martes, 4 de septiembre de 2018

General confederado Josheph O. Shelby


Shelby fue un personaje indomable, dotado de un valor casi suicida. Sus exitosos ataques relámpago contra el ejército de la Unión le convirtieron en un ídolo para los soldados del Sur. Una leyenda viviente que pasaría a la posteridad por su rebeldía y por no rendirse nunca..

Hoy en día, gracias a la prevalencia de lo “políticamente correcto”, se juzgaría a Shelby por lo controvertido de sus ideas tradicionalistas y por su defensa de un modo de vida que nos es tan ajeno. Pero a la hora de abordar una biografía siempre hay que pensar en los tiempos en los que le tocó vivir al protagonista y “meterse en su piel” para poder juzgarle. 



Todo el mundo concuerda, porque es lo que han rumiado hasta la saciedad para convertir una medio verdad en una mentira completa, en que la guerra entre los estados del norte de Estados Unidos y los estados del Sur fue desatada por la intención del presidente Abraham Lincoln de abolir la esclavitud.

Es en definitiva un conflicto en el que se enfrentan el pasado y el futuro, el mundo aristocrático agrario y el mundo industrial, el sistema económico esclavista con el sistema capitalista, es un fin una época de grandes cambios en la que Estados Unidos comenzará el camino hacia la modernización que lo convertirá en la mayor potencia mundial.



Aparte de esto y desde el punto de vista militar, la Guerra Civil de Estados Unidos es muy interesante ya que en ella se produce una gran evolución, se pasa de hacer la guerra al estilo napoleónico a una guerra total y moderna. Una guerra que deja entrever el estilo que años después conocerá Europa durante la Primera Guerra Mundial.

Una vez presentado a grandes rasgos el contexto y la época en que le tocó vivir al personaje protagonista de este artículo es hora de hablar propiamente de él.




Joseph O. Shelby nació el 12 de diciembre de 1830 en Lexington, en el estado de Kentucky, EEUU. Su familia era una de las más ricas y poderosas del estado y gracias a ello Shelby se crió en la abundancia y recibió la mejor educación posible en la época. Sin embargo no todo sería felicidad, a los cinco años su padre falleció y posteriormente su madre se caso con Benjamin Gratz, un manufacturero del cáñamo, quien pasaría a ser su padrastro. Del resto de su infancia se sabe poco más, cuando llego a la adolescencia Shelby acudió a la Universidad de Transilvania, en Lexington, y a diferencia de la mayoría de jóvenes de alta sociedad de la época tras finalizar sus estudios no se enroló en el ejército o la milicia del Estado para ser oficial. Siguiendo la tradición empresarial de la familia en 1849 se trasladó a Missouri, para trabajar en la factoría de su padre adoptivo, en la cual se procesaban para convertirla en fibra, sogas, papel, medicinas, ect…Posteriormente, los productos manufacturados eran trasladados por el rio en barcos de vapor. Gracias a este rápido medio de transporte y a la mano de obra esclava el negocio era sumamente productivo y generaba una gran riqueza.


En 1852 Shelby heredó una gran cantidad de dinero y se trasladó a la pequeña villa de Waverly, en el condado de Lafayette, de Missouri. Allí Shelby compró una gran cantidad de tierras y las convirtió en grandes plantaciones de cáñamo, de maíz y en ranchos para la cría de ganado. También estableció una factoría dedicada a la transformación del cáñamo en sogas. Por otro lado, Shelby era un excelente jinete y los caballos eran una de sus mayores pasiones, así que estableció también en sus tierras un criadero de caballos pura sangre.

En 1858 Shelby se caso con Elisabeth Shelby, una prima lejana que recientemente había emigrado a Missouri con su familia, con la cual tendría 6 hijos. En aquel tiempo Shelby vivía en la prosperidad y era uno de los mayores propietarios de esclavos del Estado, pero pronto cambiaría todo esto cuando ese mismo año comenzaron disturbios en el territorio de Kansas entre abolicionistas de la esclavitud y pro esclavistas. La mayoría de pro esclavistas estaban apoyados por sus vecinos de Missouri y entre sus líderes estaba Shelby.




El 20 de diciembre de 1960, Carolina del Sur promulgo su secesión de los Estados Unidos, a esta proclama seguiría toda una oleada de secesiones de estados del sur que se separarían de los Estados Unidos de América para fundar los Estados Confederados de América. En 1861 la tensión entre ambos bandos finalmente se desató y estalló la guerra total entre los estados del norte, partidarios de la Unión Federal y los estados confederados del sur.



En Missouri, el gobernador del estado, Claiborne Fox Jackson y los grandes terratenientes algodoneros eran partidarios de la secesión, pero varias de las grandes ciudades, como Columbia y Saint Louis, donde la población inmigrante alemana, de ideología abolicionista, era mayoritaria, no estaban a favor de la secesión. El 10 de mayo de 1861 las tropas federales al mando del capitán Nathaniel Lyon y la milicia alemana reprimirían sangrientamente a un grupo de secesionistas que pretendían asaltar el arsenal federal en Saint Louis. Este acto provocó que finalmente el gobernador se decidiera a proclamar la secesión de los EEUU y a reunir partidarios para crear un ejército estatal. Sin embargo en junio las tropas federales derrotaron al gobernador y pasaron a controlar el río Missouri y la mayor parte del estado. Tan solo el suroeste del estado quedaría en manos secesionistas.




Mientras tanto, Shelby se dedicaba a comprar armas y municiones para crear con su dinero su propia unidad militar, 43 hombres que formarían la: ”Caballería del condado Lafayette”. Una vez preparados, Shelby y sus hombres se unirían a las milicias secesionistas del mayor general Sterling Price, un veterano de la guerra entre EEUU y México, junto a las cuales libraría su primera batalla contra los federales: la batalla de Carthage (Cartago en español).




El 5 de julio de 1861 unos mil soldados federales al mando del coronel Franz Siegel, inmigrante alemán, se dirigieron al pueblo de Carthage para enfrentarse a los rebeldes secesionistas. Pese a que los secesionistas tenían casi cuatro mil hombres para responder al ataque federal, carecían de armas y de disciplina y fueron presa fácil de las bien entrenadas tropas federales. Solo la intervención de Shelby, con tan solo 100 soldados de caballería pudo salvar la situación. Shelby y sus jinetes se infiltraron a través del flanco izquierdo del devastador avance federal y comenzaron a atacar la retaguardia del ejército federal, su artillería y su columna de suministros. Siegel, que estaba a punto de ganar la batalla, se vio completamente sorprendido y ordenó la retirada. Las tropas de Shelby continuaron hostigando a los federales mientras estos se retiraban. Su táctica era sencilla y demoledora, la velocidad de sus caballos les permitía adelantar a la infantería federal, luego los hombres desmontaban y preparaban una emboscada, tras lanzar varias descargas de disparos volvían a montar y se retiraban para continuar de nuevo sus ataques en otro punto. Gracias a Shelby los confederados ganaron la batalla y se salvaron de lo que parecía un desastre inminente.


Tras la batalla, el mayor general Price se dio cuenta que sus milicianos no estaban preparados para enfrentarse en campo abierto a los federales y se retiró hacía sus cuarteles en el suroeste del estado para iniciar un entrenamiento intensivo de sus hombres. A Shelby y sus 100 hombres le encargo la misión de buscar nuevos reclutas y suministros, pero con el resto de Missouri infestado de tropas federales la tarea no era nada fácil y Shelby se dedicó más a desgastar a los federales con sus tácticas de “golpear y huir” que a buscar reclutas. Sus acciones guerrilleras se saldaron con un éxito rotundo cuando Shelby consiguió apresar un barco de vapor que transportaba sacos de harina del ejército federal por el río Missouri. Shelby se quedo con una parte del botín para abastecer a sus hombres y el resto de sacos de harina los repartió entre sus vecinos de Waverly.


Pese a obtener de nuevo la victoria, los confederados se dieron cuenta de lo costosa que esta batalla había sido para su infantería y de las numerosas vidas que se habría podido salvar si hubieran tenido artillería con la que desalojar de las colinas a los federales. A partir de entonces Shelby decidiría que su mayor prioridad sería conseguir cañones para el ejército de Price.

Mientras el general Price se dedicaba a la conquista de Lexington, Shelby lanzó una nueva expedición al territorio ocupado por los federales con el objetivo de reclutar nuevos voluntarios entre la población local, simpatizante con su causa y de paso causar tantos daños como pudiera al ejército enemigo. Tras lograr sus objetivos, Shelby y sus hombres, conocidos ya como la “Brigada de Hierro” ,se reunieron de nuevo con el ejercito de Price para participar en la batalla de Pea Ridge.


El 4 de Julio de 1863 el ejército federal de Grant conquistaba la ciudad de Viksburg y la Confederación quedaría partida en dos mitades, este y oeste. Todo parecía perdido y la sensación de derrota se extendía sobre los confederados del oeste, pero el indomable Shelby, para entonces comandante del 5º regimiento de caballería confederada, mantenía la fe en derrotar a los unionistas y reconquistar Missouri.
Es entonces cuando lanzó su gran raid sobre Missouri, la mayor incursión tras las líneas enemigas realizada durante toda la guerra.

 

El Gran Raid de Shelby:


 

El plan de Shelby era sencillo, cabalgaría hacia Missouri con su Brigada de Hierro; 750 hombres, 2 cañones y una abundante caravana de suministros, con objeto de causar el mayor número de daño posible y distraer el mayor número posible de tropas federales de la importante ofensiva que estaban lanzando contra Chatanooga en Tennessee. Como objetivo secundario, Shelby planeaba conquistar la capital del estado de Missouri para causar un gran impacto y levantar la moral de los confederados. Por último, el raid serviría para reclutar el mayor número posible de simpatizantes que vivían bajo la ocupación federal.


Así escrito la cosa puede parecer relativamente sencilla, pero si tenemos en cuenta que Missouri estaba ocupado por más de 60.000 soldados federales bien armados y entrenados y cerca de 50.000 milicianos (compuestos por voluntarios partidarios de la unión, reclutas forzosos, desertores confederados y delincuentes que buscaban redimirse) la tarea no parece tan sencilla. Mas si tenemos en cuenta que Shelby tenía que llegar a Missouri sin ser detectado por las numerosas patrullas enemigas.
Lo más curioso de todo es que Shelby no realizó ningún plan de ataque detallado, sino que decidió improvisar sobre la marcha. La velocidad, la sorpresa, el conocimiento del terreno y el apoyo de simpatizantes y amigos en territorio enemigo serían sus armas.


El 21 de septiembre de 1861 el plan de Shelby recibió la aprobación formal de su superior, el general Price, y se puso en camino hacía Missouri. La vanguardia de sus tropas estaba formada por los exploradores del mayor Ben Elliot; 100 soldados de elite reclutados entre los veteranos más duros y que llevaban más tiempo con Shelby. Para no causar sospechas los exploradores estaban vestidos con uniformes de la Unión e incluso llevaban una bandera federal capturada. Muchos otros hombres de Shelby también recurrían al mismo subterfugio de vestirse con uniformes enemigos, algo útil para pasar desapercibidos en territorio enemigo pero que significaba el fusilamiento como espías en caso de ser capturados.



La fortuna seguiría sonriendo a Shelby ya que el 30 de septiembre se unieron a sus fuerzas 200 voluntarios de Arkansas y Missouri reclutados por el coronel DeWitt Hunter y el 2 de octubre se unirían otros 400 hombres reclutados por el coronel John Coffee. Así pues la primera parte de la campaña marchaba bastante bien, Shelby había llegado a Missouri sin ser descubierto y sus fuerzas ahora consistían en 1350 soldados.

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