Estimado hombre blanco jodido..

Te obligan diariamente a soportar un sistema que te dice explícitamente que no vales nada, a ver imágenes diseñadas para denigrarte, marginarte, hacer que tu presencia en las tierras que tus antepasados ​​construyeron parezca arbitraria e insignificante. No puedes ir a ningún lado sin ver imágenes de tus tierras, tus mujeres, tu historia, tu cultura contaminada por razas extranjeras hostiles, para sangrar tu futuro, se engalanan engañosamente en los nobles ideales y tradiciones que tu pueblo desarrolló para tu beneficio. No hay escapatoria de la propaganda. Estás jodido.

Creando un lugar para estar..

Fuente: counter-currents.com

Matthew Crawford es un intelectual nuevo pero poderoso, busca resolver la crisis de atención en la que nos encontramos, la modernidad ha atrapado a la mayoría del mundo en distracciones que no tienen interés en el costo cognitivo que estos estímulos imponen.

Estas afirmaciones sobre nuestra atención hacen que sea difícil desarrollar un pensamiento coherente, discernir lo que es valioso o desarrollar competencia en una habilidad, todo lo cual requiere periodos de concentración ininterrumpida que nuestro mundo no parece interesado en permitirnos.

Crawford argumenta que los orígenes del problema se pueden encontrar en una idea ilustrada de la libertad más poderosamente expuesta por el infame Immanuel Kant, que separa nuestra voluntad del mundo material.

La "libertad" que quieren preservar tanto los de la izquierda como la de la derecha no es una especie de capacidad de hacer lo contrario, aunque las personas a menudo intentan describirlo de esta manera. Más bien, es el tipo de sentimiento de poder que articuló Nietzsche.

Esta sensación de poder se logra al sintonizarnos con nuestro entorno, y también al adaptar nuestro entorno a nosotros mismos, para crear una ecología de atención que dé una sensación de coherencia en nuestras vidas.

Al final, la teoría de la atención de Crawford presenta un desafío a las concepciones neoliberales y libertarias de la agencia individual que nos han separado del legado de nuestros mejores intereses.

Filosofo..Matemático y "terrorista"..Theodore Kaczynski

La sociedad moderna es en ciertos aspectos extremadamente permisiva en cuestiones que son irrelevantes para el funcionamiento del sistema..pero en todas las cuestiones importantes..el sistema tiende a incrementar las regulaciones sobre nuestro comportamiento..

Se dice que vivimos en una sociedad libre porque tenemos un cierto número de derechos constitucionalmente garantizados. Pero esto no es tan importante como parece. El grado de libertad personal que existe en una sociedad está más determinado por la estructura económica y tecnológica de la sociedad que por sus leyes o por su forma de gobierno

Si se hace un cambio que afecte a una tendencia histórica de periodo largo..entonces el efecto del cambio será casi siempre transitorio..la tendencia pronto retrocederá a su estado original..para hacer un cambio duradero en la dirección del desarrollo de cualquier aspecto importante de una sociedad..la reforma es insuficiente y se requiere una revolución..

Si se hace un pequeño cambio que afecte a una tendencia histórica de periodo largo, entonces el efecto del cambio será casi siempre transitorio-la tendencia pronto retrocederá a su estado original. Ejemplo: Un movimiento de reforma designado para limpiar la corrupción política en una sociedad raramente tendrá más que un efecto de duración corto, tarde o temprano los reformistas se relajaran y la corrupción se deslizará otra vez dentro. 

El nivel de corrupción política en una sociedad dada tiende a permanecer constante o cambia despacio sólo con la evolución de la sociedad. Normalmente, una limpieza política sólo será permanente si va acompañada de cambios sociales generales, un pequeño cambio en la sociedad no será suficiente. Si un pequeño cambio en una tendencia histórica de periodo largo se presenta como permanente, es sólo porque el cambio actúa en la dirección con que la tendencia se estaba moviendo de antemano, así la tendencia no se ve alterada, pero sí empujada socialmente un paso adelante. (...) una tentativa de reforma social actúa en la dirección en que la sociedad se está desarrollando de todas maneras así que simplemente acelera el cambio que hubiera ocurrido en cualquier caso pues de otro modo sólo tiene un efecto transitorio, de modo que la sociedad pronto volverá a su vieja rutina. Para hacer un cambio duradero en la dirección del desarrollo de cualquier aspecto importante de una sociedad, la reforma es insuficiente y se requiere una revolución.

Es cierto que el hombre primitivo era impotente ante algunas de las cosas que le amenazaban; la enfermedad por ejemplo. Pero podían aceptar el riesgo de la enfermedad estoicamente. Es parte de la naturaleza de las cosas, no es culpa de uno, a no ser que sea la culpa de algo imaginario, un demonio impersonal. Pero los temores de la persona moderna tienden a estar hechos por el hombre. 

Ya no son el resultado del azar, son imposiciones de otras personas, en cuyas decisiones, como individuo, es incapaz de influir. Consecuente-mente se siente frustrado, humillado y furioso.

¡Los conservadores son unos mentecatos! Se quejan de la decadencia de los valores tradicionales y sin embargo soportan con entusiasmo el progreso tecnológico y el crecimiento económico. 

Aparentemente nunca se les ha ocurrido que no puedes hacer cambios rápidos y drásticos en la tecnología y en la economía de la sociedad sin causar cambios rápidos en todos los otros aspectos de esta, y que esos cambios rápidos inevitablemente rompen los valores tradicionales.

Theodore Kaczynski

Ratko Mladic también tenia razón

En 1995 en los Balcanes, no tan lejos de Francia, un serbio advertía de que lo que estaba ocurriendo en Bosnia no era más que el preludio de lo que ocurriría en el resto de Europa. El dormido e hipócrita Occidente lo acusó de islamófobo, genocida y loco, mientras se posicionaba abrumadoramente y con bombas a favor del bando musulmán, ignorando el problema que se estaba gestando dentro de sus propias fronteras. Hoy, más de veinte años después, el tiempo ha dado la razón a Ratko Mladic.

Yo no he ido al Golfo ni a Somalia; estaba defendiendo mi propia casa.

Ratko Mladic.