FRAUDE DE LA LEY
Se gesta una ley al efecto, que pretende equiparar ciertos pensamientos, ideas, alternativas políticas o hechos y regímenes históricos a crímenes reales, sin posibilidad de discusión.
FRAUDE DEL LENGUAJE
Se gesta un fraude según el cual las palabras tienen un significado determinado construído en base al imaginario colectivo fomentado por la propaganda.
FRAUDE DE FALSIFICACIÓN HISTÓRICA
Se deja en manos de jueces, fiscales y propagandistas, ya no de historiadores, lo que es o no es un hecho histórico.
FRAUDE DE LA INTERPRETACIÓN DE LOS HECHOS
Se interpretan presuntos hechos que están precisamente en discusión, para que sean tomados como certeza inequívoca.
FRAUDE DE LA CRIMINALIZACIÓN DE AUTORES
Sin existir un índice de autores perseguidos, se parte del hecho de que ciertos autores si deben ser perseguidos, violando principios constitucionales inviolables y creando absoluta indefensión a editores y libreros que ofrezcan textos políticamente incorrectos.
FRAUDE DEL SECUESTRO Y DESTRUCCIÓN DE LIBROS
Este nuevo fraude se efectúa condenando a la hoguera por decreto textos que están protegidos por los principios fundamentales del sistema, pero que además son legales y de lectura abierta en prácticamente la mayoría de países.
FRAUDE DE LA LECTURA SESGADA DE LIBROS
El fraude de más mala fe se produce cuando se realiza una lectura sesgada de dichos libros, para conseguir entresacar fuera de contexto frases que en muchos casos no expresan el espíritu de la obra ni el de su autor.
FRAUDE DE LA MANIPULACIÓN DE LAS INTENCIONES DEL ACUSADO
Según este fraude, el acusado tiene exactamente las intenciones contrarias a las que proclama. Si el acusado no cree que cierto genocidio histórico tuviera lugar, se le acusa de promoverlo.
FRAUDE DE EXTRAER UN LUGAR Y TIEMPO HISTORICO DE SU ENTORNO
Según este nuevo fraude, un gobierno legal concreto de una nación europea [Alemania de Hitler] representaría el único régimen genocida de los que tomaron parte en aquella guerra, mientras los vencedores eran entidades santas.
Ante estos hechos, que llevan a una REALIDAD, cual es el secuestro y destrucción de libros y la condena a prisión de editores, hay que recalcar que ni siquiera el nazismo histórico o al racismo defensivo serían perseguibles como ideas abstractas, porque esas ideologías "tienen cabida dentro de la libertad de creencias", y el derecho a la libertad de expresión debe regir sobre cualquier otra interpretación restrictiva: "¿O es que el Ministerio Fiscal va a determinar el pensamiento único de los ciudadanos?".»
Hola Oder.
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