miércoles, 26 de noviembre de 2014

Mensaje para la judiada..

Hubo un tiempo en que los países miembros de la OTAN, esa organizacion terrorista inventada por los judios podían convencer a la mayor parte del mundo que ellos eran los "buenos" promoviendo la democracia, los derechos humanos y el desarrollo económico, ahora, ellos son vistos como Estados villanos controlados por gangsters que tratan de comenzar la Tercera Guerra Mundial con el fin de establecer un gobierno totalitario del "Nuevo Orden Mundial" controlado por una camarilla conspiradora. Es por eso que el horrendo asesinato de masas que está siendo llevado a cabo en Siria por mercenarios de la conspiración no está consiguiendo los resultados pretendidos. Cuando el genocida y asesino de niños Benjamin Netanyahu recientemente trató de revolver la olla en EE.UU., sus actividades, sus correos electrónicos, sus llamadas telefónicas, etc., fueron todos supervisados, después de que un funcionario del Pentágono le advirtiera a Netanyahu: "Si usted trata de enviar un misil crucero, lo haremos volar fuera del agua y luego iremos por usted"... Mensaje para los judíos: Ustedes han sido echados a patadas de más de 100 países en los pasados 2.000 años, de modo que ustedes deben dejar de fingir que ustedes han sido siempre sólo víctimas inocentes. Es el tiempo para dejar de pensar en términos de "nosotros losjudíos" y "ellos los goyim", y comenzar a comportarse como gente civilizada, todos de la misma especie humana. Los judíos son como una mujer hermosa, la mayoría decente y honorable, pero con sífilis, los gangsters que se esconden en medio de ellos. Si el pueblo judío no remueve a los criminales que están entre sus propios líderes, ellos pueden sufrir nuevamente el castigo colectivo por las acciones de una pequeña minoría criminal. Afortunadamente, hay signos de una tal purga interna. El lado de la industria financiera que ha valorado durante mucho tiempo la integridad, la honestidad y el juego limpio, se ha estado preparando silenciosamente para expurgar a los criminales fraudsters que convirtieron su industria en una gigantesca orgía de saqueo criminal. 

domingo, 23 de noviembre de 2014

Confundidos por la Esvástica

Actualmente, la esvástica es un símbolo inseparable del Tercer Reich, hasta el punto de que su exhibición está prohibida en Alemania. Pocos símbolos han visto relegado a tan gran extremo su significado original. Así, no es infrecuente que los turistas occidentales con su correspondiente lavado de cerebro de visita en la India se sientan provocados y expresen su enojo ante la contemplación de las esvásticas que siguen decorando toda clase de edificios, desconocedores del significado positivo que todavía se le atribuye en la cultura hindú. Más que cualquier razón ideológica, es la intensa capacidad provocadora de este símbolo en las sociedades occidentales posteriores a 1945 la que ha llevado a que algunos grupos contraculturales, como el movimiento heavy metal, la incorporen a su vestimenta como señal de rebeldía. Evidentemente, la esvástica sigue siendo el símbolo por excelencia de los grupos neo-nazis, aunque las asociaciones vinculadas a ella hayan promovido la reciente aparición de algunos símbolos nuevos "sólo para iniciados", como el llamado "Sol Negro", una estrella de doce brazos angulados insertada en un círculo, que consituye una variante de la esvástica mucho más compleja pero menos comprometedora. El historiador de las religiones Harald Strohm, por su parte, ve la esvástica nacionalsocialista es un correlato de la cruz luminosa o sphaira maniquea, los maniqueos interpretaban la "X" así formada como la rueda cósmica que impulsaba hacia el universo a las almas que habían logrado redimirse de su vinculación a la materia, siendo, por tanto, capaz de distinguir entre el bien y el mal.   Con todo, el principal competidor simbólico de la esvástica no fue un símbolo político sino religioso. Aunque la disposición a "morir por la cruz" puesta de manifiesto durante las Cruzadas constituyó un referente histórico que la esvástica nacionalsocialista pretendía emular, el sometimiento y la humillación física de Jesús rememorados a través del crucifijo debían ser sustituídos por el luminoso espíritu de victoria del héroe germánico representado por el "símbolo solar" de la esvástica. El juego de asociaciones entre la cruz cristiana y la esvástica era muy frecuente, y pueden encontrarse rastros de él en casi todos los ámbitos. Así, por ejemplo, la dedicatoria de un libro obsequiado a Hitler en 1933 rezaba "al Mesías de la esvástica". También las capillas de las escuelas alemanas eran decoradas con la esvástica durante la celebración de las "festividades matinales" que sustituían a las oraciones matutinas. También Göring tenía en su casa una capilla bajo el signo de la esvástica, y los conjuntos florales que enviaba a sus familiares políticos suecos o a la tumba de su difunta esposa siempre adoptaban esa forma. 

Los malévolos psicópatas jázaros

La hipótesis jázara es famosa en todo el mundo por el asesinato como una política social, y por no haber tenido nunca un país que ellos mismos hubieran construído. La ola de saqueos se extiende desde los días de Atila el huno y llega hasta nuestros días en una estela implacable de sangre y lágrimas. Cada año los judíos producen películas que son más sangrientas y más perversas que nunca, que posteriormente desestabilizan la sociedad, y producen un entretenimiento garantizado para destruír las tradiciones antiguas, tales como el honor, la integridad y la compasión. Los muchachos no comprenden que ellos están siendo conducidos como rebaño hacia nuevas formas de campos de concentración mentales en los cuales los afectuosos valores de la familia son denigrados como retrógrados y dañinos. Cada año los judíos aumentan la presión sobre los niños para que se hagan homosexuales, porque esto los separará de sus familias, y como pervertidos sin lealtad a nada excepto a su propia satisfacción y a la deriva entre cínicos que sólo procuran manipularlos, ellos se convertirán en saboteadores más sigilosos y asesinos más dispuestos. Los judíos han tomado el control del mundo convirtiendo a una gran parte de la población en maníacos sexuales, los cuales, una vez aquejados de ello, no pueden concentrarse en nada más. Cualquier relación basada únicamente en el sexo no será sincera y no durará, causando la destrucción garantizada de la estructura de familia. Estos psicópatas jázaros han encontrado numerosos aliados en el crimen que considera la ganancia financiera como más importante que la vida humana, los hunos por ejemplo nunca desarrollaron una sociedad propia, y por lo tanto se hicieron muy competentes en el robo de las sociedades de otros, y los judíos siguen haciendolo muy eficazmente en todo el mundo durante miles de años.  Cada año los médicos judíos inventan nuevas "enfermedades" y prescriben una medicación que va a exteriorizar la rabia interior que obliga a aquellas almas aproblemadas que son diagnosticadas y tratadas con píldoras venenosas.  Mientras más personas mueren, mejor es el arma, más alto es el precio en la etiqueta y más neta la ganancia para los pervertidos que babean producto de este síndrome demencial y que sonríen con macabra satisfacción dentro de sus cerrados santuarios.  Ahora, con todos los líderes del mundo enfatizando la necesidad de una población más pequeña, se ha abierto la temporada de caza sobre la gente del mundo, con guerras fabricadas, enfermedades diseñadas, océanos envenenados, comida falsa, y policías que quieren robarle a usted su propiedad y pegarle un tiro a su perro, haya usted cometido un delito o no.


Una forma verdaderamente justa de control demográfico sería deshacerse de toda la realeza y de todos los banqueros, abogados y políticos. Sobre ellos debería estar abierta la temporada de caza permanentemente, y si los valores humanos deben tener prioridad otra vez en este planeta, si Dios lo quiere, lo tendrán.

Los judíos sólo simularán aceptar el punto de vista de usted, y luego trabajarán infatigablemente para debilitarlo, sabotearlo e impedirlo. Si ellos son incapaces de hacer eso, y si fallan sus tentativas de chantajearlo, intimidarlo, hacerle perder su trabajo o arruinarlo socialmente, entonces ellos lo matarán.
Se ha puesto de moda en los últimos siglos criticar duramente a las creencias religiosas por sus obvias hipocresías, sus plagiados dogmas y su camuflado abuso de niños. A través de toda la Historia cada civilización que ha tratado de conseguir la paz en base a una filosofía central de predicar el bien mediante el punto de referencia de un dios imaginario ha fallado en su tarea porque el dogma es falso y sus practicantes están corrompidos.

Los judíos luchan para mantenernos a todos nosotros aparte, sabiendo que lo que podría unir al mundo y conducir a una Edad de Oro de paz permanente sería que cada uno se uniera contra ellos y los prohibiera de la sociedad civilizada de una vez para siempre del modo más eficaz posible.



No importa cuántos judíos puedan resultar muertos en este proceso, el total nunca igualará a la cantidad de gente inocente que los judíos han matado durante el curso de la Historia.

Lamentablemente para cada uno, los judíos dirigen el mundo, esto no es ningún invento, es un hecho. Los judíos escogen a los Presidentes, poseen las redes, dirigen los negocios, controlan el dinero, y escriben las canciones que se hacen parte de nuestros recuerdos más queridos.

Mucha gente objeta que se señale a los judíos como los facilitadores de nuestra miseria y los creadores de nuestra esclavitud.

viernes, 21 de noviembre de 2014

Lo que no te cuentan de Nuremberg

"Todas las guerras son de hecho agresivas. La verdadera fuente de autoridad son los poderes de los vencedores sobre los vencidos...." El juez Harlan Fiske Stone, quien era entonces el presidente de la Corte Suprema estadounidense y en ese rol jefe del juez Jackson, el principal acusador estadounidense de Nuremberg, tuvo esto para decir mientras hablaba a un reportero de la revista Fortune, según aparece citado en el libro de Alpheus Thomas Mason "Harlan Fiske Stone: Pillar of the Law", p. 715:
Harlan Fiske Stone.
Para su información, pero no para que lo publique como viniendo de mí, me gustaría informarle que la Corte Suprema no tuvo nada que ver, ni directa ni indirectamente, con los Juicios de Núremberg, o con la acción gubernamental que los autorizó. No fui informado de la participación del juez Jackson hasta que su designación por el Ejecutivo fue anunciada en los periódicos.


De manera que el juicio de Núremberg es una tentativa para justificar la aplicación del poder del vencedor al vencido porque éste emprendió una guerra de agresión —explicó—; me disgusta enormemente verlo disfrazado con una falsa fachada de legalidad. Lo mejor que se puede decir es que se trata de un acto político de los Estados victoriosos, que puede ser moralmente correcto, como lo fue el secuestro de Napoleón alrededor de 1815.


Pero los Aliados en aquel día no creyeron necesario justificarlo mediante una apelación a principios legales inexistentes. Como un asunto práctico, me parece que las dificultades y las incertidumbres de decir quién es el agresor bajo las condiciones que producen la guerra moderna deberían hacernos dudar en asentar un principio para el futuro que siempre requeriría que aquella pregunta fuera contestada por el vencedor. Todas las guerras son de hecho agresivas. La verdadera fuente de autoridad son los poderes de los vencedores sobre los vencidos.

No me molestaría enormemente si aquel poder fuera abierta y francamente usado para castigar a los líderes alemanes por ser una agrupación malvada, pero me molesta un poco verlo vestido con el ropaje del Derecho común y las salvaguardias constitucionales aplicado a aquellos acusados de crímenes. Parece como si nos estuviéramos comprometiendo con la proposición de que el resultado de cada guerra debe ser que los líderes de los vencidos deben ser ejecutados por los vencedores.


Ésa era la realidad. El juez Jackson, manejando el desarrollo de los procesos más importantes de Núremberg, era un hombre con ambiciones presidenciales que necesitaba un alto perfil fabricado en un escenario de auto-interés. Los Juicios de Núremberg debían ser la rampa de lanzamiento para su carrera presidencial.


El Tribunal de Núremberg no fue seleccionado a partir de, o integrado por, los jueces de los neutrales suizos o suecos, o de algunos países africanos, asiáticos o iberoamericanos más distantes. Jueces civiles estadounidenses en gran medida compusieron el grueso de los jueces Aliados, no oficiales militares de carrera, que podrían haber tenido algún entendimiento y compasión por las condiciones por las que pasaron los líderes militares y el gobierno civil bajo condiciones de guerra extrema.

Estos últimos podrían haber tenido indudablemente una mejor apreciación de por qué algunas medidas de guerra fueron emprendidas por Alemania en los desesperados días de la guerra. El conjunto de jueces estadounidenses de pequeñas ciudades, experimentados en clubes de campo y canchas de golf, no lo hubiera podido.


Además, los vencedores Aliados descaradamente continuaron su guerra contra los alemanes por otros medios mucho después de que los disparos habían cesado, no mediante bombas y balas sino esta vez por medio de psicólogos que "diagnosticaban" falsamente o, peor aún, dando a los torturadores libertad de acción: investigadores cínicos y brutales que podían —y con frecuencia lo hicieron— maltratar, golpear, azotar, privar de comida, asfixiar y mutilar a sus prisioneros para conseguir confesiones y declaraciones que fueron tan cruelmente extraídas como lo fueron las confesiones de las brujas durante los repugnantes procesos por brujería de la Alta Edad Media. La injusticia de los Juicios de Núremberg fue testimoniada no sólo por Harlan Fiske Stone, presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, sino también por el juez de la Corte Suprema de Iowa Charles F. Wennerstrum, un hombre del medio Oeste, que se sentó en uno de los tribunales intentando restarle importancia a los supuestos criminales de guerra nacionalsocialistas después de la guerra.


Wennerstrum señaló, en una celebrada y polémica entrevista dada a un reportero del Chicago Daily Tribune, que con frecuencia los interrogadores y algunos de los acusadores eran judíos que habían huído de la Alemania nacionalsocialista y que habían regresado con uniformes de los Aliados para atormentar y buscar venganza contra los nacionalsocialistas que habían querido expulsar a los judíos del espacio vital europeo porque los consideraron dañinos para el esfuerzo de guerra y para la civilización de Europa Occidental.


El artículo describió de la siguiente manera a la gentuza que llegó a la Alemania de posguerra para ajustar cuentas privadas, como visto a través de los ojos del juez Wennerstrum, después de que él renunció disgustado:


Si yo hubiera sabido hace siete meses lo que sé hoy —dijo (Wennerstrum) a sus amigos cuando hizo las maletas para irse hacia Estados Unidos—, yo nunca habría venido aquí. El proceso inicial por crímenes de guerra aquí fue juzgado y proseguido por estadounidenses, rusos, británicos y franceses con gran parte del tiempo, esfuerzo y gastos, dedicados al blanqueo de imagen de los Aliados y a la colocación de la culpa exclusiva por la Segunda Guerra Mundial sobre Alemania. «Lo que he dicho del carácter nacionalista de los tribunales —siguió el juez—, se aplica al procesamiento. Los altos ideales anunciados como los motivos para crear estos tribunales no se han hecho evidentes.


El procesamiento no ha logrado mantener la objetividad a distancia del carácter vengativo, a distancia de ambiciones personales para conseguir condenas. Ha dejado de esforzarse para sentar precedentes que podrían ayudar al mundo a evitar futuras guerras.


La atmósfera entera aquí es insalubre. Se necesitaban lingüistas. Los estadounidenses son lingüistas notablemente pobres. Se emplearon abogados, actuarios, intérpretes e investigadores que se habían convertido en estadounidenses sólo en años recientes, cuyos antecedentes tenían incrustados odios y prejuicios europeos... (Chicago Daily Tribune, 23 de Febrero de 1948).

En otras palabras, los Aliados suministraron a los interrogadores, la mayor parte de ellos judíos, como han declarado algunas víctimas, que habían tenido una vida de experiencia tratando con judíos y que por esa razón los habían reconocido. Aquellos de nosotros que somos alemanes y podemos hablar alemán podemos discernir fácilmente la pertenencia étnica de algunos de los acusadores simplemente por sus acentos y patrones discursivos, incluso en emisiones de radio y noticieros.


La mayor parte de la "evidencia" en los procesos fueron "documentales", seleccionados por los Aliados del inmenso tonelaje de archivos capturados. La selección de documentos fue hecha por la parte acusadora. La defensa tuvo acceso sólo a aquellos documentos que la fiscalía consideró como material para el caso y que fueron puestos a disposición de la defensa. Los Aliados podían decidir liberar, esconder o destruír cualquier documento que no calzara con su estrategia de posguerra o con sus planes en Núremberg. Además, los Aliados admitieron en otra parte que sus ministerios de propaganda y servicios de Inteligencia previamente habían falsificado estampillas, autorizaciones, pasaportes, órdenes, carnets de identidad, etc., alemanes, que engañaron a los nacionalsocialistas muchas veces porque dichos documentos eran muy perfectos y de los cuales los propagandistas Aliados se complacen hasta el día de hoy. No se requiere un gran salto de la imaginación para suponer lo que estas mismas agencias gubernamentales de los Aliados, su personal y sus falsificadores de documentos, podían hacer entonces con todas las capturadas instalaciones alemanas genuinas productoras de documentos, las máquinas de escribir incautadas, los timbres de goma y las toneladas de papelería oficial de todos los tamaños y variedades de cualquier organización nacionalsocialista que usted quiera mencionar.


Incluso poniendo aparte la evidencia "documental" cuestionable, veamos algo del "testimonio" de los acusados, cómo fue extraído, y lo que esto realmente significa.


Como viles signos de exclamación, en el núcleo del Tribunal de Núremberg hay ciertas palabras: "Genocidio", "cámara de gas", "Seis millones". Estas palabras, y el juicio moral anexo, se derivaron en gran parte de las admisiones y la declaración jurada de un hombre, Rudolf Hoess (no confundir con Rudolf Hess), el alguna vez Kommandant en tiempos de guerra en Auschwitz.


Rudolf Hoess fue el testigo más importante de los Aliados. Su declaración jurada y su testimonio fueron citados extensamente tanto por los acusadores y en el juicio del TMI en Núremberg, así como por la prensa. Fue su testimonio el que puso el fundamento y validó la afirmación del "exterminio de millones de personas mediante gas en Auschwitz". La "confesión" de Hoess es invocada muchísimas veces por historiadores como Raul Hilberg y otros como una fuente documental primaria hasta este día. Es verdad que Hoess atestiguó en Nuremberg "atrocidades" horrendas, y él también confirmó la "verdad" bajo el juramento de una declaración jurada que él consintió en firmar para la parte acusadora. En ella, él admitió haber dado órdenes para el gaseamiento de millones de víctimas.


Esta declaración jurada estaba en inglés, un lenguaje que él no hablaba ni entendía, según miembros de su familia.


Ahora sabemos gracias al libro de Rupert Butler Legions of Death que Rudolf Hoess fue golpeado casi hasta la muerte por miembros judíos de la Policía de Campaña británica tras su captura y pésimamente maltratado a partir de entonces, hasta que él dio este muy devastador "testimonio" y "declaración jurada" usados por los propagandistas de los Aliados desde entonces.


Sea usted el juez. Aquí está un extracto de este libro de Butler, página 235:


A las 5 de la tarde del 11 de Marzo de 1946, la señora Hoess abrió su puerta principal a seis especialistas de Inteligencia con uniforme británico, la mayor parte de ellos altos y amenazantes, y todos ellos experimentados en las técnicas más sofisticadas de la investigación sostenida y despiadada.


Ninguna violencia física fue usada contra la familia: era apenas necesario. La esposa y los niños fueron separados y custodiados. El tono de Clarke era deliberadamente discreto y coloquial.

Él comenzó suavemente: Entiendo que su marido vino a verla tan recientemente como anoche.


La señora Hoess simplemente contestó: "No lo he visto ya que él huyó hace meses". Clarke intentó una vez más, diciendo suavemente, pero con un tono de reproche: Usted sabe que eso no es verdad. Entonces de repente su manera cambió y él gritaba: ¡Si usted no nos dice, la entregaremos a los rusos y ellos la pondrán delante de un pelotón de fusilamiento. Su hijo irá a Siberia!.


Aquello resultó más que suficiente. Finalmente, una quebrantada señora Hoess reveló el paradero del antiguoKommandant de Auschwitz, el hombre que ahora se hacía llamar Franz Lang. La conveniente intimidación del hijo y la hija produjo la información exactamente idéntica.


Así es cómo la captura se llevó a cabo. Clarke, uno de los participantes, lo recuerda vívidamente:


Hoess estaba encima de una litera de tres niveles llevando puesto un piyama nuevo de seda. Descubrimos más tarde que él había perdido la píldora de cianuro que la mayor parte de ellos llevaba. Pero tampoco hubiera tenido muchas posibilidades de usarla porque habíamos metido a la fuerza una linterna en su boca.


Hoess gritó de terror tan sólo al ver los uniformes británicos.


Clarke gritó: "¿Cuál es su nombre?"


Con cada respuesta de "Franz Lang", la mano de Clarke se estrellaba contra la cara del prisionero. La cuarta vez que eso sucedió, Hoess se quebrantó y confesó quién era él.


El prisionero fue arrancado de la litera superior, y el piyama desgarrado de su cuerpo. Lo arrastraron entonces desnudo a una de las mesas de tortura, donde le pareció a Clarke que los golpes y los gritos eran interminables. Finalmente, el Oficial Médico instó al Capitán: Dígales que se detengan, a menos que usted quiera devolver un cadáver.


Una manta fue arrojada sobre Hoess y lo arrastraron al automóvil de Clarke, donde el sargento vertió una cantidad sustancial de whisky por la garganta de Hoess. Entonces Hoesstrató de dormir.


Clarke arremetió con su bastón de servicio bajo los párpados del hombre y le ordenó en alemán: "Mantenga sus ojos de cerdo abiertos, usted, puerco"

El grupo llegó de vuelta a Heide alrededor de las tres de la mañana. La nieve aún caía, pero a Hoess le fue arrancada la manta y se le hizo caminar completamente desnudo por el patio de la prisión hasta su celda. Tomó tres días conseguir una declaración coherente de él.


Esta declaración torturada y aterrorizada del hombre fue aquella con la que todos estamos familiarizados, la "prueba" del así llamado "gaseamiento de los judíos".


Los historiadores hoy finalmente están admitiendo que Hoess era completamente un testigo no fiable, ¿y acaso es de extrañar? Él habló de un campo de concentración "Wolzek" que ni siquiera existe. Él juró que 2.500.000 personas fueron gaseadas y quemadas en Auschwitz, y que un adicional medio millón murió de enfermedad, para un total de tres millones de muertos.


El Toronto Sun del 18 de Julio de 1990 afirmó que fue 1,5 millón. ElWashington Post, en la misma fecha, también mencionó 1,5 millón. Citado de un artículo de Krzyszlov Leski, tenemos lo siguiente:


Polonia ha recortado su estimación del número de gente muerta por los nacionalsocialistas en el campo de exterminio de Auschwitz dede 4 millones a sólo un poco más de 1 millón.

Se acepta ahora que la gran mayoría de los muertos fueron judíos, a pesar de afirmaciones del antiguo gobierno comunista polaco de que muchos polacos perecieron en el campo de concentración más grande de Hitler. El nuevo estudio podría reavivar la controversia sobre la magnitud de la solución final de Hitler.


Shevach Weiss, un sobreviviente de un campo de exterminio y miembro del Partido Laborista del Parlamento israelí, expresó su incredulidad sobre las estimaciones revisadas, diciendo: "Eso suena chocante y extraño.


Shmuel Krakowsky, jefe de investigación en el monumento conmemorativo para las víctimas judías del "Holocausto" llamadoYad Vashem, ubicado en Israel, dijo que las nuevas cifras polacas eran correctas.


La cifra de 4 millones fue dicha sin querer por el capitán Rudolf Hoess, el comandante nacionalsocialista del campo de exterminio. Algunos la han comprado, pero fue exagerada.


Las autoridades polacas dijeron que las estimaciones exactas del número de muertos sólo podrían ser hechas estudiando los documentos alemanes incautados por la Unión Soviética. Pero Moscú ha rechazado devolver los archivos.

Comandante Matt Koehl murió..



Es con la mayor tristeza que tenemos que anunciar a usted que el Comandante Matt Koehl murió mientras dormía en la noche entre el 09 de octubre y 10 de octubre de 2014, a la edad de 79.


No hay palabras para expresar la pérdida de personal a los que estábamos cerca de él ya la causa por la que luchaba desinteresadamente toda su vida.

Su brillante inteligencia, sus habilidades lingüísticas y su gran talento para la música se han abierto todas las puertas para él en la sociedad, que no habían optado por seguir su llamado interior para luchar por la idea nacionalsocialista.Este no es el momento ni el lugar para discutir sus logros o sus decepciones.Durante toda su vida hizo lo que resultó ser correcto, sin pensar en las consecuencias para sí mismo.

El Movimiento fue su vida - pero su vida era mucho más que el Movimiento. Su sentido del humor, su amplio conocimiento de muchas cosas, y su mente inquisitiva hicieron un gran placer estar en su compañía. He pasado muchos meses en el camino con Matt Koehl lo largo de los últimos 40 años, y era nunca aburrido.Siento una gratitud sin fin por el privilegio de haber conocido a este hombre extraordinario y por el conocimiento que tan fácilmente compartía conmigo.Podríamos tener nuestras diferencias sobre esto, aquello o lo otro, pero tales diferencias nunca se dejaron reposar en el camino de nuestra amistad. Detrás de la figura pública Matt Koehl, el comandante, había una privada Matt Koehl, el ser humano que tan pocas personas alguna vez se encontraron, pero cuya calidez e ingenio fueron dando vida - también cuando el camino era áspero.

Él no será olvidado! 
indefinido 

Matthias Koehl, Jr., nació en Milwaukee el ene 22, 1935, uno de los tres hijos de Matthias Koehl, Sr., y su esposa Ruth. Se graduó en la Escuela Secundaria Washington aquí en 1952, y más tarde asistió a la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, donde estudió periodismo.Posteriormente sirvió en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos por dos años.

En 1967, Koehl le sucedió en el liderazgo del antiguo partido nazi americano de George Lincoln Rockwell, tras el asesinato de Rockwell. Koehl siguió siendo el más importante de EE.UU. Nacional Socialista hasta el momento de su muerte.

Cuando era adolescente, se unió al Partido Nacional Renacimiento sede en Nueva York. Él era un activista PNR clave, y fue mencionado por su nombre en un informe del Comité de Actividades Antiamericanas, cuando investigaban el PNR en 1954.

Koehl pasó a unirse a una serie de organizaciones, comúnmente caracterizados por los medios como "neo-nazi" o "racista", tales como la Fiesta Blanca Unidas y el Partido Nacional de los Derechos Unidos. También se desempeñó como secretario nacional de la Comisión de Libre Ezra Pound, y se reunió con el poeta en el Hospital St. Elizabeth en Washington, DC, en numerosas ocasiones, mientras trabajaba para obtener su liberación.

En 1961, se unió a la fiesta de Koehl Rockwell y se convirtió en su organizador de Chicago. Él abrió una sede de la ANP allí, y llevó a cabo más de 100 manifestaciones públicas.

En 1963, fue trasladado a la sede nacional del partido en Arlington, Virgina, y se convirtió en secretario nacional del grupo.

En enero de 1967, Rockwell renombró su partido la Blanca Partido Nacionalsocialista del Pueblo. Cuando fue asesinado en agosto de ese año, Koehl convirtió en el nuevo líder NSWPP.

A pesar de que carecía de talento para el espectáculo extravagante de Rockwell, Koehl era un organizador político serio y metódico. Bajo su mandato, el NSWPP floreció en una organización nacional, con sede central en muchas ciudades de Estados Unidos. A mediados de la década de 1970, se presentó candidatos a cargos locales en Milwaukee y en otros lugares. "Nazis" de Koehl atónitos observadores políticos mediante la captura de entre cinco y 20 por ciento del voto popular en varias contiendas electorales.

A principios de la década de 1980, sin embargo, se convirtió en Koehl desencantado con la política de promoción de las ideas hitlerianas. En su lugar, él ayudó a formalizar y desarrollar un enfoque religioso serio que estaba convencido era un medio más seguro para el éxito de los fieles a la visión del mundo del nacionalsocialismo.

En 1984, Koehl disuelve el NSWPP y reorganizó como el Nuevo Orden, que es un movimiento religioso auto-definido con un codificado visión del mundo basada en los principios nacionalsocialistas. Se trasladó la sede del Nuevo Orden de Arlington a Milwaukee a principios de 1980.

Koehl fue respetado en toda la llamada "extrema derecha", tanto en los EE.UU. y en el extranjero, como ensayista, profesor y teórico. Entre sus escritos más influyentes son: "La fe del Futuro", "Adolf Hitler:? Nacionalista alemán o aria racialista" y "la naturaleza revolucionaria del nacionalsocialismo". También fue el autor de numerosos tratados doctrinales sobre el nacionalsocialismo.

El Nuevo Orden también publicó un folleto titulado "La buena sociedad," una evaluación pro-Hitler del Tercer Reich, que se transcribe a partir de una conferencia que Koehl entregado a los estudiantes de secundaria de Ohio en 2005.

En su vida personal, Koehl era un vegetariano, un aficionado de la música clásica, y un firme defensor de derechos de los animales y la medicina natural. Nunca se casó y no dejó hijos. Koehl era fluido en alemán y versado en varios otros idiomas. Le sobreviven su hermano mayor y una hermana menor. Lo extrañaremos y servirá como inspiración para la acción, la dedicación y la lealtad.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Esto es lo que fue Núremberg: por Ernst Zündel, 1996

No fue un "tribunal militar internacional" en absoluto, no fue ni siquiera internacional en su composición, en vez de ello, los vencedores se sentaron para juzgar a los vencidos.
Cuando pensamos en los Juicios de Núremberg, pensamos en Auschwitz, Bergen Belsen, Dachau, sitios que los Aliados "liberaron" y donde ellos "encontraron aquellos esqueletos", produciendo útiles telones de fondo fotográficos para justificar lo que debía seguir desde entonces. 
Los comentaristas de la actualidad vomitan hasta la saciedad todo el repugnante y mentiroso testimonio de perjuros y estafadores que en el nuevo canal especializado Court TV está sometiendo a todo el continente de América del Norte a un programa especial sobre Núremberg, una fiesta de odio televisivo de aproximadamente 15 horas de duración en total. El actual Estado vasallo alemán establecido por los Aliados en la Alemania de la posguerra, un Estado cuyas raíces y fundamentos se derivan de estos repugnantes procedimientos de la venganza Aliada contra un pueblo alemán vencido no defenderá a su propia gente contra esta avalancha de odio y mentiras, de manera que yo trataré de hacerlo. Prepárese para alguna materia de reflexión. Habla del carácter de nuestros tiempos el que ésta pueda ser la primera vez que algunos de mis lectores se vean expuestos a un punto de vista histórico diferente acerca de los Juicios de Núremberg. Estamos tan habituados a la difamación y al libelo que a menudo ni siquiera notamos aquello o no lo reconocemos como tal. Estamos tan acostumbrados a ver a Alemania como el conveniente y meritorio chivo expiatorio por todos sus "crímenes nazis", que difícilmente dedicamos alguna vez un pensamiento a su creación, o a sus Padrinos.



Nahum Goldman escribe en La Paradoja Judía, página 123:


«Durante una reunión del Congreso Judío Mundial en Londres, un judío ruso llamado Noah Baron, un maravilloso hombre y un gran idealista (...) me habló acerca de participar activamente primero que nada reuniéndome con Adenauer. Yo estaba muy indeciso en el fondo, porque no era un asunto fácil para mí hablar con los alemanes otra vez.


«Y de hecho fue finalmente mi cabeza, y no mi corazón, lo que me decidió a negociar. Pero puse una condición previa antes de que me reuniera con el Canciller para entablar negociaciones: Adenauer tenía que hacer una declaración solemne al Bundestag [Parlamento]; él debía decir que aunque la Alemania de aquellos días ciertamente no fuese la Alemania que había producido Auschwitz (...) sin embargo había heredado las responsabilidades de los nacionalsocialistas, y las reparaciones eran su deber; él debía añadir que las reparaciones materiales no podían borrar el mal hecho a los judíos por los alemanes».


Veamos ahora cómo comenzó y evolucionó este asunto de los "Juicios de Núremberg" que desembocó en tal culpa y en sumas tan enormes de reparaciones exprimidas a un país derrotado, Alemania, durante los pasados 50 años.
La culpa, utilizada de manera experta, es un arma terrible, una poderosa herramienta y también una generosa fuente de ingresos. Hubo, de hecho, una política y un programa involucrado para castigar a Alemania por supuestos crímenes de tiempos de guerra, planeados e implementados mucho antes de que los "crímenes" de la Alemania nacionalsocialista fueran "revelados" a un mundo atónito, estremecido y horrorizado a través de noticieros y titulares sensacionalistas.

Ha habido millones de palabras, y decenas de miles de libros, escritos acerca de los procedimientos de Núremberg en respuesta a esos presuntos crímenes, publicaciones en toda clase de lenguaje, todos tomando prestadas sus notas unos de otros y repitiendo la propaganda Aliada de posguerra.


Una mentira repetida seis millones de veces, sin embargo, no se convierte en verdad por su mera repetición. Este ensayo inspeccionará las condiciones previas y los motivos de la mentira.

Las generaciones que se han hecho adultas desde el final de la Segunda Guerra Mundial han tenido pocas posibilidades de mirar de manera crítica los Juicios de Núremberg. A ellas no se les ha permitido el acceso, por ejemplo, a la información que muestra lo que algunas personas importantes y personalidades pensaron entonces acerca del repulsivo proceso entero de utilizar leyes ex post facto [promulgadas después de los hechos] contra un ex-enemigo prácticamente indefenso, militarmente derrotado y aún militarmente ocupado.


Según Nahum Goldman, ex-presidente del Congreso Judío Mundial, los proyectos estaban siendo planeados con gran cuidado y astucia incluso durante la guerra, y estaban siendo puestos los fundamentos para la mentira. Mucho antes de que Estados Unidos consintiera en proporcionar sus hombres jóvenes a una guerra fratricida luchada no por intereses nacionales estadounidenses sino en favor de los intereses de un pueblo extranjero y de un Estado que ni siquiera existía entonces, surgió en la existencia esteInstituto de Asuntos Judíos en Nueva York que preparó un brebaje diabólico.


Escribe Goldman en La Paradoja Judía, páginas 122-123, abordando este asunto:


«La idea del Instituto era que la Alemania nacionalsocialista debería pagar después de su derrota. Aquello, sin embargo, requería creer en la derrota, en un momento en que parecía probable que la guerra en Europa estaba perdida para los Aliados; pero como Churchill y De Gaulle, conservé mi fe. Nunca dudé ni por un momento, porque yo sabía que Hitler nunca lograría moderarse y que sus excesos arrastrarían a los Aliados hacia el conflicto.

«Según las conclusiones del Instituto, las reparaciones alemanas tendrían que ser pagadas primero a la gente que había perdido sus pertenencias por causa de los nacionalsocialistas. Posteriormente, si, como esperábamos, el Estado judío era creado, los alemanes pagarían compensaciones para permitir a los sobrevivientes establecerse allí. La primera vez que esta idea fue expresada fue durante la guerra, en el curso de una conferencia en Baltimore».


Como sabemos, y nunca se nos permite olvidar, a su debido tiempo Hitler perdió la guerra. Entonces llegó el momento para llevar a cabo juicios-espectáculos de tipo estalinista contra la derrotada dirigencia alemana. ¿Era esto simplemente acerca de "castigo"? ¡Piénselo otra vez!.


Continúa Goldman:


«La importancia del tribunal que se sentó en Núremberg no ha sido reconocida en su verdadero valor. Según el Derecho internacional, era en efecto imposible castigar a soldados que habían estado obedeciendo órdenes. Fue Jacob Robinson quien tuvo esta idea extravagante y sensacional. Cuando él comenzó a tantearla entre los juristas de la Corte Suprema estadounidense, ellos lo tomaron por un tonto. "¿Qué hicieron estos oficiales nacionalsocialistas que era tan sin precedentes?", preguntaron ellos. «"Usted puede imaginar a Hitler siendo procesado, o quizá incluso a Goering, pero éstos son simples soldados que cumplieron sus órdenes y se comportaron como soldados leales". Nosotros por lo tanto teníamos el problema más grande en lograr persuadir a los Aliados; los británicos estuvieron justamente opuestos, y los franceses escasamente interesados, y aunque ellos participaron más tarde, no jugaron ningún gran papel. El éxito vino porque Robinson logró convencer al juez de la Corte Suprema Robert Jackson» (La Paradoja Judía, p. 122).


¿Qué siguió después? ¡Control total de las comunicaciones y manipulación de las noticias mediante la censura!.


Las potencias Aliadas, en virtud de haber establecido un gobierno militar —uno podría llamarlo también una dictadura militar, desde muchos puntos de vista más restrictiva que lo que el Estado de Adolf Hitler lo había sido— tenía un estricto control sobre todos los canales de comunicación.


Este hecho no puede ser exagerado. Desde el control y supervisión del servicio de correos, pasando por el del telégrafo y de los sistemas telefónicos, emisoras de radio, hasta libros, periódicos y empresas editoras de revistas, los Aliados estaban completamente a cargo mediante un inteligente "sistema de licencias".


Cualquiera que no se atuviera rigurosamente a la línea de la propaganda Aliada perdía su licencia o le era suspendida como castigo. Los periodistas perdían sus acreditaciones. Los periódicos perdían su ya muy escaso suministro de papel o las asignaciones de tinta para sus imprentas, o perdían sus privilegios de envíos postales a precio reducido. Adicionalmente, Alemania fue dividida en zonas de ocupación militar, que eran como mini-Estados, que emitían sus propios pasaportes, cupones de alimentos y combustible, así como tarjetas de racionamiento y vestuario fijas.  Si usted quería viajar en la Alemania ocupada de una zona a otra en los años inmediatos de posguerra, tenía que explicar a las autoridades militares locales en una petición escrita por qué usted quería viajar a otra zona, a quién quería ver usted, y dónde usted tenía la intención de quedarse. Usted tenía que solicitar cupones de racionamiento para el período de su ausencia.


Había otros procedimientos burocráticos, y, para el equipo de la defensa en Núremberg, restricciones muy inoportunas también, algunas a propósito, otras de manera predeterminada. Muchos trenes no viajaban según lo programado o ni siquiera en absoluto, por falta de carbón. La mayor parte de los edificios carecía de calefacción. El pueblo pasaba hambre. El campo estaba en gran parte sin hombres. Había ruinas dondequiera que usted mirara, miseria por todas partes, ¡más miseria que la que hubo alguna vez durante la guerra amargamente luchada!.


Encuentro en mis conversaciones y entrevistas, e incluso durante mis casos judiciales, que jueces, acusadores y aún los abogados de la defensa, no tienen la más remota idea de lo que realmente era la vida para los equipos de la defensa en Núremberg en los años 1946 a 1949.

La generación de hoy, lavada de cerebro por el alarde publicitario de alta tecnología de frenesí alimentado por los medios de comunicación y una superabundancia de imágenes del juicio a O. J. Simpson, no tiene ninguna idea de bajo qué circunstancias trabajaron los abogados alemanes de la defensa. ¡Ni la más mínima pista!.


Además, sospecho que a la cínica generación de abogados, acusadores y jueces avarientos y auto-promocionados de hoy le importa un comino lo que era la horrible verdad y la realidad de entonces. Sin embargo, algunas de estas cosas deben ser registradas por el bien de la Historia.


Imagine que usted dijera a los poderes de ocupación que usted quería ir a Núremberg para declarar en defensa de Rudolf Hess, Joachim von Ribbentrop, Kaltenbrunner, Göring, Streicher, o líderes militares como Keitel, Jodl, Dönitz, Raeder u otros. Si el hombre militar a quien usted solicitaba el permiso era un judío con uniforme de Rusia, Francia, EE.UU. o Inglaterra, ¡imagine la respuesta! ¿No pensaría él que el solicitante alemán era todavía un "amante de los nazis" intentando un mal adicional?.

No se requiere ser un científico de cohetes para entender por qué muchas personas huirían de ser políticamente implicados como testigos o expertos de la defensa después de haber sobrevivido recién a una guerra brutal, horrendas incursiones de bombardeo y a las hordas violadoras y saqueadoras de los autoproclamados "libertadores".

¿Quién elegiría voluntariamente exponerse para ser detenido, golpeado, torturado, etc., considerando las circunstancias? Es notable que de algún modo hubiera testigos de la defensa que aparecieron y trataron de ayudar a aquellos desdichados prisioneros en Núremberg.

Hay casos de abogados de la defensa que habiendo localizado y convencido a testigos cruciales para que testificaran, vieron que éstos estaban siendo retenidos en campos Aliados para prisioneros, sólo para encontrarlos —¡muy conveniente para el procesamiento!— "perdidos" durante las transferencias, "perdidos" el suficiente tiempo hasta que los procedimientos hubieran pasado el punto donde su testimonio pudiera haber sido útil para la defensa.


Estos abogados de la defensa trabajaron contra probabilidades casi insuperables. Ellos se sentaban en sótanos fríos, húmedos, sótanos de casas bombardeadas medio arruinadas con ventanas tapiadas, que trabajaban en abrigos, escribiendo con dedos agarrotados, llevando puesto sombreros, bufandas y guantes para protegerse contra el frío y la progresiva humedad.


Ellos estaban tratando de escribir algún texto y de formular algún argumento de modo que un cliente, que era diariamente vilipendiado en la prensa y en la radio, en los noticieros y en la radio de las Fuerzas Armadas, como un monstruo despreciable y un criminal sin rasgos humanos, pudiera conseguir una apariencia de defensa en aquellos procedimientos pesadillescos y kafkianos llamados los Juicios de Núremberg.


Aquellos eran tiempos realmente desesperados para los alemanes. La defensa se veía obstaculizada por carencia de personal, espacio, máquinas de escribir y cintas e incluso de papel carbón así como instalaciones de fotocopias y provisiones de papel. Recuerde que, en 1945, una fotocopia significaba exactamente lo que su nombre decía. ¿Quién elegiría voluntariamente exponerse para ser detenido, golpeado, torturado, etc., considerando las circunstancias? Es notable que de algún modo hubiera testigos de la defensa que aparecieron y trataron de ayudar a aquellos desdichados prisioneros en Núremberg.


Hay casos de abogados de la defensa que habiendo localizado y convencido a testigos cruciales para que testificaran, vieron que éstos estaban siendo retenidos en campos Aliados para prisioneros, sólo para encontrarlos —¡muy conveniente para el procesamiento!— "perdidos" durante las transferencias, "perdidos" el suficiente tiempo hasta que los procedimientos hubieran pasado el punto donde su testimonio pudiera haber sido útil para la defensa.


Estos abogados de la defensa trabajaron contra probabilidades casi insuperables. Ellos se sentaban en sótanos fríos, húmedos, sótanos de casas bombardeadas medio arruinadas con ventanas tapiadas, que trabajaban en abrigos, escribiendo con dedos agarrotados, llevando puesto sombreros, bufandas y guantes para protegerse contra el frío y la progresiva humedad.


Ellos estaban tratando de escribir algún texto y de formular algún argumento de modo que un cliente, que era diariamente vilipendiado en la prensa y en la radio, en los noticieros y en la radio de las Fuerzas Armadas, como un monstruo despreciable y un criminal sin rasgos humanos, pudiera conseguir una apariencia de defensa en aquellos procedimientos pesadillescos y kafkianos llamados los Juicios de Núremberg.

Aquellos eran tiempos realmente desesperados para los alemanes. La defensa se veía obstaculizada por carencia de personal, espacio, máquinas de escribir y cintas e incluso de papel carbón así como instalaciones de fotocopias y provisiones de papel. Recuerde que, en 1945, una fotocopia significaba exactamente lo que su nombre decía.


Una fotografía tenía que ser tomada usando un tipo de película especial. Un negativo tenía que ser desarrollado y secado. Ese negativo tenía que ser proyectado por medio de una ampliadora sobre papel fotográfico sensible a la luz en un cuarto oscuro. Tenía luego que ser desarrollado usando productos químicos no fácilmente disponibles y tambores secadores eléctricos que consumían la preciosa electricidad para secar las impresiones. La electricidad era racionada severamente a aproximadamente dos horas cada día, con sólo algunos kilovatios permitidos por persona. Trate de ponerse en el lugar de los equipos alemanes de la defensa, cuando a dos docenas de abogados, que defendían a un gran número de clientes diferentes, se les entregaba un documento de 30, 50, 100 ó 200 páginas por parte de los acusadores —a menudo éste era el único grupo de documentos para todos los abogados— y usted tenía un tiempo limitado hasta el día fijado por el tribunal para estudiar, analizar, sopesar las acusaciones, buscar testigos potencialmente exculpadores, en un país bombardeado donde decenas de millones de personas estaban sin hogar, congelándose y privados de comida.


Las viejas guías telefónicas todavía existentes y los directorios de la ciudad eran prácticamente inútiles, porque el servicio telefónico no estaba todavía restaurado en muchos sitios, y las personas particulares casi nunca conseguían un teléfono aprobado por las autoridades de ocupación a menos que usted fuera "esencial", digamos, como un doctor médico.


Ahora, veamos los derechos de los acusados para conseguir al abogado de su elección, un derecho sagrado en los países más civilizados. ¿Qué piensa usted que eso significaba en aquellos días histéricos y sin ley en la Alemania de posguerra? ¿Qué abogado podría permitirse ponerse del lado de un "monstruo nazi"?.


Muchos años más tarde, mi propio abogado fue a veces acusado, durante mis propios procesos en la pacífica y democrática Canadá, de "estar demasiado estrechamente asociado" conmigo, el acusado, por comentaristas de los medios, otros abogados y aún, ocasionalmente, por un juez que mostró una intolerancia desenfrenada contra un acusado vilipendiado por aquellos en la sociedad contemporánea que tienen en sus manos el destino de la gente acusada.


Imagine qué coraje deben haber requerido aquellos abogados de la defensa de Núremberg —quienes también eran padres de hijos y maridos de mujeres—, todos contentos por haber sobrevivido a la guerra, todos ellos tratando de construír nuevas carreras a partir de los escombros de la Alemania derrotada, devastada en 1946. Se requería mucho más que agallas. Se requería una real dedicación a un principio y un amor por la justicia que pocos en la sociedad de hoy podrían afirmar tener o apoyar. Digamos que usted era un abogado con tales rasgos heroicos. Los Aliados muy a menudo podrían declararlo a usted un "nazi" también, poniéndolo en la clase de los "criminales", ya que el Partido Nacionalsocialista fue declarado "una organización criminal" por los conquistadores. La mayor parte de la élite intelectual de Alemania había sido miembro del Partido Nacionalsocialista, y casi todos habían ido a la guerra, y las posibilidades eran que hubieran sido severamente heridos o incluso muertos.



Aquellos que sobrevivieron eran realmente personæ non gratæ. Ellos volvieron de una guerra devastadora, y se encontraron no sólo criminalizados sino privados de sus derechos cívicos y humanos por conquistadores crueles que todo el tiempo seguían hablando sin cesar su propaganda sobre el maravilloso Nuevo Orden Aliado.


Si usted, contra enormes probabilidades, finalmente se encontraba examinado, interrogado y acreditado como un abogado en los Juicios de Núremberg, ¿a qué se hubiera usted enfrentado en efecto? Demos una mirada fría y dura a este así llamado Tribunal Militar Internacional (TMI). ¡Cuán honesto y noble que suena! Una etiqueta así puede esconder muchas llagas. Aquella llaga de Núremberg todavía está viva.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Por el SS-Unterscharführer Büttner

Las modernas Leyes Anti-Judías ya existían en tiempos de los germanos, el impuesto sobre parte de la fortuna judía, hace 1.300 años.  Hoy es universalmente sabido que la cuestión judía no se ha planteado únicamente desde el nacimiento del nacionalsocialismo sino que, ya en la Edad Media, los campesinos y ciudadanos alemanes debieron defenderse contra el judaísmo destructor de pueblos. Pero muy poca gente sabe que una tribu germánica debió librar, hace más de 1.300 años, una lucha a muerte contra el judaísmo internacional.

Desgraciadamente, poseemos pocos documentos que nos relaten este conflicto entre germanos y judíos. Son, sin embargo, suficientes para que podamos formarnos una idea de los acontecimientos que se desarrollaron en el Imperio español de los visigodos. Constatamos con sorpresa que las leyes y decretos contra los judíos se parecen de una manera pasmosa a las leyes y decretos anti-judíos del Tercer Reich, y, en particular, a los últimos promulgados en lo que se refiere al impuesto sobre la fortuna.


¿Cómo llegaron los visigodos a la promulgación de esas leyes anti-judías? En tiempos del Imperio Romano, España había sido una ciudadela para los judíos. El pulpo judío había introducido sus ventosas en todos los centros comerciales, vías de comunicación y cargos públicos. Esa preponderancia había sido abolida con la fundación del Imperio godo en España. Al principio, los visigodos consideraban a los judíos como un pueblo más entre los muy numerosos que vivían entonces en la península ibérica Así pues, los judíos fueron tratados, de entrada, con mucha benevolencia. Los reyes visigodos, sin embargo, pronto constataron que se trataba de una raza de hombres muy particular que se distinguía del resto de la población, no tan sólo por sus creencias sino también, y ante todo, por sus predisposiciones delictivas. Por tal razón, el rey visigodo Recaredo I fue el primero, en el año 590, en promulgar una ley prohibiendo a los judíos poseer esclavos, desempeñar cargos públicos y contraer matrimonios mixtos con no-judíos. Su sucesor, Sisebuto, fue aún más severo. Naturalmente, no fue, tal como pretenden judíos y cristianos, la consecuencia de un exceso de celo religioso cristiano, sino porque ese previsor jefe germano, descrito por sus contemporáneos como excepcionalmente erudito, generoso y tolerante, en particular en lo referente al trato dado a los prisioneros de guerra, estaba persuadido del peligro que representaban los judíos y su nocividad. Sisebuto promulgó dos decretos anti-judíos de los que citamos a continuación las disposiciones mas importantes. 

1. Los judíos ya no podrán tener domésticas ni sirvientes Si todavía los tienen, aquéllos deberán ser despedidos tras un plazo legal.
2. Los judíos sólo podrán tener empleados judíos.
3. Los matrimonios entre judíos y cristianos serán inmediatamente disueltos.
4. Los cristianos que se conviertan al judaísmo serán severamente castigados.
5. A los judíos se les prohíbe toda actividad política o pública.
6. Todo judío que desee viajar deberá proveerse de un salvoconducto que hará visar por un eclesiástico en todas las ciudades en que habrá permanecido y que deberá devolver cuando regrese a su domicilio.
7. Se prohíbe a todo cristiano comprar medicamentos a un judío o ser tratado por un médico judío.


En conclusión de esta ley, Sisebuto, rey de los visigodos, añadió: «Mis sucesores en el trono godo que anularen estas prohibiciones, serán condenados, juntamente con los judíos culpables, a la condenación eterna».


Sisebuto sólo reinó durante ocho años. Murió de repente, en el año 620, envenenado por un desconocido.


Su hijo Recaredo II reformó aún más las leyes anti-judías de su padre. Sólo reinó catorce meses, pues el 16 de Abril del año 621, ¡se le encontró, a él también, envenenado! Los que hemos vivido el asesinato de Wilhelm Gustloff, de Ernst von Rath, de Codreanu y de otros adversarios del judaísmo, sospechamos quiénes fueron los instigadores del asesinato de aquellos dos reyes de los visigodos. Sin embargo, Suintila, que subió al trono tras Recaredo II, ¡abolió las leyes anti-judías de Sisebuto!.


Es verdad que ciertos reyes visigodos que les sucedieron tomaron medidas contra los judíos, sobre todo contra los que se habían bautizado. Parece, no obstante, que tales prescripciones no fueron seguidas con el necesario rigor por el bajo clero encargado de su aplicación. En efecto, la influencia desmoralizante del judaísmo no se debilitó, sino que, al contrario, se reforzó en los años siguientes. En el curso de los desórdenes internos que sacudieron al Imperio visigodo y disminuyeron la autoridad del trono en detrimento del clero católico, los judíos encontraron la posibilidad de reanudar sus actividades subversivas. Sin embargo, la resistencia contra los judíos aumentó de nuevo con el reinado de los mejores reyes visigodos: el rey Egica (687-702) invitó, en el año 693, al Concilio de Toledo, al que asistió personalmente, a ¡extirpar totalmente el judaísmo! Pidió, además, una nueva ley que prohibiera a los judíos penetrar en los puertos para comerciar con los cristianos. En otro Concilio de Toledo (año 694) desveló el plan de alta traición de los judíos contra el Imperio de los visigodos: los judíos del Imperio visigodo habían entrado en relación con los judíos de África del Norte. La revuelta urdida por los judíos debía estallar en el ano 694. Los judíos norteafricanos desembarcarían en España y ésa sería la señal de ataque contra la pequeña clase social de los visigodos germánicos. Tras el descubrimiento de esta maquinación judía que amenazaba la estabilidad del reino, el rey Egica adoptó las conclusiones del Concilio, a saber, que los judíos serían, juntamente con sus mujeres, sus hijos y todos sus bienes, considerados como formando parte del tesoro público, despojados de sus moradas y colocados individualmente, en calidad de lacayos del rey, al servicio de los cristianos.


Constatamos aquí, con turbadora precisión, cómo los métodos y los objetivos han permanecido inalterables, pero también con qué perspicacia ese rey germánico había descubierto los planes judíos y, con perfecto conocimiento de causa, había tomado unas medidas, muchas de las cuales, hoy, nos parecen banales. El drama del Imperio visigodo fue que el trabajo de agitación subversiva de los judíos se había extendido demasiado en un Estado desorganizado y que al rey le faltaba la fuerza necesaria para hacer cumplir verdaderamente sus leyes. La suerte de ese Estado fue trágica e inevitable. Los judíos iniciaron entonces su vengativa obra contra ese Imperio germánico que había osado levantar la mano contra el "pueblo elegido". El primer plan de alta traición había sido descubierto por el mismo Egica. El segundo plan tendiente a la aniquilación del Imperio germánico de los visigodos tuvo éxito: los judíos facilitaron la llegada a España de los árabes del África del Norte. Los halagaron prometiéndoles convertirse al Islam. Como los árabes se mostraban escépticos, les citaron viejas profecías en las cuales podía leerse que era justamente en esa época precisa cuando los judíos debían "volver al Islam".Los árabes desembarcaron en España y los judíos les abrieron las puertas de las plazas fuertes. La misma capital, Toledo, cayó, por una traición, en manos de los árabes. En todas partes los judíos acogieron al enemigo como un libertador. Éste les demostró su agradecimiento entregándoles, "en custodia", las ciudades de Córdoba, Sevilla, Toledo y Granada. Con la ayuda de los judíos españoles, el general musulmán Tarik desembarcó en Andalucía y derrotó con su ejército, en Jerez de la Frontera, en el curso de una batalla que duró siete días, en el año 711, a Rodrigo, el rey anti-semita de los visigodos. El Imperio de los visigodos se derrumbó y los últimos visigodos se refugiaron en las montañas de Asturias.


Un pasaje de una obra del judío Rosenstock, escrita en 1879, nos muestra con qué júbilo saludan los judíos las "proezas" de sus padres: «La crueldad de las persecuciones aumentó con Ervigio y Egica, pero no menos que la resistencia de los judíos y de los falsos conversos, es decir, de los judíos bautizados, y la dominación visigoda terminó por hundirse cuando los judíos acogieron como libertadores a los invasores árabes conducidos por Tarik, hicieron causa común con ellos y les ayudaron a conquistar todo el país. Combatieron por la conquista del poder de los unos y por la caída de los otros». La caída de los visigodos hizo de España un paraíso para los judíos, que pronto coparon las más altas funciones en la Corte y en los cargos públicos.

El Nacimiento de la Europa Germánica hacia el año 500 d.C. por Hans Jörg Boecker

La anexión del Sur europeo a la comunidad de los pueblos germánicos, esa creación de una base adelantada en el Sur del espacio vital germánico fue de la mayor importancia para el devenir global de Europa. Sólo gracias a la clase dirigente del tipo germánico pudieron esos pueblos cooperar en la civilización caballeresca de la Edad Media, en la cual se reveló la primera Europa, tal como la conocemos hoy. Cuando en el siglo V d.C. los pueblos germánicos asestaron violentos golpes provocando la desintegración del Imperio Romano en Europa en Italia, en las Galias y en España crearon simultáneamente los fundamentos de la Europa actual. Una nueva época comenzó con ellos. El Imperium Romanum se encontraba ya en un estado de decadencia interna cuando en aquellos días de Enero del año 406 las tropas germánicas abatieron definitivamente sus fronteras en el Rin y en Francia. No engrandecieron tan sólo el territorio germánico por una incesante colonización sino que también fundaron ciudades en expediciones de audaces conquistas. Unas decenas de años más tarde, un romano cuenta:


«Los funcionarios, no sólo de las ciudades sino también de las comunidades rurales y de los pueblos, son todos unos tiranos. Se les quita todo a los pobres, las viudas gimen, los huérfanos son pisoteados. La presión de los impuestos y las extorsiones pesan sobre todos de una manera terrible. Muchos de entre ellos, incluso hombres de origen noble y ciudadanos libres, huyen al territorio de los germanos para no ser víctimas de las persecuciones de los poderes públicos y ser ejecutados. Buscan, pues, una humanidad romana en la casa de los bárbaros, porque no pueden soportar la bárbara inhumanidad de los romanos. Prefieren ser libres bajo la apariencia de la servidumbre que llevar una vida de esclavos bajo la apariencia de la libertad. E incluso los romanos que viven bajo la dominación de los godos, de los vándalos y de los francos, sólo tienen un deseo: no volver a vivir bajo la legislación romana. Todo el pueblo romano suplica al cielo poder continuar viviendo con los germanos». 
Donde los germanos establecían su poder, el Derecho y el orden reemplazaban al despotismo de los grandes propietarios agrarios y de los grandes financieros.


Estos nuevos Estados germánicos implantados en el suelo del Imperiumtuvieron un destino rico en peripecias. Fueron, en su mayoría, tribus germánicas orientales quienes se establecieron en el Sur. Habían venido desde Suecia y Dinamarca al principio de la Era cristiana y se habían establecido entre el Oder y el Vístula... godos, vándalos y borgoñones, así como otros, tales corno los ruges, los hérulos o los gépidos. Tomaron la patria de los bastarnos y de los skiras que, mil años antes, se habían instalado en las costas de Pomerania. Desde el siglo II los convoyes conquistadores de los germanos orientales partieron de ese espacio Este-alemán. Mientras que una parte de los vándalos se apoderaba de Hungría, los godos fundaban un poderoso Imperio en el Sur de Rusia y en Rumania. A partir del siglo III emprendieron simultáneamente constantes expediciones guerreras contra elImperium romano. Los romanos, tan orgullosos antaño, se defendían muy penosamente contra las tropas atacantes y, en ese caso, únicamente gracias a las tropas auxiliares germánicas enroladas en el ejército romano. Pero, cuando hacia el año 370 los hunos surgieron del Asia y derrotaron al Imperio godo en Rusia, los visigodos abandonaron sus hogares... Devastaron los Balcanes, entraron en Italia en el año 410 conducidos por su rey Alarico, conquistaron Roma y consolidaron su reino tras la muerte de su glorioso rey en el Sur de Francia, desde donde llegaron a España hacia el año 460.

De una manera análoga, los vándalos y los suevos habían llegado al Rhin en el año 406, atacando a lo largo del Danubio; habían atravesado la Galia y conquistado España. Mientras los suevos se quedaban en el Noroeste de la península, los vándalos fueron, algo más tarde, al África del Norte y sometieron a esa rica provincia. Pero su fuerza guerrera se debilitó pronto bajo el clima debilitante del Mediterráneo. Y su fuerza numérica no bastó para instaurar una supremacía duradera sobre los habitantes del país, originarios de otros pueblos: el pueblo vándalo no se componía más que de 85.000 hombres. Ya no quedaban rastros de él cuando, un siglo después, fue destruído por las tropas del Emperador de Bizancio. Aparentemente, el destino de los ostrogodos en Italia fue similar. Habían salido de Hungría hacia el año 470, bajo el reinado de su gran rey Teodorico donde habitaban desde el hundimiento de su Imperio del Sur de Rusia y habían conquistado en poco tiempo la península italiana. Teodorico superaba en poder, en renombre y en influencia a todos los demás reyes germánicos de su época. Y, sin embargo, su pueblo tampoco fue lo bastante fuerte y numeroso para poder conservar el poder. Tras veinte años de combates, debieron finalmente sucumbir ante la superioridad del Imperio romano oriental en el año 553. Los restos del pueblo que habitaba en la alta Italia se asimilaron a los lombardos que recibieron su herencia y erigieron en Italia septentrional y central un poder fuerte que duraría siglos...


Así había nacido en el Sur de Europa una zona en la que las tribus germánicas dominaban a la población romana: en España los visigodos, y los borgoñones, luego también los francos; en Italia los ostrogodos y, más tarde, los lombardos.


En todos estos países los inmigrantes germanos se habían instalado con esposas, hijos, criados y criadas, en tanto nobleza combatiente que ejercía el poder sobre los autóctonos vencidos por ellos. Aquéllos debieron ceder una parte de sus propiedades y de sus esclavos a los nuevos señores con objeto de que cada familia germánica pudiera poseer y regir su finca. Los hombres germánicos eran pues, a la vez, campesinos y guerreros. En tiempo de paz vivían la mayor parte del tiempo diseminados por todo el país, mientras que muchos de los más jóvenes constituían el séquito del rey en su corte o combatían en las unidades que servían de guarnición en los castillos, fuertes fronterizos y ciudades, para salvaguardar la paz con las armas en la mano. Pero, en caso de peligro, se reincorporaban de nuevo a sus antiguas unidades militares y empuñaban alegremente sus espadas.


La descripción que hace un contemporáneo de los godos que reinaban en España revela cuál era la naturaleza de los conquistadores germánicos: «Los godos tienen cuerpos ágiles y fuertes, espíritus vivos llenos de confianza en sí mismos. Son altos y esbeltos, llenos de dignidad en la actitud y el gesto, prontos a la acción e insensibles a las heridas. Llegan a vanagloriarse de sus cicatrices y desprecian la muerte». Pero, a la larga, esas numerosas tribus numéricamente débiles no pudieron mantenerse distanciadas de los pueblos dominados. Con el paso de los siglos debieron fusionarse cada vez más estrechamente con ellos. Los jefes de los autóctonos accedieron primeramente a cargos dirigentes, y pronto los señores germánicos aprendieron también la lengua de sus súbditos y vistieron trajes meridionales. Perdieron progresivamente su carácter germánico y se fundieron así, poco a poco, con los pueblos autóctonos. Puede deplorarse que se perdiera tanta sangre germánica. Pero esto, por otra parte, condicionó el nacimiento de una Europa homogénea, pues, durante siglos, incluso hasta los tiempos modernos, la herencia de la sangre germánica sobrevivió en las clases dirigentes de esos pueblos románicos.


La influencia duró mucho tiempo, incluso hasta la Edad Media. El personaje clave de la Edad Media, el caballero, estaba totalmente animado en su actitud por el espíritu germánico. Fue pues también la herencia de la sangre germánica la que se tradujo en las grandes obras de esos pueblos en los siguientes siglos. La herencia germánica se perpetuó en los nobles españoles que, a partir del siglo XII, expulsaron a los árabes de España y partieron como conquistadores a América. Vivió en los caballeros provenzales que contribuyeron a proteger a Europa en el frente del Mediterráneo Oriental del asalto del Islam. Se expresó igualmente en un Leonardo da Vinci y en otros grandes hombres del Renacimiento que, hacia el año 1500, crearon las realizaciones culturales sin las cuales nuestra vida actual seria inconcebible.


La anexión del Sur europeo a la comunidad de los pueblos germánicos, esa creación de una base adelantada en el Sur del espacio vital germánico fue de la mayor importancia para el devenir global de Europa. Sólo gracias a la clase dirigente del tipo germánico pudieron esos pueblos cooperar en la civilización caballeresca de la Edad Media, en la cual se reveló la primera Europa, tal como la conocemos hoy. Pero esta Europa "nuestra" no fue fundada realmente más que por esta parte del pueblo germánico que hizo de la Europa central el corazón alemán incluídos los Países Bajos, Bélgica y el Norte de Francia, un territorio étnico germánico. Las realizaciones de los francos fueron su origen. En el siglo VIII pudieron decir con toda justicia y claramente conscientes de su importancia histórica, que Europa era la tierra del Imperio Franco. Poco tiempo antes de la Era cristiana, las tribus germánicas habían abandonado su antigua área de "hábitat" para dirigirse hacia el Sur y el Oeste, y habían colonizado toda Alemania hasta el Danubio, los Vosgos y el Mosa. El territorio alemán se había convertido en una "Germania". Durante siglos el Imperio Romano había contenido a estas tribus, principalmente a los francos del Bajo Rin, a los alamanes del Alto Rin y del Danubio, y a los bávaros en Bohemia, aunque no pudieron impedir la instalación cada vez mas importante de estos colonos germánicos al Oeste del Rin. Pero tras el hundimiento del Imperium, poco después del año 400, estos pueblos progresaron también; sin embargo, no sometieron más que el país que podían colonizar enteramente. Así, Alemania se convirtió en germánica hasta las cimas de los Alpes incluídas Suiza y Alsacia, mientras que los francos atravesaban el Rin, desde el Mosela hasta su desembocadura e invadían en un siglo todo el país que se extiende hasta la región del Sena (un poco al Norte de París) con densas implantaciones germánicas. Simultáneamente, los frisones y los sajones habían ocupado los Países Bajos al Norte de la desembocadura del Rin. Más al Norte aún, los anglos y los sajones empezaron a colonizar Inglaterra partiendo de la desembocadura del Elba.

Así, el espacio vital germánico situado en el centro de Europa había llegado a ser un bloque poderoso, que se extendía al Oeste y al Este del Rin hasta La Mancha y hasta el Oder. Allí vivía la mayor parte de los germanos que, en los siguientes siglos, debían unirse para constituír el pueblo de los alemanes. Y es desde allí que se desarrolló el centro de la Europa germánica.