Y la sangre de las masas fluirá..
Harold Wallace..
Cualquiera que esté siguiendo seriamente esta demoníaca representación conocida como COVID-19 y escuchando a todos esos médicos con principios que tratan de luchar en su camino contra la censura de las plataformas judías de comunicación sabe que el uso constante de la mascarilla, reduce el consumo de oxígeno, puede conducir a ataques cardíacos y al desarrollo de otras patologías.
Si ellos tienen éxito en esta misión psicopática, éste será el final de la Humanidad, la conversión en seres sumisos bajo el control de una autoridad despiadada.
Nuestra vida está siendo arrancada de nuestras manos.
Ya no se puede beber de aquella corriente en la que solíamos aprender algo. El envenenamiento de la intelectualidad a cambio de ignorantes con titulación universitaria ha entrado en altísima actividad.
Los maestros colaboracionistas empujan sus venenos en los cerebros de los niños, haciéndolos muy diferentes de lo que sus padres quisieron para ellos. Las escuelas los convierten en obedientes ignorantes.
Además, todo lugar donde buscamos consejo está corrompido por la sombra de aquellos que cambian las cosas desde su posición oculta. Como movimientos en un tablero de ajedrez, esos sombríos personaje mueven a las personas como hormigas mecánicas antes de que ellos decidan, por diversión, aplastarlas.
Desconfíe de la gente que no actúa de acuerdo a principios.
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