Entre el 8 y el 10 de Noviembre oficiales subordinados estuvieron a cambio de los Gauleiters, quienes estaban en Múnich, o camino a Múnich, o que regresaban de la conmemoración anual allí. Esa transferencia temporal de autoridad para la toma de decisiones es muy importante porque contribuyó a gran parte de la posterior confusión, y ayudó de esa manera a los provocadores. Otro factor que contribuyó fue el hecho de que nadie esperaba ningún problema. En ese entonces Alemania era uno de los países más pacíficos en el mundo.
No había ninguna razón para esperar ninguna clase de agitación. Fue sólo durante la cena en el Antiguo Ayuntamiento que los primeros esporádicos informes de disturbios y destrucción llegaron a Múnich desde algunas oficinas centrales de los Gauleiters. Al mismo tiempo se supo que Ernst vom Rath había muerto en París producto de sus heridas.
Sin embargo, la muerte de Vom Rath no debería ser una excusa para acciones privadas contra judíos. Él sugirió que los Gauleiters y el jefe de las SA, Viktor Lutze, debieran ponerse en contacto con sus oficinas centrales para asegurarse de que la paz y el orden estuvieran siendo mantenidos. Es muy importante entender que el doctor Gœbbels no tenía ninguna autoridad para dar ninguna orden a los demás presentes.
Siendo camarada de los Gauleiters, ellos eran colegas de igual rango. De todos modos, lo que él dijo fue aparentemente considerado tan razonable que los demás concordaron e hicieron lo que él sugirió.
Siendo camarada de los Gauleiters, ellos eran colegas de igual rango. De todos modos, lo que él dijo fue aparentemente considerado tan razonable que los demás concordaron e hicieron lo que él sugirió.
Se puede haber escuchado hablar de la difundida acusación de que Goebbels comenzó el pogrom de la Noche de los Cristales con un encendido discurso durante aquella tarde del 9 de Noviembre. Esa historia ampliamente aceptada es falsa. Los hechos siguientes clarificarán este punto:
1. Como Gauleiter para Berlín, el doctor Gœbbels no tenía ninguna autoridad fuera de su distrito de Berlín. Aunque él era también el ministro de Propaganda del gobierno alemán, eso no le daba ninguna autoridad sobre los funcionarios del Partido. Además, él no tenía ninguna autoridad en absoluto sobre la SA o la SS.
2. De todos los líderes nacionalsocialistas, el doctor Gœbbels habría entendido mejor que cualquier otro el daño inmenso que un pogrom anti-judío causaría para Alemania. Durante la mañana del 10 de Noviembre, cuando él primero se enteró acerca del grado del daño y la destrucción de la noche anterior, él estaba furioso e impresionado por la estupidez de aquellos que habían participado. Hay pruebas sustanciales de eso.
3. ¿Cómo podría un discurso dado después de las 21:00 hrs. durante la tarde del 9 de Noviembre haber probablemente incitado un "pogrom" que ya había comenzado el día antes, siendo que los primeros provocadores aparecieron en oficinas municipales y del Partido para persuadir a los funcionarios para que tomaran medidas contra los judíos?.
4. Aunque no sepamos exactamente lo que el doctor Gœbbels dijo en su discurso supuestamente encendido, sabemos realmente lo que los Gauleiters y el comandante de la SA hicieron después de que el discurso había terminado: ellos fueron a los teléfonos y llamaron a sus respectivas oficinas centrales para ordenar que sus subordinados hicieran todo lo necesario para mantener la paz y el orden. Ellos enfatizaron que de ninguna manera debía alguien participar en ninguna manifestación. Esas instrucciones telefónicas fueron anotadas en dichas oficinas por quienquiera que estuviera de servicio. Las órdenes de cada Gauleiter fueron transmitidas después por télex a otras oficinas dentro del Gau o distrito. Esos mensajes por télex están todavía en varios archivos de registros y están disponibles para cualquiera que desee examinarlos.
1. Como Gauleiter para Berlín, el doctor Gœbbels no tenía ninguna autoridad fuera de su distrito de Berlín. Aunque él era también el ministro de Propaganda del gobierno alemán, eso no le daba ninguna autoridad sobre los funcionarios del Partido. Además, él no tenía ninguna autoridad en absoluto sobre la SA o la SS.
2. De todos los líderes nacionalsocialistas, el doctor Gœbbels habría entendido mejor que cualquier otro el daño inmenso que un pogrom anti-judío causaría para Alemania. Durante la mañana del 10 de Noviembre, cuando él primero se enteró acerca del grado del daño y la destrucción de la noche anterior, él estaba furioso e impresionado por la estupidez de aquellos que habían participado. Hay pruebas sustanciales de eso.
3. ¿Cómo podría un discurso dado después de las 21:00 hrs. durante la tarde del 9 de Noviembre haber probablemente incitado un "pogrom" que ya había comenzado el día antes, siendo que los primeros provocadores aparecieron en oficinas municipales y del Partido para persuadir a los funcionarios para que tomaran medidas contra los judíos?.
4. Aunque no sepamos exactamente lo que el doctor Gœbbels dijo en su discurso supuestamente encendido, sabemos realmente lo que los Gauleiters y el comandante de la SA hicieron después de que el discurso había terminado: ellos fueron a los teléfonos y llamaron a sus respectivas oficinas centrales para ordenar que sus subordinados hicieran todo lo necesario para mantener la paz y el orden. Ellos enfatizaron que de ninguna manera debía alguien participar en ninguna manifestación. Esas instrucciones telefónicas fueron anotadas en dichas oficinas por quienquiera que estuviera de servicio. Las órdenes de cada Gauleiter fueron transmitidas después por télex a otras oficinas dentro del Gau o distrito. Esos mensajes por télex están todavía en varios archivos de registros y están disponibles para cualquiera que desee examinarlos.
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