miércoles, 13 de mayo de 2015

El anti-semitismo alemán

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Contrariamente a las creencias populares, el anti-semitismo alemán después de la Primera Guerra Mundial estuvo principalmente motivado por el resentimiento contra el responsable detectado, la Judería Internacional bajo el liderazgo de la dinastía bancaria Rothschild por la pérdida sufrida por Alemania en la 1ªGM y las humillantes condiciones del Tratado de Versalles. Sin embargo, las sospechas resultantes a menudo causaron la aplicación de populares enseñanzas de Darwinismo social del siglo XIX sobre los judíos europeos. 
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El gobierno de Hitler trabajó estrechamente con grupos sionistas internacionales en un programa de emigración en gran escala para los judíos europeos, psicológicamente ayudados por el comportamiento cada vez más hostil del gobierno alemán hacia sus ciudadanos judíos. A estos grupos se les permitió incluso mantener campos de entrenamiento que desplegaban banderas sionistas, preparando a los emigrantes para vivir en Palestina.


Los alemanes de la época nacionalsocialista se resintieron enormemente por la hostilidad de los grupos judíos internacionales y los culparon por el esfuerzo de guerra de los Aliados occidentales contra Alemania. Esto resultó en la percepción entre muchos alemanes de que los judíos europeos eran extranjeros hostiles que podrían ser encerrados y obligados a apoyar el esfuerzo de guerra alemán.

Si bien la mayor parte de los historiadores y los políticos concuerdan en el anti-semitismo previo a la Segunda Guerra, la situación es mucho menos clara para la época posterior a dicha guerra. Mientras los grupos de presión judíos y pro-Israel tienden a aplicar liberalmente la etiqueta de "anti-semitismo", parece haber muy pocos casos de actos racialmente motivados de conducta anti-judía. Muchos casos de vandalismo y ataques terroristas contra sinagogas y cementerios judíos resultaron ser operaciones bajo falsa banderade grupos sionistas como el Mossad, diseñados para revivir recuerdos del tiempo de la guerra, de persecuciones nacionalsocialistas y para obligar a los judíos a "refugiarse" en el Estado únicamente de judíos.


En el uso de hoy del término, cualquier crítica a los judíos o al Estado únicamente de judíos es ampliamente considerada como anti-semítica. En particular, cualquier mención de la más leve duda con respecto a la veracidad de la narrativa predominante del "Holocausto" judío o cualquier sugerencia de la responsabilidad judía en ciertos aspectos agresivos de la política exterior estadounidense o en los acontecimientos del 11 de Septiembre de 2001, es ampliamente considerada como un signo revelador de anti-semitismo. Lo mismo se aplica a cualquiera que dé la credibilidad más leve a presuntas teorías de conspiración como el "Nuevo Orden Mundial", los "Illuminati" o la peor de todas los infames "Protocolos".

El tabú Anti-Semita.

No hay ninguna duda de que grandes sectores de la sociedad piensa que el anti-semitismo es completamente malo y un peligro. La mayoría de las personas reaccionarán con sentimientos muy fuertes, que van desde la ira al temor, el asombro y el disgusto, cuando se ven expuestas a cualquier percibida amenaza a las creencias acerca del anti-semitismo, incluso discutir su naturaleza causa niveles considerables de incomodidad.

Los medios de descomunicación desempeñan un gran papel en la naturaleza tabú del anti-semitismo. Ellos no sólo refuerzan sistemáticamente las creencias que rodean al tema, sino que también nos recuerdan lo que le sucede a aquella gente que se atreve a romper el tabú. Hemos escuchado de numerosos casos de personas que atrajeron la cólera de los auto-designados guardianes del tabú y que vieron sus carreras y modos de ganarse la vida destruídos. De hecho hay miles de nuevos casos cada año donde la gente es encarcelada por actividades anti-semíticas, la mayoría de ellos por cometer delitos relacionados con la negación del Holocuento, también conocida como revisionismo del Holocuento.

No muchas personas pueden permitirse arriesgar perderlo todo, sus empleos, sus medios de subsistencia, su familia y amigos, simplemente por ser consideradas anti-semitas. No muchas personas están dispuestas a arriesgar su propio futuro, mucho menos el de sus cónyuges y sus hijos, por llevar aquella etiqueta. Es difícil pensar en algo peor que le pudiera pasar a un occidental del siglo XXI que ser cargado con ese estigma.


En los viejos tiempos, un anti-semita era alguien que odiaba a los judíos, en estos dias es alguien a quien los judíos odian.

Para la mayoría de los "marranos" simpatizantes de la juderia organizada un anti-semita es alguien que:


- piensa algo malo de los judios.
- piensa que los judios podrían haber hecho alguna vez algo malo.
- no cree en la leyenda del Holocuento judio.
- sugiere que el imaginario Holocuento deberia estar abierto a la investigacion y la discusion libre.
- critica cualquier aspecto del judaismo religioso.
- critica a la juderia organizada.
- critica al Estado terrorista de Israel.
- critica a alguien que apoya al Estado terrorista Israel.




domingo, 10 de mayo de 2015

La Häftlingsführung, la justicia de los detenidos

Poco se ha hablado sobre el maltrato que infligian los judios sobre otros judios.



Algunos presos maltrataban a otros, o incluso les golpeaban hasta causarles la muerte, evidentemente no eran castigados por la S.S. ya que eran matados por la justicia de los detenidos.


Una mañana se encontró a un preso colgado en un bloque. Se abrió una investigacion y se descubrió que el ahorcado había muerto después de haber sido horriblemente golpeado y pateado, y que el Stubendienst le colgó para simular un suicidio, la víctima había protestado contra una sustracción de pan por el Stubendienst.
Es exacto que la jefatura del campo de la S.S. generalmente no intervenía en las discusiones que enfrentaban a los presos entre sí, y en vano se podía esperar cualquier decisión de justicia. No podía ser de otra manera:
Se ignoraba lo que sucedía realmente dentro de los barracones.

La Häftlingsführung, en efecto, multiplicaba los esfuerzos para que ella lo ignorase.

Erigiéndose en verdadera justicia de los detenidos, aprovechando para tomar las más inverosímiles decisiones que no se podía apelar de ningún modo contra ellos, no recurría nunca a la S.S. más que para reforzar su autoridad cuando sentía que se debilitaba. No obstante, no quería ver intervenir a aquélla, temiendo a la vez que fuese menos severa, lo cual pubiera puesto a discusión en la masa su autoridad y las apreciaciones de ella en cuanto a su aptitud para gobernar, y hubiese creado el problema de su destitución y de su reemplazo.

Prácticanente, todo esto se resolvía con un compromiso: la Häftlingsführung evitando los chismes, impidiéndoles atravesar la pantalla que ella formaba; la S.S. no interesándose por nada, con la salvedad de que reinase el orden y fuese inatacable.

En el caso que se ha expuesto, si el jefe de bloque Osterloh hubiese sido un rojo, nada habría llegado a oídos de la S.S. de otro modo que no fuese el de la versión del suicidio de la víctima, lo cual no ofrecía dificultades. Pero era un verde y representaba una de las últimas partículas del poder que su categoría conservaba en el campo: los rojos le denunciaron con la esperanza de eliminarle. La S.S. no resolvió en la medida de sus deseos. Así lo quería el orden: un jefe de bloque, incluso culpable, no podía resultar sospechoso ni ser castigado más que por la autoridad superior, en ningún caso a petición o por reacción de la masa. Que fuese verde o rojo, era igual.

Se pueden invertir los términos de la proposición, transformar al acusado en víctima y a la víctima en asesino: en este caso la propia Häftlingsführung hubiese hecho éste razonamiento. Sin preocuparse del color de Osterloh, ella se hubiera considerado como afectada o amenazada en sus prerrogativas y hubiese dado aviso a la S.S. pidiendo un castigo ejemplar a menos que, lo cual es más probable, ella no hubiera aplicado primeramente el castigo y solamente después hubiese pedido a la S.S. la confirmación mediante sentencia. En el primer caso, la S.S. lo transmitía al grado jerárquico superior y esperaba la decisión: paso por alto los golpes que procedentes de todas partes acompañaban al asesino en el Bunker.



En el segundo, ella aprobaba la actitud de la Häftlingsführung precisamente para evitar demandas de explicaciones, de justificaciones, etc., y molestias de todo género por parte de este grado jerárquico superior. En ambos casos, en el sentido de la facilidad, no había nada que fuese compatible con el orden, incluso revisado y corregido sobre el terreno.

En el asunto Osterloh, al cual habían dado imprudentemente los rojos el carácter de una cuestión de conciencia en la cual la honradez atacaba al orden, tuvo que intervenir Berlín y suscitó tantas dificultades que, según la declaración del testigo, la jefatura de la S.S. de Buchenwald sólo pudo lograr que se echase tierra al asunto. En general, las jefaturas de la S.S. tampoco deseaban referirse a él. Temían las tardanzas, las indiscreciones, incluso los escrúpulos que podían tomar el de ligeras persecuciones y en cabeza de los cuales estaba el envío a otra formación, lo cual en tiempo de guerra tenía graves consecuencias. Teniendo a Berlín en una ignorancia casi tctal, informándole sólo de lo que no podían ocultarle , regulaban al máximo sobre el terreno.



Si se duda sobre ello, he aquí otro texto:

Frecuentemente, tenían lugar en los campos las visitas de la S.S. Con este motivo, la jefatura de la S.S. aplicaba un extraño método: por una parte disimulaba todos los detalles accesorios; por otra organizaba verdaderas exhibiciones. Todos los dispositivos que podían hacer adivinar que se torturaba a los presos eran pasados en silencio por los guías, y se les ocultaba. De este modo el famoso potro que se encontraba en la plaza era disimulado en un barracón habitable hasta que partían los visitantes. Una vez, parece ser que se olvidaron de tomar estos medidas de prudencia: al preguntar un visitante qué era este instrumento, uno de los jefes del campo respondió que era un molde de carpintería que servía para fabricar formas especiales. Igualmente eran apartadas las horcas y las estacas en las cuales se colgaba a los presos. Los visitantes eran conducidos a través de unas instalaciones modelo: enfermería, cine, cocina, biblioteca, almacenes, servicio de limpieza de ropa y sección de agricultura. Si entraban en algún bloque lo hacían en los que habitaban fuera del servicio los peluqueros y los sirvientes de la S.S. y algunos presos privilegiados, bloques que por este motivo nunca estaban superpoblados y siempre se encontraban limpios. En la huerta, así como en el taller de escultura, los visitantes de la S.S. a veces recibían regalos como recuerdo.





Y la fábula creció..



Los “juicios por crímenes de guerra” a los que sometieron los vencedores principalmente a alemanes, pero también a muchos japoneses, sentaron un precedente pasmoso, de este modo, despreciando todos los códigos de honor europeos respetados durante siglos, prisioneros alemanes civiles y militares, muchos de alta graduación, fueron objeto de muerte violenta durante su detención por los aliados como consecuencia de tan extraordinarios procedimientos.

Nunca antes había sucedido algo parecido a los juicios que los enemigos de Alemania hicieron entre 1945 a 1949. Quizá el caso de Juana de Arco, pero entonces sólo había implicada una prisionera y no una nación entera, y los ingleses, que fueron según los últimos estudios los responsables del proceso, hicieron cuanto pudieron para que la condena por delitos de herejía y brujería, hoy ya proscritos, fuera decidida por una Iglesia universal e imparcial, de acuerdo con las reglas ya existentes de pruebas y procedimientos.



Volviendo al tema de lo adecuado de los juicios por crímenes de guerra, todo el mundo estará de acuerdo en por lo menos buscarles un fundamento legal, pero al parecer mucha gente protestaría diciendo que los juicios eran, en cualquier caso, necesarios porque los excesos normales en tiempo de guerra no tuvieron nada que ver, y por tanto la extraordinaria naturaleza del crimen; el extermínio de los judíos europeos , requería procedimientos extraordinarios. El argumento falla en que una crueldad semejante no sólo debe ser castigada, sino también estar documentada.



Esto puede sorprender a la persona contaminada que considera la historia exterminacionista como una verdad certera, hay muchas consideraciones que apoyan este punto de vista y algunas son tan simples que pueden sorprender.



Esto debe aclararse un poco. Consideremos a un observador de la Europa Occidental, familiarizado con la situación de la judería europea antes de la guerra, elaborando un estudio de los judíos europeo-occidentales hacia, digamos, finales de 1946. Los encontraría italianos, franceses, belgas y daneses, la mayoría sin un rasguño. Por otro lado, habría encontrado un gran número de judíos, la mayoría posiblemente, echados a faltar en Luxemburgo, Países Bajos y Checoeslovaquia. La situación de la judería austroalemana era confusa puesto que la mayor parte habían emigrado antes de la guerra, y es difícil precisar cuántos y a dónde. En cualquier caso una gran cantidad, probablemente los más numerosos, de aquellos que se quedaron no volvieron más a sus antiguas residencias.



El paso de un cuarto de siglo ha fortalecido poco a poco esta versión del cuento exterminacionista, exceptuando algunas variaciones aparentes, a pesar de que durante muchos años sólo hubo un escritor serio en este campo: el francés y más tarde geógrafo, Paul Rassinier. En 1948 publicó un libro, “Passage de la Ligne” (El paso de la línea), acerca de sus experiencias como político de izquierdas prisionero en Buchenwald desde 1943 a 1945: “…generalmente me recibieron con amabilidad, provocando solamente sordos e inconclusos rechinamientos de dientes en ciertos lugares”. Más tarde, en 1950 publicó “Le Mensonge d’Ulysse” (La mentira de Ulises), un examen crítico de la literatura concentracionaria en el cual desafiaba a la existencia de las cámaras de gas: “todavía es muy pronto para emitir un juicio definitivo sobre las cámaras de gas”. Esto provocó una violenta campaña de prensa que terminó en acciones legales contra el autor, el autor del prólogo y el editor, que, en principio, fueron absueltos, más tarde condenados en juicio al pago de multas, a la indemnización por daños y perjuicios y a sentencias de prisión suspendida, siendo, por último, absueltos de nuevo.

miércoles, 6 de mayo de 2015

Mayer escribe..

Habrá sido necesario esperar hasta 1988 para que un historiador reputado, como lo es Arno J. Mayer, reconozca sobre Auschwitz que las pruebas de la existencia de las camaras de gas, lejos de ser abundantes y solidas, tal y como se nos repetia machaconamente, no eran mas que raras y dudosas. Disponemos aqui de un ejemplo entre otros muchos de los considerables progresos del revisionismo historico dentro de la comunidad cientifica.

El profesor de Princeton muy pronto aprendera cual es el precio a pagar por tocar el tabu del siglo. Lo ha hecho con mil precauciones, sin agresividad ni provocacion pero ya esta desencadenando, es asi, como un articulo de D. J. Goldhagen, de Harvard, lo acusa de falsificacion, de distorsion, de revisionismo y de haber convertido en irrision la memoria y la historia. La misma cantinela de siempre. Felizmente para él, A. J. Mayer vive e imparte sus clases en los Estados Unidos y no en Francia como Faurisson, o en Alemania como Stäglich.



Con respecto a las camaras de gas de Auschwitz, Mayer escribe:

Una vez abiertos, los archivos soviéticos podrían muy bien ofrecer toda una serie de indicios significativos y de pruebas. Es mas, investigaciones en el emplazamiento de los lugares del crimen y de sus alrededores mas cercanos podrian producir nuevas informaciones.

Se me permitira recordar que se trata aqui de dos ideas revisionistas por las cuales yo mismo he luchado personalmente. A principios de 1988, durante el segundo de los dos procesos contra Emst Zundel, gracias a la mediacion del abogado Doug Christie, obtuve de un experto de la acusacion, Charles Biedermann, la confirmaci ó n de que los “registros mortuorios” de Auschwitz, dejados intactos por los Alemanes, se encontraban sin ninguna duda en su mayor parte en Moscu; lo escandaloso del hecho es que esos registros sean mantenidos escondidos asi como los pocos volumenes que han quedado en el Museo de Auschwitz; los Americanos, los Britanicos, los Franceses, los Alemanes y los Israelitas participan en este encubrimiento de documentos y llegan incluso hasta el extremo de rechazar decir cuantos nombres contienen los pocos registros del Museo de Auschwitz de los cuales existe fotocopia en el Servicio Internacional de Busquedas de Arolsen (organismo del Comité Internacional de la Cruz Roja situado en la RFA pero emplazado bajo la estrecha vigilancia de los Aliados y de los Israelitas por temor a alguna intrusion por parte de los investigadores revisionistas).

¿ Estaria de acuerdo Mayer en pedir la apertura de ese “expediente secreto”? En cuanto a las investigaciones, una vez mas han sido aqui los revisionistas quienes han tomado la iniciativa a pesar de las prohibiciones; me remito aqui a mi pr ó logo del Informe Leuchter, nombre de ese ingeniero americano que ha estudiado las pretendidas camaras de gas de Auschwitz, de Birkenau y de Majdanek (Annales d’histoire révisioniste, verano-otoño de 1988, paginas 51-102).

El 19 de Febrero de 1989, en Los Angeles, con ocasion de la novena conferencia internacional de nuestro Instituto de Historia Revisionista, Fred Leuchter pidio la creacion de una comision internacional de investigacion sobre las camaras de gas homicidas como tales, catalogadas en virtud de su utilizacion por parte de los Alemanes. ¿ Aceptaria Mayer cortar con sus colegas exterminacionistas y responder al Informe Leuchter de otro modo que no fuera con un silencio molesto o con una farsa a la manera de Serge Klarsfeld y de sus acolitos?

lunes, 4 de mayo de 2015

El Caso del Obispo Richard Williamson

Todos conocemos el caso de Williamson pero de manera reducida..así que aqui dejo el articulo completo de Richard A. Widmann..este artículo apareció en el Smith Report de marzo de 2009..no cabe duda que el tiempo presente es un tiempo muy difícil para los revisionistas del Holocuento..pero la concepción del futuro para el revisionismo es brillante..el progreso del revisionismo al Holocuento está llegando a la verdad de lo que les ocurrió y no les ocurrió a los judíos..esto ya no puede detenerse y la verdad no puede ser aprisionada por más tiempo.


El 24 de enero de este año nos enteramos por las noticias que el Papa Benedicto XVI había levantado las excomuniones a cuatro obispos de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, lo cual, era de poco interés para algunos sectores ajenos a la Iglesia Católica. Los obispos fueron ordenados por Marcel Lefevbre en 1988 sin la aprobación del Papa Juan Pablo II lo que condujo a la excomunión resultante.

El decreto oficial emitido el 21 de enero decía así: “En nombre de las facultades expresamente otorgadas al Santo Padre Benedicto XVI, y en virtud del actual decreto, yo levanto la censura de excomunión ‘latae sententiae’ a los obispos Bernard Fellay, Bernard Tissier de Malerais, Richard Williamson y Alfonso de Galarreta, declarada por esta Congregación el 1 de julio de 1988, manifiesto, por lo tanto, nula y sin consecuencias jurídicas tal decreto y desde ahora queda en el pasado. (Benedicto XVI)”
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Casi inmediatamente después de este acto de reconciliación al interior de la Iglesia Católica surgió una oleada de noticias a nivel internacional revelando que uno de los cuatro obispos, Richard Williamson había otorgado uana entrevista a la televisión sueca en la cual había cuestionado la ortodoxia del relato sobre el Holocausto. Williamson dijo en la entrevista, ahora muy popular en YouTube, “es mi convicción, de acuerdo a las mejores estimaciones científicas, que 200 mil a 300 mil judíos perecieron en los campos de concentración del Nacional Socialismo (alemán), pero ninguno de ellos murió en cámaras de gas homicidas”, más tarde Williamson explicó, “creo que la evidencia histórica es enorme y contradice a la versión de las 6 millones de vícitimas y a la política deliberada de Adolf Hitler para gasearlos. Pienso que no existieron las cámaras de gas”.




Los grupos judíos rápidamente expresaron su indignación, se publicaron las declaraciones acostumbradas en el tema por los mismos grupos y personas a través de la prensa escrita e internet, con un denodado esfuerzo para presionar al Vaticano para que cambiara su decisión de levantar la excomunión sobre el obispo Williamson o por lo menos distanciarse de él. El rabino David Rosen del ‘American Jewish Committee/Comité Judío Estadounidense’ llamó al levantamiento de las excomuniones ‘algo vergonzoso’. El rabino Marvin Hier del ‘Simon Wiesenthal Center’ en Los Angeles la llamó “una desviación extaordinaria”. El vocero de la ‘Liga Antidifamación Judía’, Abraham Foxman vociferó “dada la antigüedad de la historia de antisemitismo en la Iglesia, esto representa un problemático retroceso”.
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Inicialmente el Vaticano permaneció firme, sin embargo, el jefe del rabinato de Israel, la autoridad más alta del judaísmo, envió una carta al Papa Benedicto XVI espresando su “tristeza y dolor” por la decisión papal. Finalmente, bajo una gran cantidad de presión de la judería internacional, el Vaticano comenzó a poner distanciamiento con [Mons.] Williamson. Emitió un comunicado llamando a los comentarios del obispo “inaceptables”. En un artículo de primera plana, el diario vaticano ‘L’Osservatore Romano’ hizo énfasis en que el Papa Benedicto XVI deploaraba todas las formas de antisemitismo y que todos los católicos romanos debían hacerlo también. El Vaticano también enfatizó que el haber levantado la excomunión a Mons Williamson no implicaba que compartiera sus puntos de vista.

A raíz de esta confrontación -inducida por manos extrañas-, muchos católicos comenzaron a discutir defendiendo o reprobando a Williamson. A una semana de ocurrido esto, el obispo de la ciudad alemana de Regensburg prohibió a Mons. Williamson entrar en sus iglesias. Gerhard Ludwig Mueller, obispo de Regensburg dijo que Williamson no sería bienvenido en la catedral o en ninguna otra iglesia de la diócesis. A continuación, incluso la FSSPX se distanció públicamente de Mons. Williamson.
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A menos de una semana de haber comenzado la tormenta de fuego, el Papa fue forzado a emitir una declaración, el 28 de enero.

“Renuevo con afecto mi incuestionable expresión de solidaridad con nuestros hermanos que recibieron el Primer Pacto, espero que la conmemoración de la Shoa lleve a la humanidad a reflexionar sobre el impredecible poder del maligno cuando conquista el corazón de los hombres. Que la Shoa represente para todos una advertencia en contra del olviso, de la negación o del desprecio, ya que la violenca en contra de un sólo ser humano representa la violencia en contra de todos, ningún hombre es una isla, escribió un famoso poeta. La Shoa particularmente nos enseña”, tanto a las generaciones maduras como a las nuevas, que sólo el tedioso camino de la comunicación, del amor y del perdón lleva a las gentes, a los pueblos y las religiones del mundo a tener la esperanza por un objetivo de fraternidad y paz verdaderas. ¡Que la violencia nunca aplaste la digidad del hombre!”
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Bajo presión y para liberar la presión de los múltiples grupos judíos, Williamson fue obligado a realizar una declaración, sin embargo, dicha declaración no fue suficiente para satisfacer el deseo de retractación que los grupos judíos demandaban. En esencia su manifiesto consistía en una petición de perdón al pontífice por haberle causado “aflicciones y problemas” por sus puntos de vista revisionistas sobr el Holocausto. Williamson puntualizó que fueron “imprudentes”.

Las multitud se volvió loca, 50 miembros católicos del ‘Congreso de los Estados Unidos’ le escribieron a Benedicto XVI para expresarle su “honda preocupación”. Escribieron: “no cuestionamos su decisión por haber revocado la excomunión al obispo Williamson o su derecho por haberla realizado, pero no comprendemos la razón por la que dicha revocación no estuvo acompañada por una nota de rechazo pública y enfática hacia su negación del Holocausto”.

El fiscal del distrito de Regensburg, Alemania, Guenther Ruckdaeschel dijo que las autoridades estaban dilucidando si las opiniones de Williamson podrían considerarse “una incitación al odio racial”, crímen castigable en Alemania con 5 o más años de prisión.
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Israel también continuaría ejerciendo su influencia. El Ministro de Relaciones Exteriores emitió una declaración diciendo: “La rehabilitación del negador del Holocausto por la Santa Sede ofende a cada judío en Israel y alrededor del mundo, y humilla la memoria de todas las víctimas y sobrevivientes del Holocausto”.

¡Ya era suficiente! El 4 de febrero, el Vaticano ordenó a Williamson a “distanciarse” de sus puntos de vista “de manera pública e inequívoca”. Williamson todavía resistió a la petición de retractación, en una entrevista con ‘Der Spiegel’, dijo:
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“Durante toda mi vida siempre he buscado la verdad, esta es la razón por la que me convertí al catolicismo y llegué a ser sacerdote, hoy sólo puedo decir una cosa, y es la verdad de la que estoy convencido. Debido a que soy conciente de que existe mucha gente honesta e inteligente que piensa diferente, debo, en la actualidad, revisar nuevamente la evidencia histórica. Hoy digo lo mismo que dije en la entrevista con la televisión sueca: la evidencia histórica debe prevalecer y nos las emociones. Y si encuentro otra evidencia contraria, me retractaré, pero eso llevará tiempo”.

La presión sobre Williamson fracasó en abatirlo, él ha sido condenado junto con la decisión papal -levantamiento excomuniones-, por los sobrevivientes del Holocausto, los católicos liberales, los legisladores estadounidenses, los líderes israelíes, la canciller alemán Angela Merkel y el escritor judío y ganador del premio Nobel de la paz, Ellie Wiesel.
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Se levantaron cargos legales contra Williamson en Argentina, los funcionarios argentinos dijeron: “levantaremos una queja formal y legal por la que podría enfrentar tres años de prisión”.

La suerte de la más reciente víctima del revisionismo al Holocausto no se ha clarificado por completo. Chester Himes, un escritor estadounidense quien no estuvo desatento a la controversia, dijo: “Los mártires son necesarios para crear incidentes, los incidentes son necesarios para crear revoluciones, las revoluciones son necesarias para crear progreso”. El progreso del revisionismo al Holocausto, que está llegando a la verdad de lo que les ocurrió y no les ocurrió a los judíos europeos durante la II Guerra Mundial no puede detenerse.

Los perseguidos..


Haviv Schieber..Inducido a un intento de suicidio.

Judío polaco y ex-alcalde de Ber Sheeba en Israel, Schieber enseñó a Ernst Zündel mucho acerca de la realidad israelí. Fue un revisionista israelí que pretendió investigar las actitudes de Israel, sus instituciones y fronteras. Escapó de Israel para encontrar seguridad en los Estados Unidos, donde le fue negado asilo político en un comienzo y luego intentó suicidarse, cortando sus venas en el aeropuerto de Washington D.C. el día de su deportación. Finalmente se le concedió refugio en ese país contra la persecución israelí a principios de los años 70 del siglo pasado.


Joseph Burg.
Perseguido y golpeado por los Implementadores del Holocausto, al estilo de los pendencieros de la Liga para la Defensa Judía. Se le negó el funeral en el Cementerio Judío de Munich. Ernst Zündel y Otto Ernst Remer despidieron los restos de este revisionista judío.

Autor de muchos libros “Schuld und Schicksal” (Culpa y Destino), “Zionazi”, “Das Tagebuch der Anne Frank” (El Diario de Ana Frank), “Auschwitz in alle Ewigkeit” (Auschwitz Por la Eternidad), etc. Así como muchos folletos y dos entrevistas documentales con Ernst Zündel. Principal asesor judío, mentor y testigo de Zündel en el Gran Juicio del Holocausto en 1988.




Thies Christophersen



Forzado a huir de país en país. Perseguido a muerte después de numerosos ataques con ácido, incendios y atentados contra su vida y su propiedad.

Como experto agrícola alemán, Christophersen fue destinado a Auschwitz en el período crítico de 1943 y 1944. En su condición de experto, tenía acceso a todo el campo. Tomó valiosas fotografías de aquella época. Fue el primer revisionista y testigo ocular que se atrevió a declarar categóricamente que no hubo cámaras de gas para eliminar personas en Auschwitz. gente que “estuvo allí” ha tenido miedo a manifestarlo y contar qué es lo que según ellos realmente pasó, y prefieren no llamar la atención sobre el hecho de que “estuvieron allí”. Sin embargo era inevitable el que unos pocos individuos valientes lo hicieran a pesar de todo. El más importante de éstos ha sido, hasta la fecha, Thies Christophersen, autor de “Die Auschwitz Luegue”, La mentira de Auschwitz, traducido a muchos idiomas. Testigo de Zündel en los grandes juicios de 1985 y 1988.


Christophersen estuvo en Auschwitz hasta diciembre de 1944 y en 1973 publicó sus memorias y su firme convicción de que los exterminios jamás tuvieron lugar allí.




Ditlieb Felderer


Acusado, juzgado, condenado y encarcelado en Suecia. Desprestigiado por la prensa. Forzado a vivir en el exilio.

Felderer, quien en una época fue un prominente Testigo de Jehová, es conocido como un antiguo investigador de la evidencia física en todos los principales campos de concentración, ubicados en la antigua Europa Comunista Oriental. Felderer tomó más de 30.000 fotografías de cada detalle imaginable en aquellos campos; descubrió que había una piscina de natación para los internos de Auschwitz, y las instalaciones incluían un moderno hospital con una sección ginecológica, así como una orquesta, un teatro para presentaciones en vivo, una biblioteca bien surtida y clases de escultura. Descubrió las partituras del “Vals de Auschwitz” en los archivos secretos, accesibles sólo con un permiso especial. Descubrió que los Testigos de Jehová habían tenido una función fraternal dentro de los campos, ya que cooperaron con la administración de las SS, expuso la mentira de que 60.000 Testigos de Jehová habían sido asesinados ahí. Por iniciativa e insistencia suya, este número inflado ha sido reducido a sólo 203. Por su trabajo revisionista Felderer fue excomulgado, es decir, fue expulsado ignominiosamente de la secta Testigos de Jehová. Ha sido perseguido por los Implementadores del Holocausto desde entonces. Felderer es conocido por su curioso sentido del humor y sus ácidas historietas humorísticas. Él cree que el herir la “sensibilidad” de los mentirosos deliberados del Holocausto y los falsificadores de la historia no debería ser un obstáculo en la búsqueda de la verdad. Esta especial idiosincrasia de Felderer, ha sido explotada por los propagandistas del Holocausto al contraatacar su trabajo. Asesor de Zündel en el Gran Juicio del Holocausto en 1985 y 1988.




Abogado Kirk Lyons



Su imagen ha sido asesinada con saña por los medios de comunicación y por las Organizaciones de Defensa Judía, después de defender los derechos de patriotas estadounidenses.


Destacado abogado estadounidense de los derechos civiles, de gran habilidad y valentía, defensor de muchos patriotas especialmente de los muertos en Waco. Lyons ha representado a personas como Fred Leuchter en casos controversiales y últimamente ha sido blanco del periódico conservador “Spotlight” mediante la figura de trato especial en los medios, debido a que ganó una larga querella contra una firma legal que había manejado de mala manera un caso que concernía a uno de sus clientes, Don Wassal, del antiguo Partido Popular de Estados Unidos. Sus asesinos de imagen aún tratan de vincularlo falsamente con el bombardeo en la ciudad de Oklahoma a través de uno de sus clientes, Andy Strasmier, hijo de un famoso activista político alemán y asesor de Helmut Kohl. Lyons también ha defendido a patriotas en el famoso juicio por sedición del Fuerte Smith y desde entonces ha sido desprestigiado por la Liga de Antidifamación sionista.


Otto Ernst Remer





Juzgado y condenado a más de un año de prisión, a pesar de que tenía más de ochenta años y tenía muy mala salud.


Un héroe de guerra alemán que frustró el golpe de estado militar llevado a cabo por los traidores alemanes contra Hitler en Berlín, el 20 de julio de 1944, Remer aprovechó la oportunidad política que concedieron las revelaciones del Informe Leuchter. Dio a conocer sus descubrimientos a millones de personas mediante su publicación privada “Die Remer Depesche” (El Telegrama Remer), un tabloide de circulación masiva, tipo periódico. El régimen servil alemán se dejó caer con fuerza sobre el viejo soldado. Fue juzgado y condenado a prisión. Se fue exiliado a España atado a una silla de ruedas donde murió. Su viuda ahora tiene que luchar para seguir recibiendo su mísera pensión. Ella se rehusa a llevar sus cenizas a Alemania hasta que llegue el momento en que los restos de su esposo puedan regresar bajo circunstancias honorables a lo que alguna vez fue su patria.


Frank Walus


Atacado siete veces por asaltantes sionistas, casi asesinado mediante un atentado, se le despojó de su ciudadanía estadounidense y perdió su hogar para financiar su defensa.

Un mecánico de autos estadounidense de origen germano-estadounidense. Walus fue elegido para ser acusado falsamente por Simón Wiesenthal, etiquetándolo como “criminal de guerra nazi”. Desprestigiado por los medios estadounidenses como el “Carnicero de Kielce” en una salvaje campaña. Walus combatió valientemente contra los torturadores de la oficina de investigaciones especiales, también conocida como los “cazadores de nazis” yanquis. Últimamente ganó el caso contra ellos en un costosísimo proceso de apelación, pero murió después de varios y severos ataques cardiacos como un hombre amargado y financieramente arruinado. Rechazó ser enterrado en tierra yanqui porque sentía que ese país lo había traicionado y le había fallado vergonzosamente. Testigo de Zundel en el Gran Proceso del Holocausto de 1985.