domingo, 23 de noviembre de 2014
Confundidos por la Esvástica
Actualmente, la esvástica es un símbolo inseparable del Tercer Reich, hasta el punto de que su exhibición está prohibida en Alemania. Pocos símbolos han visto relegado a tan gran extremo su significado original. Así, no es infrecuente que los turistas occidentales con su correspondiente lavado de cerebro de visita en la India se sientan provocados y expresen su enojo ante la contemplación de las esvásticas que siguen decorando toda clase de edificios, desconocedores del significado positivo que todavía se le atribuye en la cultura hindú. Más que cualquier razón ideológica, es la intensa capacidad provocadora de este símbolo en las sociedades occidentales posteriores a 1945 la que ha llevado a que algunos grupos contraculturales, como el movimiento heavy metal, la incorporen a su vestimenta como señal de rebeldía. Evidentemente, la esvástica sigue siendo el símbolo por excelencia de los grupos neo-nazis, aunque las asociaciones vinculadas a ella hayan promovido la reciente aparición de algunos símbolos nuevos "sólo para iniciados", como el llamado "Sol Negro", una estrella de doce brazos angulados insertada en un círculo, que consituye una variante de la esvástica mucho más compleja pero menos comprometedora. El historiador de las religiones Harald Strohm, por su parte, ve la esvástica nacionalsocialista es un correlato de la cruz luminosa o sphaira maniquea, los maniqueos interpretaban la "X" así formada como la rueda cósmica que impulsaba hacia el universo a las almas que habían logrado redimirse de su vinculación a la materia, siendo, por tanto, capaz de distinguir entre el bien y el mal. Con todo, el principal competidor simbólico de la esvástica no fue un símbolo político sino religioso. Aunque la disposición a "morir por la cruz" puesta de manifiesto durante las Cruzadas constituyó un referente histórico que la esvástica nacionalsocialista pretendía emular, el sometimiento y la humillación física de Jesús rememorados a través del crucifijo debían ser sustituídos por el luminoso espíritu de victoria del héroe germánico representado por el "símbolo solar" de la esvástica. El juego de asociaciones entre la cruz cristiana y la esvástica era muy frecuente, y pueden encontrarse rastros de él en casi todos los ámbitos. Así, por ejemplo, la dedicatoria de un libro obsequiado a Hitler en 1933 rezaba "al Mesías de la esvástica". También las capillas de las escuelas alemanas eran decoradas con la esvástica durante la celebración de las "festividades matinales" que sustituían a las oraciones matutinas. También Göring tenía en su casa una capilla bajo el signo de la esvástica, y los conjuntos florales que enviaba a sus familiares políticos suecos o a la tumba de su difunta esposa siempre adoptaban esa forma.
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