En la guerra de Yugoslavia la prensa sólo hacía referencia a las masacres de ortodoxos contra musulmanes.
Un día como hoy del año 1993, un comando Español del contingente militar de cascos azules destinado en Bosnia, se encuentra en la ciudad de Konjic a 40 kilómetros de Sarajevo con una masacre perpetrada por el grupo musulmán "pañuelos verdes", famosos en toda Bosnia por sanguinarios y despiadados.
El comando Español, dirigido por un joven teniente Legionario llamado Monterde, escucha cerca de su posición, los gritos desesperados de unas 200 mujeres y niños huyendo de los musulmanes y unos 10 soldados croatas cubriendo la retirada de la población civil que al ver los 5 o 6 carros de combate de la ONU, se refugian tras ellos.
Los soldados croatas se rinden de inmediato e informan al teniente Monterde que si no les dan amparo, los van a degollar a todos. Los pañuelos verdes advierten a los españoles que si no entregan a los croatas, los pasarán a cuchillo a todos.
Monterde informa a su alto mando militar de qué hacer, el alto Mando le ordena que entregue a las 200 mujeres y niños junto a los 10 soldados croatas a los musulmanes y que no miren atrás, a lo que el joven Teniente Monterde contesta: "de aquí no se mueve ni Dios".
Desacata la orden y planta cara a los pañuelos verdes que al mirar a la cara al enemigo que tiene enfrente, se repliega y se marcha.
Aquellas 210 vidas inocentes fueron salvadas por desobedecer una orden directa. En Croacia el día 1 de diciembre es celebrado como el Dia de los Inocentes de Konjic y se rinde homenaje a los soldados Españoles que defendieron a esas personas.