Fuente base: johnkaminski.org
Todos los vestigios de autoridad que solían gobernar el comportamiento de la gente han sido borrados. Ellos han sido reemplazados por la jerga políticamente correcta del control de la mente, el lenguaje específico destinado a estandarizar las respuestas de todo el mundo a todo, todas las cuales están destinadas a no ofender abiertamente a nadie.
La ausencia de naciones que manifiestamente valoran a sus habitantes, como opuesto a enriquecer a sus oligarcas, destaca una reveladora perspectiva acerca de la naturaleza esencial de la retórica política y revela solamente un espeluznante cuadro de la Humanidad alimentándose de sí misma.
En toda la Historia no ha habido jamás ningún país que usted pudiera llamar moral. Una excepción en la Historia puede haber sido la Alemania Nacionalsocialista, que fue aplastada por lo que es conocido hoy como el Estado Profundo, es decir, todos los países del mundo que son dependientes del dinero de los bancos centrales poseídos por los judíos.
Esto consiste en que los gobiernos han prosperado sobre las espaldas de las naciones que controla.
No teniendo nada más para conquistar, hay que comenzar a crear sus propios enemigos para asegurarse de continuar su provechosa política de saqueo permanente. El éxito en ese esfuerzo ha girado inevitablemente su foco hacia dentro, y es cuando se empieza a usar sobre su propio pueblo trucos a fin de aumentar constantemente su nivel de control de sus "súbditos".
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