martes, 29 de agosto de 2017

El tiempo de la tolerancia se ha terminado.


El tiempo de la tolerancia se ha terminado. Los Blancos deben aprovechar estratégicamente el campo minado emocional que presentan los tabúes raciales.


Una de las armas retóricas más fuertes del enemigo es la palabra "racista". Las buenas noticias son que toda su fuerza desaparecerá si el personal ya no la toma en serio y comprende que se trata de una tentativa de silenciar.

Durante décadas, los políticos se han cagado de miedo siempre que oyen esa palabra, hay que destruir la credibilidad de la palabra "racista" encarándola directamente y sin miedo.

Gritar "¡racista!" es un modo fraudulento de evitar temas, hechos o ideas difíciles. Utilizar un lenguaje para avergonzar es una apelación emocional a la psicología de masas que elude cualquier verdadero análisis de los argumentos subyacentes.

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