lunes, 18 de mayo de 2015

El Sturmmann de las SS Otto Funk






El Sturmmann de las SS Otto Funk de la compañía Aufklärungs de Panzergrenadier durante la defensa de Normandia. Poco después de la foto fue gravemente herido en una pierna pero siguió luchando hasta el final de la guerra. Murió en 2011 y debajo les dejo una foto de 2005.

Arthur Seyss-Inquart

Arthur Seyss-Inquart nació el 22 de julio de 1892 en Stonařov, Moravia, actualmente República Checa, murió el 16 de octubre de 1946 en Nuremberg, fue un político austriaco y último Canciller de Austria antes de la anexión en marzo de 1938.Imagen
Arthur Seyss-Inquart, Adolf Hitler en Viena y Reinhard Heydrich. Marzo de 1938

Con el comienzo de la Primera Guerra Mundial Seyss-Inquart se alistó al Ejército, sirviendo en los frentes de Rusia, Rumanía e Italia. Por todas sus participaciones en combate fue condecorado en numerosas ocasiones. Fue herido de gravedad en 1917 y mientras se recuperaba de sus heridas completó su licenciatura en derecho. Después del final de la Primera Guerra Mundial en 1921 se convirtió en Abogado de profesión.
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Seyss-Inquart durante un mitin en La Haya, 1940

Inicialmente, no era miembro del Partido Nacionalsocialista austríaco (Deutsche Nationalsozialistische Arbeiterpartei, DNSAP) a pesar de la simpatía de Seyss-Inquart por su ideología, especialmente, en lo relativo a su ideología pangermanista y sus acciones. No obstante, a comienzos de 1938, sin estar afiliado, ya se había convertido en una figura respetable dentro del movimiento nacionalsocialista.


Arthur Seyss-Inquart entró a formar parte del nuevo gobierno alemán del Almirante Karl Dönitz como Ministro de Relaciones Exteriores no llegó a ejercer el cargo y tampoco dispuso de tiempo material para hacerlo porque el gobierno Dönitz apenas si duró unas semanas. Continuó como Reichskommissar hasta el 7 de mayo de 1945, cuando, después de mantener una reunión con Karl Dönitz, fue arrestado en Hamburgo por dos soldados de los Fusileros reales británicos cuando intentaba cruzar un puente sobre el río Elba. Uno de ellos era un judío alemán que había escapado de Alemania al Reino Unido antes de la guerra. Fue juzgado en Nurenberg por los cuatro cargos presentados por la acusación.

De los cargos primero y segundo, conjura o conspiración y crímenes contra la paz. Seyss-Inquart participó en la anexión de Austria al Reich. Hizo deportar a los judíos al este y envió a los opositores políticos a campos de concentración.

De los cargos tercero y cuarto, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. A partir de septiembre de 1939 y de mayo de 1940, Seyss-Inquart gobernó respectivamente los territorios de Polonia y Holanda que habían sido ocupados tras una guerra de agresión. Tenía conocimiento del inicio de la acción AB, Ausserordentliche Befriedigungsaktion o acción especial de pacificación, por la que fueron asesinados varios intelectuales polacos. En los Países Bajos aplicó una política de terror y envió mano de obra forzosa a Alemania. Supervisó la deportación de judíos holandeses a Auschwitz. 

El veredicto emitido el 1 de Octubre le declaró culpable de los cargos tercero y cuarto y fue sentenciado a muerte.





Seyss-Inquart después de su ejecución

sábado, 16 de mayo de 2015

Poema a un Führer



Sobre nuestras banderas marcha la muerte, 
sobre nuestras luchas decide Dios. 
Dura es la batalla y la vida, 
la guerra no concede tregua.

Empuja a tu pueblo y olvidate de ti. 
Tu trabajo y tu deber 
sostienen las columnas de jóvenes briosos 
¡mantente firme! ¡no sucumbas!. 
Las palabras y la fama pronto se disipan.

Diamantina ha de ser tu voluntad 
contra el odio,el desencanto y la burla. 
Si tu enemigo prospera 
más fuerte tienes tú que golpear.

Llegan horas cargadas de lamentos; 
días duros traen dura necesidad. 
Luchar es llevar serenamenta la carga, 
pues con nuestras banderas marcha la muerte.

Deja que los muros caigan en derredor, 
deja que se derrumbe el mundo entero: 
Nuestra batalla está alumbrando 
el amanecer de un nuevo día.

Victoria y muerte se abrazan, 
siempre hay luchadores que caen en la batalla.

¡Juventud,estás viviendo las horas 
de una era nueva y grande!.

Triste dia de Mayo



Triste día de mayo aquel
Sabes muy bien de lo que hablo
Triste día de mayo aquel
Sabes bien donde fui enterrado
En la cuneta del olvido
Donde no hay héroes
Donde nuestros himnos están prohibidos
Triste día de mayo aquel
Vi llorar a un niño en la calle
Sucumbido por el miedo
Triste día de mayo aquel
Vi a su madre morir junto a él
Sucumbida por el odio
Por aquellos que ayer como hoy
No escuchan el clamor
De los muertos y su dolor
Triste día de mayo el de hoy
Que todos brindan y celebran
La muerte como un nacimiento
Triste día de mayo el de hoy 
Que vestidos de gala
Ensalzan el sufrimiento
Escupen y vomitan odio
Sobre los recuerdos 
De aquellos que hoy no merecen su respeto.

miércoles, 13 de mayo de 2015

El anti-semitismo alemán

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Contrariamente a las creencias populares, el anti-semitismo alemán después de la Primera Guerra Mundial estuvo principalmente motivado por el resentimiento contra el responsable detectado, la Judería Internacional bajo el liderazgo de la dinastía bancaria Rothschild por la pérdida sufrida por Alemania en la 1ªGM y las humillantes condiciones del Tratado de Versalles. Sin embargo, las sospechas resultantes a menudo causaron la aplicación de populares enseñanzas de Darwinismo social del siglo XIX sobre los judíos europeos. 
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El gobierno de Hitler trabajó estrechamente con grupos sionistas internacionales en un programa de emigración en gran escala para los judíos europeos, psicológicamente ayudados por el comportamiento cada vez más hostil del gobierno alemán hacia sus ciudadanos judíos. A estos grupos se les permitió incluso mantener campos de entrenamiento que desplegaban banderas sionistas, preparando a los emigrantes para vivir en Palestina.


Los alemanes de la época nacionalsocialista se resintieron enormemente por la hostilidad de los grupos judíos internacionales y los culparon por el esfuerzo de guerra de los Aliados occidentales contra Alemania. Esto resultó en la percepción entre muchos alemanes de que los judíos europeos eran extranjeros hostiles que podrían ser encerrados y obligados a apoyar el esfuerzo de guerra alemán.

Si bien la mayor parte de los historiadores y los políticos concuerdan en el anti-semitismo previo a la Segunda Guerra, la situación es mucho menos clara para la época posterior a dicha guerra. Mientras los grupos de presión judíos y pro-Israel tienden a aplicar liberalmente la etiqueta de "anti-semitismo", parece haber muy pocos casos de actos racialmente motivados de conducta anti-judía. Muchos casos de vandalismo y ataques terroristas contra sinagogas y cementerios judíos resultaron ser operaciones bajo falsa banderade grupos sionistas como el Mossad, diseñados para revivir recuerdos del tiempo de la guerra, de persecuciones nacionalsocialistas y para obligar a los judíos a "refugiarse" en el Estado únicamente de judíos.


En el uso de hoy del término, cualquier crítica a los judíos o al Estado únicamente de judíos es ampliamente considerada como anti-semítica. En particular, cualquier mención de la más leve duda con respecto a la veracidad de la narrativa predominante del "Holocausto" judío o cualquier sugerencia de la responsabilidad judía en ciertos aspectos agresivos de la política exterior estadounidense o en los acontecimientos del 11 de Septiembre de 2001, es ampliamente considerada como un signo revelador de anti-semitismo. Lo mismo se aplica a cualquiera que dé la credibilidad más leve a presuntas teorías de conspiración como el "Nuevo Orden Mundial", los "Illuminati" o la peor de todas los infames "Protocolos".

El tabú Anti-Semita.

No hay ninguna duda de que grandes sectores de la sociedad piensa que el anti-semitismo es completamente malo y un peligro. La mayoría de las personas reaccionarán con sentimientos muy fuertes, que van desde la ira al temor, el asombro y el disgusto, cuando se ven expuestas a cualquier percibida amenaza a las creencias acerca del anti-semitismo, incluso discutir su naturaleza causa niveles considerables de incomodidad.

Los medios de descomunicación desempeñan un gran papel en la naturaleza tabú del anti-semitismo. Ellos no sólo refuerzan sistemáticamente las creencias que rodean al tema, sino que también nos recuerdan lo que le sucede a aquella gente que se atreve a romper el tabú. Hemos escuchado de numerosos casos de personas que atrajeron la cólera de los auto-designados guardianes del tabú y que vieron sus carreras y modos de ganarse la vida destruídos. De hecho hay miles de nuevos casos cada año donde la gente es encarcelada por actividades anti-semíticas, la mayoría de ellos por cometer delitos relacionados con la negación del Holocuento, también conocida como revisionismo del Holocuento.

No muchas personas pueden permitirse arriesgar perderlo todo, sus empleos, sus medios de subsistencia, su familia y amigos, simplemente por ser consideradas anti-semitas. No muchas personas están dispuestas a arriesgar su propio futuro, mucho menos el de sus cónyuges y sus hijos, por llevar aquella etiqueta. Es difícil pensar en algo peor que le pudiera pasar a un occidental del siglo XXI que ser cargado con ese estigma.


En los viejos tiempos, un anti-semita era alguien que odiaba a los judíos, en estos dias es alguien a quien los judíos odian.

Para la mayoría de los "marranos" simpatizantes de la juderia organizada un anti-semita es alguien que:


- piensa algo malo de los judios.
- piensa que los judios podrían haber hecho alguna vez algo malo.
- no cree en la leyenda del Holocuento judio.
- sugiere que el imaginario Holocuento deberia estar abierto a la investigacion y la discusion libre.
- critica cualquier aspecto del judaismo religioso.
- critica a la juderia organizada.
- critica al Estado terrorista de Israel.
- critica a alguien que apoya al Estado terrorista Israel.




domingo, 10 de mayo de 2015

La Häftlingsführung, la justicia de los detenidos

Poco se ha hablado sobre el maltrato que infligian los judios sobre otros judios.



Algunos presos maltrataban a otros, o incluso les golpeaban hasta causarles la muerte, evidentemente no eran castigados por la S.S. ya que eran matados por la justicia de los detenidos.


Una mañana se encontró a un preso colgado en un bloque. Se abrió una investigacion y se descubrió que el ahorcado había muerto después de haber sido horriblemente golpeado y pateado, y que el Stubendienst le colgó para simular un suicidio, la víctima había protestado contra una sustracción de pan por el Stubendienst.
Es exacto que la jefatura del campo de la S.S. generalmente no intervenía en las discusiones que enfrentaban a los presos entre sí, y en vano se podía esperar cualquier decisión de justicia. No podía ser de otra manera:
Se ignoraba lo que sucedía realmente dentro de los barracones.

La Häftlingsführung, en efecto, multiplicaba los esfuerzos para que ella lo ignorase.

Erigiéndose en verdadera justicia de los detenidos, aprovechando para tomar las más inverosímiles decisiones que no se podía apelar de ningún modo contra ellos, no recurría nunca a la S.S. más que para reforzar su autoridad cuando sentía que se debilitaba. No obstante, no quería ver intervenir a aquélla, temiendo a la vez que fuese menos severa, lo cual pubiera puesto a discusión en la masa su autoridad y las apreciaciones de ella en cuanto a su aptitud para gobernar, y hubiese creado el problema de su destitución y de su reemplazo.

Prácticanente, todo esto se resolvía con un compromiso: la Häftlingsführung evitando los chismes, impidiéndoles atravesar la pantalla que ella formaba; la S.S. no interesándose por nada, con la salvedad de que reinase el orden y fuese inatacable.

En el caso que se ha expuesto, si el jefe de bloque Osterloh hubiese sido un rojo, nada habría llegado a oídos de la S.S. de otro modo que no fuese el de la versión del suicidio de la víctima, lo cual no ofrecía dificultades. Pero era un verde y representaba una de las últimas partículas del poder que su categoría conservaba en el campo: los rojos le denunciaron con la esperanza de eliminarle. La S.S. no resolvió en la medida de sus deseos. Así lo quería el orden: un jefe de bloque, incluso culpable, no podía resultar sospechoso ni ser castigado más que por la autoridad superior, en ningún caso a petición o por reacción de la masa. Que fuese verde o rojo, era igual.

Se pueden invertir los términos de la proposición, transformar al acusado en víctima y a la víctima en asesino: en este caso la propia Häftlingsführung hubiese hecho éste razonamiento. Sin preocuparse del color de Osterloh, ella se hubiera considerado como afectada o amenazada en sus prerrogativas y hubiese dado aviso a la S.S. pidiendo un castigo ejemplar a menos que, lo cual es más probable, ella no hubiera aplicado primeramente el castigo y solamente después hubiese pedido a la S.S. la confirmación mediante sentencia. En el primer caso, la S.S. lo transmitía al grado jerárquico superior y esperaba la decisión: paso por alto los golpes que procedentes de todas partes acompañaban al asesino en el Bunker.



En el segundo, ella aprobaba la actitud de la Häftlingsführung precisamente para evitar demandas de explicaciones, de justificaciones, etc., y molestias de todo género por parte de este grado jerárquico superior. En ambos casos, en el sentido de la facilidad, no había nada que fuese compatible con el orden, incluso revisado y corregido sobre el terreno.

En el asunto Osterloh, al cual habían dado imprudentemente los rojos el carácter de una cuestión de conciencia en la cual la honradez atacaba al orden, tuvo que intervenir Berlín y suscitó tantas dificultades que, según la declaración del testigo, la jefatura de la S.S. de Buchenwald sólo pudo lograr que se echase tierra al asunto. En general, las jefaturas de la S.S. tampoco deseaban referirse a él. Temían las tardanzas, las indiscreciones, incluso los escrúpulos que podían tomar el de ligeras persecuciones y en cabeza de los cuales estaba el envío a otra formación, lo cual en tiempo de guerra tenía graves consecuencias. Teniendo a Berlín en una ignorancia casi tctal, informándole sólo de lo que no podían ocultarle , regulaban al máximo sobre el terreno.



Si se duda sobre ello, he aquí otro texto:

Frecuentemente, tenían lugar en los campos las visitas de la S.S. Con este motivo, la jefatura de la S.S. aplicaba un extraño método: por una parte disimulaba todos los detalles accesorios; por otra organizaba verdaderas exhibiciones. Todos los dispositivos que podían hacer adivinar que se torturaba a los presos eran pasados en silencio por los guías, y se les ocultaba. De este modo el famoso potro que se encontraba en la plaza era disimulado en un barracón habitable hasta que partían los visitantes. Una vez, parece ser que se olvidaron de tomar estos medidas de prudencia: al preguntar un visitante qué era este instrumento, uno de los jefes del campo respondió que era un molde de carpintería que servía para fabricar formas especiales. Igualmente eran apartadas las horcas y las estacas en las cuales se colgaba a los presos. Los visitantes eran conducidos a través de unas instalaciones modelo: enfermería, cine, cocina, biblioteca, almacenes, servicio de limpieza de ropa y sección de agricultura. Si entraban en algún bloque lo hacían en los que habitaban fuera del servicio los peluqueros y los sirvientes de la S.S. y algunos presos privilegiados, bloques que por este motivo nunca estaban superpoblados y siempre se encontraban limpios. En la huerta, así como en el taller de escultura, los visitantes de la S.S. a veces recibían regalos como recuerdo.