sábado, 6 de mayo de 2017

Vol. 5 Nº 1 de The Journal of Historical Review..

Karl Marx no sólo era judío sino que descendía de una familia rabínica establecida. Su padre había abandonado la práctica del judaísmo a fin de actuar más libremente en y con el recién establecido Estado prusiano, para atraer más clientes para su profesión de abogado.

Karl Marx probablemente no tenía ningún lazo formal con el judaísmo, pero él era intensamente consciente de su teología y sus tradiciones. La carencia de práctica formal no puede ser aquí sinónimo de ignorancia.

Como uno de los "Jóvenes Hegelianos", comúnmente conocidos como los Hegelianos de Izquierda, Marx había sido expuesto a las interpretaciones a menudo extrañas de la religión organizada.

Pero había partes del argumento planteado por los Jóvenes Hegelianos con las cuales Marx discrepaba totalmente.

El judío no cambiaría ni podía cambiar su carácter y hábitos, de igual manera como un tigre no podría mudar sus rayas. Se trataba esencialmente de un fenómeno basado en la adquisición de riqueza material, de engaño cultural y religioso cuya verdadera preocupación era el capital, el oro en lingotes, el dinero.

Marx, un judío apóstata y descendiente directo de una larga línea de rabinos, había proporcionado poderosas municiones para los acusadores de judíos y anti-judíos entre la comunidad judía apóstata de intelectuales en las universidades alemanas.

Con eso, Marx tuvo una idea de algún modo original que presentar a sus colegas Hegelianos de Izquierda. Él había simplemente copiado dicha noción de Moses Hess, Bruno Bauer, Lorenz von Stein o Feuerbach. 

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