miércoles, 10 de junio de 2015

Digale a la gente..



Digale a la gente : que los alemanes nunca tuvieron la intención de conquistar el mundo, según ha confirmado General Marshall en el linchamiento de la farsa del juicio deNuremberg.

Digale a la gente : que no es cierto que Alemania es la nación más belicista, el hecho histórico es que ella es la más amante de la paz de todas las grandes naciones porque ella emprendió el menor número de guerras.

Digale a la gente : que propagandistas americanos son los más grandes falsos líderes y por lo tanto los más grandes promotores del odio, porque según ellos dicen en miles de discursos y artículos de radio, que los alemanes comenzaron las dos guerras mundiales.

Digale a la gente : verdades, que los estadounidenses, en comparación con los alemanes somos la nación amante de la guerra mas cruel. Es un hecho histórico que en la corta historia americana se libraron más guerras que los alemanes hicieron en sus 2000 años de historia, que hemos conquistado este gran y bendito país desde el Atlántico hasta el Pacífico y del Golfo de México a Canadá, un territorio de unos 20 veces el tamaño de Alemania, tomaron todo lo que querían en la impunidad y exterminó a los habitantes aborígenes por el hambre, el whisky, y enfermedad.

Digale a la gente : que los alemanes nunca quisieron una guerra con nosotros, pero fuimos nosotros quienes propusimos dos veces para destruirlos porque nuestros líderes temían que el ingenio y diligencia alemán conquistarían el mundo de una manera pacífica.

Digale a la gente : las crueldades cometidas por nuestras tropas en el mundo, cómo nuestros soldados destruyeron todo sin piedad, matado a millones de civiles, como los hombres y oficiales han robado y violado, cómo nuestro gobierno creó una campaña sistemática de hambre, ¿cómo millones de alemanes inocentes fueron expulsados ​​de sus casas.

Digale a la gente : que después de haber destruido el baluarte del cristianismo y de la raza blanca, el gran estabilizador en los asuntos mundiales, la mayor nación educada y más culta en la tierra, ahora debemos asumir las grandes responsabilidades de todo lo que, para el que Alemania se situó en toda su gloriosa historia en los últimos mil años. Tenemos que convertirnos en una nación para defender los tesoros mas preciados de la humanidad: la cultura y la civilización cristiana.

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