martes, 3 de enero de 2017

SI.. hay un lobby judío.





A las ratas de sinagoga no les gusta oír que no judios utilizan el término en público, pero, como un grupo de interés, los narizotas judios hábilmente representados la mayoría de las veces por una densa red de organizaciones de defensa.


Incluso cuando se le preguntó específicamente sobre algunos detalles, la rata de sinagoga afirmara que el lobby judío tanto como el lobby pro-Israel les pertenece, y reafirmo que cuando un miembro del Congreso se informó de una reunión con una delegación de pro-Israel, que normalmente se entiende por Judios y sus rabinos.



Lo sentimos, pero hay un "lobby judío", y no pasa a ser pro-Israel porque es al revés, es pro-judío.
La mayoría de ellos son pura o predominantemente judíos, a juzgar por sus marcas y simpatizantes. 


Durante 40 años Estados Unidos vetó cada resolución del Consejo de Seguridad que potencialmente limitara el derecho inalienable de Israel de tratar a sus goyim de la manera que deseara, entre otras cosas, robando su tierra y colocando a judíos en la propiedad robada.

Y ahora los judíos le fallaron a Obama y a Hillary Clinton a la cual él apoyó. Ellos fracasaron en conducir la opinión pública estadounidense. Ellos lo intentaron, ellos activaron todos sus medios de comunicación, ellos desplegaron a sus Maestros del Discurso, y de todos modos ellos fallaron. Trump usó con habilidad la grieta entre judíos liberales y judíos sionistas y evitó ser llamado El Enemigo de los Judíos, como insistió la poderosa ADL. 

Después de la elección, el Presidente electo Trump puso al gato entre las palomas al nominar al señor Friedman como el embajador estadounidense en Israel. Él convirtió la grieta entre los judíos liberales y los poderosos judíos sionistas en una guerra.

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