Algunos han definido a los psicópatas en el sentido de que ésta no es una condición temporal sino la naturaleza intrínseca de los individuos cuyo papel en la vida es ser meros objetos en un espacio, con la cual ellos se sienten autorizados para jugar a voluntad y esperan que los demás se comporten como esclavos y partidarios absolutos, ya que estos se constituyen como "enemigos", porque ellos son la prueba viviente de los propios defectos de los psicópatas; son la gente que sobresale y que manifiesta un comportamiento ético.
El dinero gobierna al mundo. Mientras lo haga, nunca podremos gobernarnos realmente a nosotros mismos.
La gente es incapaz de resistir a la corrupción material; cada uno tiene un precio y su moralidad falla.
Como las necesidades de las personas en general y las de la aristocracia que gobierna han de diferir necesariamente, siendo esta última el explotador que recolecta, y las primeras las víctimas que pagan, por lo tanto la información que ellos comunican y la percepción de su existencia tienden a diferenciarse.
El poder está acumulado en las manos de unos pocos avaros. Y no tenemos conocimiento de que una democracia genuina pudiera conseguir un mayor grado de justicia, porque ninguna democracia real ha sido alguna vez genuina.
El capitalismo ha fracasado y el sistema democrático nunca ha dejado de vencer las tentaciones del privilegio y la autoridad, la corrupción tiránica siempre ha evolucionado a partir de nobles intenciones en favor de las masas hacia procesos administrativos de una colectivizada riqueza.
Ningún sistema de gobierno que haya sido ideado en este planeta ha colocado realmente alguna vez el control de sus recursos en las manos de su comunidad. La corrupción siempre ha prevalecido, y las mentes más rápidas siempre han logrado arrancarse con el botín y han dejado a las masas pasando hambre.
El poder está acumulado en las manos de unos pocos avaros. Y no tenemos conocimiento de que una democracia genuina pudiera conseguir un mayor grado de justicia, porque ninguna democracia real ha sido alguna vez genuina.
Ningún sistema de gobierno que haya sido ideado en este planeta ha colocado realmente alguna vez el control de sus recursos en las manos de su comunidad. La corrupción siempre ha prevalecido, y las mentes más rápidas siempre han logrado arrancarse con el botín y han dejado a las masas pasando hambre.
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