viernes, 9 de septiembre de 2016

La negación de la raza en la comunidad científica..

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Hoy en día la negación de la raza en la comunidad científica actual es tan normal como la negación de que el mariconismo es una patología mental en la enferma comunidad psicológica.

Si fuera verdad que la raza no existe,  ¿como puede entonces utilizarse el ADN para identificar racialmente a una persona?

Así vemos como mientras muchos científicos niegan la raza, al mismo tiempo la utilizan en el campo de investigación como un factor a tener en cuenta. Se nos plantea así un raro escenario donde, mientras la raza es científicamente negada al publico, la ciencia avanza cada vez mas en este campo, incluso aprovechando los resultados del Proyecto Genoma, que abrió el camino a la investigación del ADN humano, para producir avances médicos basados en cadenas genéticas individuales de cada raza...


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Si bien nosotros, a simple vista y sin pensar mucho, lo único que podemos notar son diferencias físicas por ser la vista el sentido principal del hombre, las diferencias psíquicas existen en nosotros tanto como en cualquier otro animal que posea divisiones raciales. Al ser los miembros de una raza psíquicamente afines entre si, es natural que creen culturas y sociedades basadas en su mentalidad y su forma de sentir e interpretar el mundo. ¿Pruebas? Constantemente nos enteramos de descubrimientos de genes relativos a características de la personalidad. Es normal escuchar que científicos descubrieron "el gen de la timidez", "el gen de la creatividad", "el gen del enfado", etc.


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Ahora, se puede decir que esos genes los tienen todos los humanos, sean de la raza que sea. Es verdad. Pero también es verdad que todos los seres humanos poseemos los mismos genes relativos a lo físico, aunque es obvio que somos físicamente distintos. Esto se debe a que los mismos genes, en distintas razas, están "activados" de formas distintas. Por ejemplo, el recientemente descubierto "gen de la piel" esta presente en todas las razas, pero es obvio que con resultados diferentes en cada una. 

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No hay razón para pensar que con los genes relativos a la personalidad no se de el mismo fenómeno. Siendo esto así, la unión inquebrantable dentro de una Comunidad Nacional, objetivo al que todo estado nacional serio en el mundo debería apuntar, solo se puede dar cuando ésta esta compuesta por individuos compatibles entre si y con la sociedad en la que viven, y eso se logra de una sola forma: una política de "Sangre y Suelo". 


Esto significa, asegurar a la raza creadora de su cultura un territorio propio, un Espacio Vital, donde desarrollar su propia cultura libremente y ajena a conflictos raciales antinaturales.


El hecho de la Raza es tan directamente visible que es absolutamente increíble que haya muchas personas inteligentes y observadoras que rechacen su importancia. Las diferencias raciales se manifiestan en cada faceta de la existencia humana. 

Además de los más obvios ejemplos de diferencias de la apariencia física entre las distintas razas humanas podemos añadir sus diferentes valores espirituales, sus diferentes psicologías, sus diferentes sentidos de la estética, sus diferentes susceptibilidades a ciertas enfermedades y su diferente configuración muscular y estructura orgánica.


El hombre pertenece al mundo biológico animal. No está separado ni es distinto de éste. Cuando hablamos de "humani­dad", el mundo científico se refiere a las ESPECIES de primates conocidos como HOMO SAPIENS. Cuando comúnmente habla­mos, en terminología científica, de SUB ESPECIES. Cuando habla­mos de perros o gatos, de caballos o de vacas, nadie niega tampo­co las fundamentales diferencias entre subespecies de la misma especie. 

¿Discutiría alguien que entre el caniche y el pastor alemán existen no sólo apariencias físicas diferentes, sino también diferentes temperamentos y capacidades?. ¿Discutiría alguien las diferencias entre el caballo de pura sangre y el pony de Shetland, o entre un siamés de concurso y un gato callejero?. Ciertamente no. Y toda­vía esta observación, tan sensata y de sentido común, del orden natural no es admitida en ninguna parte cuando se discute el tema de la Raza.

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