Enemigos del estado

Es sencillo para los demagogos mas simplistas tildar a sus oponentes políticos de "nazis" y "grupos de odio", vincular a sus simpatizantes de la corriente como "extremistas" y luego efectivamente servir como un medio para disciplinar e intimidar la resistencia de la derecha.

El objetivo es exponer, ridiculizar, interrumpir y neutralizar las actividades de las diversas organizaciones de "odio", sus líderes y adherentes.

Cualquier persona medianamente sensata sin un compromiso ideológico o racial es testigo de las continuas crisis de inmigración que asolan a Occidente y no estar seriamente preocupado por el futuro. Afortunadamente, cada vez hay más voces que desafían a esta élite de sbandijas desde varios frentes.

De hecho, de alguna manera paradójicamente, el mayor valor de los nacionalistas blancos en particulares es que presentan algunos argumentos muy fuertes usando el lenguaje y las suposiciones morales básicas de nuestros enemigos para desmantelar sus creencias ridículamente ingenuas y equivocadas.

En lugar de una priorización evidentemente justificada de los intereses de los ciudadanos actuales de un estado, ahora se considera que las obligaciones positivas recaen en aquellos cuyos derechos básicos están siendo amenazados en los lugares donde viven actualmente, especialmente los refugiados.