hijos fueran sometidos a una masa de nuevas inoculaciones, y guardé silencio porque yo estaba demasiado ocupado viviendo mi vida como para prestar mucha atención."Vive y deja vivir", dije yo. Y seguí viviendo mi vida.


Luego ellos vinieron por aquellos que se oponían al arte moderno, a la arquitectura moderna, y que preferían la música clásica o la música folk a la música "rap". Ellos vinieron por aquellos que se oponían al afeamiento de nuestras ciudades, nuestros pueblos y nuestras villas. Ellos vinieron por aquellos que se oponían a la pavimentación y destrucción de nuestro campo para construír nuevas ciudades para inmigrantes. Ellos vinieron por aquellos que se habían opuesto al fracking, y vinieron incluso por los que bailaban danzas folklóricas. Pero yo no dije nada porque yo estaba demasiado ocupado viviendo mi vida. "Vive y deja vivir", dije yo. Y seguí con mi vida.


Más tarde ellos vinieron por aquellos que se oponían a los usureros, a los prestamistas, a los Shylocks, los acreedores del día de paga, los tiburones del préstamo, los estafadores financieros y los banksters, pero yo guardé silencio, porque estoy seguro de que los políticos sabían qué era lo mejor, y de todos modos yo tenía mucho dinero en el banco y no quería moverle el bote a los bancos, y yo estaba demasiado ocupado viviendo mi vida. "Vive y deja vivir", dije yo, y seguí con mi vida. 

Después ellos prohibieron el despliegue de la bandera del Reino Unido o la cruz de San Jorge, y los prohibieron por el bien de la armonía de la comunidad, y me sorprendí, pero no alcé mi voz cuando ellos vinieron por aquellos que todavía las hacían flamear, ya que yo estaba seguro de que nuestro Gobierno sabía lo que estaba haciendo, y de todos modos, sólo grupos desagradables agitaban tales banderas, y yo estaba demasiado ocupado con mi vida. "Vive y deja vivir", dije yo, y seguí con mi vida.


Luego ellos vinieron por aquellas pequeñas ancianas que llevaban puesta una cruz o un crucifijo en su collar. Ellos vinieron por ellas, porque tales símbolos eran ofensivos, y sólo gente desagradable llevaría puesto un símbolo tan ofensivo. Después ellos vinieron por los sacerdotes, las monjas, los monjes, el clero y los niños que iban a la escuela dominical, y ellos incluso vinieron por los seguidores del pastor Niemöller, y en realidad por cualquier otra gente que se atreviera a llamarse cristiana, y quedé impresionado, pero no levanté mi voz ya que tal medida era necesaria para la armonía de la comunidad. "Vive y deja vivir", dije yo. ¿Qué dije? "Vive y deja vivir". Y seguí viviendo mi vida.


Entonces ellos vinieron por aquellos que estaban opuestos a las guerras en el extranjero, opuestos a que nuestros muchachos fueran enviados al extranjero a luchar y morir en guerras que EE.UU., Israel y los sionistas querían que nosotros lucháramos, guerras para las cuales nuestra nación no tenía ninguna razón concebible para involucrarse. Pero no dije nada, porque yo no tenía hijos en el Ejército y yo estaba seguro de que los políticos sabían lo que hacían, y de cualquier manera yo estaba demasiado ocupado viviendo mi vida."Vive y deja vivir", dije yo. Y seguí con mi vida.


Luego ellos vinieron por aquellos que se oponían al matrimonio inter-racial y al mestizaje. Ellos vinieron por aquellos que se oponían a la inmigración masiva. Ellos vinieron por aquellos que dijeron que sería una mala cosa si los Blancos llegaran a convertirse en una minoría en Gran Bretaña. Ellos vinieron por las muchachas Blancas que se negaban a concertar una cita con un negro o un asiático cuando se la solicitaban. Ellos vinieron por aquellos que rechazaban contratar a una infectada de Sida, a una lesbiana o a una adicta a la heroína como niñera para sus hijos. Ellos vinieron por aquellos que decían que si a Doreen Lawrence se le había dado rango de nobleza y un asiento en la Cámara de los Lores, porque su hijo negro fue supuestamente apuñalado hasta la muerte por Blancos en un ataque racista en el Sur de Londres, entonces ¿por qué la señora Gregory, que vive en la misma área y que tuvo DOS hijos Blancos apuñalados hasta la muerte por negros en ataques racistas, no había sido hecha TAMBIÉN una par de la Cámara de los Lores?. Y no dije nada, porque tuve miedo. "Vive y deja vivir", dije yo. ¿Qué dije? "Vive y deja vivir". Y seguí viviendo mi vida. Posteriormente ellos vinieron por aquellos que eran políticamente incorrectos, y por aquellos que publicaron, vendieron o leyeron la clase incorrecta de libros o que habían navegado por sitios web políticamente incorrectos; y guardé silencio, porque yo no estaba seguro de si hablar claro era en sí mismo políticamente incorrecto, y de cualquier modo yo estaba demasiado ocupado viviendo mi vida como para leer libros. "Vive y deja vivir", dije yo; y seguí con mi vida.



Luego el Gobierno legalizó todas las drogas, porque ellos dijeron que era demasiado difícil para la policía hacer cumplir las leyes anti-drogas, ya que ellos tenían cosas más importantes que hacer, como poner en observancia la corrección política. De cualquier modo, el Gobierno dijo que la legalización de las drogas haría nuestras ciudades más vibrantes y más cosmopolitas. De manera que ellos luego vinieron por aquellos que estaban contra la legalización de todas las droga; y aunque yo pensara que el Gobierno había sido imprudente al legalizar todas las drogas, yo estaba demasiado ocupado viviendo mi vida como para pensar mucho en el asunto. "Vive y deja vivir", dije yo. Y seguí viviendo mi vida.


Luego ellos vinieron por aquellos que no poseían un televisor, y yo no dije nada, porque tenía miedo. Yo había arrojado lejos mi televisor, y entonces salí y compré uno nuevo, pero nunca lo encendí. Entonces ellos vinieron por aquellos que no tenían un televisor lo bastante grande, y salí y compré uno más grande. Entonces ellos vinieron por aquellos que no miraban bastante televisión, de modo que la encendí 24/7, pero sin sonido. Entonces ellos vinieron por aquellos que decían que tales leyes eran Orwelianas, y tuve mucho miedo. "Vive y deja vivir", dije yo. ¿Qué dije? "Vive y deja vivir"; y seguí viviendo mi vida.


Más tarde ellos vinieron por aquellos que proclamaban verdades inoportunas, o que decían que estábamos viviendo bajo una tiranía liberal, o que declaraban que si las tendencias y políticas actuales seguían, la raza Blanca muy pronto se extinguiría. Pero guardé silencio porque hablar claro era ilegal ahora. "Vive y deja vivir", dije yo. Y seguí con mi vida.


Luego ellos vinieron por mí. Ellos vinieron por mí, y no quedaba nadie que hablara por mí. Pregunté a aquellos que vinieron por mí por qué ellos habían venido por mí, y ellos dijeron que era porque... yo... era... Blanco.



Pero "Vive y deja vivir", dije, y ellos sólo sonrieron, y me dijeron que "Vive y deja vivir" era sólo un slogan para que las masas durmieran, y que el castigo por ser Blanco era... la muerte.

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