Las verdades impuestas por los jueces jamás han sido capaces de sostenerse
Dejando de lado algunos avances humanitarios logrados desde entonces en cuanto a medidas punitivas, y restringiéndonos puramente a lo que es legislación, persecución y argumentación, ha sido posible establecer las siguientes 22 similitudes, bastante bizarras, entre la persecución medieval de herejes y la persecución contemporánea de revisionistas en la fraseología inquisitorial: negadores del holocausto:
1. Al igual que los herejes cristianos eran inapelablemente equiparados con falsos predecesores, los cátaros anticristianos, así los revisionistas son todos falsamente equiparados con nazis y fascistas.
2. Los perseguidos no son culpables de acción criminal alguna. La gran ofensa está en que ellos estudiaron críticamente ciertas concepciones oficiales e hicieron públicos sus descubrimientos; sólo en razón de esto es que se han hecho punibles de castigo, además de execrables.
3. Su crimen es la no creencia en la religión oficial de Estado (dogma).
4. La acción vigorosa de chantaje/censura legal y social no deja a las personas disidentes, críticas de la verdad protegida por ley, otra alternativa que trasmitir “ilegalmente” sus opiniones al público.
5. Ellos son vistos como apostatas y en razón de ello denunciados y perseguidos.
6. En realidad, el objetivo primordial de este tipo de persecuciones no es castigar a las víctimas, sino más bien, poner cabezas sangrantes en la picota, para escarmiento y disuasión de otros potenciales críticos a la ideología de Estado.
7. Los autos de acusación están basados en una ley ocasional (Malleus Maleficarum “Hexenhammer”, farsa jurídica al estilo del Tribunal Militar Internacional-Nuremberg, la Lex Auschwitz, Loi Gayssot, entre otros), es decir, en el tipo de axiomas político-religiosos contra los que no se permite defensa alguna.
8. La parte acusadora dispone de ilimitados recursos (financieros), y tiene de su lado a los mercaderes de noticias. Los acusados, por lo general, carecen casi hasta de lo indispensable, y se encuentran, desde el inicio del proceso hasta la lectura de la sentencia, bajo una intensa acción de calumnia, con la opinión pública en su contra.
9. Fiscales y jueces son incapaces de probar la verdad de sus tesis. Ellos meramente hacen referencia a conocidas abstracciones, santificadas por el poder del Estado.
10. A menudo buscan refugio en acusaciones de tipo estereotípico y figurativo, no identificables objetivamente (“brujería”, “racismo”, “antisemitismo”, “insulto a la memoria de los judíos asesinados”).
11. La verdad, o la búsqueda de la verdad, es de poco o ningún valor en este tipo de tribunal. Cuando la creencia prevalece, la ciencia enmudece. (1)
12. El defenderse a sí mismo con evidencia científica y concreta es considerado como prueba de la justificación de los cargos.
13. Hæresis est maxima, opera maleficorum non credere (“El más grande pecado está en la negación del pecado”). En nuestros tiempos: Hæresis est maxima, holocaustum non credere.
14. La gente que no creía en algunas partes de las doctrinas religiosas recibían la terrible designación de “herejes”. La gente que no cree en algunas partes de “El Holocausto” reciben la terrible designación de “negacionistas”, “neo-nazis”, “fascistas”, “antisemitas”, etc. Todos ellos serán entregados al linchamiento social (el equivalente al sambenito medieval), a la ruina económica, y a la muerte en la hoguera.
15. No se le permite a la defensa presentarse con evidencia que pruebe los argumentos de los defendidos. En algunos países europeos, los defensores también pueden ser encarcelados.
16. La contraevidencia es sólo permitida (selectivamente) para legitimizar la farsa jurídica. Nunca será aceptada, sino siempre rechazada en favor de la “verdad” ideológica.
17. Las declaraciones de los testigos de la parte acusadora serán siempre aceptadas, sin mayor pedido de pruebas; las contradicciones e imposibilidades demostrables contenidas en tales testimonios serán siempre desestimadas.
18. En estos juicios, no hay búsqueda de la verdad, solamente búsqueda de culpabilidad según la letra de la ley de Estado.
19. A los jueces les es imposible absolver a los procesados o sancionarlos tenuemente; cualquier muestra de benevolencia hacia el maldecido reo significará la segura autodestrucción del magistrado.
20. Por dicha razón, la condena de los acusados es, de antemano, segura e indisputable, quedando completamente descartada cualquier esperanza de un juicio justo.
21. A los veredictos de esta clase de jurisdicción les es conferido un valor eterno y apodíctico.
22. Tal como ocurrió durante la caza medieval de herejes, también en nuestros días los más viciosos excesos a la hora de castigar los crímenes de pensamiento tienen como escenario a Alemania. En este país, decenas de miles de “pensadores disidentes” y así llamados “negadores del holocausto” están recibiendo castigos desproporcionadamente severos. En ningún otro lugar las torturas y crímenes contra las “brujas” fueron tan crueles como en Europa central. Hoy en día, en dicha región, los revisionistas son mantenidos cautivos en las prisiones más notorias, como Stuttgart-Stammheim, el fuertemente resguardado centro de aislamiento, diseñado para confinar a los terroristas más peligrosos. Tan sólo en Alemania, más de 10.000 personas son condenadas anualmente. En Austria, la pena máxima para el revisionismo ha sido elevada a veinte años de prisión (!). Semejante tiranía política poco tiene que envidiar a los regimenes estalinistas. En Holanda, esta pena máxima era hasta hace poco, por ley, de sólo un año, pero debido a una serie de artimañas jurídicas y a la poderosa presión de Alemania-EU, casi en secreto, y a espaldas del pueblo y el parlamento holandeses, ha sido recientemente elevada a 5 años de prisión.

Cada uno de los mencionados 22 puntos pone en evidencia la persecución contemporánea de revisionistas, exponiéndola como lo que realmente es: un descarado crimen moral y jurídico; una violación inaceptable, motivada políticamente, de los Derechos Humanos, la libertad de expresión, la libertad de prensa y la libertad de ciencia.
En nuestros tiempos de raciocinio y de intelecto, el Holocausto aparece como el único hecho histórico elevado a la categoría de dogma por obra de nuestros modernos y “doctos teólogos”. Ningún otro capítulo de la historia mundial está protegido judicialmente, de manera tan draconiana, como lo está el Holocausto en Europa. 
Las discusiones sobre el Holocausto pertenecen al dominio del libre pensamiento, la libertad de expresión y la libre investigación científica, y NO a una jurisdicción. Ni el poder judicial debería tener competencia para juzgar problemas que sólo pueden ser dilucidados por medios científicos, ni la parte acusadora debería poner el problema en un nivel político.
Más aún, la persecución de los antiholocaustistas es en efecto y a todas luces una persecución racista: casi sin excepción los gentiles son perseguidos por judíos o grupos de presión judíos. Son éstos los que inician las demandas y el hostigamiento contra los revisionistas, elevando sus gritos al cielo hasta que los títeres del poder judicial de las democracias entran en acción contra los acusados. Jamás ninguno de los famosos revisionistas judíos ha sido llevado ante una corte.
Cada uno de los fiscales, jueces y tribunales que se prestan para acciones contra los revisionistas, comparten una gran culpa en esta comedia de criminalización del pensamiento, y sus nombres serán recordados por las futuras generaciones como ejemplos de vileza y oprobio. Si bien algunos de estos magistrados son puestos entre la espada y la pared, sin más alternativa que coparticipar en la comisión de tales injusticias, lo cierto es que la mayoría de inquisidores reasumen voluntariamente, y con orgullo, el ominoso papel de sus predecesores medievales. Ya que, el lector no se equivoque, la persecución contemporánea de revisionistas, es moral y jurídicamente aún más maliciosa que la caza medieval de herejes.
En aquellos tiempos, por lo menos, se requería una confesión del acusado para completar el proceso de condena, y a veces algunos reos –aquellos completamente inocentes de los cargos– recibían la gracia de la absolución (3). En cambio, en nuestros días, los “negadores del holocausto” llevados al banquillo por medio de denuncias deshonestas, son sin excepción alguna sentenciados a castigos severos. Recuérdese, el judío paranoico es inclemente, y su vanidad jamás perdona la más pequeña afrenta.

Qué acongojante es comprobar en estos días que la “negación” de Dios, la Creación, el Diablo, Cristo, Alá, Mahoma, la Patria, la Nación, no amerita proceso ni sanción alguna en nuestras democracias. En un mundo que ya no tiene fe en nada ni cree en nada, sólo la “negación” del sacrosanto “Holocausto” conmueve los espíritus con una furia rayana en lo religioso y pone en movimiento los resortes de todo el aparato represivo-judicial. Somos testigos de una persecución alimentada por fanatismos y odios cuya magnitud es mayor que durante el oscurantismo medieval.
Al menos, en esos tiempos, había la remota probabilidad de que las pobres víctimas obtuvieran alguna muestra de compasión cristiana. Ahora, en nuestros tiempos, en lugar de compasión, sólo queda aquel visceral odio judaico, tan bien descrito en el Viejo Testamento.

Pese a ser un reconocido defensor de la tesis holocaustófila, el historiador alemán Ernst Nolte reconoce lo desacertado de excluir la argumentación científica: “Frente a la importancia fundamental de la máxima ‘De Omnibus Dubitandum Est’ [se debe dudar de todo], la extendida convicción de que cualquier duda sobre la imperante concepción del ‘Holocausto’ y sus seis millones de víctimas sea considerada desde un principio como signo de una maligna y abominable creencia, necesaria de prohibición, no puede, bajo ninguna circunstancia, ser aceptada por la ciencia, sino que debe ser rechazada como un atentado contra la libertad de investigación científica”.
Recuérdese que en aquellos tiempos, al igual que hoy en día, la acusación de hereje era el arma arrojadiza más temible. Si se quería destruir a una persona bastaba con acusarle de hereje, lo que equivaldría hoy a acusarle de racista, antisemita o negacionista. Por ello no faltaban la acusaciones infundadas entre enemigos personales, deudores, amantes despechados, etc. En muchos casos, tales denuncias no prosperaban o las víctimas lograban alcanzar la absolución tras descubrirse la motivación de los denunciantes.
Por ejemplo, en el proceso Zündel, en Alemania, la defensa ha sido prohibida de esgrimir “esos argumentos pseudohistóricos”, bajo riesgo de hacerse también sancionable. Si los abogados de Zündel, empero, insistieran en hacer uso de dichos argumentos, el público tendría que ser desalojado de la sala. A veces, dada la fuerza de la argumentación y lo poco conveniente de ésta para el sistema, se obliga a la defensa a presentar sus declaraciones “sólo por escrito” (!), evitando así que lleguen a oídos de terceras partes. A un sarcástico comentarista se le ocurrió describir esta caprichosa exigencia de argumentación no oral, como una “litigación entre fantasmas”.
La sentencia de tres años de prisión contra el historiador David Irving no podía caer en peor momento; justo ahora, cuando nuestra nueva Europa, de creciente vocación orwelliana, adopta la irrisoria postura de “diablo predicador” (predica lo que no hace) y pretende dar al mundo musulmán lecciones sobre tolerancia, libertad y respeto a los derechos humanos.
Y dentro de esta gran controversia internacional sobre sensibilidad religiosa musulmana y libertad de expresión europea, a raíz de la caricaturización del profeta Mahoma en los diarios occidentales, nuestro bando fue el primero en recriminar un supuesto exceso de hipocresía en las reclamaciones de su oponente. Semejante acusación, hecha así, a la ligera, sin previo autoexamen de conciencia, proviene –para completar nuestra vergüenza– nada menos que desde Alemania; sí, precisamente desde Alemania, la otrora gran nación europea, ahora convertida por el judío en un Guantánamo para revisionistas. En este país, uno de sus principales diarios, “Die Welt”, rubricaba hace poco un fogoso editorial que defendía la publicación de las caricaturas, amparándose en el derecho a la libre expresión. “Las protestas de los musulmanes –moralizaba Die Welt– serían tomadas más en serio, si ellos fueran menos hipócritas”.
No se sabe si estas desafortunadas declaraciones son producto del sistemático lavado cerebral, conocido como reeducación, o si es que nuestra prensa, hoy tan sorprendentemente jactanciosa de su libertad, obedece cual marioneta a los hilos de los neo-conservadores de USrael y su agenda de inspiración straussiana, que busca a toda costa el enfrentamiento de las democracias occidentales contra el mundo islámico, es decir, contra el que tal vez sea el último bastión declaradamente antisionista. Lo que sí sabemos, y de eso pueden dar testimonio Zündel, Irving, et alia, es que en nuestra Europa residual los conceptos de “libertad de expresión” e “hipocresía”, lejos de ser antagónicos, como deberían en una sociedad sana, guardan más bien una relación intrínseca y hasta connivente. Es así que, en lugar de disponer de total libertad para decir la verdad y denunciar a los hipócritas, vemos que son los hipócritas quienes gozan de irrestricta libertad para denunciar falsamente a aquellos que dicen la verdad. Sobre todo si estas verdades perturban la suprema sensibilidad de la nueva religión de Estado: El “Holocausto”.
Los términos fascista y nazi en la actualidad están desprovistos de cualquier significado político o cultural verdaderos, y en su lugar, son usados como insultos con la intención de ofender gravemente a algún oponente, esto es, cualquiera que se atreva a oponerse a la democracia globalizadora y multirracial…
A través de una increíble maquinaria para manipular la opinión pública, las victorias de la Segunda Guerra Mundial fueron exitosas no sólo al prevenir una nueva manifestación del fascismo y el Nacional Socialismo, sino también de la cultura tradicional y los valores espirituales que permearon la vida europea por incontables siglos.
He aquí como se hace: Los valores tradicionales europeos, como el amor a la patria y a la familia, el heroísmo, la honestidad, el sentido del deber y la espiritualidad son equiparados con el fascismo y el nazismo, con Hitler y con Mussolini. Una vez que ésta ecuación es aceptada, es muy sencillo activar una propaganda anti-fascista para estrangular cualquier resurgimiento de los valores que son peligrosos a aquellos que están en el poder.
Este etiquetamiento de Europa como malvada, que fue vencida en la Segunda Guerra Mundial, se lleva a cabo no sólo desde las publicaciones fascistas y Nacional Socialistas. Esto desacredita al sistema entero de valores que ha sostenido por milenios a una civilización grandiosa, única en la historia. Platón y Dante permanecen en el banquillo de los acusados junto con Mussolini y Hitler, además de Maquiavelo y Nietzche, César y Napoleón, Roma y el Sacro Imperio Romano.
… Desde que el Tribunal de Nuremberg, el instrumento más efectivo de criminalización del fascismo y el Nacional Socialismo, ha legitimado el cargo de genocidio de los judíos, de la horrible imagen de 6 millones aproximadamente, hombres y mujeres, ancianos y niños, que fueron eliminados simplemente por ser judíos…
Hoy, el Holocausto es un lastre de plomo atado a los pies de Alemania y de toda Europa… Cualquier pretexto trillado es suficiente, en cualquier ocasión, para comenzar una charla sobre el Holocausto. Con el paso del tiempo, la propaganda ofensiva no se ha debilitado, sino que se ha vuelto más intensa, y es más frecuente que más países europeos promulguen leyes especiales para proteger la ‘verdad’ judía…
El Holocausto debe permanecer como un mito, un dogma, protegido de cualquier revisionismo y escrutinio de la verdad, el colapso de este dogma inevitablemente debe llamar al cuestionamiento de la presente interpretación de la historia contemporánea… Y, al final, esto debe llevar a un debate verdaderamente plural acerca del futuro de Europa… y hacer posible la reintroducción de aquellos valores que, en oposición al globalismo, restauren a las naciones su derecho de identidad e independencia.
Mario Consoli, director editorial de l’Uomo libero (Milán), sobre el tema “Pluralismo y Revisionismo”, número 41, abril de 1996.
Y así mientras que el frente Oriental despertaba en el Oeste se cavaban trincheras.
Moltke es un hombre serio y magnánimo que carece por completo de esos rasgos de carácter que hacen a un hombre un caudillo en la batalla..el Káiser Guillermo sobre el jefe del estado mayor alemán.

Informe del estado mayor al káiser alemán; 4 al 24 de Agosto de 1914
Tras la declaración de guerra a Francia el día 1 de Agosto, arrancó el plan de Schlieffen: un golpe imponente y a máxima velocidad que obligue a Francia a a retirarse de la contienda en menos de mes y medio, permitiendo a nuestras tropas concentrarse en los dos millones de soldados rusos que se concentran.

El plan de batalla fue el siguiente: Alsacia y Lorena, fuertemente defendidas por contingentes franceses quedaron envueltas, pasando nuestras tropas por Flandes y la Picardía, de tal modo el I ejército al mando de Alexander Kluck y el II de von Bülow se encontrarían con el centro de los ejércitos franceses, que verán obligados a combatir de espaldas a sus fuentes de suministros y sin poder acceder a las fortificaciones de la frontera con nuestro sagrado Reich.

Nuestro objetivo: París.
El 4 de Agosto nuestras tropas llegaron a la Lieja. La ciudad contaba con seis anillos defensivos, sus ocupantes resistían con ferocidad, retrasando el avance de la ofensiva. Contrarios a nuestras suposiciones los belgas no se iban a rendir con facilidad. La situación se salvó con el empleo de uno de nuestros cañones de asedio Mörser 420, apodado "gran Berta". el cañón abrió rápidamente las brechas necesarias para la rendición de la ciudad. No obstante, hasta el día 15 no hemos obtenido la rendición de la última fortaleza en pie.
El avance no obstante aunque a buen ritmo, se ve entorpecido por los franctireurs, civiles belgas que disparan a quemarropa a nuestros soldados. Hemos tenido que quemar la ciudad de Hervé como castigo ejemplar.
El día 20 conseguimos aislar al ejército belga en Ambéres, mientras que solo Namúr se interponía entre nosotros y Francia. Inmediatamente cargamos con el calibre 420 rindiendo la ciudad.
Sin embargo estos continuos retrasos, han permitido lanzar al enemigo francés enviar un asalto al sur de Metz, por supuesto, han perdido 300 000 hombres, pero el acercamiento de sus posiciones podría multiplicar el coste en vidas en el Este. Además esta última maniobra nos ha obligado, incapaces de montar un fuerte contra-ataque en el flanco izquierdo, a reforzarlo virando hacia allí nuestros ejércitos, lo que por supuesto nos obliga a enfrentar con una menor ventaja al cuerpo de ejércitos francés.

No obstante, estamos en condiciones de asegurar que nuestro plan podrá seguir adelante. Los informes de la inteligencia y la información reunida por la caballería indican que el general Lanzerac, y todo el mando francés, piensan que estamos movilizando 20 divisiones menos de las que tenemos sobre el campo.
Por todo esto, y aunque conocemos, se están movilizando 4 divisiones de la fuerza expedicionaria británica hacia Mons, tras la toma de Namúr el III ejército ha avanzado hasta Dinent, en lo que creemos, será la maniobra que estrangule a los aliados.
Nuestros soldados contendrán la ofensiva en el Oeste y acabaremos con Francia en el plazo acordado. El general Moltke, así lo atestigua.
Del Marne a París el mar. "La victoria significa voluntad...Se hará con ella quien aguante más. Las batallas se ganan con restos"General Ferdinand Foch del IX ejército francés en 1914
Foch contaba con toda la razón, lo que no podía suponer era, que el complejo engranaje de guerra alemán fuera fallar como lo hizo. Todos entendían los ligeros contratiempos que el ejército germano había sufrido y el ambiente en las calles Berlín era de auténtico júbilo: financieros empresarios y hombres acaudalados en general habían empezado planear el reparto de aquella parte de Europa.
La coalición anglo-inglesa estaba a punto de desfallecer tras 12 días de retirada continua, pero como vimos en entregas anteriores el ala derecha del ejército alemán estaba totalmente desprotegida; el día 26 de Agosto el gobierno ruso había movilizado a Prusia Oriental dos ejércitos y los franceses veían compensados los 10 000 millones de francos que en el frágil juego de los ententes les había costado Rusia. Además se susurraba en las mortecinas calles de París, que Gallieni y Joffre salvaría, su ciudad.
El genio nacional alemán se iba a enfrentar contra las esperanzas occidentales, y estas últimas contaban con ventaja táctica.
La cabalgada de Gallieni había servido para aprovechar el viraje forzado del ejército alemán, y desde el 5 de Septiembre al 12 se desencadenaría la tormenta. Aquí es donde se vio la calidad de los personajes en juego más allá de los tópicos.
Kluck intentó virar lentamente sus ejércitos hacia el Oeste, para encarar a sus atacantes, y consiguió un bonito hueco de 50 kilómetros entre sus dos ejércitos. La BEF y el V ejército francés, repleto de la élite gala se introdujeron por columnas en el hueco y Moltke se hundió. Cuentan que el general no tenía siquiera color. Invadido por el pánico comprobó esta realidad y decidió retirarse al Aisne.
Y de nuevo nos encontramos en Cannas ¿Por qué los aliados no aprovecharon su ventaja? Algunos dicen que el poder de la maquinaria bélica moderna no estaba comprobado y que el temor a las ametralladoras era mayor que su potencia. Otros dicen que las líneas inglesas eran incapaces de continuar. A mi me gusta pensar que fue un duelo entre generales, entre caballeros, que perdieron Moltke y Kluck y invadidos por el pánico se retiraron pero que el resto de oficiales anglo franceses no perdieron su calma y eran conscientes de la realidad.
Los alemanes intentaron rehacer su estrategia: De Yser a Ypres, entre el Aisne y el mar dirigirse hacia el Canal de la Mancha y amenazar de nuevo París. El resultado: un fracaso sangriento que acabó por estabilizar el frente totalmente en una larga línea, de Bélgica a Suiza.
Y así mientras que el frente Oriental despertaba en el Oeste se cavaban trincheras.
"Descubren" que Hitler murió en la Argentina y desatan guerra judicial

Dos ingleses afirman que el Führer falleció en Argentina, pero un periodista barilochense los acusa: "Yo lo dije primero". ..
Según una teoría, Adolf Hitler habría matado a tiros a Eva Braun antes de matarse él mismo de un tiro. Más tarde, y siempre siguiendo esta teoría, seguidores del dictador derramaron gasolina a los cadáveres y los quemaron para evitar su profanación. En la imagen se ve a un soldado soviético junto a la lata de gasolina con la que supuestamente fueron quemados los cadáveres de Adolf Hitler y su amante.
Sin embargo, el propio Josef Stalin le hizo saber a Churchill, cuando se reunieron en Berlín tras su caída, que estaba convencido de que esos cuerpos no pertenecían a la pareja.
Por su parte, el periodista Abel Basti, en su libro "Hitler en la Argentina", sostiene que hay fuertes indicios de que el líder nazi no se suicidó. Afirma, además, que "la farsa armada en torno al presunto suicidio se está cayendo a pedazos, ya que hay numerosos investigadores que coinciden en la falta de pruebas de su muerte en Alemania: no hay cadáver, tampoco autopsia, ni pericia criminalística...".
Este mismo autor señala que "los rusos afirman que tienen un pedacito de cráneo con un agujero de bala, pero se resisten a un estudio de ADN, que perfectamente se podría comparar con el de Paula Hitler, hermana de Adolf, quien está enterrada en Alemania".
En realidad, el suicidio de Hitler fue urdido por los rusos porque era la única forma de salir airosos del trance, ya que cuando entraron al búnker en el que se había refugiado con Eva Braun lo encontraron vacío
La verdadera historia del destino final de Hitler y Eva Braun es la siguiente. Ambos se encerraron en uno de los Búnker para escapar de la furia de los soldados rusos, que estaban sedientos de venganza porque habían sufrido enormes depredaciones por los alemanes en la campaña sobre Rusia y querían destruir al dictador y a toda la ciudad.
Y cuando llegan al Búnker para atrapar a Hitler, a quien le tenían un odio tremendo, disparan contra los muros una bazooka y destruyen la entrada, pero cuando penetran se encuentran con la sorpresa de que allí no había nadie.
Ante esto los rusos se sienten engañados y toman a un par de generales aliados del Führer conminándolos para que confiesen en qué otro Búnker estaba escondido Hitler, pero los generales insistieron en que ése era el lugar en que debía encontrarse.
La ironía es que esos generales no sabían nada, pero los rusos creyeron que estaban mintiendo y entonces tratan de sacarles la verdad mediante la fuerza. Los torturan cruelmente pero los generales no pueden decirles nada porque nada sabían.
Los generales murieron a causa de esas torturas y los rusos supusieron que se llevaron el secreto a la tumba por fidelidad al Führer.
hay un dato que llama la atencion de toda esta historia que no concuerdan con la logica y es que segun algunos el cuerpo fue carbonizado..pero nos enseñaron de fotos de Hitler sin estar quemado
curiosa coincidencia..fotos de Hitler con un disparo en la frente..pero segun el craneo que se llevaro los rusos el disparo estaba en la sien..peero en otros craneos el disparo se encuentra en la parte alta de la cabeza..rara manera de suicidarse la verdad..

Un ex cabo del III Reich de 90 años sentenciado en Italia 18 octubre 2013.Un tribunal militar italiano ha condenado en ausencia a Alfred Stork, de 90 años, a cadena perpetua, al hallarle culpable de ser responsable de la muerte de 120 oficiales italianos durante la Masacre de Cefalonia, en 1943, en la que fueron ejecutados en total aproximadamente 5.000 soldados de la División Acqui. La sentencia se solapa con la polémica sobre la muerte de Erick Priebke la semana pasada, cuyo cadáver permanece en Italia sin que se haya llegado a un acuerdo sobre dónde enterrar sus restos.
Alfred Stork, que admitió en 2005 a la físcalía alemana haber participado en la masacre en la isla griega de Cefalonia, hechos que fueron retratados en la novela y película La Mandolina del Capitán Corelli, vive actualmente en Alemania.
Las tropas italianas, que habían sido aliadas del Tercer Reich hasta la caída de Benito Mussolini en 1943, acabaron luchando contra el Eje lo que produjo cierto caos. A mediados de septiembre de 1943 la División Acqui se enfrentó a los alemanes en la isla griega, rindiéndose los últimos combatientes italianos el día 22.
Las ejecuciones habían comenzado un día antes, el 21, y duraron una semana. Cientos de miles fueron hechos prisioneros, de los cuales aproximadamente 5.000 de ellos fueron asesinados. Stork explicó a los investigadores de Alemania que siguió la orden de ejecutarles al ser considerados traidores.
Cae un nuevo mito: ¿Sobreviviendo con Bulos o con lobos?, se descubrió un nuevo fraude en el amplio repertorio de la mitología judeo-holocaustica.
En el imaginario colectivo circulan cientos de historias mitológicas donde los judíos son mostrados como las eternas víctimas inocentes, presas de la maldad de otros pueblos, es decir las decenas y decenas de persecuciones que el racista “pueblo superior” o “`pueblo elegido” como les gusta llamarse ha tenido a lo largo de la historia, ha sido siempre por culpa de los otros. Pero cabría preguntarse bajo una óptica más objetiva y racional ¿Qué habrán hecho los judíos para que muchos pueblos los hayan perseguido?.
Que las persecuciones han existido, de eso no hay dudas. Pero tampoco hay dudas de que existe una tendencia por parte de los judíos, de mostrar una falsa imagen de si mismos, donde se maximiza el sufrimiento de ellos y hasta se distorsiona la realidad inventando historias que refuercen su papel de víctimas. Mediante el engaño y la explotación de la fibra emocional del espectador o receptor, logran la satanización de los villanos que los persiguieron y la conmiseración de los propios crímenes judíos frente a otros pueblos. Esto no siempre es evidente, pues se juega con la ingenuidad de la gente que les cree ciegamente todas las historias holocáusticas.
Solo el esfuerzo de investigadores independientes, logra desmontar el sutil y totalitario aparato propagandístico. Así se acabó con las mentiras de que los nazis hacían jabón o mantequilla con los judíos, se desmontó el fraudulento libro de Ana Frank, convertido en literatura obligatoria pro-judía y anti-nazi en muchos colegios del mundo. Se intenta manipular desde pequeños las mentes de los jóvenes. Los investigadores independientes también probaron en una decena de estudios científicos, el mito de los 6 millones de gaseados en los campos de concentración nazis, esto ya esta recorriendo el mundo y es reconocido incluso por un puñado de destacados judíos. No obstante la mayoría de la prensa sionista internacional continúa hasta hoy en día difundiendo este mito. Sin meterme en este escabroso terreno, del cual solo hacer alusión, enciende los sentimientos irracionales de la gente alienada, pasaré a describir el nuevo descubrimiento mitológico.
El prestigioso diario belga Le Soir después de reunir pruebas durante varias semanas, logró la confesión de la autora de un best seller de la literatura judeo-holocaustica titulado Sobreviviendo con lobos, del cual ya existe incluso un filme (2007).
En esta historia, hasta ahora autobiográfica y totalmente verídica, la autora pretendía ser una niña judía criada por lobos durante la Segunda Guerra Mundial, donde realiza entre 1942 y 1943 un viaje de tres mil kilómetros a través de Europa en búsqueda de sus padres deportados por los malignos nazis. Según contaba ella, había sobrevivido gracias a la protección de una manda de lobos.
Gracias a la investigación del diario Le Soir la autora Misha Defonseca ha debido confesar que su libro es un producto de su imaginación. De niña había vivido junto a su abuelo y luego con su tío, es más su nombre real es Monique De Wael.
Lamentablemente por más que se descubran día a día la falsedad de estas historias “verídicas”, no se implementa ningún tipo de pena o acción legal, por estafa moral y manipulación. Más de 62 años han pasado del exterminio de la Alemania nazi en manos de los EE.UU. y los aliados salvadores del mundo libre, sin embargo no hay día que un humano no se tope con alguna de estas historias judeo-holocáusticas tan lacrimógenas como falsas.
El caso de Misha Defonseca o la falsa niña-lobo judía
Misha Defonseca llegó a los Estados Unidos en la década de los ochenta procedente de Bélgica. A quienes le preguntaban por su vida les relataba una fantástica peripecia, cómo sus padres habían sido deportados por los nazis cuando sólo tenía nueve años, cómo ella había recorrido 3.000 kilómetros de una Europa en guerra para encontrarlos, cómo había estado en el ghetto de Varsovia, cómo había matado a un soldado alemán, cómo había sobrevivido en el bosque con una manada de lobos. Una editora la oyó contar su historia en una sinagoga y se la compró.
Esa historia se convirtió en Sobreviviendo con lobos, un best-seller mundial publicado en 1997, traducido a once idiomas y transformado recientemente en una superproducción de éxito en los países francófonos. El libro llegó a ser lectura obligatoria en los colegios franceses, a pesar que desde el primer momento le persiguieron las críticas por las incongruencias históricas y argumentales. Pero estas objeciones no eran suficientes como para disuadir a sus lectores, fascinados por una historia demasiado fantástica como para ponerle pegas.
Lástima que no fuera sólo fantástica. También era falsa.
La fachada de Misha Defonseca se ha venido abajo este fin de semana cuando una investigación periodística ha sumado las pruebas en su contra. La autora se llama en realidad Monique De Wael, nunca ha sido judía, no abandonó Bruselas durante la guerra, aunque sus padres – eso sí – fueron detenidos por colaborar con la resistencia y desaparecieron. Lo demás es inventado. "No es la verdera realidad, pero es mi realidad" – se justifica – "Hay momentos en los que me cuesta diferenciar entre la realidad y mi mundo interior".
Pero llegará un día en que la Verdad y la Justicia brillarán y este mundo del revés en el que vivimos, desaparezca por completo bajo la luz de un nuevo mañana.
Esta historia porque abre una interesante reflexión sobre el concepto de “verdad” en la literatura. No es el primer caso de personaje que se erige como representante de una tragedia colectiva como el Holocausto o el 11-S y cumple un papel convincente hasta que su impostura se descubre. Es difícil decir porqué gente se comporta así. Incluso se da el caso que no actúen por propio beneficio y que les deba mucho la causa que defienden. Pero no quita que la verdad histórica no tiene dos caras: se ha estado en un campo de concentración o no se ha estado, se estuvo en las Torres o no.
Pero resulta que esta señora escribe una autobiografía fantástica y dice que al fin y al cabo, su verdad histórica y su verdad imaginaria son intercambiables. Porque a la autobiografía le suponemos un compromiso de verdad, pero ¿compromiso con quién? Desde la primera autobiografía moderna, Las Confesiones de Rousseau, sabemos que el compromiso del autor es consigo mismo, no con el lector. La autobiografía es la fábula del yo, y el afán de sinceridad no equivale a objetividad, al contrario. Para la objetividad están las biografías, y eso sólo a veces. De las autobiografías suelen ser mucho más valiosas las mentiras, las omisiones y las tergiversaciones.
Luego está el concepto de mentira útil. Cuando a Rigoberta Menchú se le acusó de haber falseado datos en su autobiografía, ella se defendió diciendo que, si bien no eran cosas que le habían ocurrido a ella, las había incluído para hacer más visibles las atrocidades a las que había sido sometido su pueblo, y que al final cabo a ella le habían dado el Premio Nobel de la Paz y no el de Literatura. ¡Como si el Nobel de los libros no se lo dieran a los fabuladores!
En realidad le ha hecho un flaco favor a la causa del Holocausto. Cuando las verdades son tan crudas como esta, las mentiras, por mucho que quieran sacarle lustre, están de más.
La vida de Misha con los lobos es una gran mentira
A Rómulo y a Remo les amamantó la loba y gracias a ello nació Roma. A la belga Misha Defonseca una manada de lobos la adoptó cuando tenía cuatro años y buscaba, perdida entre las nieves y las tierras heladas de la Europa destruida por los nazis, a unos padres que habían sido detenidos por las tropas de Hitler en Bruselas. De Robert y Josephine sólo sabía la cría que habían sido deportados hacia algún lugar del Este. De la odisea de la niña nacieron una autobiografía traducida a 18 lenguas, Sobreviviendo con lobos, y una película de éxito del mismo título. Sólo un problema: la autobiografía es pura ficción, lo que pone en la picota el rigor de la industria del holocausto, que certificó la realidad de la peripecia.
Con la escueta ayuda de una brújula, Misha partió en busca de sus padres como relata en su autobiografía la edición española del libro es de Martínez Roca, 2004, convertida en un canto a la resistencia y a la humanidad de los animales con la adaptación al cine de la francesa Vera Belmont. En el curso de su aventura, la infante es protegida, alimentada y guiada por una manada de lobos mansos, logra llegar y entrar y salir al Ghetto de Varsovia y hasta mata a un nazi que intenta violarla. No encuentra a sus padres, pero se salva. Casi 60 años más tarde, cuenta su historia.
En una odisea de cinco años, Misha atraviesa en solitario Bélgica, Alemania, Polonia -donde llega a vivir en el gueto de Varsovia- y Ucrania antes de virar al Oeste y, vía Yugoslavia e Italia, volver a casa sin haber encontrado a sus padres. Durante un tiempo del angustioso periplo, una loba solitaria da calor a la indefensa criatura, a la que ofrece sus presas para que coma, feliz alianza que destruye un cazador. Más tarde, una manada toma el relevo y otra joven loba adopta a la indefensa Misha.
Si la historia parece increíble es porque lo es. Defonseca presentó en 1997 y en Estados Unidos, donde ahora vive a sus 70 años, como autobiografía una vida de penalidades propia de tiempos bélicos. La realidad ha sido desvelada por el diario belga Le Soir, que indagó sobre las dudas más que razonables que suscitaba la fabulosa aventura de Misha.
Editado en 1997 bajo el título Misha: Una memoria del Holocausto y luego bajo el más sugestivo de Sobreviviendo con lobos, la trágica historia de vida de la belga Misha Defonseca fue efectivamente un éxito editorial de grandes proporciones: llegó a ser best seller en Europa y ya lo han traducido a 18 idiomas, además de contar con una ópera y de haber sido llevada recientemente a la pantalla grande.
Con motivo precisamente de ese estreno cinematográfico, el diario belga Le Soir inició una investigación por su cuenta para determinar si la historia, bastante inverosímil de por sí y cuestionada desde que se hizo pública, no era una lisa y llana mentira. Y descubrió que lo era: Misha Defonseca es en realidad Monique de Wael, nació en 1937 por lo que tenía 4 y no 8 años al momento de iniciar su presunta travesía y no es de familia judía sino católica. A sus padres no se los llevó la Gestapo por su religión sino por sus convicciones políticas, pues eran miembros de la resistencia, y corrió el rumor de que su padre delató a otros camaradas. Por eso a Monique, que vivió bajo la tutela de parientes y que figura como inscrita en una escuela de su pueblo natal en el tiempo en donde su alter ego sobrevivía con lobos, la llamaban “la hija del traidor”.
Sí, mi nombre es Monique de Wael, pero intento olvidarme de ello desde los 4 años, declaró Misha Defonseca el último día de febrero, cuando la presión ya fue demasiada.
En Bruselas vive todavía una prima de la escritora. ¡Hay que ver qué imaginación tiene esta Monique!, exclama Emma Dewael, que a los 88 años revela la verdadera peripecia de Monique Dewael. Los padres de la niña fueron detenidos en 1941 por los nazis en un barrio de Bruselas, por participar en la resistencia y murieron en la guerra.
De la niña pasaron a ocuparse otros familiares, y fueron para Monique años muy duros. Tras negar inicialmente las revelaciones del periódico, la escritora se ha rendido a las evidencias y ha pedido perdón por la mistificación. En una carta a Le Soir, escribe: "Esta historia es la mía. No es la realidad real, pero es mi realidad, mi manera de sobrevivir". Sobre Defonseca se arrojan ya abogados, editores, psiquiatras... con millones de euros y hasta años de cárcel en juego.
Un cuento de hadas destrozado
No importa que la historia no sea verdad, porque es muy bonita", ha dicho a Le Soir Vera Belmont, directora de la película sobre la extraordinaria peripecia de Misha Defonseca. Tengo la sensación de haber sido engañado, confiesa Bernard Fixot, de la editorial francesa Robert Laffont, que tradujo el libro aparecido en Estados Unidos. Creí a la editora americana, Jean Daniel, que me aseguró haber comprobado todos los datos.
Para De Wael, el libro no retrata la realidad factual.
“Pero esa era mi realidad, mi método de supervivencia”.
Tan compenetrada dice estar con su papel de sobreviviente que desde entonces se sintió judía.
“Y más tarde hice las paces conmigo misma, porque la comunidad judía me aceptó”.
De Wael no se privó de cerrar su apología con la denuncia de que en realidad toda la culpa la tiene su editora, Jane Daniel.
“Al principio yo no quería publicar el libro, pero Daniel me convenció. Ella me hizo creer, y yo creí”.
En efecto, fue Daniel quien le ofreció publicar la historia en Mt. Ivy Press, su editorial unipersonal de Boston. Por esa época, Misha y su marido se habían quedado sin trabajo, y Misha hacía unos dólares contando su historia en comunidades judías de la zona. Daniel quedó impactada y puso a su servicio a Vera Lee, una redactora profesional que se tomó el trabajo a pecho.
“En cierto momento, Misha come barro”, cuenta Lee, “y yo fui afuera y comí barro, a ver qué gusto tenía”.
Antes de que el libro saliera, Disney ya se había interesado por los derechos.
Pero el ménage à trois literario terminó mal. Daniel echó a Lee antes de terminar la redacción (quería agregar una historia de amor y Lee se opuso) y una vez publicado el libro, Lee y Defonseca demandaron a la editora por ganancias no devengadas. El juicio duró años, pero lo ganaron: en 2001, Daniel fue condenada a pagarles la extravagante cifra de 20 millones de dólares.
Desde entonces, atenta a la máxima de que no hay mejor defensa que el ataque, Daniel se concentró en tratar de demostrar que la historia narrada en el libro es falsa, o al menos la biografía que la sustenta desde la solapa. Lo hizo a través de un blog (bestsellerthebook.blogspot.com), y fue así que el genealogista Sharon Sergeant se puso en contacto con ella y recabó los datos que luego publicó el diario belga.
Curiosamente, sin embargo, no es improbable que la denunciante haya sido antes cómplice de todo el fraude. En un olvidado artículo aparecido en el semanario alemán Der Spiegel en 1996, es decir antes del lanzamiento de libro, Henrik Broder entrevista a las mujeres, y deja entrever cómo nació el relato.
Anota Broder que mientras Misha contaba su historia, Daniel se ocupaba “de las menudencias”, como tratar de justificar por qué Misha no se acordaba del apellido de sus padres, en qué idioma se comunicaba con la gente durante su viaje y cómo hizo para entrar y salir del Ghetto de Varsovia como si fuera su casa.
La nota toma ribetes absurdos cuando Misha explica que su primer esposo, el padre del mismo y el hijo que tuvo con él en Bélgica, todos se llamaban Morris, una “curiosa continuidad” si se tiene en cuenta que entre judíos los hijos nunca llevan el nombre del padre, “ni siquiera entre los no ortodoxos”.
Antes de publicar el libro, Daniel consultó a Debórah Dwork directora de un centro de estudios sobre el Holocausto y a Lawrence L. Langer autor de Testimonios del Holocausto: Las ruinas de la memoria. Ambos le recomendaron sacar las manos del asunto, pero Daniel lamentablemente, dice ahora no les hizo caso. El libro se publicó con el aval en la tapa del presidente de la Anti Defam,tion League Liga Antidifamación y hasta del Premio Nobel y sobreviviente Elie Wiesel ”Muy emotivo”, lo citan.
Desde el principio, el libro levantó sospechas, por ejemplo de Blake Eskin, conocido por haber descubierto el fraude de otro falso sobreviviente, el autor del Premio Pulitzer "Fragmentos", Binjamin Wilkomirski Bruno Doessekker. También el cirujano francés Serge Aroles, autor de un estudio sobre niños-lobo, notó en seguida que la historia con los animales era absurda. Publicó un artículo denunciando el fraude, que fue reproducido por webs de ultraderecha y que le ganó la contraacusación de fascista y antisemita.
Ante el mismo prejuicio tuvo que detenerse el diario israelí Ha’Aretz cuando le preguntó a Vera Belmont, directora de la película sobre el libro, si estaba enterada de las dudas que existían sobre la veracidad de la historia.
“Eso es exactamente como la gente que niega la existencia de los campos de concentración”, contestó la cineasta.
Ahora que el fraude se hizo público, la directora cambió el ángulo, pero volvió a justificarse.
“No importa si es verdad o no”, dijo a través de un portavoz, “ella la cree y piensa que es una bella historia”.
Joe Cortina
El sitio Web de Joe Cortina, “My Name is Joe Cortina” es un escaparate de los crímenes cometidos contra la humanidad por la élite mundial judía, Joe Cortina es un ex boina verde, un antiguo oficial de operaciones especiales del Ejército de EE.UU. en el aire y comandante del Centro de Entrenamiento del ejército de EE.UU, la subsecuente experiencia como un investigador de inteligencia y asesor antiterrorista lo llevaron a las cloacas del Estado de Israel, las naciones del Medio Oriente, y América Central.

Entrevista de Nathanael Kapner.
Br Natanael: ¿Qué descubriste sobre el Holocausto y su posterior conclusión de que gran parte de la narrativa judía es un engaño?
Joe Cortina: Mi historia comenzó hace casi 25 años, cuando compre una gran cantidad de cintas de vídeo de una tienda de alquiler de películas locales.
Entre ellos se encontraban varios documentales históricos, uno de los cuales se titula “Los campos de concentración nazis”, que incluía Dachau. Este fue un documental antiguo del Cuerpo de Señales de EEUU que contenía testimonios jurados de oficiales militares de Estados Unidos de lo que supuestamente ocurrió en Dachau.
Ahora, avancemos por un momento hasta 1996 cuando tomé un extenso tour por Europa que incluyó a Alemania. Allí visite el campo de Dachau, al norte de Munich.
Br Nathanael: ¿Que descubrió allí?
Joe Cortina: En primer lugar, me he comprado una guía turística y participe en la gira oficial que incluye una visita al crematorio del campo.
Afuera del crematorio me sorprendió ver una gran cartelera informativa que decía que ningún preso había sido “gaseado” allí nunca.
La cartelera también afirmaba que las habitaciones de desinfección eran para el tratamiento de los reclusos con piojos y que los dos hornos crematorios – (como todos los de los demás campos) – se utilizaron para quemar los cadáveres contaminados con enfermedades altamente contagiosas, como el cólera y el tifus, a fin de evitar una epidemia. Mi guía de campamento, un judío, afirmo las declaraciones sobre la cartelera. Ahora recuerde esto.

Br Natanael: Muy bien. Usted tenía un viejo video documental oficial del Cuerpo de Señales de los EE.UU. que muestra Dachau y luego usted fue allí no mucho tiempo después, en 1996?
Joe Cortina: Correcto. Por cierto, algunos de los videos fueron posteriormente reproducidos en versiones popularizadas. Cuando volví a casa semanas después algo hizo clic en mi mente que me molestó.
De alguna manera los “hechos” en la cinta no estaban de acuerdo con lo que me dijeron los guías judíos del campamento. Localicé la cinta y reproduje la parte de Dachau y estaba sorprendido por lo que descubrí.
Br Natanael: ¿Y cuál fue el impacto?
Joe Cortina: descubrí que el vídeo OFICIAL – realizado en 1945 – había sido deliberadamente manipulado para que sus espectadores estadounidenses creyeras que miles y miles de seres humanos vivos habían sido asesinados en cámaras de gas de Dachau.
Br Natanael: Estoy confundido aquí.
¿Me estás diciendo que un video oficial del Cuerpo de Señales de los EEUU estaba promoviendo la mentira de que los Judios eran gaseados y luego dispuestos en los hornos?
¿Y que a usted personalmente se le dijo que esto nunca sucedió por los propios guías judíos?
¿Y que había grandes carteleras que apoyaban esas declaraciones y que sus guías oficiales del campo también indicaron que estos crímenes no fueron cometidos en Dachau?
Joe Cortina:Usted entendió perfectamente. Mentiras monstruosas perpetradas por nuestro PROPIO gobierno diseñadas para promover un odio duradero hacia el pueblo alemán y Alemania. Pero se pone peor – mucho peor.

Resaltado: “La cámara de gas que fue disfrazada como ducha, jamas fue usada.”
Br Natanael: ¿Me estás diciendo que el engaño del Holocausto perpetrado por los militares de EE.UU. se pone peor?
Joe Cortina: Seguro que sí. Echemos un vistazo a uno de los muchos testimonios jurados de nuestros propios hombres militares de EE.UU. con respecto a la cinta de vídeo oficial.
El Teniente Coronel del Ejército, George C. Stevens, por ejemplo, declaró: “La narración que es acompaña adjunta al video es una verdadera exposición de los hechos y circunstancias en que se realizaron estas auténticas imagenes.”
Varios otros funcionarios hicieron declaraciones juradas similares. Pero todas estas declaraciones juradas contradicen lo que vi y oí con mis propios ojos y oídos. NO hubo gaseamientos en Dachau y las imágenes en la guía turística afirman lo mismo.
Br Natanael: Pero Joe, esas imágenes indican que si bien no hubo cámaras de gas en Dachau, los presos designados para el exterminio fueron enviados al castillo de Hartheim para ser gaseados.
Joe Cortina: Si no fueron gaseados en Dachau ¿por qué debemos creer que fueron gaseados en otro sitio?
Si el alto mando norteamericano se ha prostituido a sí mismo en perjurio, ¿qué otras mentiras nuestro propio gobierno con la complicidad de la burocracia de la posguerra alemana nos ha hecho creer?
En otras palabras, la prueba real es lo que vi y oí yo mismo – nunca hubo gaseamientos de Judios en Dachau.
Ahora pregúntese, ¿dónde más está este cuento de hadas judío siendo perpetrado?
Br Natanael: ¿A qué nivel del alto mando EE.UU. fue llevado a cabo el engaño?
Joe Cortina: Desde la misma cima, ¡El propio general Eisenhower!
Considere esta otra declaración jurada por parte del fiscal jefe de Núremberg, Robert A Jackson: “Estas películas fueron hechas en virtud de una orden emitida por el general Dwight D. Eisenhower, Comandante Supremo de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas.”
Mira, las imágenes en el video oficial jurado, ordenado por el propio Eisenhower, que se presentan como “evidencia” de gaseamiento de Judios, cosa que ningún tribunal de justicia jamás hubiese admitido si fueran gentiles (no judios) los que se quisieran probar fueron exterminados:
Ropas apilados; ducha ficticias, latas vacías de Zyklon B comúnmente utilizado como agente de desinfección; esqueletos de los restos humanos procedentes de los hornos por supuesto, eran los restos humanos – que tenían que quemar los cadáveres como procedimiento higiénico dictado, montones de zapatos, etc. ¿Esta es la evidencia?
Br Natanael: Usted dice que Eisenhower ordenó a la película. Pero, ¿cómo esto le hace cómplice en el engaño, ya que el no hizo nada del propio rodaje?
Joe Cortina: la complicidad de Eisenhower no se limita con la realización de una película de “evidencia” endeble y documentando los testimonios infundados de sus subordinados. Su complicidad llega a todo el camino hasta el Congreso de los EE.UU. y de los juicios de Núremberg mismos.
Una ‘Cámara de gas’ de Dachau se describe en el Documento 47 del 79 º Congreso, el 15 de mayo de 1945, proporcionada por un Comité especial solicitado por Eisenhower en relación con “Atrocidades en campos de concentración en Alemania.” Este documento fue introducido en el juicio de Núremberg como IMT documento L-159.
Los tres funcionarios estadounidenses que firmaron las declaraciones juradas acreditando la veracidad del documento de Eisenhower, en lugar de cometer perjurio públicamente, nunca aparecieron en los juicios. Por lo tanto, no podían ser interrogados y se demostraron ser unos mentirosos.
En cuanto a Eisenhower, es bien sabido que él estuvo involucrado en el asesinato del general Patton que censuró su tratamiento asesino de los alemanes en la posguerra. Si Patton no era eliminado, su persistente crítica de la conducta de Eisenhower durante y después de la guerra habría arruinado sus posibilidades para la presidencia.
Es obvio para mí que Eisenhower patrocinó la invención de Holocausto con el fin de complacer a los Judios que tenía el poder para mantenerlo fuera de la Casa Blanca.
Br Natanael: ¿Cuál considera que es el punto vital de su descubrimiento?
Joe Cortina: Simplemente esto.
Si yo – un ciudadano común – fui capaz de descubrir la monumental mentira cometida por nuestro PROPIO gobierno sobre el Holoinvento, en un momento en que nos enfrentamos a una Tercera Guerra Mundial, cuando a los neoconservadores judíos que aún controlan el show deciden hacerla estallar, ¿Cuántas MENTIRAS MÁS ENORMES – BANDERAS FALSAS – SUBVERSIONES DE LA VERDAD – están siendo en estos momentos preparadas para nosotros, de las cuales aún ni siquiera sabemos de su existencia?
Los Judios que controlan los medios de comunicación del mundo occidental no sólo han robado nuestras mentes – nuestra libertad – nuestra herencia cristiana -, sino que han robado la historia y el presente de nosotros también.
Fuente:Nathanael Kapner Real jews news