La pérdida de las relaciones personales ha conducido al abandono del honor.
A medida que nuestra sociedad se ha vuelto "civilizada", ha pasado de culturas antiguas basadas en el honor, a culturas basadas en fantasías progresistas, algo se ha perdido.
La dignidad es inherente a cada individuo y por lo tanto, es intrínsecamente individualista, !No es así con el honor!..el honor es social! no puede existir para individuos en aislamiento, para que el honor exista se necesita un grupo de personas ligadas por un conjunto de principios y valores comunes, dentro de las culturas de honor, no hay peor insulto que llamar cobarde a alguien.
En las culturas de la progresia, la identidad se concibe en términos individualistas, lo que significa que las pertenencias grupales como la familia, la nación, la raza o el equipo de futbol favorito son cortinas que ocultan el "verdadero yo". En las culturas de honor, las afiliaciones y las membresías no cubren la identidad de uno, sino su propia sustancia.
La realidad de vivir con honor crea la idea de preocuparse por la reputación, por la identidad colectiva más que por el capricho personal, y quizás incluso pelear por las cosas que importan.
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