viernes, 16 de diciembre de 2011

venganza judia..los otros campos de concentracion..

Por nuestra cuenta, hemos cuantificado en un mínimo de 13 millones el número de víctimas civiles alemanas y de militares prisioneros alemanes desarmados a manos de los vencedores ..Víctimas de los bombardeos terroristas contra civiles: 1.100.000 personas.
Víctimas de la limpieza étnica de las provincias alemanas del Este: 2.200.000 personas.
Víctimas mortales de las violaciones: 200.000 personas.
Víctimas de los campos de concentración para civiles alemanes: 80.000 personas.
Víctimas de la limpieza étnica de las minorías alemanas centroeuropeas: 1.300.000 personas.
Víctimas de los campos de concentración aliados (occidentales) para prisioneros de guerra alemanes: 1.100.000 personas.
Víctimas de los campos de concentración soviéticos: 1.000.000 personas.
Víctimas de la hambruna planificada de posguerra: entre 5 y 8.000.000 personas.
Víctimas de la minoría alemana en la URSS: cifras desconocidas.

El total, como digo, son unos 13 millones de personas COMO MÍNIMO. Las cifras pueden legar a los 17 millones.

                                      
Cuando la guerra entre Alemania y la URSS, esta naturalmente recuperó de Polonia los territorios que ésta le había robado 20 años antes. Como compensación la URSS autorizó a Polonia a robar a Alemania una cantidad de terreno parecida en el oeste. Esto fue una franja de unos 300 kms. de ancho, y las nuevas fronteras con Alemania se fijaron en los ríos Oder y Neisse. Ahí Alemania perdió una quinta parte de su territorio..Según informaciones oficiales estos campos existieron de 1.945 a 1.948, y según los archivos alemanes murieron o fueron asesinados unos 80.000 alemanes, la mayoría ancianos y niños.

La Oficina, que tenia 1.255 campos de concentración estaba dirigida por Jacob Berman.Entre sus ayudantes estaban Lola Potok Ackerfeld, Itzak Klein, Adela Glickman, Moshe Grossman, Shimon Nunberg, Salek Zucker, David Feuerstein, Ayzer Maka, Aaron Lehman, Jadzia Gutman Sapirstein, Shlomo Chaim Studniberg, Hanka Tinkpulver, Shlomo Morel, Efrain Lewin, Moshe Maka, Barek Einsenstein, Major Frydman, Jacobowitz, Mordecai Kac, Moshe Kalmewicki, Josef Kluger, Nachum Solowitz, Moshe Szajnwald y Schmuel Kleinhaut .  El campo de Schwientochlowitz.. Alemanes en Schwientochlowitz intentaron informar al exterior. Un hombre fue hacia la alambrada y gritó: "este lugar es un infierno". Fue asesinado. Otro que intentaba sacar un mensaje del campo fue torturado, pero un joven miembro de las Hitlerjugend de Gleiwitz pudo escapar. A las tres de la mañana se escondió en los retretes de los hombres y a las seis salió con unos mineros. El comandante Slomo Morel lo encontró en Gleiwitz y lo llevó de nuevo a Schwientochlowitz (…). Los guardias lo hicieron literalmente papilla golpeándolo con barras de hierro. Tras esto ninguno intentó escapar. Un hombre que había estado en Auschwitz fue liberado y dijo: " Antes estoy diez años en un campo alemán que un día en un campo polaco".

   Día y noche escuchaba la población civil de Schwientochlowitz a los alemanes gritar, y un cura católico, anciano y buena persona intentó llamar la atención sobre ellos. Tomó el tren a Berlín y buscó un oficial británico al que le contó que ocurría. El oficial mandó "información melancólica" por correo diplomático a Londres: "Un párroco de Schlesien ha estado en Berlín. Lo conozco personalmente desde hace años y aseguro que es totalmente creíble. Es un hombre que siempre ha estado dispuesto a ayudar a víctimas del régimen nazi".

El oficial siguió contando lo que la Oficina hacia con los alemanes: "Funcionarios polacos decían: ‘¿Porqué no tendrían que morir?’. Los campos de concentración no se han abandonado, sino que han sido utilizados por los nuevos mandatarios. En Schwientochlowitz, los prisioneros que no son apaleados hasta la muerte, son obligados noche tras noche a permanecer en agua helada hasta que mueren. Esto es cierto, ya que la celda de castigo de Shlomo es una cisterna de agua.  Sobre la situación en Schwientochlowitz sigue contando John Sack lo siguiente:

Los guardias usaban garrotes, maderas, pértigas y las muletas de los alemanes para pegarles los 15 golpes cada uno. A veces cambiaban la paliza por la pena de muerte, para lo cual tomaban al alemán de pies y manos y como un espolón con la cabeza por delante lo golpeaban contra la pared (…) La cifra de muertos era enorme pero Shlomo sabia que además de los 600 "nazis" en las barracas pardas, había también 1.800 hombres y 600 mujeres "colaboradores". Shlomo no tocó a estos últimos, sólo a los de las barracas pardas, pero los guardias empezaron a pegar a todos si no saludaban y decían "si mi señor" en polaco, si no recogían su pelo , si no se lamían su sangre (...) Los guardias violaron a las mujeres por lo que una joven de 13 años quedó en estado, enseñaron a sus perros a atacar a los alemanes mordiéndoles en los testículos. Pero aún quedaban 3.000 prisioneros, y Shlomo los odiaba aún mas que en febrero, ya que se resistían a morir (...) Al final los piojos llegaron para ayudar a Shlomo: un hombre enfermó de tifus y el y el otro hombre de su cama murieron, y al poco la fiebre se había extendido por todo el campamento de Shlomo (...).

                         Al poco tiempo tres cuartas partes de los alemanes habían muerto en el campo de Shlomo, y este dijo: "Lo que los alemanes no habían conseguido en cinco años en Auschwitz, lo he conseguido yo en Schwientochlowitz en sólo cinco meses".Durante siete meses consiguió Shlomo Morel acabar con la vida de 2.500 civiles alemanes. El año 1.992 querian en Polonia procesarlo por esta masacre. Morel huyó a Israel, que se niega a extraditarlo a Polonia.

                              El campo de la muerte de Lamsdorf funcionaba de la siguiente manera: "Dia tras dia Czeslaw recibia una lista con los nombres de los alemanes muertos y siempre decía lo mismo: ‘¿Porqué tan pocos’? (...) Los mas desgraciados entre los alemanes eran las mujeres de Grüben. Durante la guerra los SS enterraron en un prado unos 500 polacos cerca de Lamsdorf , pero Czeslaw había oído decir que eran 90.000 (¡!) y mandó a las mujeres de Grüben a desenterrarlos. Las mujeres hicieron esto y se sintieron mal cuando aparecieron los cadáveres podridos. Las caras estaban deshechas, la carne podrida, pero los guardias, psicópatas, que obligaban a las mujeres a beber orina, o sangre, o excrementos humanos, o les introducian un billete en la vagina y le pegaban fuego, chillaban a las mujeres de Grüben: "Echaos encima", las mujeres hacian lo que les mandaban y los guardias volvian a chillar: "Abrazadlos, besadlos, fornicad con ellos". Con las culatas de los fusiles golpearon a las mujeres en la cabeza hasta que los ojos, la nariz y la boca estaban dentro de la carne podrida de los cadáveres (...) En este lugar no había duchas y como estos cadáveres habían muerto de tifus, 64 de estas mujeres de Grüben murieron de esta enfermadad (...) Czeslaw fue al club judío, dos habitaciones en el segundo piso en Rüppelstrsse, ya que todos sus amigos eran judios, a pesar de que el declaro que era polaco católico (...) Casi el 20% de los alemanes de Lamsdorf lograron sobrevivir (1.576 de un total de 8.564 entre hombres, mujeres, niños, niñas y bebés)”. .."En el campo de concentración de Myslowitz, cerca de Kattowitz, judios supervivientes de Auswitz decian a los alemanes: "Cantad", "¿Qué queréis que cantemos?", "Cantad lo que querais u os disparamos", los alemanes cantaban una canción que habían aprendido en el Kindergaten: "Todos los pájaros vienen...", "¡Cerdos!" les gritaban los judios y empezaban a pegarles. Cada día morían unos 100 prisioneros alemanes en Myslowitz. (p. 110).

"El jefe del campamento en Lamsdorg, Chaim Studniberg, le pegó fuego a una barraca de alemanes y gritó: ‘Sabotaje’, y cuando las alemanas recogían arena que llevaban en sus ropas al incendio para tirar a las llamas, empujaba a las asustadas mujeres al fuego. Los guardias sujetaron a un alemán por la barba a la que pegaron fuego y después le pegaron fuego al hombre.
...La resolución de las expulsiones de los 16 millones de alemanes de los países del este se decidió por los aliados en Yalta en febrero de 1.945 y en Postdam en julio y agosto de 1.945. Las expulsiones y las masacres comenzaron en el otoño de 1.944. El ejército rojo entró en terreno alemán el 19 de octubre de 1.944, y ya el mismo día se hizo la primera masacre de civiles alemanes en Nemmersdorf, Prusia Oriental. Lo que le siguió fue una interminable serie de asesinatos, masacres, saqueos, violaciones que obligaron a millones de personas a huir en pánico. El número exacto de cuantos murieron congelados en las carreteras hacia el oeste, o de hambre y enfermedades, nunca lo sabremos.

En la Wermarch había una total prohibición de violar mujeres en tierra enemiga, y, si alguien lo hacia era condenado a muerte por fusilamiento. Al contrario, el poder soviético animaba a sus soldados a violar a las mujeres alemanas. El responsable de esto fue el propagandista número uno de Stalin: Ilya Ehrenburg. Este mandaba a los soldados a "romper el status racial de las mujeres alemanas", decía: "los alemanes no son personas. Desde ahora la palabra ‘alemán’ es la peor de las maldiciones (...) Matad a los alemanes! Te lo manda tu anciana madre. Mata a los alemanes. No pierdas la ocasión. No hagas fallos Mata"

2 comentarios:

  1. Me hace gracia que sea un nazi el que se ponga a hablar de lo crueles que fueron con los alemanes tras la guerra. Si es que... pobrecitos...

    ¿A quién pretendes engañar?.

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  2. Me hace gracia que sea un nazi el que se ponga a hablar de lo crueles que fueron con los alemanes tras la guerra. Si es que... pobrecitos...

    ¿A quién pretendes engañar?.

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