El 20 de julio es una fecha memorable para el mundo entero gracias a Isabel la Católica.
En 1495, llegó a Sevilla una flota desde América con 500 indios esclavos. La Reina Isabel ordenó paralizar su venta e hizo estudiar el caso ordenando, que fueran todos liberados y repatriados a América con sus familias.
Así mismo dictó un decreto por el que prohibía esclavizar a los indios, y cuyas disposiciones suponían una auténtica revolución en cuanto a derechos humanos para la mentalidad de la época, pues reconoce que las libertades de los hombres y de los pueblos son algo inherente a ellos mismos, y que por tanto, les pertenecen por encima de las consideraciones de cualquier príncipe o Papa.
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