martes, 9 de agosto de 2016

La estafa pro-tabula rasa..



Porque que si la temprana ciencia racial del siglo XX, a pesar de sus defectos, fue más exacta que las ideas pro-tabula rasa que se han hecho culturalmente hegemónicas en Occidente desde 1945, entonces tendría que haber una reevaluación radical. En efecto, está documentado ahora que muchos de los fundadores del consenso pro-tabula rasa, a saber, Franz Boas, Theodor Adorno y Stephen J. Gould, fueron estafadores pseudo-científicos motivados étnicamente.


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Franz Boas

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Theodor Adorno 

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Stephen J. Gould

En particular, Franz Boas hizo la extraña afirmación de que el medio ambiente determinaba la forma del cráneo, a pesar de que sus propios datos no mostraban ningún tal efecto. Stephen J. Gould afirmó que el antropólogo del siglo XIX Samuel George Morton falsificó sus medidas de cráneos por una tendencia étnica para mostrar que los europeos tenían un tamaño cerebral más grande y los africanos más pequeño. Posteriores re-mediciones encontraron que los datos craneales de Morton eran en efecto exactos. Aquéllos fueron incluso reportados por el New York Times, aunque bajo titulares deprimentemente equívocos.

El continuado carácter étnicamente motivado de gran parte de la ortodoxia reinante no está en duda. Las publicaciones judías hablan libremente de las características genéticas de los judíos. Mientras tanto, el escritor alemán Thilo Sarrazin fue ampliamente difamado hace unos años por organizaciones judías poniéndolo en innumerables listas de "anti-semitas principales", con enormes costos asociados para su reputación por hablar de ese mismo asunto de un modo moralmente neutral. Esto sólo puede ser explicado en términos de hipocresía y mixtificación étnicamente motivados. Y éste es sólo un ejemplo entre otros innumerables que, con una frecuencia verdaderamente repugnante, podrían ser citados.

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