Fuente Base: https://counter-currents.com
Joe Biden solo ha sido presidente durante poco más de una semana, pero el sistema ya está envalentonado para mostrar su fea cara. Ahora persigue a los enemigos políticos, impone una ocupación militar permanente en la capital, cierra los mercados a las fuerzas populistas y reemplaza los símbolos populares de la histórica nación estadounidense. con horribles imágenes de la América multicultural.
Solo los ciegos no pueden ver el sistema tal como es ahora. Las élites liberales se sienten cómodas al revelar su verdadero yo al público: ¿llevará esto finalmente al despertar de las masas?
La primera señal fue la ocupación militar de Washington DC El presidente fue investido bajo la vigilancia de 26.000 soldados y no civiles comunes. Los soldados cerraron la ciudad, bloquearon las calles y deambularon como si la capital de su nación fuera la Zona Verde de Bagdad.
Los residentes liberales de DC recibieron a sus ocupantes militares como liberadores. Proporcionaron comida gratis, abrazos y mucha adoración a los desaliñados miembros de la Guardia Nacional que patrullaban las calles desiertas. No se encontró ninguna amenaza durante la semana de la inauguración, pero no importó. Se trataba de enviar un mensaje: “Tenemos a los militares de nuestro lado".
El nuevo secretario de Defensa, Lloyd Austin, se comprometió a librar a las fuerzas armadas de "racistas y extremistas", y dijo que no podemos luchar cuando "esos enemigos están dentro de nuestras propias filas".
Douglass Mackey.."peligroso" disidente.
La siguiente indignidad que nos impuso este sistema fue el arresto de Ricky Vaughn. El FBI lo arrestó esta semana por sus memes, literalmente. Vaughn, cuyo nombre real es Douglass Mackey, está acusado de interferencia electoral..
No se permite cuestionar la legitimidad de las elecciones de 2020 en YouTube, pero se puede convertir el escepticismo de las elecciones de 2016 en la base de una investigación criminal federal. El enjuiciamiento de Vaughn es solo el comienzo de la criminalización de la disidencia por parte de los federales. Ya no puede tener acceso a las redes sociales como disidente de extrema derecha; ahora es posible que no tenga acceso al mundo fuera de su celda.
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