Fuente: editorial-streicher.
El Asalto contra el Género y la Familia:
La Sexología Judía y el Legado de la Escuela de Frankfurt
por Andrew Joyce
Diciembre de 2015
Mediante el socavamiento del significado de lo que es ser varón y mujer, se debilita el concepto sano de la familia. Y cuando el concepto sano de la familia poseído por un grupo dado es socavado, aquel grupo es empujado cada vez más cerca al genocidio mediante (usando el léxico de Naciones Unidas) "la imposición deliberada de condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física en todo o en parte", e "imponiendo medidas destinadas a impedir nacimientos".La abundante cosecha de términos como "cisgénero", fabricados con alarmante frecuencia por los "sexólogos", ayuda a reducir los matrimonios entre un hombre y una mujer y la crianza de niños dentro de aquella unión, a una mera "opción" en un verdadero menú de sexualidades, identidades de género y estructuras de familia posibles. En este "estupendo nuevo mundo" [brave new world] no existe lo "normal" o "ideal", ya que todos los "modelos" son supuestamente válidos e iguales.
Esta ideología, militante tanto en la teoría como en su ejecución, está en oposición al hecho de que las sanas relaciones sexuales entre varones y mujeres están hasta ahora por sobre las otras "opciones" como para representar una diferencia (abismo, brecha), más bien que una gama o serie, en el comportamiento humano. Como F. Roger Devlin ha señalado tan incisivamente, la heterosexualidad es "el ciclo de vida natural de nuestra especie" (y de todas las otras especies), mientras que el homosexualismo es simplemente "una forma para unas pocas personas con gustos exóticos para conseguir el orgasmo". Cualquier argumento de equivalencia debe necesariamente estar ocupado con abstracciones interminables, en particular abstracciones que rodean la naturaleza del amor romántico, a fin de alejar el debate de este hecho biológico que lo involucra todo.
Del mismo modo que ya presenciamos el enorme empuje para la "igualdad de matrimonio", también hemos presenciado la reciente defensa de aquellos individuos que sufren de la desafortunada ilusión de que ellos han nacido en el cuerpo equivocado. Mientras el "trans-generismo" es una severa enfermedad de acuerdo a cualquier definición del término, los sanos y normales son ahora rebajados al mismo nivel que esas y otras personas extremadamente disfuncionales. El relativismo cultural, una vez desplegado tácticamente dentro de Occidente a fin de crear una paridad artificial entre la grandeza occidental y los escasos logros de razas y culturas menos avanzadas, está siendo desplegado ahora dentro de nuestra raza y cultura para crear una paridad artificial entre el estilo de vida sano y los de los degenerados e insanos. Muy similar a la promoción del arte degenerado, el resultado final en ambos casos es el rebajamiento de lo sano y superior, y el ascenso de lo deforme, lo enfermo y lo demente.
¿Pero quién precisamente está introduciendo estos términos e ideas, y de esa manera diseñando un cambio dramático de la sociedad occidental? En nuestra tentativa de contestar esta pregunta, podríamos volver primero a Volkmar Sigusch. Sigusch, un alemán, es un auto-denominado "sexólogo", médico y sociólogo. Como fundador y co-editor del Zeitschrift für Sexualforschung (Diario para la Investigación Sexual), y director del Institut für Sexualwissenschaft(Instituto para la Ciencia Sexual) en la Universidad Goethe en Frankfurt entre 1973 y 2006, Sigusch ha sido descrito por Der Spiegel [1] como "uno de los principales pensadores detrás de la revolución sexual de los años '60".
[1] http://www.spiegel.de/international/zeitgeist/sexologist-volkmar-sigusch-our-society-is-still-ignorant-about-sex-a-748632.html
Las razones de por qué el joven aspirante a médico evolucionó hasta convertirse en un radical cultural son muy fáciles de deducir. Después de huír de Alemania Oriental, Sigusch estudió medicina, psicología y filosofía en Frankfurt. Yo postulo el argumento de que fue esta última disciplina la que realmente formó a Sigusch y que más lo influyó para determinar su futuro trabajo. Argumento esto porque él estudió filosofía bajo nada menos que Max Horkheimer y Theodor Adorno, los cuales ambos hacia aquella fecha habían retornado desde Estados Unidos y restablecido el conocido Instituto de Frankfurt para la Investigación Social. Sigusch, un pionero de la revolución sexual en curso, es un protegido deEscuela de Frankfurt.
El siguiente análisis tiene que ver con el actual papel de la dominada por los judíos "Cultura de la Crítica" en fomentar teorías y las tendencias diseñadas para atomizar nuestra sociedad. En particular se enfoca en el apoyo intelectual y político judío a lo sexualmente anormal y lo explica como una extensión y un producto de la opinión de la Escuela de Frankfurt de que "el singular rol del judaísmo en la Historia mundial fue justificar el concepto de Diferencia contra las fuerzas homogeneizantes consideradas como representativas de la esencia de la civilización occidental" [2]. Kevin MacDonald ha notado que la Escuela de Frankfurt clasificó a las saludables normas occidentales, los nacionalismos y las cercanas relaciones de familia como un indicativo de desorden psiquiátrico. Por contraste, en las últimas décadas del siglo XIX los intelectuales judíos comenzaron a defender a los marginados e inconformistas de la sociedad occidental. Usando a esos marginados, los intelectuales judíos pudieron emprender una guerra delegada contra la homogeneidad occidental, y llevar a cabo una campaña clandestina para la aceptación del pluralismo.
[2] K. MacDonald, "La Cultura de la Crítica: Un Análisis Evolutivo de la Participación Judía en los Movimientos Intelectuales y Políticos del Siglo XX",2002, p. 161.
Al apoyar de manera sutil la posición de los desviados sociales y sexuales, esos personajes judíos pudieron ganar aceptación o invisibilidad en la sociedad recientemente atomizada, a la vez que simultáneamente debilitaban la salud misma de la nación homogénea. Como ha señalado MacDonald, la Escuela de Frankfurt ofreció una importante prescripción para el mundo occidental enfermo:"el individualismo radical y la aceptación del pluralismo. La gente tiene un derecho inherente a ser diferente de otros y a ser aceptado por otros como diferente. En efecto, llegar a diferenciarse de otros es alcanzar el nivel más alto de la Humanidad" (Ibíd., p. 164). A partir de esto, en una sociedad que ha sucumbido a la ideología de la Escuela de Frankfurt uno esperaría encontrar términos interminables para identidades, géneros, opciones de estilos de vida, camarillas y subculturas interminables.
Un excelente ejemplo de esta pesadilla que se está convirtiendo en la realidad es uno de los últimos términos inventados dentro de nuestra atomizada sociedad:Otherkin [Otra Familia]. Según Google, Otherkin es gente que se identifica como parcial o completamente no-humana. Algunos dicen que ellos son, en espíritu, si no en cuerpo, no-humanos. En cualquier sociedad normal y sana estas tonterías serían consideradas como pueriles o insanas, y ciertamente no serían consentidas. Pero hoy, como consecuencia de la victoria de la Escuela de Frankfurt, la comunidad Otherkin es sólo uno de los varios crecientes reinos de lo estrafalario.
Igualmente, en una sociedad que ha sucumbido a la ideología de la Escuela de Frankfurt uno esperaría encontrar que aquellos más marcadamente diferentes de lo normal y sano serían considerados como presuntos ejemplos de lo mejor de la Humanidad. Con respecto a esto sólo tenemos que señalar la sorprendente y gratuita aprobación dada a [el ex-atleta y figura televisiva] Bruce Jenner, y su nombramiento como "Mujer del Año" [Caitlyn Jenner] por la revista Glamour. Estos acontecimientos deberían ser correctamente vistos como el triunfo de laEscuela de Frankfurt. Sin embargo, junto a la Escuela de Frankfurt y dentro de ella había diversas otras corrientes intelectuales judías. Entre las más importantes estaban el psicoanálisis freudiano y la sexología judía. Es a la retorcida y compleja historia de esta última a la que ahora prestamos atención, y seguiremos su camino desde sus orígenes más profundos a las actividades de Volkmar"Cisgender" Sugusch en el presente. Es la historia de la planeada descomposición de una sociedad alguna vez sana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario