viernes, 15 de enero de 2021

Una puerta abierta al ignorante..



"Democracia" una de las palabras más sobre-usadas e inescrupulosamente explotadas en política..

Sólo a aquellos partidos que son considerados que están dentro del redil del pensamiento y la política institucionalizados, los medios de comunicación les dan una audiencia razonable..

Es sumamente importante  clarificar lo que se quiere decir con "derecho" en este contexto: no significa el derecho moral; no significa una superioridad de principios; no significa la justificación de cada acto, bueno o malo, realizado por aquellos que tienen el poder en sus manos; simplemente significa el derecho establecido por la Naturaleza, de acuerdo con la realidad de que ningún otro derecho, por noble que sea en su concepción, puede ser efectivamente afirmado y que ningún otro método de determinar el derecho ha sido ideado alguna vez.

Éste es el principio entendido por aquellos que han conducido las revoluciones modernas durante nuestro siglo contra las viejas instituciones de la democracia parlamentaria. La legitimidad de ellos, desde el punto de vista moral, se deriva no del proceso por el cual ellos han conseguido y retenido el poder, sino de los beneficios u otras cosas que su liderazgo ha proporcionado a su pueblo cuando estuvieron en el poder. Aquéllos, por supuesto, son materia para un considerable debate, pero ése es un debate que está fuera del alcance de este artículo.

De nuevo, dejando de lado la familiar palabrería sobre "democracia" y "dictaduras", podemos declarar con seguridad el hecho de que es un interés de sentido común y el deseo de todos los gobernantes de naciones ser populares, y que su uso del poder es atenuado por tal deseo en todas las etapas del proceso. Por supuesto, aquel deseo es moderado a su vez por una comprensión de la necesidad de hacer una prudente provisión para los requerimientos del futuro mediante trabajos previsores, los dividendos de los cuales no pueden ser comprendidos inmediatamente: inversión en proyectos de desarrollo a largo plazo, actos de política exterior esenciales para la seguridad nacional pero costosos en su ejecución entonces, grandes presupuestos de defensa concebidos con el mismo propósito. Ese equilibrio entre los impulsos de popularidad y la prudencia tiene que ser conseguido por todos los gobernantes y líderes en los asuntos humanos, independientemente de la naturaleza de las instituciones dentro las cuales ellos actúan, "democráticas" o "no-democráticas". Puede verse que tales líderes, por lo tanto, trabajan básicamente bajo las mismas condiciones: ellos son prudentes para no ir demasiado lejos en una dirección u otra.

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