miércoles, 28 de noviembre de 2012

los infames crimenes judios



Hemos de hablar sin miedo de temas que pronto nos estarán prohibidos por la dictadura demoliberal.
Durante los últimos 10 años no recuerdo haber leído absolutamente nada de este delicado tema, que es absolutamente maldito, y sobre el cual casi nadie desea ni siquiera hablar, incluidas las propias revistas NS. Parte de esa prevención sobre el tema se debe a lo poco que se sabe sobre ello, pero también a que si se habla de ese asunto parece que uno este soñando con fantasmas y cuentos de viejas, con lo que se duda de su salud mental o al menos de su capacidad de ser sensato y equilibrado en otros temas.

Pero este artículo es especial, y por ello no creo que debamos dejar de abordar un tema espinoso y muy poco popular sólo por miedo al 'que dirán'. Desde luego no pretendo efectuar un estudio histórico sobre los principales casos de crímenes rituales que se conocen (existen casos claramente documentados), no es esto lo que me interesa difundir, sino el porqué, el espíritu y la esencia del problema es lo que nos debe interesar aclarar.

En realidad el problema se basa en los textos de la llamada 'Tradición' judía religiosa: el Talmud. El Talmud es una recopilación de textos rabínicos escritos en diversas épocas, que recogen la 'tradición' de la escuela rabínica judía. De la misma forma que la Iglesia Católica considera la 'Tradición' como parte de la 'Palabra de Dios', y por tanto formando parte del conjunto doctrinal 'sagrado' de la Iglesia (esa 'Tradición viene dada entre los Católicos fundamentalmente por las Actas de Concilios y los documentos de los llamados 'Padres de la Iglesia') de igual forma en el Judaismo la 'Tradición' rabínica se ha concretado en un texto realmente poco conocido que es el Talmud.

Una gran parte del 'secreto' sobre los Crímenes Rituales está basado en el Secreto que se tiene en la difusión del Talmud. Durante siglos la difusión del Talmud entre los no judíos era considerado como un crimen por la comunidad judía. Incluso hoy día no se puede 'comprar' el Talmud en las tiendas, es un texto que 'está protegido' por el secreto debido al poder enorme del sionismo.
En España publicamos un pequeño texto titulado 'Judaismo al Descubierto' donde se reproducían una parte substancial de las peores y más repulsivas referencias talmúdicas. Existen así mismo diversos textos editados en Argentina que descubren también esos pasajes talmúdicos, etc... son pocos los libros que hablan de ello, pero existen y no son imposibles de encontrar por un especialista. Pero desde luego están fuera del alcance del público en general. Jamás se ha efectuado una película o un libro (tras la post-guerra) que dé a conocer de forma popular los temas Talmúdicos.

Realmente si un día la Justicia fuera para 'ser justos' y no para beneficio del Sistema, las actuales leyes que prohíben el 'odio racial' deberían prohibir el Talmud y por tanto la religión judía (mientras no condene de forma clara, pública y notoria al Talmud). La simple aplicación de las leyes 'democráticas' permitirían prohibir al Judaísmo!!.

La razón es que el Talmud refleja de forma clara y sin dudas una idea: el goim, el no judío (y en concreto el ario y el cristiano), es un ser despreciable, merecedor de todo el odio y desprecio, pero sobre todo, es un OBJETO asimilable a un ANIMAL. Esta idea central es básica para entender el origen del crimen ritual.

El Goim es un animal, es comparado claramente con los bueyes y demás animales de 'ganado'. Pero además hay que entender que dentro de la tradición religiosa judía (cristiana) el 'animal' es un OBJETO sin valor ni consideración. El judaísmo y el cristianismo no asignan al animal el valor de 'parte de la Naturaleza', y por ello parte del Cosmos y de la propia esencia de la Vida, consideración claramente pagana y ecologista que seguimos los nacional-socialistas. Para el judaísmo el 'animal' es un objeto sin valor, al servicio puro del hombre, tal como expone la Biblia en el Génesis: todo está creado por Jehova sólo para servir al hombre. Pero el Hombre es, para el judaísmo talmúdicos, SOLO el Pueblo Elegido, el descendiente de Adán y Eva, según el Pacto de Jehová con su Pueblo, Israel. Por ello los Goims son parte de esa 'creación' de objetos de Jehová al 'servicio' del Pueblo Elegido. Son pues animales de ganado, 'criados' para servicio del 'Hombre', o sea del Pueblo Elegido.

Esta es muy sucintamente la base teológica rabínica que se refleja en el Talmud y que de alguna forma ha calado en el espíritu del inconsciente colectivo del Judaísmo durante siglos de enseñanza rabínica cerrada y claustrofóbica.

Pero existe además otro tema a entender previamente: la Cábala. O sea la vertiente mágica y esotérica del Judaísmo. Debido a la esquizofrenia mental propia del judaísmo, a su historia de miseria moral y de sectarismo cerrado, ha creado durante siglos una visión esotérica y secretista, repleta de símbolos y ritos generados durante siglos de oscurantismo, en las sinagogas y las tenebrosas reuniones de los guettos... todo ese conjunto de creencias forman la Cábala. Existe una relación clara entre textos 'sagrados' religiosos del judaísmo y la Cábala, cosa que no es de extrañar si alguien ha leído, por ejemplo, textos como el Apocalipsis llamado de San Juan (que refleja el estilo de otros varios Apocalipsis judaicos). Textos místicos, de talante terrorífico, crueles y brutales, donde la BESTIA es el centro del odio y la victoria judía es siempre sangrienta. La Bestia en el Apocalipsis es sin duda Roma, el pueblo pagano, la 'gran prostituta', y a la postre el Goim.

De textos así, meditados en conciliábulos secretistas y cerrados por rabinos, dentro del ambiente de odio y degradación del guetto, y bajo el caldo de cultivo del ODIO inmenso que siente la tradición talmúdica judía sobre el cristiano y el goim, se generó la idea del Crimen Ritual.

Tenemos ya un primer antecedente moral en el rito judío, absolutamente vigente y actual, de matar los animales del ganado de forma especial, mediante un ritual repulsivo y sangriento, que demuestra ya de por sí una falta de sentimientos y una brutalidad interior indecente. Los judíos mantienen la matanza de los animales para su alimentación según un rito especial que se sigue puntualmente actualmente en los mataderos, efectuando ese rito-matanza rabinos o matarifes-rabínicos.

El mero hecho de hacer intervenir 'palabras' y ritos religiosos de forma premeditada en las brutalidades que se cometen con el ganado, desangrándolo, evitando que se les permita 'adormecer' para evitar dolor, en fin eliminando los pocos adelantos anti-dolor que se están intentando introducir en los mataderos, ya demuestra un fondo cruel y sádico. Muchas sociedades pro-animales se han quejado de que se permita la tortura de animales en los mataderos bajo la excusa de 'ritos religiosos', pero evidentemente no sen ha conseguido jamás que se prohíban tan crueles prácticas, una vez más protegidas por el poder sionista.

Ese mismo rito llevado al ganado-goím, sería la base del Crimen Ritual. Se trata de ofrecer a Jehova el ganado-goím más deseable, al goím más significado, o mejor a niños, como el sacrificio de terneros o corderitos lechales era el más deseable en las ofrendas de animales. Dado que en repetidos textos talmúdicos el goim no es más que ganado, en tanto es una mera criatura más creada por Jehova para disfrute y uso del Pueblo Elegido, ese rito de sacrificio humano no es realmente 'humano', sino sólo un reflejo de idéntico valor al sacrificio secular de ganado en el Templo de Jehová. Así pues el Crimen Ritual exige dos fases:

La elección del goim a sacrificar, que debe ser 'digno' de ser ofrecido, o sea debe ser significado o bien por contra 'inocente', limpio, en el sentido en que se sacrificaba un lechal. Seguir un ritual mínimo. No se trata de un mero asesinato, sino de una ofrenda, por ello debe ser desangrado (dado que el rito judío exige que la sangre, elemento impuro según la Biblia, sea separada de la 'carne' a ser ofrendada). Y exige un rito también en la ofrenda, unas palabras, unas lecturas de ofrenda.

Por supuesto una parte del judaísmo religioso se ha separado de la interpretación estricta del Talmud. Como los Protestantes se han separado de la 'Tradición' Conciliar. Pero otra gran parte sigue fielmente la tradición talmúdica. Y no vamos a ocultar que una gran parte de las autoridades rabínicas actuales condenan oficialmente no sólo el Crimen Ritual, sino la interpretación 'animal' del goim, incluso aunque acepten el Talmud.

En realidad la realización de Crímenes Rituales exige o ha exigido normalmente la intervención de una componente esotérica, de la Cábala. Han sido siempre elementos ortodoxos judíos, influidos grandemente por las locuras cabalísticas y por un odio desmedido los que han intervenido en esos hechos. Eso no evita que se hayan producido periódicamente hechos que son claramente crímenes rituales, casi siempre disimulados por la prensa, y más o menos ocultos en motivaciones de tipo 'vámpirista' o bajo formas de 'locura' demoníaca. Cuando se ha hablado de un crimen efectuado bajo formas rituales siempre se ha dejado un oscuro velo al tema, incluso cuando se ha encontrado al autor, y se le ha condenado, pero siempre sin aclarar el aspecto ritualista del crimen.

No es de extrañar que hayan existido algunos casos entre niños palestinos que pueden ser claramente crímenes rituales, y es muy probable que se hayan producido varios casos más dispersados por todo el mundo en los últimos años. Se han escrito textos clásicos sobre los crímenes rituales, e incluso hace poco pude ver una película como '¿Quien era la Dalia Negra?' que expone bien como podría ser un crimen ritual... realizado en Hollywood, y en donde pese a las evidencias jamás la policía se plantea que pueda ser un crimen ritual judío!.

La brutalidad y la crueldad unida a una inteligencia es lo que se necesita. Se precisa una cierta habilidad para poder efectuar el desangrado y el degüelle, el despiece, etc... pero a la vez se precisa una mente diabólica, cruel y sádica....
Si embargo creo que el judaísmo como tal ha abandonado la figura del Crimen Ritual en su concepción moderna. O sea, sin duda existirán aun sectas y núcleos judaicos que seguirán las ideas arcaicas del talmudismo y cabalismo, y que aceptarían pues el hecho ritualista. Pero a mi forma de ver se ha producido un cambio significativo en este tema: el Sacrificio personal, individual y sangriento corresponde a una época cerrada y sectaria del Judaísmo, propia de los guettos y su tiempo. El judaísmo actual ha cambiado el significado del sacrificio, pero no la del goím.

El Goím sigue siendo un animal, un objeto, y de alguna forma el Pueblo Elegido sigue siendo moralmente dueño del destino, propietario, de los Goíms. Lo que ha cambiado es la forma de sacrificio. El judaísmo moderno está enfocado al dominio del mundo, y en esta fase no tiene sentido el sacrificio individual. Se trata ahora de un sacrificio comunitario: el sacrificio de la juventud y de la comunidad goím que es puesta al servicio del Pueblo Elegido.

Los mismos elementos que en otra época y bajo condiciones del guetto hubieran soñado con el crimen ritual ahora trabajan en la degradación colectiva y sistemática de las formas de vida goim, o sea en su sacrificio en el altar de la concepción judía del mundo.

El nuevo Crimen Ritual se está realizando en actos concretos y organizados de corrupción global. Sin duda la introducción de droga o la popularización de formas degenerativas, la introducción sistemática de formas de vida sionistas como formas de vida 'oficiales' de la comunidad goim, son la representación actual del rito permanente de odio y menosprecio del Talmud hacia la comunidad aria.

BORRA LA VIDA DEL CRISTIANO Y MATALE. ES AGRADABLE A LA MAJESTAD DIVINA COMO EL QUE OFRECE UN DON DE INCIENSO'.

Hemos tomado este ejemplo, entre los muchos que hay, para recordar algo que nadie quiere denunciar. El Talmud, y por tanto la llamada religión judía, es ilegal y criminal y debería ser prohibida en base a las leyes que prohíben el odio racial y religioso. No se hace pues estas leyes están al servicio del sionismo político, no de la Justicia.

El caso de los niños Schuessler y Grimes

La comunidad Judía de Chicago una de las más adineradas en el mundo, ha ejercido siempre un grado sumamente poderoso de influencias en la escena de la Windy City, una influencia similar en alcance y poder (y sí no mas) que la de los sindicatos del crimen organizado italiano, más siniestro por ser lejos menos visible.

En octubre de 1955 cuatro niños blancos, dos muchachos jóvenes que eran hermanos y dos hermanas adolescentes, fueron secuestrados y asesinados de una manera que sugería un sacrificio ritual judío, con el objetivo litúrgico de obtener sangre Gentil para mezclarla con el pan matzoh, usado en varias ceremonias esotericas y religiosas Judías como el Purim, Passover, Kol Nidre y Yom Kippur.
Los muchachos eran de apellido Schuessler y las muchachas Grimes. Ambos casos quedaron oficialmente sin resolver a pesar de cientos de horas-hombres de investigación por los detectives de Chicago. El caso Grimes, de hecho, apareció en un episodio de MISTERIOS SIN RESOLVER, hace varios años, pero la muestra no llegó más allá.

Los casos compartieron claramente características en común. Ambos muchachos, de seis y ocho años de edad respectivamente, y las muchachas de trece y quince, se hallaron desnudos, aunque no habían sido asaltados sexualmente. Según los informes de patologos, se les había mantenido vivos por algo de tiempo después de que se reportaron desaparecidos, aunque el clima frío al que se expusieron los cuerpos impidio determinar el tiempo exacto de su muerte. Los cadáveres mostraban marcas de ataduras en las muñecas v tobillos, lo aue índica que se habían atados o se inmovilizaron. (*)
Se habían torturado a todas las víctimas principalmente con cortes pequeños, poco profundos y heridas de perforación, ninguna suficiente como para causar muerte por sí misma. Se determinó que la pérdida de sangre era la causa del oficial de muerte y al pánico debido a pérdida de la sangre y exposición; los cuerpos de los niños estaban "drenados de sangre” según observaron en la escena del crimen.

Las dos víctimas mujeres habían sido torturadas por repitidas heridas de perforación en la parte superior del torso, muslos y nalgas, lo que sugiere un elemento sádico sexual en las motivaciones de los asesinos, pero a las dos jóvenes víctimas masculinas se habían traspasado por las manos, muñecas, y pies con armas más grandes, similares a estiletes o punzones de carpintero, que infligen heridas muy parecidas a los llamados estigmas, las heridas de Cristo.
Lo interesante sobre estos casos no es que los asesinatos esten sin resolver, sino la vision que por una vez damos a la magnitud de las cosas que los judios sospechosos haran para encubrir los casos del asesinato ritual. En vista del gran interes publico en el caso, había por supuesto muchos medios de comunicación informando de el. El Daily News de Chicago publico una edición de la tarde detallando la naturaleza ritualística de las heridas infligidas en los muchachos Schuessler, comparándolas con un caso anterior en que un muchacho apellidado Peterson se habla hallado muerto con el mismo tipo de heridas, y se especulaba que miembros de un "culto religioso” puediesen estar involucrados.

Luego de diez minutos de que la edición llegó a la calle, se enviaron fuera camiones para traerlos a todos; se arrancaron de los kioscos de periódicos todas las copias y se tomaron las placas de impresión desde el edificio de Noticias donde estaban, para ser quemadas.
Ocho copias de esta edición fueron obtenidas por una mujer llamada Señora Lyle Clarle dan Hyníng, quien publico un periodico conservador llamado Women's Verice, Cuando llamó la oficina de las Noticias Diaria preguntar por qué el diario se había revocado, se dijo habían llegado demasiadas "quejas" sobre él y era probable que causara “Inquietud racial".

La Señora Van Hyning tenia sus propias sospechas y envio al padre de los dos muchachos asesinados, Arnold Schuessler, una copia del concluyente trabajo de Arnold Leese ASESINATO RITUAL JUDIO. Schuessler leyó el librillo y quedó aturdido con lo que aprendio. Entonces, tomó la equivocada decisión de partir hasta la policía y exigirles que se investigara la muerte de su hijos en el ángulo de un posible asesinato ritual. El Alguacil del Condado en aquel tiempo era un Judío llamado Sam Lohman, e inmediatamente puso al Sr. Schuessler bajo arresto por sospecha de haber asesinado a sus propios hijos.
Un diputado judio apellidado Horowítz, envió al hogar de Schuessler un pelotón de hombres; tras haber saqueado la casa en busca de "evidencias”, Horowitz, entonces, puso a la Señora Schussler y a su familia bajo arresto domiciliar, prohibiéndoles salir de la casa o hablar con alguien por telefono para que no difundieran “rumores injustificados acerca de los Judíos”.

Arnold Schuessler fue sometido a la prueba del detector de mentiras, pasándola por completo y en forma tan satisfactoria como para probar que tenía una coartada contra los asesinatos. En lugar de soltarlo, las autoridades recluyeron a Arnold Schuessler en una institución mental privada en Des Plaines, Illinois, operada por un Dr. Leon Steinfeld.
El Sr. Schuessler fue sometido a toda prisa al electroshock, donde murio esa misma tarde en que llegó al "sanatorio", habiendo suficiente publico enterado sobre la muerte extraña del padre, al punto de que se desarrolló una investigación publica del caso de Schuessler y el Dr, Steinfeld se vió forzado a testificar. Allí declaró que Arnold Schuessier padecía de “alucinaciones” y “delirios de paranoia” que “personas seguramente se los inducían desde afuera".

En 1955 salieron, a raíz de esto, unos honrados ofíciales publicos. Uno de ellos era el Coronel del Condado, un viejo irlandés llamado Dr. Thomas MeCarron, quien era también una psiquiatra calificado. MeCarron conocía al Dr. Steinfeld desde hacia tiempo. Durante la Segunda Guerra Mundial, se había proseguido a Steinferld por darle varias drogas legales e ilegales a muchachos judios, las que les producian fibrilaciones del corazón, saturación de sus pulmones con un líquido que simulaba la tuberculosis, condiciones nocivas de la piel, etc. para que pudiesen evitar el servicio militar.
Steinfeld, según afirmaba, había reunido U$ 2000 por cabeza por cada Yiddishe Mama's Little Bubbeleh que reunió mientras luchaba contra los Nazis como un gran líder. (¿Cúanto podría darse por sus pruebas, como algunos estandartes de una vieja svástica comprada y colgada en su pared, junto con toda una colección de medallas falsas? - NT)

El Dr. MeCarron llamó a Steinfeld un mentiroso y un charlatán y entregó todo los documentos en el caso al abogado de distrito, recomendando que Steinfeld fuera juzgado por perjurio y asesinato. También denunció a Steinfeld a los periódicos y públicamente declaró su impresión de que se había asesinado a Arnold Schuessler. En respuesta, recibió una orden del oficial del abogado de distrito de no hacer ningún otro comentario público sobre el caso.
Varias noches más tarde, para dar énfasis a la naturaleza seria de la advertencia, una pequeña bomba voló la puerta delantera de la casa de McCarron. Pero hubo por lo menos alguna justicia tardía. Varios días después de que la pesquisa cerró, Leon Steinfeld huyó del país. Voló a Suiza por una "cura de descanso" y se le halló colgado en su hotel una mañana, en un supuesto suicidio.

El columnista de un periódico judio Irv Kupcinet estableció una "simpatía consolidada” y poco después de esto se presentó a la viuda de Arnold Schuessler, la madre de los niños asesinados, con U$100,000 aportado por la comunidad judia de Chicago, una suma inmensa de dinero en 1955-56, valor fácilmente equivalente a un par de millones hoy, y una accion muy extraña de los Judíos para ser dada a una víctima Gentil de un crimen, un alemán en este caso, a menos que estuvieran comprando el silencio. Hubiera habido una conexión final con este horrible caso.
El autor británico Arnold Leese proveyó cantidades macizas de recortes de noticias e información, incluso una transcripción de las pesquisas, por sus corresponsales en Chicago, y estaba trabajando en una cuenta definitiva del caso Schuessler como uno de los mejores documentados asesinatos rituales Judíos de los tiempos modernos, cuando casualmente murió de súbito en la primavera de 1956. Ninguno de los archivos de Schuessler en los que había trabajado y que les mostró a varios amigos y visitas, se halló en alguna parte en su posesión, cuando se inventariaron sus efectos después de su muerte.

Se ató el último cabo suelto.

Uno mira hoy esas pequeñas caras tristes de los cartones del envase de la leche, y no puede ayudar, sino sorprenderse...

NOTA: Los cadáveres de los muchachos asesinados presentaban tambien marcas de signos innegablemente cabalísticos que habian quedado impresos en su espalda cuando estaban vivos. Esto hace suponer que fueron colocados acostados sobre una mesa en la que estaban grabados estos símbolos quedando estampados en la piel antes de ser sacrificados, probablemente encima de ese mismo mueble. Los símbolos eran similares a los que aparecen en el Libro de Zohar que prescribe los sacrificios rituales, según las fotos de los expedientes del caso.
LOS FAMOSOS CRÍMENES DE “EL HIJO DE SAM”¿Asesinatos rituales judíos?

Entre julio de 1976 y julio de 1977 una seguidilla de horribles crímenes sacudieron la sociedad de Nueva York. Seis mujeres jóvenes fueron asesinadas de tiros en el cráneo y otras siete personas fueron heridas por unas actuaciones criminales sin motivos claros aparentes. El asesino elegía a mujeres de raza blanca, especialmente de pelo largo y liso, fluidamente caído sobre el cuello, atacando de paso a quienes les acompañaran en sus vehículos, por lo general sus parejas. El psicópata tenía incluso la desfachatez de celebrar algunos de sus crímenes dejando cartas anónimas para la desconcertada policía, en las que se presentaba como “el Hijo de Sam”, y diciendo: “Soy un monstruo, soy el Hijo de Sam, adoro cazar” . Con este misterioso registro quedará conocido para la posterioridad él y su caso.

Los policías comenzaban a notar que los crímenes parecían tener una motivación ritualista y bien podrían tratarse de asesinatos rituales en una versión moderna, con balas como armas de sacrificio y la ciudad como escenario. Los peritajes demostraron que las balas encontradas eran de la misma arma, y el modus operandi era similar en todos los casos: el asesino se acercaba silenciosamente hasta el vehículo estacionado, en donde se encontraban las mujeres en compañía, y les disparaba de súbito con una potente arma, del tipo Magnum 44.


El día 31 de julio, ya con 5 muertes en su haber, el Hijo de Sam ataca a una nueva pareja y comete otro asesinato, pero no sin antes permitir que algunos testigos lograran ver su vehículo, un Ford Galaxi, pista con la que la policía inicia la persecución final del terrorífico criminal. Y finalmente, el Hijo de Sam, el asesino que aterró a una ciudad habitualmente acostumbrada a la violencia, fue capturado…
Se llamaba en realidad David Berkowitz; era un judío más bien joven, habitante local y miembro de una organización ocultista. Confesó sus crímenes casi al instante y asumió la responsabilidad de todas las muertes. A pesar de que la policía ya suponía de la existencia de un móvil ritual asociado a las razones delirantes de los crímenes, uno de sus primeros actos fue persuadir a Berkowitz para explicar las motivaciones que habría tenido para realizar los asesinatos que tanto pavor causaron entre al comunidad neoyorkina.
Berkowitz explicó que se trataba de asesinatos satánicos, y que el culto al que pertenecía era, fundamentalmente, a una Iglesia satanista, mientras mezclaba su explicación con supuestos delirios esquizofrénicos, los mismo que le hacían oír voces del Diablo. Esta explicación coincidía con los perfiles psicopatológicos hechos por psiquiatras y criminólogos antes de su captura, y dejó tan asombrada a la comunidad, que se archivó el caso como tal e incluso modernos admiradores de los asesinatos en serie, que se suponen como aficionados o cultos en temas de criminología, publican documentos en los que insisten en esta cuestionable idea satánica.
Sin embargo, con el pasar de los años, la impresión de que los crímenes rituales de Berkowitz hayan tenido una efectiva causa satánica parece cada vez menos sostenible, a pesar de la espectacularidad que pudiera tener. La teoría satánica ha sido defendida en parte por la venta que tiene, hasta el punto de que a poco de ser capturado, se debió promulgar urgentemente una Ley que prohibiera a los asesinos usufructuar ganancias de la venta de sus historias criminales.


Hoy en día, sin embargo, el recuerdo traumático del Hijo de Sam sigue generando rentables negocios que van desde producciones cinematográficas sobre el caso como “Summer of Sam” del director Spike Lee y en donde se hace una apología del actual Berkowitz, hasta algunos predicadores inescrupulosos que ha hecho toso un circo del supuesto arrepentimiento de Berkowitz y su conversión al cristianismo en la cárcel, en la que deberá permanecer de por vida por una condena de 360 años, una condena irrisoria si consideramos que la sociedad norteamericana ha llevado al patíbulo a asesinos mucho menos sádicos y múltiples que Berkowitz.


Mientras no exista una teoría sustancial sobre las verdaderas razones de Berkowitz para realizar sus crímenes de pistolero psicópata, la fantasía del esquizofrénico satanista seguirá siendo la única alternativa para explicar lo sucedido, a pesar de haberse demostrado en el juicio que Berkowitz era mentalmente sano y no el loco de remate que se suponía antes de su captura. Pero, ¿por qué conformarse con estas burdas explicaciones?. Indaguemos un poco…
Berkowitz nació el 1 de junio de 1953 con el nombre de Richard David Falco . Su madre, Betty Broder Falco , nacida en 1914 y establecida en Brooklyn, había tenido una aventura con un hombre del que quedó embarazada y el cual rechazó al hijo. Así, fue puesto en adopción justo al nacer. Por años se ha tratado de dejar muy claro en los medios que el apellido judío de Berkowitz pertenecía a sus padres adoptivos, los judíos Nathan y Perla Berkowitz , del Bronx. Pero lo que pocas veces se dice es que su padre biológico, aquel que lo abandonó incluso antes de nacer, se llamaba Joseph Kleinman , y su desprecio al niño fue bastante oscuro en sus razones. Los Berkowitz invirtieron los nombres originales del niño y lo registraron como David Richard Berkowitz.
24 años más tarde, Berkowitz yacía ante la justicia explicando sus recientes asesinatos como sacrificios rituales. Por ningún lado se supuso que los crímenes tuvieran algo que ver con asesinatos rituales históricamente realizados por su pueblo y el hecho de que los mismos fueran iniciados en el periodo cercano a las Fiestas Judías del Purim y del Passover, que antiguamente incluían sacrificios humanos. No obstante, las muy espectaculares pero poco sostenibles explicaciones de Berkowitz fueron creídas y aceptadas, quedando así sus crímenes disfrazados para siempre como satánicos.
Aquel año 1977 cumplía además con rasgos cabalísticos de la numerología judaica, regida absolutamente por la incidencia del número 6, mismo que cifra el número de puntas de su estrella religiosa. Así, 1977, descompuesto en 1+9+7+7=24, y 2+4=6. Además, fueron 6 las víctimas que resultaron asesinadas en sus crímenes y Berkowitz explicó que el nombre de “Sam” de su apodo, correspondía al de una siniestra divinidad de 6 mil años, según él.
Quizás la única gran traba de esta idea se encuentra en que la última de las víctimas era una muchacha de ascendencia judía, apellidada Moskowitz, y los judíos nunca realizan sacrificios de su propia gente en forma ritual, al menos no con adultos de su propio pueblo. Sin embargo, debemos tener en cuenta que Berkowitz elegía a sus víctimas al azar, por lo que no fue raro que en una de estas rondas cobrara la vida de una judía, precisamente en la ciudad del mundo en que viven más judíos, como es Nueva York. A estas alturas, además, Berkowitz ya se había salido de todo control, animado en parte por la tremenda publicidad que había en torno a su anonimato y en la extraordinaria cobertura de sus primeros crímenes en los medios.
Por otro lado, en sus aterradoras cartas donde se presenta como el Hijo de Sam, el asesino hacía constante referencia sobre el hecho de que Sam, su “padre”, amaba beber sangre. Recuérdese que la sangre tiene una valor primario en estos rituales judíos del Purim o Passover, en donde era derramada dentro de frascos, bebida y hasta comida en galletas por los presentes, bajo la suposición de que, al ingerirla, se apropiaban de las fuerzas vitales del sacrificado. Lo mismo sucede en los sacrificios de animales del holocausto, en donde la criatura es desangrada entera por los judíos y luego quemada en ofrecimiento a su divinidad. Este tipo de ritos dio origen a la leyenda de los hombres vampiros, según se cree.
Berkowitz agregaba un impactante detalle en sus cartas, refiriéndose a sus víctimas que debían ser de preferencia jóvenes (como así fueron) y que su sangre debía ser drenada, lo que coincide exactamente con los antiguos rituales de sacrificios humanos judíos, en donde la víctima debía ser un no judío joven que era desangrada completamente. Hasta épocas relativamente recientes, existen varios juicios llevados en Europa contra judíos que cometieron asesinatos rituales del mismo modo que se ha descrito, con víctimas jóvenes y desangramiento.
En algún momento decidió escribirle también una macabra nota a Jimmy Breslin, un periodista y también judío del Daily News, diciendo: “Saludos desde las grietas en las aceras de Nueva york y de las hormigas que moran en estas grietas y se alimentan de la sangre seca del muerto, que se ha acumulado en las grietas… Saludos desde las alcantarillas de Nueva York, que se llenan con estiércol de perro, vómito, vino rancio, orina y sangre”.
Es inevitable asociar esa alusión de Berkowitz sobre “la sangre seca del muerto” , con la costumbre del ritual judío del Passover, en donde los presentes comían un pan ázimo especialmente preparado para la ceremonia con sangre seca, reducida a polvo y mezclada con la masa, la que era obtenida de los sacrificios humanos, generalmente de gente joven. Casi en tono de confidencia, el asesino declaraba a Breslin que “Sam es un muchacho sediento. No permitirá que pare de matar hasta que sacie su sed se sangre…”
Berkowitz, ya detenido, decía se miembro de una oscura agrupación llamada “La Iglesia del Proceso”. De ahí habrían sido motivados sus asesinatos-sacrificios y eso confirmaba en parte la sospecha de los policías de que en los crímenes rituales habían trabajado más de una persona a la vez, aunque finalmente se determinara que se actuó sólo, aunque esto no dejó contentos a todos los que seguían el caso. Se supone entonces que Berkowitz era sólo un observante de la Iglesia del Proceso, y que no tomó parte en la totalidad de las matanzas rituales que se le imputaban.

Sin embargo, la Iglesia fue incorrectamente descrita como de tipo satánica; era, de hecho, una secta cristiana, con alusiones al Apocalipsis y al Juicio Final muy recurrentes, y profundamente mesiánica, corriente que sabemos enraizada con el judaísmo y que por ahí pudo tentar las simpatías de Berkowitz, si es que realmente la organización a la que se sospechaba que pertenecía era esta y no otra más oscura. El cuento de Berkowitz y su Iglesia podía estar además inspirado en los famosos asesinatos de Charles Manson y la “Iglesia Final”, a principios de esa misma década, que popularizaron en la impresionada sociedad americana las historias de modernos crímenes rituales y de organizaciones supuestamente satánicas.
Sin embargo, persiste hasta nuestros días la hipótesis de que Berkowitz si actuaba como parte de algún culto, muy distinto al cristiano, y que pertenecía a alguna agrupación secreta desde donde surgió de un asesino involucrado en la ola de asesinatos de 1977. Esta teoría se basa, principalmente, en el hecho de que los retratos hablados son muy distintos entre sí y del aspecto físico de Berkowitz (como podéis ver debajo de este párrafo), aunque sí semejan en un sorprendente detalle: en todos ellos, los rostros presentan rasgos que podríamos interpretar como judaicos: nariz predominante, forma de los labios y las cejas arqueadas, etc.
Por otro lado, es públicamente sabido que la teoría del asesino solitario no dejó contentos a muchos de los detectives de Nueva York, que pensaban que Berkowitz se culpaba de la totalidad de las muertes como una forma de encubrir a los demás miembros de su siniestra agrupación. El hecho de que se haya usado una misma arma de fuego en todos los casos se explica porque ésta era el “arma ceremonial”, la analogía moderna del cuchillo de sacrificio, usada por esta secta contemporánea de asesinos rituales.

La hipótesis del club de asesinos, sin embargo, nunca fue comprobada, porque siempre se trabajó confiando en la veracidad de las confesiones de Berkowitz como asesino solitario, y ciertamente ya es muy tarde para tratar de revertirla. Berkowitz alegaba exasperadamente por entonces que era un satanista, mientras los flanes de las cámaras periodísticas palidecían su rostro típicamente judío. Hoy se pretende que, en la soledad de su celda, se ha convertido a la Cristiandad Evangélica y ha renunciado a ese supuesto satanismo del que, en realidad, nunca formó parte como tal y menos si era miembro de la Iglesia del Proceso, cristiana y mesiánica.
Podemos sospechar además que parte del mito satánico de las muertes rituales fue fomentado como una campaña de autoimagen, pues hasta el día de hoy, la mayoría de los transcriptores de la sangrienta historia de Berkowitz son también autores judíos, como Davia Abrahamsen, Tom Shachtman, etc. Todos ellos han mantenido y sostenido la falsa idea de que estos asesinatos tuvieron un móvil satánico.
Se explicó que el nombre “Sam”, en su apodo “Hijo de Sam”, venían del nombre del Dios Céltico de los Muertos, llamado “Samhaim”(o “Samhain”). Esta fue una de las primeras declaraciones del asesino confeso. En otro momento se dijo incluso que Sam era el nombre era el nombre del perro negro del vecino de Berkowitz y que el oía los mensajes que le enviaba la entidad a través del can, según sus propias palabras. Berkowitz agregó que Sam sería un demonio de 6 mil años. Pero toda la historia sobre la explicación de lo que era Sam según Berkowitz, muy aceptada entonces en parte por la ignorancia general sobre ciertas materias y por las ganas que había de creerlas, hoy es bastante sospechosa, porque de una incorrecta pronunciación de este nombre por parte de Berkowitz y sus su supuesto Sam, los Celtas nunca tuvieron un Dios de los Muertos llamado Samhaim, como algunos creen. De hecho, este es el nombre de una milenaria Fiesta Pagana y significa “fin de verano”; se refiere al Día Céltico de Celebración de la Estación, cuya inspiración permanece en el llamado Wiccan-Sabbath y , de un modo deformado, en la Noche de Halloween, de Estados Unidos, la Víspera del Día de los Muertos.
Por otro lado, los satanistas no rinden culto a Dioses Célticos conocidos, sino en general a imágenes malinterpretadas de los dioses hebreos, fenicios, babilonios y egipcios, deformadas principalmente por los antiguos teólogos del monoteísmo judío y cristiano.
Lo más parecido a “Sam” es quizás “Sama”, una deidad luciferina babilonia y acadia, originalmente de un carácter muy parecido al mithraísta, que después fuera “demonizada” por el totalitarismo religioso judeo-cristiano relacionándola con cultos sangrientos, como el Moloc. El término “Sam” es , además, el diminutivo inglés de Samuel, el profeta de Israel, y a su vez representa un prefijo del hebreo para muchos términos de su tradición histórico-esotérica: SAM-aria, SAM-ael, SAM-son, y puede que hasta el propio SAM-haim. Con estos datos, podemos presumir que Berkowitz formuló su cuento satánico en unos pocos y errados conocimientos sobre la naturaleza del Samhaim, reunidos a partir de un libro antipagano, ya sea en contra de Samhaim o del Wiccan-Sabbath.
En la actualidad, Berkowitz integra desde la cárcel una misteriosa organización llamada “Judíos por Jesús”, que financia parte de los medios de difusión de su conversión al cristianismo y hasta mantiene páginas de internet dedicadas a él y a la salvación de su alma. Es ésta, quizás, la muestra más clara del conflicto interior entre Berkowitz y su lado judío, ese lado simultáneo de un padre que lo abandona y otro que lo adopta, y de sus delirantes nexos con un cristianismo hasta el que no puede llegar sin dejar primero un judío, un “Judío por Jesús”... Dominado por su sangre.
Otro dato importante, aunque poco recordado, es que en febrero de 1979 Berkowitz llamó a una conferencia de prensa para declarar públicamente que sus motivaciones satánicas eran en realidad una mentira y que las había inventado en su propia mente para poder perdonarse por lo que hizo, aunque sin dejar claro entonces el verdadero móvil de sus asesinatos rituales. Sin embargo, de esta confesión nunca más habló e insiste el día de hoy en el retomado mito del culto satánico, casi como si hubiese olvidado sus palabras de aquel día. La judería reaccionó inmediatamente a esta revelación de Berkowitz, en su necesidad de mantener vigente la fantasía de los asesinatos por un loco satanista (y hacer que el tema se centrifugue lejos de cualquier relación con razones teológico-raciales de Berkowitz para cometer los asesinatos) a través de diversos autores judíos como Daniel Schwartz y Richard Weidenbacher, quienes explicaron que este rechazo a los demonios se debía a que Berkowitz, después de pasar un tiempo con un ministro bautista, terminó convencido por el religioso de que podía recibir el perdón divino para su alma sólo si tomaba la responsabilidad completa e individual por sus crímenes, olvidando el asunto demoníaco.
Es así como uno de los crímenes rituales religiosos más salvajes y múltiples de este siglo puede haber quedado registrado como los casi inocentes asesinatos de un “solitario satanista desiquilibrado”, escondiendo con ello su gravedad y sus oscura conexión con hechos de sangre recurrentes que antes y después de él han ocurrido, siempre involucrando a la judería.Momentos antes de morir asesinado en las fauces de la judería internacional, el nazista alemán Julius Streicher gritó al público una extraña frase, previo a ser ahorcado (y desangrado) en el circo llamado Juicio de Nuremberg, en 1946. Su grito de denuncia ha generado mucho asombro, comentarios e interpretaciones: "¡LOS JUDIOS CELEBRAN HOY SU FIESTA DE PURIM EN NÜREMBERG...!". ¿A qué se refería Streicher con el término "Purim"? ¿Era sólo una comparación irónica con algún tipo de rito judío o en verdad Streicher había advertido el verdadero sentido de lo que ocurría?...
Las fotografías oficiales de Nüremberg muestran a los ejecutados brutalmente cortados de oreja a oreja, pasando por debajo del cuello hasta la garganta, como la forma de sacrificio por corte en el cuello de los corderos y los bovinos en manos judías -ejecución ritual llamada Schema o Schachten- a pesar de que se dice que sólo fueron "ahorcados" y nada más. Incluso, se sacrificó así al cadáver sin vida de Göering, quien se había suicidado en la cárcel al sospechar el destino que le esperaba al final del "juicio". Inmediatamente después de tomadas estas morbosas fotografías, los cuerpos fueron cortados en pedazos y quemados en los mismos crematorios de los supuestos "campos de exterminio", para completar el rito, algo que es descrito abiertamente en todos los libros de historia.

El carácter ceremonial de este crimen lo vemos también en esta posterior quema de los cuerpos de los ajusticiados, equivalente a la incineración de las entrañas y las grosuras del animal sacrificado y a la quema de la criatura completa en los ritos de holocaustos bíblicos. Recordemos que los judíos le tienen terror a la cremación de cuerpos, prohibida por ley en Israel, producto de su incredulidad religiosa en el alma y de una existencia reducida únicamente al plano material, lo que les produce supersticiosos y triviales temores sobre lo que le suceda al cuerpo del difunto aún después de su propia muerte, algo que quedó claro al final de la Guerra del Yom Kippur, en donde Israel aceptó liberar presos árabes en un hecho inédito, a cambio de recuperar los cadáveres de soldados judíos que quedaron abandonados en territorio enemigo.
Sin embargo, ¿qué tiene que ver este carácter ritual de las ejecuciones de Nuremberg con el término exclamado por Streicher?. Del "Purim", podemos decir que es relativamente bien conocido por la historia, correspondiendo a un acto tipo carnaval que se realiza cada año en todo el mundo por los judíos, en especial por los más ortodoxos, desde hace ya unos 2.500 años ininterrumpidamente. El dios de los judíos, Jehová, es un dios que originalmente necesita proveerse "vampíricamente" de sangre animal... Pero al menos una vez al año requiere de un servicio extra: sangre humana, es decir, de no judío.

En los tiempos antiguos esta provisión de sangre era asegurada por los judíos de todo el mundo en la oscuridad de sus secretos escondrijos y sinagogas, y más de una vez han sido descubiertos, en diferentes partes del planeta. Recordemos que los judíos primitivos adoraban al demonio Móloc, dios de esclavos en la antigüedad, que exigía sacrificios animales y humanos entre los que figuraban los primeros hijos de cada matrimonio. La arqueología ha demostrado esto. Aunque la Biblia recomienda no adorar a Móloc pero sí a Jehová, éste último le pide a Abraham una "prueba de fe" sacrificando para él a su primogénito tal como a los corderos. Puede que a fin de cuentas, Móloc y Jehová sean lo mismo. En definitiva, es esta ceremonia anual de sacrificios humanos la llamada "Fiesta de Purim".

Es frecuente que un pueblo desprestigie a su enemigo describiéndolo con características salvajes y sanguinarias, como sucedió con los conquistadores europeos que encontraban "caníbales" en todos los continentes que pisaron: África, América, Asia y Australia. El describir a un pueblo como una raza bárbara y hostil, aficionada a prácticas de crueldad y criminalidad es una buena forma de ganarse adeptos y reclutar simpatías para justificar sometimientos o persecuciones. Sin embargo, frente al tema judío y particularmente al Purim, parece que nos estaríamos encontrando frente a una situación completamente distinta y muy real.
Julius Streicher, además, era un editor, no uno de los más altos cabecillas del movimiento Nazista. Por Streicher los periodistas del mundo nunca han alzado sus acongojadas voces de reclamo, ni han apelado a la mentada "libertad de expresión" de la prensa... Ni siquiera figura en la lista de periodistas del mundo que han muerto víctimas de su propio trabajo. Debemos buscar así las razones de su ejecución en su afanoso estudio del Talmud judío, que publicaba periódicamente, sacrilegio que en la ley judía se castiga con la muerte del no judío que ose contemplar sus sagradas escrituras del Talmud y la Torah:

"Un no judío que estudie el Talmud o el judío que le ayude a hacerlo deben ser condenados a muerte" (Sanhedrín)

"Es la Ley matar a quien reniegue de la Torah y los Cristianos pertenecen a los detractores de la Torah." (Coschen hamischpat)

La Fiesta del Purim, propiamente tal, está descrita en la Biblia desde el grotesco Libro de Esther, texto que la Iglesia Católica ha canonizado y sacramentado con hipocresía. En él puede leerse cómo una cuasi prostituta judía, Esther, consigue hacer con sus favores que el Rey Asuero, de Persia, de muerte al Primer Ministro Amán o Haman, y sus diez hijos por ser un antijudío, colocando en su lugar a Mardoqueo, pariente de la Esther... Sin embargo, el relato continúa haciendo apología de la crueldad y de la muerte:
"... La Santa Esther no quedó todavía satisfecha y consiguió que el rey enviara carta sellada a todos los gobernadores ordenando que en cada ciudad fuesen a estar con los judíos y les mandasen juntarse todos a una y estuviesen apercibidos para defender sus vidas, y matasen y exterminasen a todos sus enemigos con sus mujeres e hijos, y todas sus casas y que saqueasen sus despojos...". 75.000 sirios (hombres, mujeres y niños) murieron en aquella salvaje jornada de los días 13 y 14 "del mes de Adar".

Tan alegre puso al judaísmo esta carnicería, que se instuyó la tradición de celebrar la masacre por la eternidad de los tiempos "con banquetes y convites", con el nombre de Fiesta del Purim, o Fiesta de las Suertes. Con el tiempo, los judíos han asociado al Purim con otra de sus ancestrales fiestas llamada "Passover", que también incluía muertes y derramamiento de sangre, al punto de que ya es difícil distinguir cuál es cuál y probablemente se practican en forma simultánea, haciedo ya que el Passover sea parte del rito del Purim.
El Passover era otra fiesta que conmemoraba una masacre infanticida en masa de no judíos a manos de asesinos judíos, esta vez ocurrida en Egipto, poco después de la administración de José. De hecho, todas las efemérides de este pueblo son celebraciones de asesinatos colectivos de "gentiles". Pero en el Passover se incluía invariablemente el sacrificio de un niño, de preferencia con aspecto nórdico, rubio y de ojos claros, o en su defecto de un cordero o cabrito muy joven que era señalado como "un niño" para ser desangrado.
Los ritos de sacrificio de vidas provienen de las razas más oscuras y siniestras del pasado, como algunas tribus negras y semíticas (mismas de las que surgió el culto americano del vudú y las sectas de asesinos rituales de la diosa Kali) entre las que se aloja la creencia de que cada ser vivo es una "pila" de energía vital, la que se libera al ser sacrificado súbitamente, en especial si el ser aquel advierte que será muerto y entra en pánico, dentro de un triángulo o círculo dibujado sobre el suelo, que atrapa esta energía y la canaliza hasta el "vampiro divino", sin energía propia, que sobrevive sólo a base de la energía apropiada desde otros seres. La sangre humana es la más apetecida, por su cantidad, calidad, valor, connotaciones y todo lo que encarne el ser que la posee.

Los animales también poseen una espiritualidad básica, algo así como una semilla de un alma, pues también son seres etéreos que caen atrapados en la materia corporal. Por eso son el blanco de constantes sacrificios judíos. Se nota en la costumbre de las colonias judías de comer casi exclusivamente carne de animales sacrificados, degollados y desangrados, hábito que los ha llevado a instalar mataderos propios cuando la ciudad les pertenece, o en su defecto, instruyen a los mataderos locales a dar muerte a los animales con este procedimiento en vez de otros menos crueles, como los que se usaron con los miles y miles de corderos y bueyes sacrificados para la inauguración del Templo de Salomón, según la Biblia. Quizás de ahí provengan también algunos hábitos alimenticios de las tribus africanas como los famosos "massais", para quienes la base de su dieta es la sangre que le sacan a su ganado vacuno por perforaciones hechas en la zona de la garganta.

Volvemos a insistir en que no pretendemos caer en la vanalidad de intentar asociar al judaísmo con la barbarie y la criminalidad como forma de desprestigio, pero inevitablemente nos encontramos con situaciones que parecen describir por sí solas algún oscuro sentido de ritualidad en el arquetipo judío, sumado a prácticas que en nuestra cultura occidental suenan horribles. Sólo como ejemplo: los estudiosos del hebreismo alegan que la prohibición ancestral de comer carne de cerdo se debe a que los antiguos judíos declaraban que "sabe y semeja a la carne humana". La pregunta obvia sería entonces, ¿cómo lo sabían?.
La credibilidad de nuestra página ha tropezado con un dogma popular que no teníamos considerado: muchas de las personas que nos han escrito aceptan los argumentos aquí presentados, pero consideran imposible que hoy, en la era del átomo y de Internet, sigan ocurriendo esta clase de acontencimientos tan tribales y salvajes... Pues bien: entre Abril y Mayo del 2000, ocurrió en el Sur de la India un nuevo caso de asesinato ritual, esta vez de un niño de 8 años de una tribu nativa de Masimanda, en Andra Pradesh, asesinado el día 30 de Marzo con armas cortantes y en forma ceremonial, como parte de un ritual que -según la superstición- proporcionaba riqueza y beneplácito divino a sus dos ejecutores.

El niño fue desenterrado el día martes 2 de Abril mientras sus asesinos permanecían prófugos. La noticia fue difundida por la agencia estatal PTI y la EFE, en pleno siglo XXI, en plena era digital y del "Challeger". Esta práctica sangrienta fue introducida en la India por los clanes judíos denominados Beni-Israel ("Hijos de Israel", establecidos allí desde tiempos tan remotos que no celebran el Purim por haber llegado quizás a la India antes del episodio de Esther en Persia) ampliamente asentados en la zona referida. La muerte del niño coincide, además, con el período de celebración del Passover, y este año también con los aniversarios mundiales judíos de los 55 años del "Día de la Liberación" al final de la Segunda Guerra Mundial. La situación temporal o cronológica no es excusa, entonces.                           LA SINIESTRA FIESTA RITUAL DEL PURIM

"¡LOS JUDIOS CELEBRAN HOY SU FIESTA DE PURIM EN NÜREMBERG...!"

Momentos antes de morir asesinado en las fauces de la judería internacional, el nazista alemán Julius Streicher gritó al público esta extraña frase, previo a ser ahorcado (y desangrado) en el circo llamado Juicio de Nüremberg, en 1946. Su grito de denuncia ha generado mucho asombro, comentarios e interpretaciones. ¿A qué se refería Streicher con el término "Purim" ? ¿Era sólo una comparación irónica con algún tipo de rito judío o en verdad Streicher había advertido el verdadero sentido de lo que ocurría?...
Las fotografías oficiales de Nüremberg muestran a los ejecutados brutalmente cortados de oreja a oreja, pasando por debajo del cuello hasta la garganta, como la forma de sacrificio tipo por corte en el cuello de los corderos y los bovinos en manos judías -ejecución ritual llamada Schema o Schachten - a pesar de que se dice que sólo fueron "ahorcados" y nada más. Incluso, se sacrificó así al cadáver sin vida de Göering, quien se había suicidado en la cárcel al sospechar el destino que le esperaba al final del juicio .
Inmediatamente después de tomadas estas morbosas fotografías, los cuerpos fueron cortados en pedazos y quemados en los mismos crematorios de los supuestos "campos de exterminio", para completar el rito, algo que es descrito abiertamente en todos los libros de historia. El carácter ceremonial de este crimen lo vemos también en esta posterior quema de los cuerpos de los ajusticiados, equivalente a la incineración de las entrañas y las grosuras del animal sacrificado y a la quema de la criatura completa en los ritos de holocaustos bíblicos. Recordemos que los judíos le tienen terror a la cremación de cuerpos, prohibida por ley en Israel, producto de su incredulidad religiosa en el alma y de una existencia reducida únicamente al plano material, lo que les produce supersticiosos y triviales temores sobre lo que le suceda al cuerpo del difunto aún después de su propia muerte, algo que quedó claro al final de la guerra del Yom Kippur, en donde Israel aceptó liberar presos árabes en un hecho inédito, a cambio de recuperar los cadáveres de soldados judíos que quedaron abandonados en territorio enemigo.

Además Julius Streicher, como Alfred Rosemberg, era un editor, y no uno de los más altos cabecillas del movimiento Nazista, de modo que no podía ser culpado de "genocidio" o "crímenes contra la humanidad". Por Streicher los periodistas del mundo nunca han alzado sus acongojadas voces de reclamo, ni han apelado a la mentada "libertad de expresión" de la prensa... Ni siquiera figura en la lista de periodistas del mundo que han muerto víctimas de su propio trabajo. Debemos buscar, así, las razones de su ejecución en su afanoso estudio del Talmud judío, que publicaba periódicamente, sacrilegio que en la ley judía se castiga con la muerte del no judío que ose contemplar sus sagradas escrituras del Talmud y la Torah:
"Un no judío que estudie el Talmud o el judío que le ayude a hacerlo deben ser condenados a muerte" (Sanhedrín)

"Es la Ley matar a quien reniegue de la Torah y los Cristianos pertenecen a los detractores de la Torah." (Coschen hamischpat)

Sin embargo, ¿qué tiene que ver este carácter ritual de las ejecuciones de Nüremberg con el término exclamado por Streicher?...

Streicher había escrito en plena guerra el siguiente artículo, en su periódico símbolo llamado "Der Sturmer":
EL GOLPE MORTAL

Quien vive la vida de un criminal quiere evitar ser visto como tal. Su oscuro comportamiento le fuerza a ponerse la mascara del hombre común, la mascara del inofensivo. Los judíos viven la vida de los criminales. Desde el principio, les ha sido revelado por su dios El Schaddei Yavé que su tarea es apropiarse del trabajo de otros y convertirse ellos mismos en amos. Desde el momento en que los judíos decidieron esclavizar a otras naciones cometiendo crímenes contra la humanidad, sabían que se encontraban en un gran peligro. Si sus crímenes llegaban a ser conocidos, corrían el riesgo de aniquilación por la amenazada humanidad. Así que fue necesario para los judíos ocultar sus planes para la dominación mundial, para mantener a los no-judíos en el abismo de la inconsciencia antes de que se diesen cuenta de lo que pasaba.

El curso de la historia mundial deja claro que los judíos han tenido éxito en ocultar el gran peligro del judaísmo mundial para los no-judíos. Los judídos son maestros en el arte de desviar sospechas. Incluso han tenido éxito en compeler a los no-judíos a creer que los judíos han recibido una misión divina para salvar a la humanidad. Los judíos deben su tolerancia a la conquista espiritual de las gentes Arias que se convirtieron al cristianismo, que les posibilitó paso a paso a desarrollar sus planes de esclavitud. El mandamiento cristiano de amor fraternal que demanda de su adherentes incluso amar a sus enemigos, siempre ha resultado en una tolerancia suicida.
¡Pero no siempre!. La historia mundial da testimonio de que la voz de la sangre rompe la presa que retiene la voluntad para la autoafirmación racial y nacional. Durante mil años alzamientos populares han librado a la gente de sus torturadores. Pero estos alzamientos populares les faltaba un unificado liderazgo. Al final, los judíos quedaban siempre triunfantes. El Siglo XX tiene la tarea de salvar a la gente europea de tomar el último paso al abismo. Bajo el liderazgo del nacionalsocialismo, el despertado pueblo alemán está liderando Europa en una guerra total. Esta es un guerra total que dará el golpe mortal al torturador del mundo, el Panjudaismo.

Del "Purim" , podemos decir que es relativamente bien conocido por la historia, correspondiendo a un acto tipo carnaval que se realiza cada año en todo el mundo por los judíos, en especial por los más ortodoxos, desde hace ya unos 2.500 años ininterrumpidamente. El dios de los judíos, Jehová, es un dios que originalmente necesita proveerse "vampíricamente" de sangre animal... Pero al menos una vez al año requiere de un servicio extra: sangre humana, es decir, de no judío. En los tiempos antiguos esta provisión de sangre era asegurada por los judíos de todo el mundo en la oscuridad de sus secretos escondrijos y sinagogas, y más de una vez han sido descubiertos, en diferentes partes del planeta. Recordemos que los judíos primitivos adoraban al demonio Móloc, dios de esclavos en la antigüedad, que exigía sacrificios animales y humanos entre los que figuraban los primeros hijos de cada matrimonio judío. La arqueología ha demostrado esto. Aunque la Biblia recomienda no adorar a Moloc pero sí a Jehová, éste último le pide a Abraham una "prueba de fe" sacrificando para él a su primogénito tal como a los corderos. Puede que a fin de cuentas, Moloc y Jehová sean lo mismo. En definitiva, es esta ceremonia anual de sacrificios humanos la llamada "Fiesta de Purim".
EL ORIGEN DE UNA FIESTA SANGRIENTA

Es frecuente que un pueblo desprestigie a su enemigo describiéndolo con características salvajes y sanguinarias, como sucedió con los conquistadores europeos que encontraban "caníbales" en todos los contienentes que pisaron: África, América, Asia y Australia. El describir a un pueblo como una raza bárbara y hostil, aficionada a práctidas de crueldad y criminalidad es una buena forma de ganarse adeptos y reclutar simpatías. Sin embargo, frente al tema judío y particularmente al Purim, parece que nos estaríamos encontrando frente a una situación completamente distinta y muy real. La Fiesta del Purim, propiamente tal, está descrita en la Biblia desde el grotesco Libro de Esther, texto que la Iglesia Católica ha canonizado y sacramentado con hipocrecía. En él puede leerse cómo una prostituta judía, Esther, consigue hacer con sus favores que el Rey Asuero, de Persia, de muerte al Primer Ministro Amán y sus diez hijos por ser un antijudío, colocando en su lugar a Mardoqueo, pariente de la Esther... Sin embargo, el relato continúa haciendo apología de la crueldad y de la muerte:

"... La Santa Esther no quedó todavía satisfecha y consiguió que el rey enviara carta sellada a todos los gobernadores ordenando que en cada ciudad fuesen a estar con los judíos y les mandasen juntarse todos a una y estuviesen apercibidos para defender sus vidas, y matasen y exterminasen a todos sus enemigos con sus mujeres e hijos, y todas sus casas y que saqueasen sus despojos...". 75.000 sirios (hombres, mujeres y niños) murieron en aquella salvaje jornada de los días 13 y 14 "del mes de Adar".

Tan alegre puso al judaísmo esta carnicería, que se instuyó la tradición de celebrar la masacre por la eternidad de los tiempos "con banquetes y convites" , con el nombre de Fiesta del Purim, o Fiesta de las Suertes. Con el tiempo, los judíos han asociado al Purim con otra de sus ancestrales fiestas llamada "Passover" , que también incluía muertes y derramamiento de sangre, al punto de que ya es difícil distinguir cuál es cuál y probablemente se practican en forma simultánea, haciedo ya que el Passover sea parte del rito del Purim. El Passover era otra fiesta que conmemoraba una masacre en masa de no judíos a manos de asesinos judíos, esta vez ocurrida en Egipto, aunque la superponen "oficialmente" al escape desde Egipto por Moisés. De hecho, todas las efemérides de este pueblo son celebraciones de asesinatos colectivos de "gentiles". Pero el en Passover se incluía invariablemente el sacrificio de un niño, de preferencia con aspecto nórdico, rubio y de ojos claros.
Los ritos de sacrificio de vidas provienen de las razas más oscuras y siniestras del pasado, como algunas tribus negras y semíticas (mismas de las que surgió el culto americano del voodoo y las sectas de asesinos rituales de la diosa Kali) entre las que se aloja la creencia de que cada ser vivo es una "pila" de energía vital, la que se libera al ser sacrificado súbitamente, en especial si el ser aquel advierte que será muerto y entra en pánico, dentro de un triángulo o círculo dibujado sobre el suelo, que atrapa esta energía y la canaliza hasta el "vampiro divino" Jehová, sin energía propia, que sobrevive sólo a base de la energía apropiada desde otros seres. La sangre humana es la más apetecida, por su cantidad, calidad, valor, connotación moral y todo lo que encarne el ser que la posee. Los animales también poseen una espiritualidad básica, algo así como una semilla de un alma, pues también son seres etéreos que caen atrapados en la materia corporal. Por eso son el blanco de constantes sacrificios judíos. Se nota en la costumbre de las colonias judías de comer casi exclusivamente carne de animales sacrificados, degollados y desangrados, hábito del "koscher" que los ha llevado a instalar mataderos propios cuando la ciudad les pertenece, o en su defecto, instruyen a los mataderos locales a dar muerte a los animales con este procedimiento en vez de otros menos crueles, como los que se usaron con los miles y miles de corderos y bueyes sacrificados para la inauguración del Templo de Salomón, según la Biblia. Quizás de ahí provengan también algunos hábitos alimenticios de las tribus africanas como los famosos "massais", para quienes la base de su dieta es la sangre que le sacan a su ganado vacuno por perforaciones hechas en la zona de la garganta.

 Volvemos a insistir en que no pretendemos caer en la vanalidad de intentar asociar al judaísmo con la barbarie y la criminalidad como forma de desprestigio, pero inevitablemente nos encontramos con situaciones que parecen describir por sí solas algún oscuro sentido de ritualidad en el arquetipo judío, sumado a prácticas que en nuestra cultura occidental suenan horribles. Sólo como ejemplo preliminar: los estudiosos del hebreismo alegan que la prohibición ancestral de comer carne de cerdo se debe a que los antiguos judíos declaraban que "sabe y semeja a la carne humana" . La pregunta obvia sería entonces, "¿cómo lo sabían?". Evitando suspicacias, vemos que junto con satisfacer así una necesidad de sangre, el Purim sirve para canalizar el odio criminal del talmudismo por el resto de la humanidad y que está muy bien expresado en algunos de los párrafos del Talmud que hemos analizado en el capítulo "La Conspiración Sionista Mundial" de nuestra página, y que reproducimos nuevamente a continuación:
 "Al mejor de los no judíos, ¡matadlo!" (Aboda Zar, Thosephoth)

"El judío que derrame sangre de un Goyim ofrece a Dios un sacrificio agradable." (Sepher Or Israel )

"Está permitido tomar el cuerpo y la vida de un Gentil." (Sepher ikkarim III)

"Es la Ley matar a quien reniegue de la Torah y los Cristianos pertenecen a los detractores de la Torah." (Coschen hamischpat, Hagah)

"Un Gentil hereje puede ser asesinado de inmediato por tus propias manos." (Talmud Abodah Zara)

"Todo Judío que derrame la sangre de no Judíos, hace lo mismo que un sacrificio a Dios." (Bammidber raba y Jalkut)

EL PURIM EN LA HISTORIA

La mentalidad de los blancos -y sobre todo los arios en general- ha sido ingenua casi hasta el límite de la torpeza frente a hechos tan descarados como el Purim, pues en su innata inocencia le cuesta creer y aceptar que exista en la Tierra un sentimiento religioso tan carnicero como el del talmudismo y que su valoración de la sangre sea tan fanática. Quizás algo de esta naturaleza criminal anunció Bram Stocker en su libro "Drácula", al crear la leyenda del vampiro contemporáneo bebedor de sangre; su monstruo hematófago es casi una alegoría del judío, un cadáver sin alma que se alimenta de la energía de otros, representada en su obra como la sangre. Quizás por eso sea también que a los directores judíos le ha gustado tanto este personaje, al sentirse identificado con él pues les representa, abusando del tema a través del cine y la televisión hasta estrujarlo. Recordemos que Stocker era miembro de la "Golden Dawn", secta secreta que tenía nexos con le Orden de Thule alemana, pilar del esoterismo del Tercer Reich. No es coincidencia tampoco que, en los últimos años, se haya extendido una subcultura "gótica" de vampiros (o más bien vampirófilos , personas que se creen y se comportan como tales) por Estados Unidos y Europa, integrada mayoritariamente por desviados sexuales y degenerados, es decir, seres vacíos e innaturales que, en su afán de parecer vampiros como los de las películas, beben sangre humana en pequeñas cantidades simulando una necesidad hematófaga. Mucha de la tradición "vampírica" tiene que ver con la cultura gótica y los relatos de criminalidad que nos llegan desde aquellos días de la Edad Media, en que la muerte ritual en manos de sacerdotes judíos ya era conocida y penalizada. Sobre el Purim, ya en el siglo XIII, el Rey Alfonso X, El Sabio, emitió la Ley II de la Partida VII en la que se lee lo siguiente:
"Y porque oímos decir que en algunos lugares los judíos hicieron y hacen el día Viernes Santo remembrando la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo en manera de escarnio, hurtando niños y poniéndolos en cruz y haciendo imágenes de cera y crucificándolos cuando los niños no pueden haber, mandamos que si así más fuere de aquí en adelante y algún lugar de nuestro Señorío, tal cosa así hecha, si se pudiere averiguar, que todos aquellos que se acertaron y en aquel hecho, que sean presos y recaudados y duchos ante el Rey y después que el Rey supiese la verdad, débelos matar habilitadamente, cuantos quiera que sean..."

Hay razones para creer, además, que los judíos se infiltraron entre los druidas de Inglaterra y Europa Norte, en tiempos remotos, introduciendo el culto sangriento que ellos inicialmene rechazaban, y entre los pueblos moro-semíticos, fomentando el sacrifico ritual de animales y la crueldad que los caracteriza en ello. Era, literalmente, una "exportación" del Purim. Grabados de Bosinger, en Hungría, muestran judíos en acciones bestiales que datan de 1509, con el sacrificio de un niño (rito Passover) al que, aún estando moribundo y desnudo sobre una mesa, cuatro conductores de la ceremonia le atravezaban la piel con tubos a través de los cuales le succionan la sangre. Otra ilustración, reproducida en esta misma fuente, muestra la ceremonia celebrada en Konitz el 11 de marzo de 1900, en la que se observa el sacrificio de un ciudadano llamado Ernst Winter, el cual fue degollado mientras tres fanáticos judíos sostenían su cabeza hacia abajo y recibían la sangre en un recipiente. Grabados de Polonia, como el aquí reproducido, exponen exactamente los mismos tipos de asesinatos.
 En China se les vió en actividades similares, apodándoseles ya tempranamente como los "tiau-kiu-kiaou" , es decir, "sacadores de tendones" . Son los famosos "judíos chinos", a cuyo ejemplo se recurre frecuentemente entre quienes intentan comprobar que los judíos serían una religión y no una raza. Marco Polo los vió en su viaje, hablando incluso de canibalismo por parte de los "magos" asesores del Emperador Kublay Kan, y se sabe que ellos inventaron las famosas torturas rituales conocidas como "suplicios chinos". En América, los judíos negros de origen etiope, llamados "falashas", introdujeron toda una religión sangrienta y necrófila en Haití y Jamaica, con sus famosos "zombies" y asesinatos rituales, cuyas prácticas y culpas involucraron incluso a importantes autoridades políticas. Por siglos el Purim se sigue realizando hoy como ayer y con sagrada continuidad, entre el febrero y marzo del primer trimestre de cada año, y excepcionalmente hasta dentro del mes de abril o junio. Siempre involucrará derramamiento de sangre de no judíos, y esta necesidad está tan metida en el arquetipo judaico que, practicamente, no hay forma de persuadirlo a desisitir de tal acción a pesar de los riesgos que pueda producirle el ser descubierto.
 Ya ocurrió un bullado caso de abril de 1478, cuando a pesar de los roces con la Iglesia Española, en Sevilla los judíos decidieron realizar el Purim en plena Semana Santa, pues coincidía con otra de sus fiestas, la de "Seder" o Pascua Judía. Para suerte de todos, aquel día un joven muchacho español entró inadvertido a una de las juderías sevillanas en busca de una amiga judía, por la que se sentía atraído, quedando horrorizado al entrar a una de las habitaciones y descubrirlos en plena celebración. Jamás se supo públicamente o con claridad la escalofriante escena que dejó al muchacho con un shock de terror, pero los pocos que conocieron su testimonio fueron religiosos que lo utilizaron como argumento para inciar la Sagrada Inquisición Española. El muchacho les entregó su descripción de los hechos a pesar de que podrían prejudicar incluso a su amada chica judía.

Poco después, en 1490, los judíos vuelven a celebrar su Purim a pesar de las advetencias y restricciones, en un famoso caso de infanticidio conocido como la muerte del "Santo Niño de la Guardia", lo que indigna a la corona española y a la Iglesia, hecho detonante de su expulsión defintiva dos años después. Muchos cronistas confirman la veracidad este hecho en sus escritos. Un hecho similar había provocado la explusión de los judíos desde Inglaterra, en 1290, cuando Eduardo I estalla en ira al comprobarse la muerte ritual de manos judías en sus celebraciones. En aquellos tiempos, la víctima solía ser un niño, generalmente con características arias, martirizado y sacrificado durante la fiesta, fecuentemente en una emulación grotesca de la crucifixión de Cristo, cuya sangre era derramada sobre panes y pasteles con forma de plato que después eran devorados en un festín repulsivo. Aún hoy en día, en las fiestas de Purim realizadas en forma "oficial" y sin sacrificios públicamente visibles, los pasteles de la celebración, hechos por los panaderos judíos, mantienen esa forma cóncava, como de orejas, hechas así para recibir la sangre que escurría en los sacrificios y en representación de un oído humano, como parte de esa misma morbosidad canibalística, llamándoles "Orejas de Amán".
 Durante la peregrinación de Su Santidad el Papa Juan Pablo II a Israel, en Marzo del 2000, a pesar de todas las cercanías de este pontífice con el judaísmo, un grupo de judíos ultraortodoxos realizó un grosero y chocante ritual nocturno de origen milenario, para "maldecirlo" mientras estuviera en Israel, "por ser un cristiano y odiar a Israel" . Esta ceremonia fue grabada con cámaras y documentada periodísticamente, resgistrando los rostros de importantes rabinos allí presentes y demostrando por enésima vez el oscuro y siniestro origen de la verdadera religiosidad judeo-talmúdica, casi de Magia Negra. A penas fue mostrada por algunos medios de comunicación, siendo quizás una de las pocas veces que los no-judíos hayamos tenido la oportunidad de observar algo parecido a las mismas ceremonias que los judíos realizaban en sus escrondrijos durante la Edad Media.

 Estas ceremonias tienen todo el estilo y "estética" de los rituales satánicos de las películas y la literatura popular, que la iglesia confundió con "luciferismo" en su miopía que le llevó a meter en el mismo saco de "herejes" a judíos y paganos por igual. De hecho, es una costumbre judía la del escurrimiento de sangre y otros fluídos corporales durante los ritos, como secreciones sexuales, cinematográficamente representados en sacrificos humanos y sexualidad ritual desenfrenada de ritos satánicos. Con el pasar de los años, sin embargo, y ya que la Iglesia Española estaba cada vez más infiltrada por los judíos a través de los marranos conversos al cristianismo (haciéndola cada vez más parecida a la actual Iglesia Vaticana) y comprometida con ellos a través del negociado de la Conquista de América, la Inquisición cayó en manos de los propios judíos que perseguía, convirtiéndose en una de las herramientas más efectivas para garantizarse una celebración del Purim, misma que destruyera a los Cátaros, Templarios y alquimistas. Fue en este período que la inqusición adquiere su máximo carácter criminal con que ha pasado a la historia, quizás erradamente, pues las conocidas prácticas de tortura y confesión forzada eran en un principio sólo acciones escepcionales, y muchas de las llamadas "quemas" se realizaban en efigie, es decir, con una representación del inculpado. Otros judíos marranos, como el propio Tomás de Torquemada, también ejercieron la inquisición como la herramienta de muerte con que ha pasado a la historia, con castigos del mismo tipo en donde no había forma de demostrar inocencia: una mujer amarrada de pies y manos era arrojada al agua para ver si se ahogaba, en caso de ser bruja, o "flotar", si no era culpable. No se tiene ningún registro de alguna "inocente" que haya flotado.

LAS "CARNICERIAS PURIMICAS" DEL MEDIO ORIENTE

Con las trabas de las legislaciones y la estructura de las sociedades actuales, el judío ya no puede realizar los sacrificos oficiales del Purim abiertamente como ayer, así que en nuestros días la fiesta se sigue celebrando por las fuerzas sionistas-talmúdicas más bien de modo encubierto, disfrazándolas de guerras, masacres de civiles, magnicidios, muertes accidentales, bajas de guerra (como los bombardeos de la ONU a Yugoslavia), suicidios masivos de sectas fanáticas (en la que siempre el líder que da la orden de matarse desaparece) y situaciones sociales de conflicto incontrolables, como lo hemos indicado, entre fines del primer trimestre de cada año y hasta principios del segundo, período en que la crónica roja mundial de los diarios se llena de hechos de sangre. Basta ver los períodos de cada año y comparar los meses señalados con el resto para advertir de inmediato algo raro. Esto no quita, sin embargo, que el judío aproveche determinados apisodios sociales o circunstancias históricas para desplazar la fiesta hasta otras "oportunidades" que le ofrezca el medio, como fue la Masacre del Seguro Obrero en Chile, el Circo de Nüremberg en Alemania, la Masacre de los 5.000 estudiantes de la Plaza de Tiananmen en China (ordenada el 4 de junio de 1989 por los actuales judíos chinos o "tiau-kiu-kiaou" del gobierno chino para celebrar su reacercamiento a Rusia), etc., variado con ello el calendario del Purim de vez en cuando, especialmente con víctimas del mundo árabe por las posibilidades políticas que ofrecen estos territorios y por su eterna enemistad con el mundo judío y en las que simpre hay connotaciones rituales en la forma en que se dan las muertes.

 Los ataques de Israel a los países islámicos suelen ser entre marzo y abril de todos los años. El ataque estadounidense ordenado por el Pentángono -en complicidad con la judería británica- a las ciudades libias de Bengazi y Trípoli, tuvo lugar el 14 de abril de 1986, matando civiles y siendo cruelmente ejecutados en horas nocturnas, para incrementar el daño. En 1990 los rusos atacan cruelmente Azerbaiyán durante el mes de enero. Ese mismo año, entre enero y marzo, es provocada por oscuras manos en el Líbano una guerra entre cristianos y musulmanes, culminando con más de 800 muertos. Entre enero y febrero de 1991 los norteamericanos atacan y bombardean Bagdag so-pretexto de la liberación de Kuwait... Etcétera. Y, aunque en otras fechas del primer semestre, por ese sentido ritual van además acciones criminales como la Guerra de los Seis Días provocada por Israel contra Egipto en de junio de 1967. Fue el 31 de julio de 1987 que se ordenó en Arabia Saudita el ataque y muerte de 402 peregrinos chiítas iraníes que viajaban a La Meca y el 3 de julio de 1988 los norteamericanos derriban "por error" un avión comercial iraní sobre el Golfo Pérsico asesinando a todos sus pasajeros.
 Desde principios del siglo XX la carnicería del Purim seguía claramente. Como en la masacre de los bombardeos de Dresden, el uso de napalm contra escuelas y poblados del Líbano son episodios que forman parte de las oportunidades del Purim, en los que el fuego tiene una fuerte presencia, el "fuego holocáustico". Más tarde lo serán los asesinatos de Palestinos con disparos en la cabeza en sus mezquitas, impunes asesinatos con las archiprohibidas bombas químicas de sirios refugiados en campos del Líbano, los bombardeos sobre las ciudades de Iraq, los ataques de la Unión Soviética a Etonia y Lituania en enero de 1991, etc. Otro cruel Purim fue celebrado también por los israelíes el 16 de febrero de 1992, cuando atacan con un helicóptero la caravana del jeque Al-Musawi, al Sur del Líbano, asesinándolo a él, a su familia y a sus hombres de seguridad (exactamente el mismo día, pero del 2001, tuvo lugar el injustificado ataque de Estados Unidos y la OTAN contra barrios civiles de Irak, iniciando así las actividades el flamante presidente George Bush hijo).

Un impactante y descarado Purim tuvo lugar el 25 de febrero de 1994, cuando el funcionario del ejército israelita Baruch Goldstein, un judío ortodoxo, ejecutó una matanza que culminó en la muerte de 40 palestinos -adultos y niños- que yacían arrodillados pacíficamente en oración en una mezquita de Jerusalén. Goldstein era un discípulo del Rabí de Brooklyn, Meir Kahane, quien lo excusó ante los noticiarios de la CBS, alegando que su enseñanza le decía que los árabes eran "perros" , según se deriva del Talmud. (CBS 60 Minutos, "Kahane"). Desde la Universidad de Jerusalén, el profesor judío Ehud Sprinzak describió así a Kahane y a la filosofía de Goldstein: "Creen que es LA VOLUNTAD DE DIOS que cometan violencia en contra del goyim, un término hebreo para el no judío." (NY Diary News, Feb. 26, 1994, p. 5). El francotirado fue alcanzado por la turba palestina y le dieron muerte en el lugar. Por su prontuario, el asesino fue enterrado fuera de Jerusalén, pero su tumba se convirtió en un verdadero santuario de peregrinación para miles de asquerosos judíos ortodoxos, que llegaban al lugar a poner piedras de homenaje y a besar su lápida mientras repasaban la Torah. Afortunadamente, tan mala fama le estaba dando este lugar a Israel y a sus negociaciones de paz con los árabes que en los últimos días de diciembre de 1999, el Gobierno de Israel dio la orden de demoler la tumba con maquinaria pesada ante la histeria de los familiares Kahane y sobre todo de los seguidores Goldstein, que llegaron al lugar intentando frenar la destrucción del maldito sepulcro.

 El principio de estos hechos en un odio activo hacia el no judío, hacia el ser humano, que hemos descrito ya como "milenario", a juzgar por los contenidos del Talmud. Prueba de ello es que los Israelitas anualmente realicen una peregrinación masiva a la tumba de Simon ben Yohai, para honrar este rabí que defendió el exterminio de los no judíos y emitió una famosa frase talmúdica del Soferim 15, Regla 10: "Tob harog of goyim shebe" ( "Al mejor de los gentiles debe matársele" ). No sólo hay una valoración del personaje, sino que además de su enseñanza llena de odio y crueldad. Así se explica que el rabí de Yitzhak Ginsburg declarara: "tenemos que reconocer sangre judía y la sangre de una goy (no judío) no son la misma cosa." (NY Times, el 6 de junio de 1989, p.5) y el rabí Yaacov Perrin, unos años más tarde: "Unos cuántos millones de árabes no valen ni una uña de un judío." (NY Dairy News, Feb. 28, 1994, p.6).

FAMOSOS CASOS DE PURIM CONTEMPORANEOS

La sangre de un ser sin alma, sin energía vital, no le sirve al Purim: los delincuentes, los asesinos, los degenerados y los "vampiros" que de vez en cuando aparecen entre los nacimientos de los no judíos (por no operar ya la selección natural entre los seres humanos) y toda la escoria más baja de una sociedad no es beneficiosa para un Purim; sí lo serán los inocentes que caigan en sus manos... Es por eso que, donde quiera que estén en el mundo, los judíos sionistas simulan ser filántropos defensores de la vida, pacifistas y contrarios a la pena de muerte. A pesar de todo, durante la época contemporánea aún se realizan aisladamente algunos sacrificios humanos de Purim al estilo del que se realizaba en tiempos remotos, con una víctima que es secuestrada y torturada hasta morir con prácticas increíblemente sádicas -casi psicopáticas- en donde es frecuente lo que podríamos llamar la "muerte con marca en el cuello" , ya sea por degüello (como en los asesinados de Nüremberg) o por estrangulamiento.

 En gran medida, los "horrores" inventados por los fanáticos judíos en torno a la fantasía del "Holocausto" son una exteriorización de su propio subconciente e inconciente colectivos, sedientos de sangre, horror y muerte, pues además, muchas de las supuestas "torturas" que describen como habitués de los "Campos de Exterminio" son prácticas frecuentes en sus Purim. El asesinato a sangre fría de los oficiales polacos en los bosques de Katyn fue un gran Purim ejecutado por los comisarios rusos del ejército rojo, todos ellos judíos, a pesar de que por años se trató de culpar a los alemanes de este horrible hecho, hasta que la verdad se impuso...

 Actualmente, pueden verse aún ejemplos de estos sacrificios jehovíticos. En Polonia, por ejemplo, los judíos "chassidim" practicaban fanáticamente, desde tiempos remotísimos y con toda impunidad, la vieja usanza del Purim, con sacrificio humano directo y todo, siendo muy probable que aún lo hagan de un modo parecido. Así nos explicamos que el papa polaco, Juan Pablo II, haya declarado que los cristianos eran "hermanos menores de los judíos" , ciertamente lacayos muchos de ellos (lo que nos recuerda una leyenda medieval judía según la cual, algún día, llegaría a la casa del Vaticano un papa judío, llamado "Elhanan") sin que jamás haya alzado su sacrosanta voz contra las masacres de árabes de todos los años por parte de sus hermanitos mayores que lo maldijeran ritualmente en Israel. Aún se recuerda, además, la triste muerte del hijo del coronel Charles Lindbergh, famoso por haber atravezado el Atlántico de un continente a otro a través de su avión "Espíritu de San Luis", por primera vez en la historia. Lindbergh era un ferviente partidario del nazismo alemán y declaró en varias oportunidades su antijudaísmo. Del mismo modo, su padre se oponía a la creación de la Federal Reserve Banking Sistem, fundada por los mismos judíos que financiaron la Revolución Rusa. El resultado final: el hijo de Charles Lindbergh fue secuestrado el 1 de marzo de 1932, y aparece muerto después del Purim de ese año, celebrado el 22 del mismo mes. Lindbergh siempre sospechó que la muerte de su hijo había sido realizada por judíos, al igual que lo creía la policía, siguiéndole los pasos a una banda de mafiosos judíos liderados por uno de apellido Fleischer. Sin embargo, de súbito apareció como culpable un tal Hauptmann, de origen alemán, que fue ajusticiado sin evidencias concluyentes de su participación en un crimen que, por sus características, era imposible que hubiera sido realizado por un solo hombre.


En 1932, el mismo año de la muerte del hijo de Lindbergh, un judío llamado Moritz Kaspar fue condenado a sólo 15 años de cárcel al confesar, ante la evidencia en su contra, que había asesinado ritualmente a la ciudadana Martha Kapar, como parte de un Purim... Sesenta y cinco años más tarde, en 1997, las cosas no han cambiado: el joven judío de 19 años Samuel Sheinbein, celebró su propio Purim secuestrando, asesinando y picando en pedazos a un adolescente de Maryland, para luego escapar de la justicia a Israel, ya que la Nación Judía se permite violar todas las leyes de estradición y extraterritorialidad legislativas fijadas en la Convención de Ginebra, sin que nadie se moleste por ello; y sólo luego de dos años de presión por parte de las autoriades y fiscales de Estados Unidos, el judío asesino confeso recibió una condena de sólo 24 años con posibilidad de salir a los 16. Así, pruebas hay en todos lados y a lo largo de toda la historia.

 "RUDOLF HESS HA MUERTO... ¡AHORA ES LIBRE!"

Rudolf Hess es otro ejemplo. Era ya un anciano el llamado "Preso N° 7" cuando una mañana salió de su celda seguido de un gendarme, a dar su diaria vuelta por el patio de Spandau, como hacía 45 años lo venía haciendo. Hess era el único capaz de revelar los detalles de las psicotorturas y drogas utilizadas en la prisión, que ya había anunciado en parte con anterioridad, y una luz de libertad se filtraba hasta su celda, pues el canciller Kohl había enviado una carta, poco antes, a Margaret Thatcher, Ronald Reagan y Mikhail Gorbachev suplicando la liberación del anciano prisionero, además de las insistencias. Se esperaba entonces una respuesta... Pero Inglaterra tenía mucho que perder, pues Hess además poseía los argumentos de un siniestro secreto, que pone al Reino Unido más cerca del Tercer Reich que de los aliados, y como protagonista de una tremenda traición. ¿Cuál era ese secreto?. Hess se lo llevó al morir víctima de un Purim, ese día. En un descuido, el vigilante lo habría perdido de vista para encontrarlo más tarde colgado de un cable dentro de una de las bodegas, con un nudo en el cuello que sus ya seniles manos nunca habría podido realizar. Había sido asesinado también con la "marca en el cuello", como las marcas de los vampiros, existiendo evidencia de que incluso terminó de ser ejecutado en la ambulancia qe lo llevaba al hospital con pequeños signos de vida. Poco después, en las calles de Berlín apareció un cartel diciendo:


Otro detalle importante en la rirualidad judía es la constante connotación de "perdón" del resto de las fiestas que celebra durante el año: perdón de todos sus pecados, de todas sus crueldades y de todos sus asesinatos, expresado principalmente en el Día del Perdón o "Yom Kippur", en que, por paralizar las actividades, cierran prácticamente todas las multitiendas y centros comerciales del mundo para que sus jefes judíos puedan retirarse y perdir perdón a Jehová durante el aniversario de una de sus victorias sobre los árabes, a principios de octubre de cada año. Allí oran en ayuno los versículos de la Torah y "traspasan" todos sus pecados a algún animal que posteriormente será sacrificado con degüello y desangramiento, para luego ser quemado. Así, el hipócrita judío queda "limpio" de toda culpa, y listo para reiniciar sus crímenes anuales, expresados en plenitud el día del Purim. Así, como lo gritara Streicher esa tarde, el Sionismo sí celebraba otra de sus Fiesta del Purim en Nüremberg.

 Los Judíos Usan Sangre de Adolescentes para Preparar Pasteles de 'Purim'

En un artículo publicado por el diario del gobierno saudita Al-Riyadh (1), la columnista Dra. Umayma Ahmad Al-Jalahma de la Universidad del Rey Faisal en Al-Dammam , escribió sobre "La Festividad Judía de Purim." A continuación presentamos extractos del artículo:

  La Sangre Humana de Jóvenes No Judíos es un Ingrediente Especial en las Festividades Judías

"Decidí hablar acerca de la festividad judía de Purim, porque se festeja en el mes de marzo. Esta festividad tiene costumbres peligrosas que, sin duda, le horrorizarán y me disculpo si algún lector se ve afectado por esto."

"Durante esta festividad, el judío debe preparar pasteles especiales, el relleno no solo es costoso sino también difícil de conseguir - y no se encuentra ni en los mercados locales ni en los internacionales."

"Desafortunadamente, este relleno no puede omitirse ni substituirse con otra cosa. Para esta festividad, el pueblo judío debe conseguir sangre humana para que sus clérigos preparen los pasteles de la festividad. En otras palabras, ¡la práctica no puede realizarse como es debido si no se derrama sangre humana!!"

"Antes de entrar en detalle, quisiera aclarar que el derramamiento de sangre que llevan a cabo los judíos para preparar pasteles para sus festividades, es un hecho bien conocido histórica y legalmente a través de la historia. Esta fue una de las razones principales por la que se les persiguió y exiló varias veces de Europa y Asia."

"Esta festividad [Purim] comienza con un ayuno, el 13 de marzo, para recordar a la Judía Esther que prometió ayunar. La festividad continúa el 14 de marzo; durante la festividad, los judíos usan máscaras y disfraces y se divierten con alcohol, prostitución y adulterio. Esta festividad se conoce entre los historiadores musulmanes como la "Festividad de las Máscaras."

 Como Extraen los Judíos la Sangre de sus Jóvenes Victimas

"Quien era Esther, y por que los judíos la santifican y la imitan, es algo que aclararé en mi artículo del próximo martes, (2) si Alá así lo quiere. Hoy, les relataré como obtienen la sangre humana para usarla en sus pasteles para la festividad. La sangre se derrama de una forma especial. ¿Como?"

"Para esta festividad, la víctima debe de ser un adolescente maduro, obviamente, no-judío - o sea cristiano o musulmán. Su sangre se extrae y se seca hasta que se granula. El clérigo mezcla estos gránulos en la masa; también se pueden guardar para el año siguiente. En contraste, para la matanza de la Pascua Judía, de la que planeo escribir uno de estos días, se debe usar la sangre de niños cristianos y musulmanes menores de 10 años y el clérigo puede mezclar la sangre con la masa antes o después de deshidratarla."

 Los Actos de los Vampiros Judíos les Causan Placer

"Vamos a relatar como se extrae la sangre de la víctima. Para esto se utiliza un barril lleno de agujas; el barril es del tamaño de un cuerpo humano, con agujas filosas insertadas en todos lados. Estas agujas pican el cuerpo de la víctima desde el momento en que es introducido en el barril."

"Las agujas cumplen con su cometido, y la sangre de la víctima sale de su cuerpo lentamente. Por lo tanto, la víctima sufre horrible tormento - un tormento que causa a los vampiros judíos un gran deleite pues observan cuidadosamente cada detalle del sangrado con placer y amor difíciles de entender."

"Después de este acto barbárico, los judíos toman la sangre que cae en la botella que se encuentra en el fondo del barril lleno de agujas, y el clérigo judío agasaja a sus correligionarios en la festividad cuando les sirve los pasteles que contienen sangre humana."

"Hay otra forma de obtener la sangre: La víctima debe asesinarse, de la misma manera que se mata a un borrego, y su sangre se guarda en una botella. O, las venas de la víctima se cortan en varios lugares, haciendo que la sangre salga de su cuerpo."

"Esta sangre la guarda cuidadosamente - como dije anteriormente - el rabino, el clérigo judío, el cocinero que se especializa en preparar esta clase de pasteles."

"La raza humana evita siquiera ver los pasteles judíos, ¡y mucho menos prepararlos o consumirlos!" 

  NOTAS:
En un artículo de Internet del 24 de octubre de 2001, "Muftí Saudita Prohíbe la Matanza de No-Musulmanes," la BBC se refirió a Al-Riyadh como "un periódico controlado por el gobierno."

En la segunda parte del artículo (Marzo 12), la columnista cuenta la historia del Libro de Esther y concluye, "Desde entonces, el Viejo Testamento, el libro sagrado de los judíos, exige que los judíos glorifiquen este día y muestren su felicidad. Esta felicidad solo puede ser completa si se consumen pasteles mezclados con sangre humana."

Al-Riyadh (Arabia Saudita), Marzo 10, 2002

 Semanario del gobierno egipcio acerca de 'las masacres judías de no judíos, extrayendo su sangre, y utilizándola para sus rituales religiosos talmúdicos'

16-8-2004

 Hussam Wahba, columnista del semanario religioso egipcio 'Aqidati, (1) publicado por la fundación Al-Tahrir, que está ligada al Partido Democrático Nacional en el poder, escribió un artículo basado en libelos de sangre y acusando al judaísmo de promover el crimen ritual. (2) Lo siguiente son extractos de su articulo: (3)

 En la entrada principal de la Knesset está escrito: 'la compasión hacia un no judío está prohibida'

"... Los judíos olvidaron que su principal constitución, de la que dependen, está llena de terrorismo religioso intelectual contra todas las demás naciones. Aqidati decidió emprender una batalla contra el sionismo internacional para exponer el alcance del terrorismo que existe en el pensamiento doctrinario sionista. La verdad del asunto es que los propios judíos no niegan [la existencia de] terrorismo sionista. Cualquiera que visite el parlamento israelí, conocido como 'La Knesset' observará una frase escrita en la pared de la entrada principal que dice: 'La compasión hacia un no judío está prohibida, si le ves caer en un río o estar en peligro, te está prohibido salvarle porque todas las naciones son enemigas de los judíos y cuando un no judío entra en un foso, el judío debería cerrar el foso sobre él con una gran piedra, hasta que se muera, para que los enemigos pierdan un miembro y los judíos puedan preservar su sueño de la Tierra Prometida, ¡el Gran Israel!'

"Esta frase está tomada del Talmud judío, que es más sagrado que la propia Torah, y fue descrita por el Ministerio de Educación israelí en el diccionario que publicó a comienzos de este año para estudiantes de primaria en Israel como: 'El Talmud es la Torah oral que Moisés recibió de su Creador. Contiene mandamientos que cada judío debe practicar. El Talmud es el libro santo de los israelíes y su santidad iguala e incluso supera la de la Torah...'"

 La sagrada obligación de los judíos es asesinar a los goyim'

" El Dr. Mohammed Abdalla Al-Sharqawi dice en su libro 'los escándalos talmúdicos' que el Talmud... expone los aspectos ocultos de la psique judía... Los rabinos judíos llegaron a él como resultado de la rabia profunda por [su] exilio y fragmentación, que cultivaron el odio y aborrecimiento de la psique judía y una rabiosa necesidad de venganza y control tiránico sobre las naciones no judías. Hasta el día de hoy la vida judía está en gran parte basada en los principios y dictados talmúdicos...

"El Dr. Al-Sharqawi agrega que si examinamos la actitud talmúdica hacia otras naciones no judías, concluiremos que está tan cerca como es posible del deseo de aniquilar completamente al 'goyim' - las naciones no judías. Por ejemplo, el Talmud dice: 'asesinar a un no judío siempre que sea posible es una obligación. Un judío es un pecador si puede asesinar a no judíos pero no lo hace. Y un sacerdote judío que bendice a una persona [judía] que proporciona pruebas de que mató a uno o más no judíos es un sacerdote bendito. Asesinar a los no judíos agrada a Dios, porque la carne de los no judíos es la carne de asnos y su esperma es el esperma de animales'.

"El Talmud también dice 'Da muerte a cualquiera que no sea judío incluso cuando sea piadoso. Los judíos tienen prohibido salvar de la muerte a cualquier miembro de otras naciones o rescatarlo del foso en el que cayó, porque eso significaría salvar a un idólatra, aunque sea piadoso'.

"También, el Talmud dice que 'es justo para un judío matar a un no judío con sus propias manos, porque quienquiera que mate a un no judío está ofreciendo un sacrificio a Dios...'

"El Talmud también contiene instrucciones al judío por si el no judío es más fuerte que él, debe hacer cualquier cosa que esté en su mano para provocar su muerte incluso de modo indirecto y culpar a una nación no judía; esto puede causar conflicto entre dos naciones no judías hasta el punto de luchar y destruirse la una a la otra. Entonces, Dios premiará a cualquier judío que haya contribuido al conflicto entre las dos naciones con la vida eterna en el Paraíso...

"El Talmud no sólo trata de matar a no judíos, sino que permite la violación de su honor [es decir, en mujeres] y de la propiedad, cuando dice: 'El judío no está equivocado si viola a una mujer no judía, porque las mujeres no judías están permitidas...'

"El Dr. Al-Sharqawi concluye diciendo: 'Todo esto demuestra que el principio de matar a no judíos es para los judíos una obligación sagrada que el judío debe llevar a cabo siempre que pueda, porque, según el Talmud, su brazo está conectado con su cuerpo con el único propósito de matar y no para la recreación".

 La ideología judía del conflicto

" El Dr. Mohammed Abu Ghadir, ex director del departamento de hebreo de la Universidad Al-Azhar, señala que los judíos creen sinceramente que la violencia y la sangre son las únicas cosas que salvaguardan sus vidas. Sus rabinos, a lo largo de la historia, tuvieron éxito convenciéndoles de que la no beligerancia con el mundo circundante llevaría a su destrucción y que la única manera de que los judíos se mantengan con vida es seguir los dictados de sus libros santos acerca de la obligación de continuar el conflicto con todas las restantes naciones e intensificar el conflicto con las naciones relativamente débiles.

"Cuando ven una nación más fuerte que ellos, cada judío tiene la obligación diaria de hacer todos los esfuerzo necesarios para que esta nación sea debilitada hasta el punto de que al final colapse, o al menos se haga más débil que la nación judía, para que luego puedan eliminarla completamente.

"Los libros de la religión judía dicen que en tiempos antiguos, Dios se dirigía a sus feligreses judíos diciendo: 'debéis tener un enemigo, y si no lo tenéis, cread uno para que podáis vencerlo y matarlo y ganar la buena voluntad de Dios y Su recompensa'. Si examinamos la palabra 'matar' en los libros de religión judía, encontramos que se repite decenas y centenares de veces, lo cual nos indica la magnitud del terrorismo en el pensamiento sionista religioso, especialmente cuando nos damos cuenta de que el 80% de los versos religiosos exigen que los judíos maten a los no judíos, e incluso las frases y los versos que no hablan de matar, y hablan de, por ejemplo, que Dios da la tierra a los judíos y no a otros, se puede encontrar entre líneas el llamamiento a que los judíos utilicen todas las tácticas y trucos para aniquilar a los no judíos que viven en esta tierra, para que los judíos puedan tomar el control de ella..."

 'Los dictados talmúdicos instan a los judíos a extraer la sangre de musulmanes y cristianos para rituales religiosos'

" El Dr. Jama al-Husseini Abu Farha, instructor de teología de la Universidad de Suez, señala que lo que los medios de comunicación nos muestran todos los días sobre la conducta israelí en los territorios ocupados no es diferente de lo que su historia nos muestra sobre sus prácticas inhumanas hacia la humanidad en conjunto. Sólo es necesario señalar que son 'vampiros' según los dictados talmúdicos, que les instan a asesinar y extraer la sangre de musulmanes en particular, y con los cristianos incluso más, y utilizar esta sangre en los rituales religiosos israelíes.

"El terrorismo judío alcanzó el punto de subrayar que los Diez Mandamientos - como los llaman - afirman el derecho de los judíos a saquear y robar el dinero de los no judío y su sangre, honor y propiedades como juego limpio, y de prestarles dinero con intereses [altos] mientras no se conviertan al judaísmo".

 'La palabra judío en inglés significa usura, timo y engaño'

"El terrorismo sionista no está confinado simplemente a sus doctrinas religiosas; hasta su idioma refleja su radicalismo y su terrorismo. El lenguaje hebreo incluye muchas pruebas de la verdad del terrorismo sionista. La palabra 'judío'... es utilizada en inglés para expresar 'usura, timo y engaño', todo lo cual expresa sagacidad y maña. Es extraño que los judíos sepan esto muy bien pero no tengan nada que objetar. El diccionario Oxford dice que hay palabras relacionadas con la palabra 'judío', entre ellas 'timador', 'ofensivo', y 'acaparador', y todas ellas significan avaricia, codicia, estafa, falsificación, agresivo y fastidioso. Esta unión entre la palabra 'judío' y todos estos apelativos reflejan ciertamente la imagen del modo judío de pensar desde un punto de vista inglés, y es indudablemente una mala imagen que no refleja la opinión de una persona sino [más bien] la opinión de cualquiera que hable inglés..."

 "Dado que la confesión es la forma más alta de prueba, presentaremos al lector una carta de confesión escrita por el rabino judío conocido como 'Neófitos el Converso [al cristianismo]'. (4) La carta tiene que ver con la matanza de no judíos por judíos, la extracción de su sangre y su uso para rituales religiosos talmúdicos. Neófitos llamó a su carta 'El secreto de la sangre'; en ella dijo que 'desde una edad temprana, los rabinos judíos enseñan a sus estudiantes cómo usar la sangre de los no judíos para tratar enfermedades y para brujería...

"Los Rabinos utilizan esta sangre en varios rituales religiosos, entre ellos las bodas, cuando un huevo es untado con sangre y la pareja casada se lo come en la noche de bodas, lo que les da poder para engañar y timar a cualquiera que no sea judío. Asimismo, los rabinos utilizan la sangre de víctimas no judías para tratar algunas enfermedades que afligen a los rabinos. Mezclan algo de sangre con la sangre de un bebé circuncidado, después se la untan en la garganta para purificarse, y también untan sus templos con esta sangre para conmemorar la destrucción del Templo cada año; [también es utilizada para] ungir el pecho de sus muertos para que Dios perdone sus pecados; también es mezclada con el pan de las fiestas y en muchos otros rituales talmúdicos'.

"Por consiguiente, estos rituales que fueron mencionados en el Talmud y que reflejan la verdad sobre la forma de pensar terrorista judía son ciertamente implementados de vez en cuando, mientras ellos no dudan en distorsionar la imagen del islam y describirlo como una fe terrorista".

El monje ortodoxo Neófitos fue un judío llamado Noah Belfer quien se convirtió al cristianismo y dijo que los judíos utilizan sangre cristiana en sus rituales religiosos. Su trabajo, que fue primeramente publicado en 1803 en rumano y que apareció más tarde en muchas publicaciones, se convirtió en una fuente líder de libelos de sangre modernos. Ver: Jonathan Frankel, El asunto de Damasco, el 'asesinato ritual', la política, y los judíos en 1840. Cambridge University Press (1997),