domingo, 30 de septiembre de 2012

soy un lobo solitario

Soy un lobo solitario, secreto, realizo vigilancia, reconocimiento e inteligencia entre mis enemigos. No me uno a grupos u organizaciones debido a los informantes, agentes provocadores e infiltrados. Siempre evito dar mi nombre o estar anotado en una lista, por el contrario yo si tengo una lista de datos mis opositores, se donde viven, donde realizan sus compras, donde estudian sus hijos, las placas de sus vehículos, donde viven sus parientes, donde se divierten con sus amigos, sus hábitos e incluso sus fechas de nacimiento.
He analizado y estudiado a otros lobos solitarios como el Unabomber, Eric Rudolph, Robert Mathews, Timothy McVeigh y otros, he aprendido de sus errores cuando se preparaban para la guerra que viene. Soy listo y furtivo, cuando la opresión sea demasiado fuerte atacare, por ahora esta guerra es incruenta, no tengo apuro ni busco líos innecesarios, mis enemigos son la razón de mi existencia.
Si alguna vez soy detenido por las autoridades solo debo responder con 5 palabras: “No tengo nada que decir” en mi domicilio, vehículo, trabajo o escuela no guardo ningún material o información que me pueda incriminar
No comparto mi verdadera creencia con nadie del trabajo o escuela, incluso a veces me hago pasar por antirracista o liberal para pasar desapercibido, incluso si estoy en una posición de autoridad no divulgo mis verdaderos objetivos, mis acciones siempre deben ser secretas. Yo protejo la identidad de mis informantes que trabajan en el Gobierno o los Cuerpos de Seguridad, ellos me proveen de información valiosa de Inteligencia para hacer más eficaz mi lucha, yo uso y decodifico la propaganda blanca, grís y negra, esto se llama “guerra psícologica” soy el combatiente insurgente, subterráneo e independiente, acechando e infiltrado en sus barrios y urbanizaciones, escuelas, bares, tiendas, centros de policía, etc.
Soy el Lobo Solitario
Escuchando y observando siempre…

Carteles del Reich..traducidos

Una nacion cuya sangre se mantiene libre de contaminacion judia, vivira por siempre. Julius Streicher


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5 años de Fortaleza atraves de la felicidad, no es simplemente una organizacion recreativa, tambien es una comunidad nacional socialista que contribuye con la creacion de nuevo estilo de vida y un nuevo orden social. Dr. Robert Ley.


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Solo aquel se prepare para trabajar para la nacion, tiene derecho de vivir como ciudadano de dicha nacion. Alfred Rosenberg


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Mientras una Nacion y su lider sean uno solo, Alemania sera invencible. El señor nos mando al Fuhrer no para ordenarnos perecer, sino para que Alemania perdure!. Hermann Goring.



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Los hombres va y vienen, pero esta comunidad cuya nacion siempre se renueva, debera ser eterna. Adolf Hitler


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El nuevo año debera vernos, llenos con nuevo y sagrado fervor para defender a nuestra nacion. Adolf Hitler.

viernes, 28 de septiembre de 2012

algunos comandantes


Comandantes Alemanes

        Mariscal de Campo Wilhelm Keitel.- Jefe del OKW a partir de 1938.


           Mariscal de Campo Walther von Brauchitsch.- Comandante en jefe del ejercito alemán, durante sus espectaculares victorias entre 1931 y 1941.

             General Coronel Franz Halder.- Mandó el estado mayor general durante la campaña de Polonia, pero delego una buena parte del trabajo de planificación en sus subordinados.

              General Coronel Gerd von Rundstedt.- Fue el más destacado de los generales alemanes en campaña durante la guerra con Polonia, mandando el Grupo de Ejércitos Sur.

             General Coronel Fedor von Bock.- Mandó la otra gran unidad de la Wehrmacht, el Grupo de Ejércitos Norte, que tenia la misión de sellar el corredor de Pomerania y atacar Varsovia desde Prusia Oriental.


             General Johannes Blaskowitz.- Mandó durante la campaña el Décimo Ejército, el "niño problematico" de Rundstedt. Típico de los generales alemanes más antiguos y tradicionales, él se quejo de la violencia y la falta de disciplina de las unidades de las SS en Polonia, lo cual lo aparto del circulo próximo de Hitler cuando el ejercito se nazifico a medida que avanzaba la guerra.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Francotiradores..



El francotirador es el hombre más temido en el campo de batalla, él solo puede detener a varios cientos de hombres, matando a sus oficiales, destruyendo sus radios y sobre todo generando miedo. El terror a la muerte invisible que genera un francotirador preciso y experto en camuflaje paraliza a los soldados normales, incapaces de defenderse de lo que no pueden ver. Precisión, maestría en el camuflaje y ante todo paciencia, son los secretos de un buen francotirador.
Veremos cómo surgió este tipo de soldado y cuales fueron los más famosos y mortíferos francotiradores.
 
El surgimiento de los francotiradores es casi tan antiguo como el nacimiento de las armas de fuego. Ya en los ejércitos de los siglos XVI y XVII había hombres con un “don” especial para la precisión, hombres que eran capaces de acertar, con sus rudimentarios arcabuces y posteriormente con los más evolucionados mosquetes, a blancos a distancias imposibles para el resto de los soldados.     
     Pero es en los siglos XVIII y XIX, con la evolución de las armas y municiones, cuando surgirán compañías de francotiradores organizadas dentro de los ejércitos. Primero aparecerán, en las “Guerras Napoleónicas”, compañías de tiradores, que, armados con fusiles, tenían la misión de adelantarse al resto de las tropas para desgastar a los enemigos con sus certeros disparos. Posteriormente, durante la “Guerra de Secesión”, los ejércitos federales crearon compañías de francotiradores armados con precisos fusiles para enfrentarse a los mortíferos tiradores sureños, soldados acostumbrados a cazar desde niños con sus rifles y que tenían una temible precisión. Las compañías de francotiradores federales se nutrían de tiradores que seleccionaban mediante concursos de tiro y se caracterizaban por actuar libremente, al margen del resto del ejército y por vestir un uniforme verde que les ayudaba a camuflarse, en vez del característico color azul oscuro del ejército federal.
 
Pero el verdadero nacimiento de los francotiradores hay que enmarcarlo con el surgimiento de la “Primera Guerra Mundial” (1914-18)”. La guerra de trincheras fue la característica de esta contienda mundial y permitió el auge de los francotiradores, ya que este tipo de contienda, caracterizada por numerosas tropas inmóviles atrincheradas a pocos metros unas de otras, favorecía que existiesen numerosos blancos al alcance de los fusiles.

Los primeros que empezaron a usar fusiles con visor adosado fueron los alemanes, que adaptaron el fusil “Gewehr 98” para usar una variante con visor, aunque posteriormente los aliados usaron también fusiles con visor, principalmente de marcas comerciales y fusiles de caza especialmente adaptados.
 
Los francotiradores acechaban a sus enemigos desde la “tierra de nadie”, que separaba las trincheras y donde éstos se camuflaban, y observaban inmóviles con sus prismáticos a veces durante días, siempre acechando y esperando hasta que se presentaba la oportunidad de hacer blanco en algún soldado descuidado que asomara la cabeza de la trinchera. La actuación de los francotiradores era sobre todo importante para la moral, ya que reforzaba la de sus tropas y minaba la del enemigo, expuesto a recibir un disparo en cualquier momento de descuido, lo cual se sumaba a la ya de por si dura vida dentro de una trinchera. En esta primera contienda los alemanes destacaron sobre todo por su eficacia, fruto de la buena óptica de sus fusiles, muy superior a los de sus enemigos.
 
Si el nacimiento de los francotiradores modernos hay que buscarlo en la “Primera Guerra Mundial”, su desarrollo y madurez hay que situarlo en la “Segunda Guerra Mundial” (1939-45), durante la cual aparecieron números francotiradores o “snipers”, que cobraron eterna fama a lo largo de la contienda. Una vez más, fueron los alemanes los que empezaron a destacar como expertos francotiradores, gracias a la larga tradición de ejercitar a muchos de sus jóvenes en la caza y el tiro deportivo desde la niñez y a los esfuerzos del régimen nazi en militarizar a su juventud con la creación de las “Juventudes Hitlerianas”. Los alemanes crearon incluso una medalla, ”la Insignia del Águila”, con distintivos de honor para los francotiradores que abatieran a 20, 40 ó 60 enemigos, una insignia para destacar y premiar a los más certeros. No solo el entrenamiento mejoró, las experiencias de la anterior contienda mundial fueron aprovechadas por todos los bandos para mejorar las tácticas de combate, técnicas de camuflaje y equipamiento de los francotiradores alemanes o “Scharfschützen”. Los alemanes disponían de una veintena de estos “Scharfschützen” en cada batallón y siempre actuaban en parejas de tirador y observador.
 
El arma principalmente empleada por los francotiradores al principio de la contienda era el fusil básico de infantería con un visor óptico adaptado. Los británicos usaban una variante de su típico fusil “Lee Enfield P14” con mira telescópica modelo Aldis de 4 aumentos. Los alemanes usaron una variante de su famoso y preciso “Kararabiner K-98K” equipados con precisos visores de modelo Carl Zeiss, Swarovski y ZF-42 de 6 aumentos. Posteriormente también usaron variantes de su fusil semiautomático “G-43” con mira de 4 aumentos.
 
Los soviéticos, a partir de la reorganización de su ejército tras la debacle sufrida tras la invasión alemana, empezaron a crear eficaces binomios observador-tirador, creando una nueva fuerza altamente entrenada y motivada que sería la pesadilla de los confiados alemanes. Los snipers soviéticos usaban el fusil ”Mosin Nagant” con visor óptico Pu de 3,5 aumentos, un arma bastante efectiva, a la que posteriormente se añadiría el fusil semiautomático Tokarev-SVT con la misma mira Pu de 3,5 aumentos, un fusil que no era preciso a más de 200 metros, pero que contaba con gran cadencia de tiro.
 
Los norteamericanos usaban el fusil “Springfield M109A4” con visores Weaver de 2,5 aumentos o visores Unertl de 8 aumentos y el fusil semiautomático “M1 Garand” con visor Lyman de 2.2 aumentos. Por otro lado los japoneses usaron sus fusiles normales de infantería modelos “Tipo 97″ y “Tipo 99”, equipados con visores de 2’5 aumentos. Como dato hay que recordar que las miras de 4 aumentos eran eficaces hasta una distancia de 400 metros, mientras que las de 6 aumentos lo era hasta los 1000 metros. Además, de todos los visores usados, el mejor era el ZF-42 de 6 aumentos. Hay que anotar también que normalmente los francotiradores eran capaces de acertar en la cabeza de un hombre hasta 400 metros de distancia y en el torso hasta los 600 metros.
 
Los francotiradores apenas tuvieron protagonismo en los comienzos de la “Segunda Guerra Mundial”, ya que la guerra era una guerra de movimiento en la que los protagonistas eran los blindados y la aviación. Ya con la invasión alemana de la Unión Soviética y la aparición de numerosos combates urbanos, su uso se fomentó, sobre todo tras su actuación en el bando soviético para frenar el avance alemán. Fue en los terribles combates urbanos de Leningrado y Stalingrado donde cobraron tremenda importancia, principalmente los francotiradores siberianos del ejército soviético, que, escondidos entre las humeantes ruinas de cascotes, eran capaces de abatir numerosos blancos sin ser detectados. 
Entre estos fantásticos tiradores soviéticos se alzan sin duda la figura del mitificado Vasili Zaitsev, cazador siberiano que recibió la “Orden de Lenin” y fue declarado “Héroe de la Unión Soviética” tras matar a más de 400 enemigos, entre ellos al experto francotirador alemán Koening, hechos que se pueden visionar dramatizados en la película “Enemigo a las puertas”. Otros tiradores soviéticos destacados fueron el soldado Okhlopkov, la mujer soldado Lyudmila Pavlichenko, que mató a 309 enemigos, y Anatolij Chekov.
 
Aprendiendo el camuflaje de sus enemigos soviéticos, los francotiradores alemanes llegaron a alcanzar una gran perfección que los sitúa entre los más eficaces de la contienda, como comprobaron los aliados tras su desembarco en Francia y su avance hacia Alemania, siendo retardados numerosas veces por francotiradores alemanes, expertos en abatir oficiales aliados.
 Entre tantos tiradores alemanes selectos hay que destacar las figuras de los grandes francotiradores Mattheus Hetzenauer, que combatiendo en el frente oriental desde 1943 hasta 1945 logró causar 345 muertes confirmadas, y Sepp Allerberger, con 257 muertes en su haber.
 
También son de destacar las cifras que obtuvieron varios de los francotiradores finlandeses, maestros del camuflaje invernal y la precisión frente a los soviéticos, como las del mayor Simo Häyhä que usando un fusil soviético “Mosin-Nagant” modelo 28, eliminó a 542 soldados enemigos en tan solo 4 meses de guerra. También destaca Sulo Kolkka, que mató a unos 400 soldados rusos con su fusil.

En el frente del Pacífico la acción de los francotiradores japoneses estaba basada en el camuflaje y en la acción suicida. En vez de disparar y cambiar de posición para evitar ser detectados, los japoneses se subían a las palmeras y disparaban al mayor numero de blancos posibles a distancias menores de 50 metros, sin evitar ser descubiertos, y aunque con esta táctica suicida casi siempre causaban bajas al enemigo, en cuestión de pocos minutos eran irremediable abatidos y eliminados.
Los norteamericanos por su parte actuaban al estilo occidental. Agrupados en binomios y disparando sin dejarse descubrir, eran capaces de abatir a cientos de japoneses sin tener perdidas.
 
El apogeo de los francotiradores se sitúa en la cruenta batalla de Berlín, en la que los francotiradores alemanes tuvieron un papel fundamental, retrasando la toma de la ciudad por los soviéticos y causándoles cientos de bajas.

Tras el fin de la “Segunda Guerra Mundial” y la aparición de la guerra moderna, basada en la precisión de los bombardeos y las armas de destrucción masiva, la misión de los francotiradores parecía llegar a su fin… ¿Qué podía hacer un hombre armado con un fusil contra la lluvia de misiles y la tecnología punta? La respuesta es sencilla: mucho, y así se demostró durante la Guerra de Vietnam. En este conflicto, los norvietnamitas y la guerrilla vietcong usaron profusamente francotiradores armados con los míticos Mosin Nagant soviéticos de la Segunda Guerra Mundial, obligando a los norteamericanos a crear escuadras de francotiradores para defenderse de los continuos ataques enemigos.
 
Poco después, la CIA usó binomios de francotiradores (observador + tirador), encargados de infiltrarse en territorio enemigo para asesinar a altos cargos del Partido Comunista, oficiales del ejército norvietnamita, espías, ect…Uno de los más grandes francotiradores de la Guerra de Vietnam fue Carlos Hathcock, que consiguió abatir a 93 enemigos en un campo de batalla tan difícil, debido a la escasa visibilidad a larga distancia, como es la jungla. Hathcock consiguió también el record de disparo más largo, al abatir a un enemigo a 2.286 metros de distancia. Éste record estuvo vigente hasta que fue superado en el año 2002 por el francotirador canadiense Rob Furlong , quien durante la “Operación Anaconda” abatió a un miliciano talibán a 2.430 metros.
 
Durante la Guerra de Bosnia, en los años 90, se produjo un gran auge de francotiradores que protagonizaron grandes duelos en el combate urbano de Sarajevo. Sin embargo, el uso que los serbios usaron de los francotiradores para abatir civiles produzco un rechazo generalizado hacia este tipo de soldados.

Dos francotiradores destacados en estos años han sido Gary Gordon y Randy Shurghart, abatidos en Mogadiscio tras eliminar a unos 100 enemigos durante la actuación norteamericana en Somalia.
 
Por último cabe destacar el uso propagandístico de los francotiradores, como fue el caso de la actuación de “Juba” en 2003 y 2004. Juba era un supuesto francotirador de la insurgencia iraquí que, según los videos caseros que enseñaba la insurgencia por Internet, habría abatido a una veintena de soldados norteamericanos a distancias inferiores a los 100 metros. Las actuaciones de Juba se basaban siempre en las principales premisas de los francotiradores, no dejarse ver y no disparar más de una vez desde la misma posición de tiro, pero los videos son algo sospechosos, y es difícil determinar si su actuación fue real o fue un burdo engaño propagandístico.
 
Hoy en día, la acción de los francotiradores, normalmente encuadrados dentro de grupos de fuerzas especiales, se enmarca en la lucha contra insurgencia, la infiltración tras las líneas enemigas, la eliminación de blancos prioritarios como altos oficiales y políticos enemigos, y la actuación anti-terrorista.

Como vemos, el francotirador sigue teniendo cabida en la historia militar pese a los numerosos adelantos tecnológicos y es de suponer que su actividad seguirá evolucionando a la vez que las armas. Siempre los soldados temerán los disparos certeros disparados por estos mortíferos expertos del camuflaje denominados “snipers” o francotiradores.

la Casa de Pavlov..Stalingrado

La “Casa de Pavlov” se llamaba antes de la guerra “Casa de la Gloria del Soldado” y servía de alojamiento para varias oficinas gubernamentales. Era un edificio de estilo barroco, de 4 plantas de altura y enclavado en la plaza 9 de Enero. El 27 de Septiembre de 1942, el capitán Zukov ordena al sargento ruso Yakov Pavlov que ocupe la “Casa de la Gloria del Soldado” a 200 metros de distancia del puesto de mando.  La casa había sido ocupada por las tropas alemanas dos días atrás pero luego la dejaron desierta, así pues la misión del sargento Pavlov era tomar y conservar la casa. Pavlov era un experto veterano, y eligió para la misión a otros veteranos combatientes de la décimo tercera división de la guardia de Rodimzev a la que pertenecía Pavlov. Eligió para su comando de asalto a lo soldados Alexandrov, Glushenko y Turgunov (algunas fuentes le llaman Tchernogolov), todos ellos valerosos veteranos de los grupos de asalto.

La batalla por controlar la estratégica ciudad de Stalingrado decidió el destino de la Segunda Guerra Mundial. Stalingrado fue el primer revés serio para las tropas del Eje y fue la forja de donde surgió el Ejército Rojo que derrotaría a los nazis e izaría la bandera Soviética sobre el mismismo Reichtag. Uno de los episodios más destacables de la batalla de Stalingrado fue la toma y defensa de “la Casa de Pavlov” por parte de las tropas soviéticas. Un episodio de valor desconocido para la mayoría de gente y que es necesario destacar por el nivel de heroísmo y sufrimiento que demostraron los habitantes de “la Casa de Pavlov”. El ejército soviético fue el que más contribuyó a derrotar al Eje y el que más sacrificó en la guerra. Hay que honrarlo como se merece: recordando su heroísmo siempre.
 
El combate en Stalingrado es un combate urbano, un combate que lo deciden las posiciones ocupadas, el que mejores posiciones de la ciudad ocupa obtiene el predominio sobre su enemigo. Entre las enormes masas de cascotes, vigas retorcidas y ruinas, las casas más resistentes son autenticas fortalezas que se alzan dominantes sobre el discontinuo frente urbano. La casa de Pavlov era una de estas posiciones, que se reveló como un objetivo estratégico de primer orden para la toma o defensa de Stalingrado. Sus suelos se bañarán con la sangre de los numerosos soldados alemanes y rusos que lucharán como fieras por controlar la casa.”La casa de Pavlov” se defenderá a sangre y fuego.
 
Luego de engrasar sus armas automáticas, acumular granadas y afilar las palas de combate, usadas como armas de cuerpo a cuerpo por los rusos, partieron en fila india rumbo a la casa. A medio camino entre el puesto de mando y el edificio a conquistar se hallaba un silo de granos abandonado donde el sargento apostó a Turgunov con órdenes de pedir refuerzos si el asalto fracasaba y si triunfaba unirse al grupo en 10 minutos.

Con la noche iluminada por la luna y por cientos de bengalas el sargento Pavlov y sus dos hombres restantes se infiltran en la casa sin ver rastro de alemanes por ninguna parte. Tras inspeccionar la planta baja sin encontrar ni un alemán, el grupo, con Turgunov de nuevo entre ellos sale a la plaza y recorre unos 15 metros hasta la otra entrada que tiene el edificio en busca de los alemanes.
 
Dejando dos hombres en la puerta, Pavlov recorre la planta baja en compañía de Turgunov sin hallar alemanes. Pero de pronto escuchan voces en alemán en una habitación, Pavlov arroja una granada al interior de la habitación y cierra la puerta. Tras el estallido de la granada entran él y Turgunov lanzando ráfagas de ametralladora, dentro de una lujosamente amueblada habitación encuentran tres alemanes muertos alrededor de una ametralladora emplazada en una ventana que domina la plaza. Mientras observa la escena, Pavlov oye un ruido y descubre a una docena de alemanes saliendo de la casa y corriendo hacia otro edificio cercano, sin perder un instante se pone al mando de la ametralladora emplazada y derriba a unos cuantos.

Tras reunirse con el resto del grupo y registrar el edificio piso a piso, Pavlov y sus muchachos descubren extrañados que no hay más alemanes, todos han huido, dejando incluso la comida caliente en la mesa. En mi opinión seguramente pensaron que el grupo de Pavlov era más numeroso, eso unido a la sorpresa de un ataque nocturno les hizo huir a toda prisa. Pero no tardarían en volver, el mando alemán no podía permitir perder esa posición y ordenó la reconquista inmediata del inmueble, a cualquier precio.
 
Media hora después de tomar la casa, el soldado Glushenko, que estaba de vigía descubre un grupo de 15 alemanes arrastrándose por la plaza hasta la casa. Tras comunicárselo a Pavlov, éste decide no disparar hasta que los alemanes estén muy cerca de la casa. Cuando suena el silbato del oficial alemán y el grupo se incorpora para lanzarse al asalto los cuatro rusos abren fuego y les siegan con sus metralletas y ametralladoras. Seis alemanes caen muertos y el resto se pone a cubierto, tras abatir a otro alemán que se acercaba a la casa el grupo de ocho supervivientes alemanes se retira. Al cuarto de hora siguiente los alemanes emprenden un ataque similar, fracasando de nuevo. Los rusos disponían de una magnifica posición para defenderse de ataques frontales, cada cuarto de hora durante tres horas los alemanes lanzaron asaltos de ese tipo, fracasando todos ellos y llenando la plaza de muertos y heridos. Tras esas horas, los rusos dispusieron del resto de la noche para descansar. Los cuatro hombres habían resistido valientemente todos los ataques, lo cual es toda una hazaña. En mi opinión los alemanes estaban mandados por un obstinado y poco imaginativo oficial, que humillado se obstinaba en lanzar constantes asaltos frontales, ataques que contra una casa fuerte como aquella eran un suicidio. La casa domina totalmente la plaza y bloquea a los alemanes atrincherados en los otros tres edificios que componen la plaza. Sin esa casa el resto de sus posiciones pierden importancia y se abren a la conquista.
 
Al Amanecer los alemanes no reanudan sus esfuerzos, lo cual es aprovechado por Pavlov para fortificarse, comer un poco de la comida de los anteriores inquilinos alemanes y examinar desde la azotea las posiciones alemanas. Al atardecer Pavlov manda a Turgunov a pedir refuerzos, una hora más tarde los defensores de la casa ya no son cuatro, se compondrán de veinte hombres armados hasta los dientes con ametralladoras y fusiles antitanques. Los restantes días los alemanes vacilan y aguardan sin atacar, lo cual es aprovechado por los rusos para abrir numerosas trincheras, con la ayuda de unos 30 habitantes civiles que no habían huido, que les comuniquen con su puesto de mando y con otras “casas fuertes” de la zona. Además los rusos aprovechan la tregua momentánea para colocar minas y trampas anticarro y crear numerosos puestos fortificados de ametralladora y fusiles antitanques. Además crearon emplazamientos camuflados para alojar a los francotiradores soviéticos que solían acudir a la casa a “cazar alemanes”, uno de estos visitantes será el insigne Vasili Zaitsev, que durante la batalla de Stalingrado abatió a 240 alemanes, incluido el profesor de la escuela alemana de francotiradores, el mayor Koning, (hechos reflejados en la película “enemigo a las puertas”).
 
Tras este respiro los alemanes lanzaron ataque tras ataque, con todo lo que tenían a su alcance, soldados y tanques se lanzaban contra la casa y sus defensores, que resistían y rechazaban a los atacantes. Tras el fracaso de los ataques los alemanes bombardeaban terriblemente la posición y volvían a la carga. Día tras día, ataque tras ataque la casa resistía. El estrés de combate para los defensores era terrible, pero estaban luchando por defender su tierra, lo cual les alzaba la moral, ya habían visto de que eran capaces los alemanes y preferían morir peleando antes de dejar a la madre Rusia en sus manos. En su diario Pavlov anotó por esas fechas: “Stalingrado ya no es una ciudad. De día es una enorme nube de humo cegador, un gran horno iluminado por los reflejos de las llamas. Y cuando llega la noche, los perros se arrojan al Volga porque las noches de Stalingrado los aterrorizan”.
 
La casa fue defendida durante 50 días, a sangre y fuego, combatiendo sin descanso, pero sin ceder un centímetro. Los alemanes atacaban incesantemente, para ellos “La Casa de Pavlov” era una humillación constante, su fama se había extendido por toda la ciudad y servia de ejemplo para otros soldados que defendían otras casas, “la Casa de Pavlov” era toda una bofetada en la mejilla de Hitler.
 
Después de haber resultado gravemente herido en su baluarte y ser evacuado hasta un hospital, Pavlov, tras la victoria de Stalingrado retornó al frente, para combatir enmarcado en otras unidades. Sufrió de nuevo heridas, pero pudo recuperarse y volver a la contienda, para seguir peleando siempre a sangre y fuego hasta el fin de la guerra y la caída de Berlín. Cierta vez, en un descanso vio el documental de cine titulado La Casa de Pavlov, pero a nadie dijo que él era el Pavlov de esa casa y que por él llevaba su nombre. En el verano de 1945, en Alemania, en los días de la desmovilización, el sargento Pavlov se enteró de que había sido distinguido con la medalla de “Héroe de la Unión Soviética” .Su vida había sido el combate sin tregua. Tras la guerra su nombre se recuerda aun en toda Rusia como un héroe ejemplar. Siempre se recordará “La Casa de Pavlov” y sus habitantes.

martes, 11 de septiembre de 2012

Ya no quedan ratas en Åndalsnes


Ya no quedan ratas en Åndalsnes


El Almirante Edward-Collins llegó anteanoche día 30 de abril a las 10:30 a Aandalsnes desde Scapa Flow con una fuerza de evacuación compuesta de cuatro cruceros, seis destructores y un pequeño transporte. El HMS Galatea y el HMS Arethusa se situaron en el único muelle que ha sobrevivido a los bombardeos y el HMS Sheffield, sin espacio en el muelle, permaneció anclado en la mar. Entre estos tres cruceros y el apoyo de algunos buques menores embarcaron a unos 1.800 soldados británicos, que los propios medios británicos han descrito como “apaleados y hambrientos.” Otros pequeños destacamentos fueron recogidos por el HMS Southampton y otros buques menores al oeste y al norte de Aandalsnes, incluyendo un pequeño grupo de tropas en Molde, donde el General Ruge y su plana mayor noruega han sido abandonados, según su propia petición.



Åndalsnes, pasto de la Luftwaffe.

Tras haber llevado a cabo esta cobarde evacuación en plena noche, los británicos efectuaron ayer día 1 la delicada evacuación de las tropas británicas que habían quedado rezagadas, protegiendo la retaguardia, y que llegaron a Aandalsnes por tren y camión durante todo el día desde Dombaas. Aandalsnes había estado siendo bombardeada por parte de la Luftwaffe con cierta intermitencia, sin duda porque quedaba poco que bombardear, mientras el Admirante Layton se adentraba en el fiordo con una fuerza de dos cruceros (el HMS Birmingham y el HMS Manchester) y cinco destructores.


La Luftwaffe acosó sin descanso a los buques de la Royal Navy, forzando a los dos buques antiaréreos emplazados en el puerto a retirarse. A las siete de la tarde, dos destructores ingleses fueron enviados para recoger a los soldados que se han acercado al puerto de Aandalsnes, además de al General Ruge en Molde que se lo había pensado mejor y finalmente decidió seguir a su rey hacia el norte. El resto de la fuerza de infantería británica llegó a Aandalsnes antes de las 11 de la noche, y para la medianoche dos de los destructores habían transportado cerca de 1.300 hombres a los cruceros.



Ruinas desiertas de Åndalsnes.

Creyendo que ya sólo quedaban detrás las últimas retaguardias, la flota partió. Sin embargo, dos buques antiaéreos que habían sido dejado atrás terminaron embarcando a casi 1.000 hombres adicionales, que han sido transportados hacinados como sardinas. Para las 2 de la mañana de hoy se puede decir que la evacuación se ha completado. Varios millares de soldados noruegos han quedado abandonados atrás, con la capitulación como única alternativa.

Por la tarde de hoy, los soldados de la 196ª División de Richard Pellengahr que han estado combatiendo victoriosamente a la Sickleforce desde Lillehammer han entrado en la ciudad desierta y en ruinas de Åndalsnes. No han encuentrado ingleses, sólo sus pertrechos abandonados en el puerto y el reconfortante olor de la victoria. El siguiente parte ha puesto el punto y final a la campaña de la Sickleforce, que ha dejado en Noruega 1.404 muertos, heridos y prisioneros:

Las tropas alemanas han perseguido a los destacamentos ingleses en retirada y han logrado penetrar en Åndalsnes, donde han hondeado las banderas de la cruz gamada a las 15 horas.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Los panzer arrasan las Ardenas


Los panzer atraviesan las Ardenas


El poderoso Panzergruppe de von Kleist, formado por las cinco Divisiones Panzer y 3 Divisiones Motorizadas de los 19º y 41º Panzerkorps de los 12º y 16º Ejércitos alemanes de von List y Busch, atraviesa con gran celeridad los bosques de las Ardenas, al sureste de Bélgica, en dirección a la frontera francesa, precedidos de unidades de ingenieros, que levantan puentes y derriban barricadas. Los aliados creían que esta región no podía ser atravesada tan rápido con tanques y son sorprendidos; la espesura de los bosques y el camuflaje alemán ocultan la gran mecanización de la Wehrmacht.

Los panzer atraviesan un río belga.

Guderian en el Semois.

La 1ª Panzerdivision del 19º Panzerkorps del general Heinz Guderian, la punta de lanza de la Blitzkrieg en dirección a Sedán, avanza por las Ardenas alcanzando el río Semois, cerca de la frontera franco-belga, obligando a retroceder a la 5ª División francesa de la 2ª Armée del General Hutzinger, a pesar de que éste ordena mantener la localidad de Bouillon a toda costa. Los ingenieros alemanes construyen pontones con rapidez, pudiendo cruzar el río durante la noche.



El General Guderian en Buillon.

Retirada belga.


Tras la caída de la estratégica fortaleza de Eben Emael y la toma de dos puentes en el Canal Albert por la 4ª Panzerdivision del 39º Panzerkorps, el rey Leopoldo de Bélgica ordena a sus tropas que se replieguen del Mosa y se unan al 1º Grupo de Ejércitos aliados en la Línea Dyle, cuatro días antes de lo planeado. El 16º Panzerkorps avanza hacia Maastrich, donde sus ingenieros ya han construido un puente, mientras otras unidades alemanas se dirigen a Lieja.

Plan de operaciones belga: una retirada hacia la trampa.
Contraataque aéreo aliado.
La Aeronautique Militaire belga envía un escuadrón de15 cazabombarderos Fairey Battle a destruir los importantes puentes del Canal Alberto y Maastrich, para cortar el avance del 6º Ejército alemán, pero 10 son abatidos por la Flak y los cazas de la Luftwaffe. La RAF envía una escuadrilla de 6 bombarderos Blemheim con los mismos objetivos, pero 5 son derribados.


Linea Grebbe.

Tras cuatro horas de combates contra las tropas del 18º Ejército alemán, castigadas por los bombardeos de la Luftwaffe y con paracaidistas alemanes en su retaguardia, las divisiones del ejército holandés retroceden hacia Rotterdam, formando una línea defensiva al este de la capital, desde la bahía de Zuyder a las marismas de Peel, conocida como Línea Grebbe. Las unidades alemanas avanzan hacia el oeste en tres columnas principales, en dirección a Groningen, Deventer, Nijmegen y Rotterdam.


Contraataque francés en Holanda.


Tropas de vanguardia de la 7ª Armée intentan frenar el avance germano hacia el sur de la Rotterdam, pero retroceden ante la 9ª Panzerdivision en el sector de Tilburg.


Rommel en Bélgica.

Columna de la 7ª División Panzer de Rommel.

Al este de Bélgica, el 15º Panzerkorps del general Hoth perteneciente al 4º Ejército alemán de von Kluge, continúa avanzando hacia Dinant, con los 218 tanques de la 7ª Panzerdivision del General Erwin Rommel al frente.

Toma de Luxemburgo.


Las tropas del 16º Ejército alemán ocupan sin hallar resistencia el Gran Ducado de Luxemburgo y su capital. La RAF envía contra las columnas germanas 8 bombarderos Fairey Battle, pero la Flak y los cazas de la Luftwaffe derriban 7 aparatos; el restante se estrella en el viaje de vuelta. La Gran Duquesa Carlota huye a París.