viernes, 26 de diciembre de 2014
Los bankster.
La palabra "bankster", mezcla de banker, banquero y gangster, criminal pandillero, fue utilizada por primera vez por el político, periodista y militar belga León Degrelle en 1937, como un término peyorativo para los altos financistas, especuladores y deshonestos, y para los banqueros en sí mismos, vistos como criminalmente irresponsables o como extorsionistas con respecto al dinero de los contribuyentes. Stephen Mitford Goodson es un "banquero" y político de Sudáfrica, que fue desde 2003 hasta el año pasado, por su calidad de accionista, uno de los directores del South African Reserve Bank, el banco central de Sudáfrica, y es líder del Partido por la Abolición de los Impuestos a la Renta y la Usura. Goodson, un reformador monetario, descendiente de la aristocracia inglesa y admirador de los logros sociales del Tercer Reich, ha afirmado que la gran mentira del "Holocausto" tiene como objetivo fundamental extraer, a manera de compensación, enormes cantidades de dinero de los alemanes.
Escribió un libro titulado "Bonaparte & Hitler versus the International Bankers" (2004) donde sostiene que la Segunda Guerra Mundial fue provocada por el éxito económico de Alemania, cuando los banqueros internacionales financiaron y manipularon la guerra contra Hitler porque ellos vieron que su modelo de capitalismo estatal era una amenaza para sus formas de usura; luego ellos desacreditaron todo ese período como algo de gran maldad, para mantener a la gente ciega ante lo que es posible. Goodson sostiene que la misma razón (un sistema bancario libre de usura) es lo que llevó a que Naciones Unidas respaldara la agitación en Libia que terminó con la vida de Kaddafi y con su representada amenaza al capitalismo global. El hecho de que el activista señor Goodson criticara en algunos sitios web la acción política de los banqueros judíos en la política británica y en el régimen de la Alemania anterior a la 2ªGM llevó a que el equivalente sudafricano del AIPAC, el SAIPAC, exigiera, con su típico estilo llorón, al Reserve Bank que lo despidiera, renunciando al banco el señor Goodson en Mayo de 2012.
jueves, 25 de diciembre de 2014
Los Hipnotizadores Culturales
Algunos argumentarían que las cosas no serían tan malas si las industrias no estuvieran siempre tan preocupadas por maximizar sus ganancias. Todavía tengo que encontrar a un codicioso director corporativo dispuesto a saquear el mundo para llenar su propio bolsillo. La mayoría de ellos vive de salarios, preocupados más por la seguridad de tener un trabajo que de producir ellos mismos más dinero, las ganancias que ellos hacen van a sus inversionistas. El crecimiento económico sostenido requiere, la producción de más y más bienes. La mayoría de la gente en los países más desarrollados ya tiene las cosas que necesita para su bienestar físico, de modo que ellos tienen que ser persuadidos a comprarlas por otros motivos. El candidato obvio es la satisfacción de sus necesidades psicológicas, las necesidades de seguridad, aprobación, auto-estima, poder, estímulo, amor y otras similares. Pero los productores de todos estos bienes superfluos sólo fingen que les gustaría satisfacer estas necesidades interiores. Si llegáramos a estar interiormente realizados no caeríamos como una presa fácil de la publicidad y no compraríamos tantos de sus bienes, y ésta es la última cosa que ellos quieren. La sociedad está atrapada en un círculo vicioso. Nuestra creencia de que el bienestar material es el camino al bienestar interior es la base de nuestro amor al dinero. Nuestro amor al dinero nos conduce a querer hacer más dinero a partir del dinero que tenemos, y de esa manera al cobro de interés por préstamos. El cobro de interés conduce a la necesidad del crecimiento económico continuo, y a la necesidad de producir y vender cada vez más productos superfluos. Y para mantenernos comprando todos esos productos nos tienen que mantener creyendo que el bienestar material es el camino al bienestar interior.
Por esta razón permanecemos encerrados en un conjunto de presunciones anticuadas. Ésta es la raíz de nuestra hipnosis cultural colectiva.
Por esta razón permanecemos encerrados en un conjunto de presunciones anticuadas. Ésta es la raíz de nuestra hipnosis cultural colectiva.
sábado, 20 de diciembre de 2014
La negación del verdadero genocidio
El arte de hacer la vista gorda ante el genocidio. El encarcelamiento del negador del Holocausto David Irving en Austria nos recuerda lo fácil que es imitar el mal aún cuando lo denunciamos. La ley que condenó a Irving es del tipo que habría sido invocada por los nazis, aunque lo habrían hecho con intenciones diferentes, y constituyó una ofensa rutinaria en “1984” de Orwell.
Muchos no logran ver esta ironía porque están involucrados en la mayor negación del Holocausto de todas: la negativa de ver seriamente el motivo por el que hubo un Holocausto para comenzar. Culpar de todo al antisemitismo es tan peligrosamente antihistórico como es negar su existencia. Sí, los judíos fueron las víctimas, pero ¿por qué un prejuicio antiguo y generalizado produjo un resultado tan extremo en este caso?
Evitamos esta pregunta porque nos lleva a sitios a los que no queremos ir. Como el papel de la burocracia y la tecnología modernas en la magnificación del mal. Como la fusión de los intereses corporativos y estatales de un modo que el mundo nunca había presenciado antes. Como el que la elite liberal de Alemania no haya enfrentado efectivamente el mal, actitud que la elite liberal de USA repite en la actualidad.
Algunas de las lecciones más importantes del Holocausto son simplemente pasadas por alto. Entre ellas, como ha señalado Richard Rubenstein, el hecho de que sólo podía ser cometido por “una comunidad política avanzada con una policía y una burocracia del servicio público altamente capacitadas, fuertemente disciplinadas.
En “The Cunning of History”, Rubenstein también encuentra paralelos incómodos entre los nazis y sus oponentes. Por ejemplo, un emisario judío húngaro se reúne con Lord Moyne, el Alto Comisionado británico en Egipto en 1944 y sugiere que los nazis podrían estar dispuestos a salvar a un millón de judíos húngaros a cambio de suministros militares. La respuesta de Lord Moyne: “¿Qué voy a hacer con ese millón de judíos? ¿Dónde los voy a poner? Rubenstein escribe: “El gobierno británico no se opuso de ninguna manera a la solución final, mientras los alemanes hicieran la mayor parte del trabajo.” Para ambos países, se había convertido en un problema burocrático, que Rubenstein sugiere que vemos “como la expresión de algunas de las tendencias más profundas en la civilización occidental en el Siglo XX.”
¿A cuántos escolares se les enseña que, en todo el mundo, las guerras del siglo pasado mataron a más de 100 millones de personas? Sólo en la Primera Guerra Mundial, el número de muertos fue de unos diez millones. Gran parte de esto, incluyendo el Holocausto, fue impulsado por una cultura de la modernidad que cambió tanto el poder las instituciones por sobre el individuo que este último se convirtió en lo que Erich Fromm llamó “homo mechanicus,” atraído a todo lo que es mecánico e inclinado contra todo lo que es vivo. Convirtiéndose, en realidad, en parte de la maquinaria – dispuesto a matar o a mirar sólo para que siga funcionando.
Por lo tanto, con eficiencia comparable con Auschwitz, más de 6.000 personas murieron cada día en la Primera Guerra Mundial durante 1.500 días. Rubenstein relata que durante el primer día de la Batalla de la Somme, los británicos perdieron 60.000 hombres y la mitad de los oficiales que les habían sido asignados. Pero la lógica interna burocrática de la guerra no titubeó en absoluto: durante los seis meses siguientes, más de un millón de soldados británicos, franceses y alemanes perdieron sus vidas. El avance total británico: diez kilómetros. Nadie en esa guerra siguió siendo una persona. Las semillas del Holocausto, por lo tanto, pueden encontrarse en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Los individuos se habían convertido en nada mejor que las balas que los mataban: sólo parte del arsenal prescindible del estado.
¿Pero de eso no hablamos, no es cierto? ¿No se lo enseñamos a nuestros niños, verdad?
El problema que presenta la utilización del resultado en lugar de los orígenes del Holocausto como nuestra metáfora y nuestro mensaje es que estamos totalmente desprevenidos ante semejantes prácticas, leyes, y argumentos, que pueden producir resultados similares. Estudiamos las cámaras de la muerte cuando deberíamos aprender sobre los sitios de las que provienen.
Fuente: CounterPunch
Muchos no logran ver esta ironía porque están involucrados en la mayor negación del Holocausto de todas: la negativa de ver seriamente el motivo por el que hubo un Holocausto para comenzar. Culpar de todo al antisemitismo es tan peligrosamente antihistórico como es negar su existencia. Sí, los judíos fueron las víctimas, pero ¿por qué un prejuicio antiguo y generalizado produjo un resultado tan extremo en este caso?
Evitamos esta pregunta porque nos lleva a sitios a los que no queremos ir. Como el papel de la burocracia y la tecnología modernas en la magnificación del mal. Como la fusión de los intereses corporativos y estatales de un modo que el mundo nunca había presenciado antes. Como el que la elite liberal de Alemania no haya enfrentado efectivamente el mal, actitud que la elite liberal de USA repite en la actualidad.
Algunas de las lecciones más importantes del Holocausto son simplemente pasadas por alto. Entre ellas, como ha señalado Richard Rubenstein, el hecho de que sólo podía ser cometido por “una comunidad política avanzada con una policía y una burocracia del servicio público altamente capacitadas, fuertemente disciplinadas.
En “The Cunning of History”, Rubenstein también encuentra paralelos incómodos entre los nazis y sus oponentes. Por ejemplo, un emisario judío húngaro se reúne con Lord Moyne, el Alto Comisionado británico en Egipto en 1944 y sugiere que los nazis podrían estar dispuestos a salvar a un millón de judíos húngaros a cambio de suministros militares. La respuesta de Lord Moyne: “¿Qué voy a hacer con ese millón de judíos? ¿Dónde los voy a poner? Rubenstein escribe: “El gobierno británico no se opuso de ninguna manera a la solución final, mientras los alemanes hicieran la mayor parte del trabajo.” Para ambos países, se había convertido en un problema burocrático, que Rubenstein sugiere que vemos “como la expresión de algunas de las tendencias más profundas en la civilización occidental en el Siglo XX.”
¿A cuántos escolares se les enseña que, en todo el mundo, las guerras del siglo pasado mataron a más de 100 millones de personas? Sólo en la Primera Guerra Mundial, el número de muertos fue de unos diez millones. Gran parte de esto, incluyendo el Holocausto, fue impulsado por una cultura de la modernidad que cambió tanto el poder las instituciones por sobre el individuo que este último se convirtió en lo que Erich Fromm llamó “homo mechanicus,” atraído a todo lo que es mecánico e inclinado contra todo lo que es vivo. Convirtiéndose, en realidad, en parte de la maquinaria – dispuesto a matar o a mirar sólo para que siga funcionando.
Por lo tanto, con eficiencia comparable con Auschwitz, más de 6.000 personas murieron cada día en la Primera Guerra Mundial durante 1.500 días. Rubenstein relata que durante el primer día de la Batalla de la Somme, los británicos perdieron 60.000 hombres y la mitad de los oficiales que les habían sido asignados. Pero la lógica interna burocrática de la guerra no titubeó en absoluto: durante los seis meses siguientes, más de un millón de soldados británicos, franceses y alemanes perdieron sus vidas. El avance total británico: diez kilómetros. Nadie en esa guerra siguió siendo una persona. Las semillas del Holocausto, por lo tanto, pueden encontrarse en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Los individuos se habían convertido en nada mejor que las balas que los mataban: sólo parte del arsenal prescindible del estado.
¿Pero de eso no hablamos, no es cierto? ¿No se lo enseñamos a nuestros niños, verdad?
El problema que presenta la utilización del resultado en lugar de los orígenes del Holocausto como nuestra metáfora y nuestro mensaje es que estamos totalmente desprevenidos ante semejantes prácticas, leyes, y argumentos, que pueden producir resultados similares. Estudiamos las cámaras de la muerte cuando deberíamos aprender sobre los sitios de las que provienen.
Fuente: CounterPunch
viernes, 19 de diciembre de 2014
La Verdad Emergiendo desde un Océano de Mitos
Hubo mucho pseudo-relato fantasioso que fue inmoral y brutal, esta realidad está apareciendo gracias porque hay algunos estudiosos, al menos, son conscientes de que un océano de propaganda de guerra engendra un mito que continúa durante varias décadas, investigadores que tienen un compromiso con la verdad que anula los diversos incentivos para conformarse con el mito. Incluso después de todos estos años, es probable que la última cosa que el público quiera saber es que males enormes e indecibles fueron cometidos tanto por los Aliados occidentales como por la Unión Soviética durante la guerra y sus secuelas. Al final de la guerra, nada menos que 16,5 millones de alemanes fueron expulsados de sus casas, 9,3 millones fueron expulsados de la parte del Este de Alemania, que fue convertida en una parte de Polonia, los otros 7,2 millones fueron forzados a abandonar sus hogares ancestrales en Europa Central donde ellos habían vivido durante generaciones. Esta expulsión masiva fue colocada en el Acuerdo de Potsdam a mediados de 1945, aunque el Acuerdo dejó explícito que la limpieza étnica debía tener lugar en la manera más humana posible. Churchill estaba entre aquellos que apoyaron esto como conducente a una paz duradera. En efecto, el proceso era tan inhumano que quedó registrado como una de las grandes atrocidades de la Historia, aproximadamente dos millones y cuarto de personas morirían durante las expulsiones. Ésta es la cifra menor de tales estimaciones, que van desde 2,1 a 5 millones, si tomamos en cuenta sólo a los expulsados, y de alemanes muertos, por del hambre y exposición al frío extremo a los cuales la población de posguerra de Alemania se vio sometida. Los alemanes se refieren a 1947 como el Hungerjahr, el año del hambre, pero incluso hacia el invierno de 1948 la situación no había sido remediada. La gente comió perros, gatos, ratas, ranas, caracoles, ortigas, bellotas, raíces de diente de león y hongos silvestres en un esfuerzo febril para sobrevivir. En 1946, las calorías proporcionadas en la zona estadounidense de Alemania cayeron a 1.313 hacia el 18 de Marzo desde las 1.550 proporcionadas antes, las agencias extranjeras de ayuda fueron impedidas de enviar comida desde el extranjero; los trenes con comida de la Cruz Roja fueron devueltos a Suiza; a todos los gobiernos extranjeros se les negó el permiso para enviar alimentos a los civiles alemanes; la producción de fertilizantes fue bruscamente reducida, la flota pesquera fue mantenida en sus puertos mientras la gente pasaba hambre. El sufrimiento por el frío extremo se mezclaba con el hambre para crear la miseria y un enorme número de muertos. Incluso aunque el invierno de 1945-1946 fue normal, la terrible carencia de carbón y comida fue sentida agudamente. Inviernos anormalmente fríos golpearon en 1946-1947. Se cree que sólo en Berlín 60.000 personas habían muerto dentro de los diez primeros meses después del final de la guerra; y el invierno siguiente mató a aproximadamente más de 12.000. La gente vivía en agujeros entre las ruinas, y algunos alemanes, particularmente refugiados desde el Este, estaban prácticamente desnudos. En su libro Cosecha Macabra, Ralph Franklin Keeling se refiere a una cita de un conocido ministro religioso alemán: Miles de cuerpos están colgando de árboles en los bosques alrededor de Berlín, y nadie se molesta en sacarlos, miles de cadáveres son llevados hacia el mar por los ríos Oder y Elba; uno ya ni lo nota, miles y miles están muriendo de hambre en las carreteras, hay niños vagando solos por las carreteras.
Violación en masa. A lo cual debe añadirse el sexo voluntario obtenido de mujeres muriéndose de hambre.
La ofensiva de violaciones por las fuerzas invasoras rusas es, por supuesto, infamante. En la zona rusa de Austria, la violación era parte de la vida diaria hasta 1947, y muchas mujeres fueron infectadas con enfermedades venéreas para las que no tenían ningún medio de curarlas, las estimaciones conservadoras ponen el número de mujeres de Berlín violadas en 200.000. Cuando los británicos llegaron a Berlín, los oficiales más tarde recordaron el impacto de ver los lagos en el próspero Oeste llenos con los cadáveres de mujeres que se habían suicidado después de haber sido violadas. La edad de las mujeres víctimas de violación iba desde 12 a 75 años. Enfermeras y monjas estaban entre las víctimas, algunas más de cincuenta veces. Los rusos eran particularmente duros con los nobles, prendiendo fuego a sus casas señoriales y violando o asesinando a los habitantes. Aunque la mayor parte de los bebés bastardos rusos no deseados fueron abortados, se estima que entre 150.000 y 200.000 bebés rusos sobrevivieron. Los rusos violaban dondequiera que ellos fueran, de modo que no fueron sólo mujeres alemanas las que fueron violadas sino también mujeres de Hungría, Bulgaria, Ucrania y Yugoslavia, incluso aunque éstas estuvieran en el mismo lado en la guerra.
Había una política oficial contra las violaciones, pero era tan comúnmente ignorada que fue sólo en 1949 que los soldados rusos enfrentaron algún disuasivo real. Hasta entonces, ellos eran incitados por el judío Ilya Ehrenburg y otros propagandistas soviéticos que veían la violación como una expresión de odio.
Violación en masa. A lo cual debe añadirse el sexo voluntario obtenido de mujeres muriéndose de hambre.
La ofensiva de violaciones por las fuerzas invasoras rusas es, por supuesto, infamante. En la zona rusa de Austria, la violación era parte de la vida diaria hasta 1947, y muchas mujeres fueron infectadas con enfermedades venéreas para las que no tenían ningún medio de curarlas, las estimaciones conservadoras ponen el número de mujeres de Berlín violadas en 200.000. Cuando los británicos llegaron a Berlín, los oficiales más tarde recordaron el impacto de ver los lagos en el próspero Oeste llenos con los cadáveres de mujeres que se habían suicidado después de haber sido violadas. La edad de las mujeres víctimas de violación iba desde 12 a 75 años. Enfermeras y monjas estaban entre las víctimas, algunas más de cincuenta veces. Los rusos eran particularmente duros con los nobles, prendiendo fuego a sus casas señoriales y violando o asesinando a los habitantes. Aunque la mayor parte de los bebés bastardos rusos no deseados fueron abortados, se estima que entre 150.000 y 200.000 bebés rusos sobrevivieron. Los rusos violaban dondequiera que ellos fueran, de modo que no fueron sólo mujeres alemanas las que fueron violadas sino también mujeres de Hungría, Bulgaria, Ucrania y Yugoslavia, incluso aunque éstas estuvieran en el mismo lado en la guerra.
Había una política oficial contra las violaciones, pero era tan comúnmente ignorada que fue sólo en 1949 que los soldados rusos enfrentaron algún disuasivo real. Hasta entonces, ellos eran incitados por el judío Ilya Ehrenburg y otros propagandistas soviéticos que veían la violación como una expresión de odio.
jueves, 18 de diciembre de 2014
La Izquierda y la Personalidad Degenerativa
Ya en 1895, el médico y sociólogo húngaro doctor Max Nordau escribió acerca de la degeneración de la cultura y la filosofía como un síntoma de degeneración mental y moral, Nordau proporcionó una perspectiva sobre las revoluciones izquierdistas, dicha teoría postula que los valores de la civilización son una carga insoportable para el mentalmente subnormal, incluyendo a tipos que son tanto lo que podría ser popularmente llamado el genio desequilibrado como el criminal común. De aquí que la "rebelión contra la civilización" sea racionalizada como una doctrina política para el derrocamiento del orden social, y el desencadenamiento de la depravación acumulada.
El doctor Nordau describió varios tipos de marginalidad social, que a menudo incluyen a los altamente inteligentes:
Un buen número de designaciones diferentes se ha encontrado para estas personas, los llaman los habitantes de la zona limítrofe, o sea, los moradores de la zona fronteriza entre la razón y la locura pronunciada, tambien les da el nombre de degenerados superiores. En el desarrollo mental de los degenerados, nos encontramos con la misma irregularidad que hemos observado en su crecimiento físico. La asimetría de cara y de cráneo encuentra su contraparte, como debiera ser, en sus facultades mentales, algunas de estas últimas están completamente atrofiadas, y otras mórbidamente exageradas, aquello de lo cual carece casi todo degenerado es del sentido de moralidad y de lo que es correcto e incorrecto, para ellos no existe ninguna ley, ninguna decencia, ninguna modestia, a fin de satisfacer cualquier impulso momentáneo, o inclinación o capricho, ellos cometen delitos e infracciones con la mayor tranquilidad y auto-complacencia, y no entienden que otras personas puedan sentirse ofendidas. Cuando este fenómeno está presente en un alto grado, hay, sin embargo, etapas inferiores en las cuales el degenerado no se compromete quizá a ningún acto que lo ponga a él en conflicto con el código penal, pero al menos afirma la legitimidad teórica del delito; busca, con una grandilocuencia que aparenta ser filosófica, demostrar que "bueno" y "malo", virtud y vicio, son distinciones arbitrarias; entra en éxtasis cuando se trata de malhechores y sus hechos; profesa descubrir bellezas en las cosas más bajas y más repulsivas, e intenta despertar el interés, y una supuesta "comprensión", hacia cada bestialidad. Las dos raíces psicológicas de la locura moral, en todos sus grados de desarrollo, son, en primer lugar, el egoísmo ilimitado, y, en segundo lugar, la impulsividad, es decir, la incapacidad de resistir un impulso repentino orientado a cualquier hecho; y estas características también constituyen los principales estigmas intelectuales de los degenerados. El degenerado no puede ser un genio. Una mente mal equilibrada es capaz de las concepciones más altas, mientras que, por otra parte, uno se encuentra en la misma mente con rasgos de mezquindad y estrechez que son más chocantes aún a partir del hecho de que dichos rasgos coexisten con las cualidades más brillantes. En cuanto a su intelecto, ellos pueden lograr un alto grado de desarrollo, pero, desde un punto de vista moral, su existencia es completamente desquiciada... Un degenerado empleará sus brillantes facultades tanto al servicio de algún magnífico objetivo como para la satisfacción de sus propensiones más bajas.
El doctor Nordau describió varios tipos de marginalidad social, que a menudo incluyen a los altamente inteligentes:
Un buen número de designaciones diferentes se ha encontrado para estas personas, los llaman los habitantes de la zona limítrofe, o sea, los moradores de la zona fronteriza entre la razón y la locura pronunciada, tambien les da el nombre de degenerados superiores. En el desarrollo mental de los degenerados, nos encontramos con la misma irregularidad que hemos observado en su crecimiento físico. La asimetría de cara y de cráneo encuentra su contraparte, como debiera ser, en sus facultades mentales, algunas de estas últimas están completamente atrofiadas, y otras mórbidamente exageradas, aquello de lo cual carece casi todo degenerado es del sentido de moralidad y de lo que es correcto e incorrecto, para ellos no existe ninguna ley, ninguna decencia, ninguna modestia, a fin de satisfacer cualquier impulso momentáneo, o inclinación o capricho, ellos cometen delitos e infracciones con la mayor tranquilidad y auto-complacencia, y no entienden que otras personas puedan sentirse ofendidas. Cuando este fenómeno está presente en un alto grado, hay, sin embargo, etapas inferiores en las cuales el degenerado no se compromete quizá a ningún acto que lo ponga a él en conflicto con el código penal, pero al menos afirma la legitimidad teórica del delito; busca, con una grandilocuencia que aparenta ser filosófica, demostrar que "bueno" y "malo", virtud y vicio, son distinciones arbitrarias; entra en éxtasis cuando se trata de malhechores y sus hechos; profesa descubrir bellezas en las cosas más bajas y más repulsivas, e intenta despertar el interés, y una supuesta "comprensión", hacia cada bestialidad. Las dos raíces psicológicas de la locura moral, en todos sus grados de desarrollo, son, en primer lugar, el egoísmo ilimitado, y, en segundo lugar, la impulsividad, es decir, la incapacidad de resistir un impulso repentino orientado a cualquier hecho; y estas características también constituyen los principales estigmas intelectuales de los degenerados. El degenerado no puede ser un genio. Una mente mal equilibrada es capaz de las concepciones más altas, mientras que, por otra parte, uno se encuentra en la misma mente con rasgos de mezquindad y estrechez que son más chocantes aún a partir del hecho de que dichos rasgos coexisten con las cualidades más brillantes. En cuanto a su intelecto, ellos pueden lograr un alto grado de desarrollo, pero, desde un punto de vista moral, su existencia es completamente desquiciada... Un degenerado empleará sus brillantes facultades tanto al servicio de algún magnífico objetivo como para la satisfacción de sus propensiones más bajas.
sábado, 13 de diciembre de 2014
La Damnatio Memoriae del Nacionalsocialismo
Un nacionalsocialista se convierte en alguien estigmatizado para siempre, mientras que el hecho de haber sido comunista no acarrea ninguna pérdida de prestigio ni de status social, incluso para quienes nunca han expresado arrepentimiento alguno. La menor vinculación, real o supuesta, con una ideología de la que se supone, con o sin razón, que tenga la más remota relación con el nacionalsocialismo, constituye una marca de infamia que acarrea la denuncia y la exclusión. Un escritor del colaboracionismo francés de la Segunda Guerra forma parte para siempre de los "malditos", pero a un escritor o a un artista estalinista no se le niega ningún homenaje a causa de su estalinismo. Se podrían dar incontables ejemplos de esto. diferencia de trato, la misma afecta tanto a los hombres como a las ideas, también pesa sobre el panorama político, el nacionalismo es corrientemente asimilado al Fascismo, el cual es a su vez asimilado al nacionalsocialismo, mientras que el socialismo nunca es considerado como potencialmente estalinianista. La Derecha siempre es sospechosa de fascismo, mientras que el comunismo, pese a sus errores, se supone que pertenece a las fuerzas de progreso. La puesta en venta de un libro nacionalsocialista suscita vehementes protestas y cae sobre él el peso de la ley, mientras que la venta de un libro comunista no suscita ningún comentario particular. No se le perdonaría a un escritor fascista haber redactado un himno a la gloria de la Gestapo cosa que, por lo demás, nunca sucedió, pero que Louis Aragon haya podido cantar las virtudes del GPU, Directorio Político Estatal soviético, o que Pablo Neruda se haya extasiado alabando a Stalin nunca ha dañado en lo más mínimo a su reputación. Se hacen burlas del anti-comunismo primario y se alaba a los comunistas porque, al menos, combatieron a Hitler, pero a nadie se le pasaría por la cabeza ironizar sobre el anti-nazismo primario, ni alabar a los nacionalsocialistas por haber combatido al menos a Stalin. Se califica al estalinismo de desviación del ideal comunista, mientras que a nadie se le ocurre ver en el nacionalsocialismo una desviación del ideal fascista. Se tenía derecho a equivocarse sobre el comunismo, pero no sobre el nacionalsocialismo *. En suma, cualquier compromiso con el nacionalsocialismo desacredita absolutamente, mientras que los compromisos con el comunismo siguen siendo considerados faltas comunes y veniales. No sólo la denuncia del nacionalsocialismo sobrepasa a la del comunismo, sino que tiende paradójicamente a incrementarse conforme va pasando el tiempo. Más de cincuenta años después de la caída del Tercer Reich, los crímenes nacionalsocialistas, no los crímenes comunistas, son objeto de una ininterrumpida avalancha de libros, películas, emisiones de radio y televisión. La damnatio memoriæ [condenación del recuerdo] del nacionalsocialismo —enfatiza Alain Besançon—, lejos de conocer la menor prescripción, parece agravarse de día en día. Más de medio siglo después de su muerte, Hitler prosigue una brillante carrera en los medios de comunicación, mientras que Stalin ya está casi olvidado. En 1989 el sistema comunista se desmoronó por sí solo ante los asombrados ojos de quienes, pocos meses antes todavía, aseguraban que el bloque soviético era más poderoso que nunca y que el Ejército Rojo se preparaba a invadir Europa Occidental . Esta implosión, cuyas circunstancias exactas nunca han sido hasta ahora seriamente estudiadas, se produjo sin acarrear ningún gran cuestionamiento entre la opinión. No sólo no se ha llevado en ningún sitio a los antiguos dirigentes ante los tribunales, sino que casi en todas partes salvo en Alemania y en la República Checa se les ha autorizado a proseguir, bajo una u otra etiqueta, su carrera política, habiendo incluso conseguido a veces regresar al poder. En Austria, el ex presidente Kurt Waldheim, antiguo Secretario General de la ONU, sufrió por el contrario un general ostracismo cuando se descubrió su pasado nacionalsocialista. Esta amnistía de hecho no ha suscitado en Occidente ninguna protesta ni ninguna sorpresa especial. Nadie piensa en convertir en museos los antiguos campos soviéticos, ni siquiera en alzar monumentos a las víctimas del terror estaliniano. En Francia, donde un partido nacionalsocialista sería prohibido de inmediato, nadie duda de la legitimidad y hasta de la honorabilidad del Partido Comunista, antiguamente financiado por Stalin y que se mantuvo durante casi medio siglo a las órdenes de Moscú, y ello a pesar de todo lo que hoy se sabe sobre su pasado en la Komintern. Cuando la Derecha le criticó a Lionel Jospin su alianza con dicho partido, él incluso se declaró orgulloso de contar con ministros comunistas en su gobierno. Mientras que ningún fascista francés se ha designado nunca a sí mismo como «hitleriano», los dirigentes del PCF, en cambio, se han glorificado durante mucho tiempo de ser estalinianos. En el pasado, a los anti-fascistas siempre se les creyó de inmediato, mientras que quienes denunciaban el comunismo eran considerados a menudo como fabuladores o espíritus partidistas. El 13 de Noviembre de 1947, después de que Victor Kravchenko hubiera desvelado, en Yo Escogí la Libertad, la realidad del sistema soviético de campos de concentración, el periódico comunista Les Lettres Françaises lo trató inmediatamente de falsificador y de borracho. Ello dio lugar a un juicio por calumnias, que tuvo lugar en París del 24 de Enero al 4 de Abril de 1949. Otro signo revelador: sólo cuando ha sido adoptado por antiguos comunistas decepcionados es cuando se ha empezado a considerar creíble el discurso anti-comunista. Sus pasados extravíos han sido considerados como una especie de garantía de su nueva lucidez, mientras que se sigue considerando sospechoso el hecho de haber sido lúcido desde un comienzo. Y, por lo demás, sólo se les consideró creíbles sobre la base del renombre adquirido en los tiempos de sus antiguos extravíos.
La situación, hoy, sólo ha evolucionado en parte. Dos años después de caído el muro de Berlín, Guy Sitbon todavía podía escribir: Finalmente, ¿es seguro que el comunismo tendrá que enrojecerse por su balance en Rusia, en el Imperio, o en China?. Resulta también significativa la forma en que los medios de comunicación han dado cuenta de la película que Jean-François Delassus y Thibaut d'Oiron [Hitler y Stalin. Amistades Peligrosas, canal FR-3, Nov.-Dic. 1991] han realizado sobre el pacto germano-soviético y el reparto de Polonia: pese a sus evidentes cualidades, se ha podido leer en L'Histoire que la película tendría el defecto de querer demostrar a toda costa que el sistema soviético es la mayor plaga que ha conocido nuestro siglo, efectuando una comparación entre los dos sistemas, el comunista y el nacionalsocialista, que va en detrimento de Stalin. En cuanto a los crímenes del comunismo, todavía se acostumbra frecuentemente a no calificarlos de tales. Jean Daniel escribe por ejemplo que el comunismo estaliniano recurrió a medios nacionalsocialistas, cuando sería probablemente más adecuado a la verdad histórica decir que es el nacionalsocialismo el que utilizó medios comunistas, puesto que fue desde la época de Lenin, y por su expreso mandato, cuando el comunismo se lanzó deliberadamente en la vía del crimen contra la Humanidad como medio de gobierno.
La situación, hoy, sólo ha evolucionado en parte. Dos años después de caído el muro de Berlín, Guy Sitbon todavía podía escribir: Finalmente, ¿es seguro que el comunismo tendrá que enrojecerse por su balance en Rusia, en el Imperio, o en China?. Resulta también significativa la forma en que los medios de comunicación han dado cuenta de la película que Jean-François Delassus y Thibaut d'Oiron [Hitler y Stalin. Amistades Peligrosas, canal FR-3, Nov.-Dic. 1991] han realizado sobre el pacto germano-soviético y el reparto de Polonia: pese a sus evidentes cualidades, se ha podido leer en L'Histoire que la película tendría el defecto de querer demostrar a toda costa que el sistema soviético es la mayor plaga que ha conocido nuestro siglo, efectuando una comparación entre los dos sistemas, el comunista y el nacionalsocialista, que va en detrimento de Stalin. En cuanto a los crímenes del comunismo, todavía se acostumbra frecuentemente a no calificarlos de tales. Jean Daniel escribe por ejemplo que el comunismo estaliniano recurrió a medios nacionalsocialistas, cuando sería probablemente más adecuado a la verdad histórica decir que es el nacionalsocialismo el que utilizó medios comunistas, puesto que fue desde la época de Lenin, y por su expreso mandato, cuando el comunismo se lanzó deliberadamente en la vía del crimen contra la Humanidad como medio de gobierno.
lunes, 8 de diciembre de 2014
Desilusión impuesta..
El movimiento político o social no gana nada cuando tiene enjambres de seguidores hipnotizados, por el contrario, existe el peligro de una desilusión igualmente grande al despertar de la hipnosis, es por lo tanto del mayor valor para los movimientos de masas poseer adherentes que los sigan no por una obligación inconsciente sino por una convicción consciente, ya que los movimientos de masas tienen la particularidad de dominar al individuo mediante sugestiones y volverlos seres inconscientes. La confianza de la juventud alemana en la búsqueda de su objetivo me parece algo completamente natural. En tiempos de un enorme movimiento y cambio, sólo habría de esperarse que la juventud tomara el timón, porque sólo ellos tienen la audacia y el impulso y el sentido de la aventura. Después de todo, es su futuro lo que está en juego. Ésta es su aventura y su experimento. La generación más vieja naturalmente toma un lugar secundario, y ellos deberían poseer la suficiente experiencia de vida para ser capaces de estar de acuerdo con este necesario curso de los acontecimientos. Ellos también tuvieron su tiempo, una vez. La distancia entre la generación más vieja y la más joven se debe precisamente al hecho de que la generación anterior no siguió la corriente de los tiempos y, en vez de prever aquello, fue alcanzada por la tormenta de una nueva época. Pero eso no es de ninguna manera específico de los alemanes. Es algo que se puede observar en todos los países en este momento. La generación más antigua tiene una dificultad inmensa para descubrir su camino en un nuevo mundo. Los cambios políticos van de la mano con toda clase de otros cambios en el arte, la filosofía, en nuestras opiniones religiosas. En todas partes el viento de cambio está soplando, con un poco de psicología uno puede entender estas cosas, con un poco de conocimiento psicológico, también, habría sido posible prever los cambios. Pero la generación anterior ha cometido el error imperdonable de pasar por alto al hombre real en favor de una idea abstracta de aquél. Este error está unido al falso intelectualismo que caracterizó al siglo XIX entero. Es sólo por causa de que vivimos en un tiempo activo y responsable, que necesitamos más conciencia y auto-reflexión. En un tiempo como el nuestro, cuando tremendos movimientos políticos y sociales están en marcha, yo como psicólogo, como he dicho, a menudo debo ver gente que siente la necesidad de una orientación psíquica. Esta necesidad refleja un instinto sano. Cuando reina la confusión general, como ocurre en Europa hoy, cuando hay una generalizada fragmentación de opiniones, allí por instinto surge en nosotros una fuerte necesidad de una Weltanschauung común [visión del mundo y de la vida], yo diría, que permite que nosotros tengamos una opinión unitaria de las cosas y discernamos el significado interior del movimiento entero. Si no tenemos éxito en conseguir dicha perspectiva, puede resultar fácilmente que estemos como si hubiéramos sido inconscientemente barridos por los acontecimientos. El auto-desarrollo del individuo es especialmente necesario en nuestro tiempo. Cuando el individuo es inconsciente de sí mismo, el movimiento colectivo también carece de un claro sentido de propósito. Sólo el auto-desarrollo del individuo, es el objetivo supremo de todo el esfuerzo psicológico, puede producir voceros y líderes conscientemente responsables. Como el HOMBRE dijo, un líder debe ser capaz de estar solo y debe tener el coraje para seguir su propio camino. Pero si él no se conoce a sí mismo, ¿cómo va a conducir a otros?. Por eso el verdadero líder es siempre uno que tiene el coraje para ser él mismo, y puede parecerlo no sólo a ojos de otros sino sobre todo ante él mismo.
miércoles, 3 de diciembre de 2014
El Calvario de un Revisionista
Fue Federico el Grande, Rey de Prusia, quien una vez declaró:
Un organismo jurídico que ejerce injusticias es más peligroso y peor que una banda de ladrones; uno puede protegerse contra estos últimos, pero nadie puede protegerse contra rufianes que utilizan el ropaje de la justicia para llevar a cabo sus viciosas pasiones; ellos son peores que los mayores sinvergüenzas en el mundo y merecen doble castigo.¡Atrévete a saber! ¡Ten el coraje para usar tu propia inteligencia!..Ningún tribunal en el mundo tiene el derecho o la competencia para decidir de manera autoritativa sobre cuestiones científicas, ningún parlamento en el mundo tiene el derecho de usar la ley penal para prescribir dogmáticamente respuestas a cuestiones científicas, por ello sería absurdo para mí como un divulgador de la ciencia pedir a una corte que determine la validez de los trabajos que he publicado, sólo la comunidad científica es competente y está autorizada para hacer aquello. La Resistencia Es Obligatoria... Germar Rudolf. Imagine que usted es un científico que ha resumido los resultados de quince años de investigación en un libro, y que poco después de la publicación de ese libro usted es arrestado y arrojado en prisión precisamente por haberlo publicado. Imagine además que usted es consciente con indiscutible certeza de que en el planificado proceso judicial a usted y a sus abogados les estará prohibido, bajo amenaza de procesamiento, demostrar cualquier afirmación real hecha en aquel libro; que todas las otras peticiones para introducir evidencia de apoyo serán rechazadas también; que todos los tribunales, hasta los de apelación suprema, apoyarán tal conducta; que sólo muy pocos de sus colegas de investigación se atreverán a confirmar la legitimidad y la calidad de su libro porque ellos temen una persecución similar, y que los esfuerzos de esos pocos colegas serán en vano también; y finalmente que los medios informativos, los supuestos "guardianes de la libertad de expresión", se unirán a la acusación exigiendo que a usted se le castigue despiadadamente. En una situación como ésa, ¿cómo se "defendería" usted en el tribunal?. Ésta es exactamente la situación kafkiana en la cual me encontré a fines de 2005, después de haber sido repentina y violentamente separado de mi esposa y mi hijo por las autoridades estadounidenses de inmigración de Chicago, deportado a Alemania e inmediatamente arrojado a la cárcel para esperar el proceso, debido a mi libro "Conferencias sobre el Holocausto" (Lectures on the Holocaust) que yo había publicado en el verano de 2005, y por páginas web que promovían éste y otros libros similares. Esto no era un complot contra mí personalmente, sin embargo, porque ésta es la misma situación que cada uno afronta cuando choca con la ley de Alemania que castiga la "negación del Holocausto". La situación es similar en muchas otras naciones, la mayoría de ellas de Europa.
Varios abogados defensores me aseguraron unánimemente que toda la defensa estaba condenada en principio y que yo tendría que esperar una condena de prisión cercana a la pena máxima (cinco años). Otros abogados aconsejaron que yo me retractara de mis opiniones políticas y fingiera remordimiento y contrición, lo que podría ganarme la clemencia del Tribunal. Renunciar a mis convicciones científicas no era una opción aceptable para mí, sin embargo. Una defensa basada en los hechos del caso era imposible, y si se intentaba a pesar de todo, aquello simplemente habría empeorado mi situación, porque en la tentativa de demostrar que mis opiniones eran correctas yo habría repetido una vez más el mismo delito de negar el dogma estatal por el cual yo estaba siendo procesado en primer lugar. Al final recibí realmente una condena de prisión de 30 meses, que es sólo la mitad de lo que había sido augurado por los abogados, y esto a pesar de reafirmar públicamente mi derecho a expresar mis puntos de vista revisionistas y a pesar de llamar a la resistencia contra las autoridades alemanas. Cuando se trata del "Holocausto", los valores más importantes de la civilización occidental son puestos al revés. Para demostrar esto, cité la clásica definición de ilustración del filósofo Emanuel Kant:
"La ilustración es el abandono del hombre de su auto-provocada inmadurez. La inmadurez es la incapacidad para usar la inteligencia de alguien sin la dirección de otro. Tal inmadurez es auto-provocada, si es que no es causada por la carencia de inteligencia sino por la carencia de determinación y coraje para usar la inteligencia de uno sin ser dirigido por otro. ¡Sapere Aude!¡Atrévete a saber! ¡Ten el coraje para usar tu propia inteligencia! es por lo tanto el lema de la ilustración".
Pero cuando se trata del "Holocausto", la mayor parte de los gobiernos nos disuaden de utilizar nuestra propia inteligencia. Algunos de ellos hasta nos amenazan con procesamientos, y ellos insisten en que sigamos la dirección de otros. Karl Popper caracterizó una sociedad donde las autoridades hacen cumplir una "creencia estatal" e imponen tabúes, como una sociedad cerrada, dogmática y arcaica. La sociedad moderna, abierta, por contraste, estimula la crítica de los dogmas tradicionales. De hecho, éste es su sello principal.
En consecuencia, el dogma y la crítica se oponen el uno al otro como antípodas. En nuestro caso, se trata del Estado opuesto al Revisionismo; o, en otras palabras, los Enemigos de la Ciencia por una parte, contra la Ciencia, por otra:
• El Dogma contra la Crítica
• El Estado contra el Revisionismo
• Los Enemigos de la Ciencia contra la Ciencia
Para el científico, sin embargo, los dogmas y los tabúes son estrictamente inaceptables. No voy a abusar de la paciencia del lector reiterando mis explicaciones sobre las perversiones del sistema de justicia alemán para perseguir a disidentes pacíficos. Me restringiré simplemente a un resumen de una comparación con la cual introduje mis observaciones legales en el tribunal. Es una yuxtaposición de las condiciones del actual sistema judicial alemán en general cuando trata con revisionistas en particular. En la Alemania de hoy la situación es aún peor, ya que en los procedimientos ante los Tribunales de Distrito, que manejan delitos "graves", no se sigue ningún protocolo en absoluto sobre quién dice qué y cuándo. Huelga decir que esto abre las compuertas del error y la arbitrariedad. Y aquí está la pervertida justificación dada por las autoridades alemanas de por qué los protocolos están supuestamente obsoletos: Dado que de todas maneras no se pueden apelar las decisiones dictadas por un Tribunal de Distrito en disputas sobre hechos, un protocolo que presente los hechos del caso es innecesario. Entonces aquí usted tiene el núcleo de la judicatura alemana: como ninguna apelación es posible, por lo tanto no se requiere ningún protocolo. Esto tiene su lógica y consecuencia internas, pero ¿no parece más bien una totalitaria república bananera?.
Otro paralelo es que defenderse usted mismo delante de tal tribunal tratando de argumentar que usted tiene razón sólo empeorará su situación, como Solzhenitsyn escribió:
"Incluso si usted hablase en su propia defensa con la elocuencia de Demóstenes, esto no lo ayudaría en lo más mínimo. Todo que usted conseguiría sería aumentar su sentencia".
Esto es lo que le sucedió a Ernst Zündel en Alemania, cuyos abogados defendieron con ferocidad su derecho a expresar su pensamiento, a consecuencia de lo cual Zündel consiguió la máxima sentencia por ser recalcitrante. Más encima sus abogados también fueron procesados, lo cual es otro paralelo con el paraíso soviético del Tío Joe (Stalin), como Solzhenitsyn lo reportó:
"El tribunal bramó una amenaza de arrestar al principal abogado de la defensa" (volumen 1, p. 350).
Como si perseguir a los abogados defensores por sus perfectamente legítimas actividades de defensa no fuera lo suficientemente malo, esto es lo que lo rebasa todo: amenazar también a los testigos con el procesamiento, a los que se atreven a hablar claro en favor de los acusados en procesos por "crímenes de pensamiento" "delitos de opinión", o como Solzhenitsyn dijo:
"Y justo en ese momento el tribunal ordenó el encarcelamiento efectivo de un testigo, el profesor Yegorov...".
Esto me sucedió en 1994, cuando fui convocado por un abogado de la defensa a fin de declarar como un testigo experto. Cuando el Juez Presidente oyó con qué fin la defensa quería que yo testificase, él me advirtió sucintamente que yo sería objeto de procesamiento si declaraba en el estilo del planteamiento del abogado. Por supuesto, nunca se llegó a esto, porque, como Solzhenitsyn correctamente observó:
"A los testigos de la defensa no se les permitió declarar". En Alemania nunca se les permite declarar cuando se trata de revisionistas procesados. Y peor todavía: no sólo se rechaza a testigos que apoyan las opiniones de un revisionista acusado sino toda clase de evidencias: testigos, documentos, expertos. El sistema judicial de Alemania afirma que todo lo referente al "Holocausto" es "evidente por sí mismo", así que no se requiere ninguna prueba en absoluto. En efecto, ellos llegan tan lejos como a procesar a alguien que simplemente se atreva a establecer una petición para presentar tales pruebas, sea él un acusado o un abogado de la defensa. ¡Sí, Alemania ha hecho que sea ilegal la presentación de pruebas exculpatorias!. ¡Ni siquiera Stalin tuvo un instrumento tan ingenioso en su repertorio represivo!. De esta manera, el poder judicial alemán logra eliminar todos los datos no deseados del registro.
Un organismo jurídico que ejerce injusticias es más peligroso y peor que una banda de ladrones; uno puede protegerse contra estos últimos, pero nadie puede protegerse contra rufianes que utilizan el ropaje de la justicia para llevar a cabo sus viciosas pasiones; ellos son peores que los mayores sinvergüenzas en el mundo y merecen doble castigo.¡Atrévete a saber! ¡Ten el coraje para usar tu propia inteligencia!..Ningún tribunal en el mundo tiene el derecho o la competencia para decidir de manera autoritativa sobre cuestiones científicas, ningún parlamento en el mundo tiene el derecho de usar la ley penal para prescribir dogmáticamente respuestas a cuestiones científicas, por ello sería absurdo para mí como un divulgador de la ciencia pedir a una corte que determine la validez de los trabajos que he publicado, sólo la comunidad científica es competente y está autorizada para hacer aquello. La Resistencia Es Obligatoria... Germar Rudolf. Imagine que usted es un científico que ha resumido los resultados de quince años de investigación en un libro, y que poco después de la publicación de ese libro usted es arrestado y arrojado en prisión precisamente por haberlo publicado. Imagine además que usted es consciente con indiscutible certeza de que en el planificado proceso judicial a usted y a sus abogados les estará prohibido, bajo amenaza de procesamiento, demostrar cualquier afirmación real hecha en aquel libro; que todas las otras peticiones para introducir evidencia de apoyo serán rechazadas también; que todos los tribunales, hasta los de apelación suprema, apoyarán tal conducta; que sólo muy pocos de sus colegas de investigación se atreverán a confirmar la legitimidad y la calidad de su libro porque ellos temen una persecución similar, y que los esfuerzos de esos pocos colegas serán en vano también; y finalmente que los medios informativos, los supuestos "guardianes de la libertad de expresión", se unirán a la acusación exigiendo que a usted se le castigue despiadadamente. En una situación como ésa, ¿cómo se "defendería" usted en el tribunal?. Ésta es exactamente la situación kafkiana en la cual me encontré a fines de 2005, después de haber sido repentina y violentamente separado de mi esposa y mi hijo por las autoridades estadounidenses de inmigración de Chicago, deportado a Alemania e inmediatamente arrojado a la cárcel para esperar el proceso, debido a mi libro "Conferencias sobre el Holocausto" (Lectures on the Holocaust) que yo había publicado en el verano de 2005, y por páginas web que promovían éste y otros libros similares. Esto no era un complot contra mí personalmente, sin embargo, porque ésta es la misma situación que cada uno afronta cuando choca con la ley de Alemania que castiga la "negación del Holocausto". La situación es similar en muchas otras naciones, la mayoría de ellas de Europa.
Varios abogados defensores me aseguraron unánimemente que toda la defensa estaba condenada en principio y que yo tendría que esperar una condena de prisión cercana a la pena máxima (cinco años). Otros abogados aconsejaron que yo me retractara de mis opiniones políticas y fingiera remordimiento y contrición, lo que podría ganarme la clemencia del Tribunal. Renunciar a mis convicciones científicas no era una opción aceptable para mí, sin embargo. Una defensa basada en los hechos del caso era imposible, y si se intentaba a pesar de todo, aquello simplemente habría empeorado mi situación, porque en la tentativa de demostrar que mis opiniones eran correctas yo habría repetido una vez más el mismo delito de negar el dogma estatal por el cual yo estaba siendo procesado en primer lugar. Al final recibí realmente una condena de prisión de 30 meses, que es sólo la mitad de lo que había sido augurado por los abogados, y esto a pesar de reafirmar públicamente mi derecho a expresar mis puntos de vista revisionistas y a pesar de llamar a la resistencia contra las autoridades alemanas. Cuando se trata del "Holocausto", los valores más importantes de la civilización occidental son puestos al revés. Para demostrar esto, cité la clásica definición de ilustración del filósofo Emanuel Kant:
"La ilustración es el abandono del hombre de su auto-provocada inmadurez. La inmadurez es la incapacidad para usar la inteligencia de alguien sin la dirección de otro. Tal inmadurez es auto-provocada, si es que no es causada por la carencia de inteligencia sino por la carencia de determinación y coraje para usar la inteligencia de uno sin ser dirigido por otro. ¡Sapere Aude!¡Atrévete a saber! ¡Ten el coraje para usar tu propia inteligencia! es por lo tanto el lema de la ilustración".
Pero cuando se trata del "Holocausto", la mayor parte de los gobiernos nos disuaden de utilizar nuestra propia inteligencia. Algunos de ellos hasta nos amenazan con procesamientos, y ellos insisten en que sigamos la dirección de otros. Karl Popper caracterizó una sociedad donde las autoridades hacen cumplir una "creencia estatal" e imponen tabúes, como una sociedad cerrada, dogmática y arcaica. La sociedad moderna, abierta, por contraste, estimula la crítica de los dogmas tradicionales. De hecho, éste es su sello principal.
En consecuencia, el dogma y la crítica se oponen el uno al otro como antípodas. En nuestro caso, se trata del Estado opuesto al Revisionismo; o, en otras palabras, los Enemigos de la Ciencia por una parte, contra la Ciencia, por otra:
• El Dogma contra la Crítica
• El Estado contra el Revisionismo
• Los Enemigos de la Ciencia contra la Ciencia
Para el científico, sin embargo, los dogmas y los tabúes son estrictamente inaceptables. No voy a abusar de la paciencia del lector reiterando mis explicaciones sobre las perversiones del sistema de justicia alemán para perseguir a disidentes pacíficos. Me restringiré simplemente a un resumen de una comparación con la cual introduje mis observaciones legales en el tribunal. Es una yuxtaposición de las condiciones del actual sistema judicial alemán en general cuando trata con revisionistas en particular. En la Alemania de hoy la situación es aún peor, ya que en los procedimientos ante los Tribunales de Distrito, que manejan delitos "graves", no se sigue ningún protocolo en absoluto sobre quién dice qué y cuándo. Huelga decir que esto abre las compuertas del error y la arbitrariedad. Y aquí está la pervertida justificación dada por las autoridades alemanas de por qué los protocolos están supuestamente obsoletos: Dado que de todas maneras no se pueden apelar las decisiones dictadas por un Tribunal de Distrito en disputas sobre hechos, un protocolo que presente los hechos del caso es innecesario. Entonces aquí usted tiene el núcleo de la judicatura alemana: como ninguna apelación es posible, por lo tanto no se requiere ningún protocolo. Esto tiene su lógica y consecuencia internas, pero ¿no parece más bien una totalitaria república bananera?.
Otro paralelo es que defenderse usted mismo delante de tal tribunal tratando de argumentar que usted tiene razón sólo empeorará su situación, como Solzhenitsyn escribió:
"Incluso si usted hablase en su propia defensa con la elocuencia de Demóstenes, esto no lo ayudaría en lo más mínimo. Todo que usted conseguiría sería aumentar su sentencia".
Esto es lo que le sucedió a Ernst Zündel en Alemania, cuyos abogados defendieron con ferocidad su derecho a expresar su pensamiento, a consecuencia de lo cual Zündel consiguió la máxima sentencia por ser recalcitrante. Más encima sus abogados también fueron procesados, lo cual es otro paralelo con el paraíso soviético del Tío Joe (Stalin), como Solzhenitsyn lo reportó:
"El tribunal bramó una amenaza de arrestar al principal abogado de la defensa" (volumen 1, p. 350).
Como si perseguir a los abogados defensores por sus perfectamente legítimas actividades de defensa no fuera lo suficientemente malo, esto es lo que lo rebasa todo: amenazar también a los testigos con el procesamiento, a los que se atreven a hablar claro en favor de los acusados en procesos por "crímenes de pensamiento" "delitos de opinión", o como Solzhenitsyn dijo:
"Y justo en ese momento el tribunal ordenó el encarcelamiento efectivo de un testigo, el profesor Yegorov...".
Esto me sucedió en 1994, cuando fui convocado por un abogado de la defensa a fin de declarar como un testigo experto. Cuando el Juez Presidente oyó con qué fin la defensa quería que yo testificase, él me advirtió sucintamente que yo sería objeto de procesamiento si declaraba en el estilo del planteamiento del abogado. Por supuesto, nunca se llegó a esto, porque, como Solzhenitsyn correctamente observó:
"A los testigos de la defensa no se les permitió declarar". En Alemania nunca se les permite declarar cuando se trata de revisionistas procesados. Y peor todavía: no sólo se rechaza a testigos que apoyan las opiniones de un revisionista acusado sino toda clase de evidencias: testigos, documentos, expertos. El sistema judicial de Alemania afirma que todo lo referente al "Holocausto" es "evidente por sí mismo", así que no se requiere ninguna prueba en absoluto. En efecto, ellos llegan tan lejos como a procesar a alguien que simplemente se atreva a establecer una petición para presentar tales pruebas, sea él un acusado o un abogado de la defensa. ¡Sí, Alemania ha hecho que sea ilegal la presentación de pruebas exculpatorias!. ¡Ni siquiera Stalin tuvo un instrumento tan ingenioso en su repertorio represivo!. De esta manera, el poder judicial alemán logra eliminar todos los datos no deseados del registro.
miércoles, 26 de noviembre de 2014
Mensaje para la judiada..
Hubo un tiempo en que los países miembros de la OTAN, esa organizacion terrorista inventada por los judios podían convencer a la mayor parte del mundo que ellos eran los "buenos" promoviendo la democracia, los derechos humanos y el desarrollo económico, ahora, ellos son vistos como Estados villanos controlados por gangsters que tratan de comenzar la Tercera Guerra Mundial con el fin de establecer un gobierno totalitario del "Nuevo Orden Mundial" controlado por una camarilla conspiradora. Es por eso que el horrendo asesinato de masas que está siendo llevado a cabo en Siria por mercenarios de la conspiración no está consiguiendo los resultados pretendidos. Cuando el genocida y asesino de niños Benjamin Netanyahu recientemente trató de revolver la olla en EE.UU., sus actividades, sus correos electrónicos, sus llamadas telefónicas, etc., fueron todos supervisados, después de que un funcionario del Pentágono le advirtiera a Netanyahu: "Si usted trata de enviar un misil crucero, lo haremos volar fuera del agua y luego iremos por usted"... Mensaje para los judíos: Ustedes han sido echados a patadas de más de 100 países en los pasados 2.000 años, de modo que ustedes deben dejar de fingir que ustedes han sido siempre sólo víctimas inocentes. Es el tiempo para dejar de pensar en términos de "nosotros losjudíos" y "ellos los goyim", y comenzar a comportarse como gente civilizada, todos de la misma especie humana. Los judíos son como una mujer hermosa, la mayoría decente y honorable, pero con sífilis, los gangsters que se esconden en medio de ellos. Si el pueblo judío no remueve a los criminales que están entre sus propios líderes, ellos pueden sufrir nuevamente el castigo colectivo por las acciones de una pequeña minoría criminal. Afortunadamente, hay signos de una tal purga interna. El lado de la industria financiera que ha valorado durante mucho tiempo la integridad, la honestidad y el juego limpio, se ha estado preparando silenciosamente para expurgar a los criminales fraudsters que convirtieron su industria en una gigantesca orgía de saqueo criminal.
domingo, 23 de noviembre de 2014
Confundidos por la Esvástica
Actualmente, la esvástica es un símbolo inseparable del Tercer Reich, hasta el punto de que su exhibición está prohibida en Alemania. Pocos símbolos han visto relegado a tan gran extremo su significado original. Así, no es infrecuente que los turistas occidentales con su correspondiente lavado de cerebro de visita en la India se sientan provocados y expresen su enojo ante la contemplación de las esvásticas que siguen decorando toda clase de edificios, desconocedores del significado positivo que todavía se le atribuye en la cultura hindú. Más que cualquier razón ideológica, es la intensa capacidad provocadora de este símbolo en las sociedades occidentales posteriores a 1945 la que ha llevado a que algunos grupos contraculturales, como el movimiento heavy metal, la incorporen a su vestimenta como señal de rebeldía. Evidentemente, la esvástica sigue siendo el símbolo por excelencia de los grupos neo-nazis, aunque las asociaciones vinculadas a ella hayan promovido la reciente aparición de algunos símbolos nuevos "sólo para iniciados", como el llamado "Sol Negro", una estrella de doce brazos angulados insertada en un círculo, que consituye una variante de la esvástica mucho más compleja pero menos comprometedora. El historiador de las religiones Harald Strohm, por su parte, ve la esvástica nacionalsocialista es un correlato de la cruz luminosa o sphaira maniquea, los maniqueos interpretaban la "X" así formada como la rueda cósmica que impulsaba hacia el universo a las almas que habían logrado redimirse de su vinculación a la materia, siendo, por tanto, capaz de distinguir entre el bien y el mal. Con todo, el principal competidor simbólico de la esvástica no fue un símbolo político sino religioso. Aunque la disposición a "morir por la cruz" puesta de manifiesto durante las Cruzadas constituyó un referente histórico que la esvástica nacionalsocialista pretendía emular, el sometimiento y la humillación física de Jesús rememorados a través del crucifijo debían ser sustituídos por el luminoso espíritu de victoria del héroe germánico representado por el "símbolo solar" de la esvástica. El juego de asociaciones entre la cruz cristiana y la esvástica era muy frecuente, y pueden encontrarse rastros de él en casi todos los ámbitos. Así, por ejemplo, la dedicatoria de un libro obsequiado a Hitler en 1933 rezaba "al Mesías de la esvástica". También las capillas de las escuelas alemanas eran decoradas con la esvástica durante la celebración de las "festividades matinales" que sustituían a las oraciones matutinas. También Göring tenía en su casa una capilla bajo el signo de la esvástica, y los conjuntos florales que enviaba a sus familiares políticos suecos o a la tumba de su difunta esposa siempre adoptaban esa forma.
Los malévolos psicópatas jázaros
La hipótesis jázara es famosa en todo el mundo por el asesinato como una política social, y por no haber tenido nunca un país que ellos mismos hubieran construído. La ola de saqueos se extiende desde los días de Atila el huno y llega hasta nuestros días en una estela implacable de sangre y lágrimas. Cada año los judíos producen películas que son más sangrientas y más perversas que nunca, que posteriormente desestabilizan la sociedad, y producen un entretenimiento garantizado para destruír las tradiciones antiguas, tales como el honor, la integridad y la compasión. Los muchachos no comprenden que ellos están siendo conducidos como rebaño hacia nuevas formas de campos de concentración mentales en los cuales los afectuosos valores de la familia son denigrados como retrógrados y dañinos. Cada año los judíos aumentan la presión sobre los niños para que se hagan homosexuales, porque esto los separará de sus familias, y como pervertidos sin lealtad a nada excepto a su propia satisfacción y a la deriva entre cínicos que sólo procuran manipularlos, ellos se convertirán en saboteadores más sigilosos y asesinos más dispuestos. Los judíos han tomado el control del mundo convirtiendo a una gran parte de la población en maníacos sexuales, los cuales, una vez aquejados de ello, no pueden concentrarse en nada más. Cualquier relación basada únicamente en el sexo no será sincera y no durará, causando la destrucción garantizada de la estructura de familia. Estos psicópatas jázaros han encontrado numerosos aliados en el crimen que considera la ganancia financiera como más importante que la vida humana, los hunos por ejemplo nunca desarrollaron una sociedad propia, y por lo tanto se hicieron muy competentes en el robo de las sociedades de otros, y los judíos siguen haciendolo muy eficazmente en todo el mundo durante miles de años. Cada año los médicos judíos inventan nuevas "enfermedades" y prescriben una medicación que va a exteriorizar la rabia interior que obliga a aquellas almas aproblemadas que son diagnosticadas y tratadas con píldoras venenosas. Mientras más personas mueren, mejor es el arma, más alto es el precio en la etiqueta y más neta la ganancia para los pervertidos que babean producto de este síndrome demencial y que sonríen con macabra satisfacción dentro de sus cerrados santuarios. Ahora, con todos los líderes del mundo enfatizando la necesidad de una población más pequeña, se ha abierto la temporada de caza sobre la gente del mundo, con guerras fabricadas, enfermedades diseñadas, océanos envenenados, comida falsa, y policías que quieren robarle a usted su propiedad y pegarle un tiro a su perro, haya usted cometido un delito o no.
Una forma verdaderamente justa de control demográfico sería deshacerse de toda la realeza y de todos los banqueros, abogados y políticos. Sobre ellos debería estar abierta la temporada de caza permanentemente, y si los valores humanos deben tener prioridad otra vez en este planeta, si Dios lo quiere, lo tendrán.
Los judíos sólo simularán aceptar el punto de vista de usted, y luego trabajarán infatigablemente para debilitarlo, sabotearlo e impedirlo. Si ellos son incapaces de hacer eso, y si fallan sus tentativas de chantajearlo, intimidarlo, hacerle perder su trabajo o arruinarlo socialmente, entonces ellos lo matarán.
Se ha puesto de moda en los últimos siglos criticar duramente a las creencias religiosas por sus obvias hipocresías, sus plagiados dogmas y su camuflado abuso de niños. A través de toda la Historia cada civilización que ha tratado de conseguir la paz en base a una filosofía central de predicar el bien mediante el punto de referencia de un dios imaginario ha fallado en su tarea porque el dogma es falso y sus practicantes están corrompidos.
Los judíos luchan para mantenernos a todos nosotros aparte, sabiendo que lo que podría unir al mundo y conducir a una Edad de Oro de paz permanente sería que cada uno se uniera contra ellos y los prohibiera de la sociedad civilizada de una vez para siempre del modo más eficaz posible.
No importa cuántos judíos puedan resultar muertos en este proceso, el total nunca igualará a la cantidad de gente inocente que los judíos han matado durante el curso de la Historia.
Lamentablemente para cada uno, los judíos dirigen el mundo, esto no es ningún invento, es un hecho. Los judíos escogen a los Presidentes, poseen las redes, dirigen los negocios, controlan el dinero, y escriben las canciones que se hacen parte de nuestros recuerdos más queridos.
Mucha gente objeta que se señale a los judíos como los facilitadores de nuestra miseria y los creadores de nuestra esclavitud.
Una forma verdaderamente justa de control demográfico sería deshacerse de toda la realeza y de todos los banqueros, abogados y políticos. Sobre ellos debería estar abierta la temporada de caza permanentemente, y si los valores humanos deben tener prioridad otra vez en este planeta, si Dios lo quiere, lo tendrán.
Los judíos sólo simularán aceptar el punto de vista de usted, y luego trabajarán infatigablemente para debilitarlo, sabotearlo e impedirlo. Si ellos son incapaces de hacer eso, y si fallan sus tentativas de chantajearlo, intimidarlo, hacerle perder su trabajo o arruinarlo socialmente, entonces ellos lo matarán.
Se ha puesto de moda en los últimos siglos criticar duramente a las creencias religiosas por sus obvias hipocresías, sus plagiados dogmas y su camuflado abuso de niños. A través de toda la Historia cada civilización que ha tratado de conseguir la paz en base a una filosofía central de predicar el bien mediante el punto de referencia de un dios imaginario ha fallado en su tarea porque el dogma es falso y sus practicantes están corrompidos.
Los judíos luchan para mantenernos a todos nosotros aparte, sabiendo que lo que podría unir al mundo y conducir a una Edad de Oro de paz permanente sería que cada uno se uniera contra ellos y los prohibiera de la sociedad civilizada de una vez para siempre del modo más eficaz posible.
No importa cuántos judíos puedan resultar muertos en este proceso, el total nunca igualará a la cantidad de gente inocente que los judíos han matado durante el curso de la Historia.
Lamentablemente para cada uno, los judíos dirigen el mundo, esto no es ningún invento, es un hecho. Los judíos escogen a los Presidentes, poseen las redes, dirigen los negocios, controlan el dinero, y escriben las canciones que se hacen parte de nuestros recuerdos más queridos.
Mucha gente objeta que se señale a los judíos como los facilitadores de nuestra miseria y los creadores de nuestra esclavitud.
viernes, 21 de noviembre de 2014
Lo que no te cuentan de Nuremberg
"Todas las guerras son de hecho agresivas. La verdadera fuente de autoridad son los poderes de los vencedores sobre los vencidos...." El juez Harlan Fiske Stone, quien era entonces el presidente de la Corte Suprema estadounidense y en ese rol jefe del juez Jackson, el principal acusador estadounidense de Nuremberg, tuvo esto para decir mientras hablaba a un reportero de la revista Fortune, según aparece citado en el libro de Alpheus Thomas Mason "Harlan Fiske Stone: Pillar of the Law", p. 715:
Harlan Fiske Stone.
Para su información, pero no para que lo publique como viniendo de mí, me gustaría informarle que la Corte Suprema no tuvo nada que ver, ni directa ni indirectamente, con los Juicios de Núremberg, o con la acción gubernamental que los autorizó. No fui informado de la participación del juez Jackson hasta que su designación por el Ejecutivo fue anunciada en los periódicos.
De manera que el juicio de Núremberg es una tentativa para justificar la aplicación del poder del vencedor al vencido porque éste emprendió una guerra de agresión —explicó—; me disgusta enormemente verlo disfrazado con una falsa fachada de legalidad. Lo mejor que se puede decir es que se trata de un acto político de los Estados victoriosos, que puede ser moralmente correcto, como lo fue el secuestro de Napoleón alrededor de 1815.
Pero los Aliados en aquel día no creyeron necesario justificarlo mediante una apelación a principios legales inexistentes. Como un asunto práctico, me parece que las dificultades y las incertidumbres de decir quién es el agresor bajo las condiciones que producen la guerra moderna deberían hacernos dudar en asentar un principio para el futuro que siempre requeriría que aquella pregunta fuera contestada por el vencedor. Todas las guerras son de hecho agresivas. La verdadera fuente de autoridad son los poderes de los vencedores sobre los vencidos.
No me molestaría enormemente si aquel poder fuera abierta y francamente usado para castigar a los líderes alemanes por ser una agrupación malvada, pero me molesta un poco verlo vestido con el ropaje del Derecho común y las salvaguardias constitucionales aplicado a aquellos acusados de crímenes. Parece como si nos estuviéramos comprometiendo con la proposición de que el resultado de cada guerra debe ser que los líderes de los vencidos deben ser ejecutados por los vencedores.
Ésa era la realidad. El juez Jackson, manejando el desarrollo de los procesos más importantes de Núremberg, era un hombre con ambiciones presidenciales que necesitaba un alto perfil fabricado en un escenario de auto-interés. Los Juicios de Núremberg debían ser la rampa de lanzamiento para su carrera presidencial.
El Tribunal de Núremberg no fue seleccionado a partir de, o integrado por, los jueces de los neutrales suizos o suecos, o de algunos países africanos, asiáticos o iberoamericanos más distantes. Jueces civiles estadounidenses en gran medida compusieron el grueso de los jueces Aliados, no oficiales militares de carrera, que podrían haber tenido algún entendimiento y compasión por las condiciones por las que pasaron los líderes militares y el gobierno civil bajo condiciones de guerra extrema.
Estos últimos podrían haber tenido indudablemente una mejor apreciación de por qué algunas medidas de guerra fueron emprendidas por Alemania en los desesperados días de la guerra. El conjunto de jueces estadounidenses de pequeñas ciudades, experimentados en clubes de campo y canchas de golf, no lo hubiera podido.
Además, los vencedores Aliados descaradamente continuaron su guerra contra los alemanes por otros medios mucho después de que los disparos habían cesado, no mediante bombas y balas sino esta vez por medio de psicólogos que "diagnosticaban" falsamente o, peor aún, dando a los torturadores libertad de acción: investigadores cínicos y brutales que podían —y con frecuencia lo hicieron— maltratar, golpear, azotar, privar de comida, asfixiar y mutilar a sus prisioneros para conseguir confesiones y declaraciones que fueron tan cruelmente extraídas como lo fueron las confesiones de las brujas durante los repugnantes procesos por brujería de la Alta Edad Media. La injusticia de los Juicios de Núremberg fue testimoniada no sólo por Harlan Fiske Stone, presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, sino también por el juez de la Corte Suprema de Iowa Charles F. Wennerstrum, un hombre del medio Oeste, que se sentó en uno de los tribunales intentando restarle importancia a los supuestos criminales de guerra nacionalsocialistas después de la guerra.
Wennerstrum señaló, en una celebrada y polémica entrevista dada a un reportero del Chicago Daily Tribune, que con frecuencia los interrogadores y algunos de los acusadores eran judíos que habían huído de la Alemania nacionalsocialista y que habían regresado con uniformes de los Aliados para atormentar y buscar venganza contra los nacionalsocialistas que habían querido expulsar a los judíos del espacio vital europeo porque los consideraron dañinos para el esfuerzo de guerra y para la civilización de Europa Occidental.
El artículo describió de la siguiente manera a la gentuza que llegó a la Alemania de posguerra para ajustar cuentas privadas, como visto a través de los ojos del juez Wennerstrum, después de que él renunció disgustado:
Si yo hubiera sabido hace siete meses lo que sé hoy —dijo (Wennerstrum) a sus amigos cuando hizo las maletas para irse hacia Estados Unidos—, yo nunca habría venido aquí. El proceso inicial por crímenes de guerra aquí fue juzgado y proseguido por estadounidenses, rusos, británicos y franceses con gran parte del tiempo, esfuerzo y gastos, dedicados al blanqueo de imagen de los Aliados y a la colocación de la culpa exclusiva por la Segunda Guerra Mundial sobre Alemania. «Lo que he dicho del carácter nacionalista de los tribunales —siguió el juez—, se aplica al procesamiento. Los altos ideales anunciados como los motivos para crear estos tribunales no se han hecho evidentes.
El procesamiento no ha logrado mantener la objetividad a distancia del carácter vengativo, a distancia de ambiciones personales para conseguir condenas. Ha dejado de esforzarse para sentar precedentes que podrían ayudar al mundo a evitar futuras guerras.
La atmósfera entera aquí es insalubre. Se necesitaban lingüistas. Los estadounidenses son lingüistas notablemente pobres. Se emplearon abogados, actuarios, intérpretes e investigadores que se habían convertido en estadounidenses sólo en años recientes, cuyos antecedentes tenían incrustados odios y prejuicios europeos... (Chicago Daily Tribune, 23 de Febrero de 1948).
En otras palabras, los Aliados suministraron a los interrogadores, la mayor parte de ellos judíos, como han declarado algunas víctimas, que habían tenido una vida de experiencia tratando con judíos y que por esa razón los habían reconocido. Aquellos de nosotros que somos alemanes y podemos hablar alemán podemos discernir fácilmente la pertenencia étnica de algunos de los acusadores simplemente por sus acentos y patrones discursivos, incluso en emisiones de radio y noticieros.
La mayor parte de la "evidencia" en los procesos fueron "documentales", seleccionados por los Aliados del inmenso tonelaje de archivos capturados. La selección de documentos fue hecha por la parte acusadora. La defensa tuvo acceso sólo a aquellos documentos que la fiscalía consideró como material para el caso y que fueron puestos a disposición de la defensa. Los Aliados podían decidir liberar, esconder o destruír cualquier documento que no calzara con su estrategia de posguerra o con sus planes en Núremberg. Además, los Aliados admitieron en otra parte que sus ministerios de propaganda y servicios de Inteligencia previamente habían falsificado estampillas, autorizaciones, pasaportes, órdenes, carnets de identidad, etc., alemanes, que engañaron a los nacionalsocialistas muchas veces porque dichos documentos eran muy perfectos y de los cuales los propagandistas Aliados se complacen hasta el día de hoy. No se requiere un gran salto de la imaginación para suponer lo que estas mismas agencias gubernamentales de los Aliados, su personal y sus falsificadores de documentos, podían hacer entonces con todas las capturadas instalaciones alemanas genuinas productoras de documentos, las máquinas de escribir incautadas, los timbres de goma y las toneladas de papelería oficial de todos los tamaños y variedades de cualquier organización nacionalsocialista que usted quiera mencionar.
Incluso poniendo aparte la evidencia "documental" cuestionable, veamos algo del "testimonio" de los acusados, cómo fue extraído, y lo que esto realmente significa.
Como viles signos de exclamación, en el núcleo del Tribunal de Núremberg hay ciertas palabras: "Genocidio", "cámara de gas", "Seis millones". Estas palabras, y el juicio moral anexo, se derivaron en gran parte de las admisiones y la declaración jurada de un hombre, Rudolf Hoess (no confundir con Rudolf Hess), el alguna vez Kommandant en tiempos de guerra en Auschwitz.
Rudolf Hoess fue el testigo más importante de los Aliados. Su declaración jurada y su testimonio fueron citados extensamente tanto por los acusadores y en el juicio del TMI en Núremberg, así como por la prensa. Fue su testimonio el que puso el fundamento y validó la afirmación del "exterminio de millones de personas mediante gas en Auschwitz". La "confesión" de Hoess es invocada muchísimas veces por historiadores como Raul Hilberg y otros como una fuente documental primaria hasta este día. Es verdad que Hoess atestiguó en Nuremberg "atrocidades" horrendas, y él también confirmó la "verdad" bajo el juramento de una declaración jurada que él consintió en firmar para la parte acusadora. En ella, él admitió haber dado órdenes para el gaseamiento de millones de víctimas.
Esta declaración jurada estaba en inglés, un lenguaje que él no hablaba ni entendía, según miembros de su familia.
Ahora sabemos gracias al libro de Rupert Butler Legions of Death que Rudolf Hoess fue golpeado casi hasta la muerte por miembros judíos de la Policía de Campaña británica tras su captura y pésimamente maltratado a partir de entonces, hasta que él dio este muy devastador "testimonio" y "declaración jurada" usados por los propagandistas de los Aliados desde entonces.
Sea usted el juez. Aquí está un extracto de este libro de Butler, página 235:
A las 5 de la tarde del 11 de Marzo de 1946, la señora Hoess abrió su puerta principal a seis especialistas de Inteligencia con uniforme británico, la mayor parte de ellos altos y amenazantes, y todos ellos experimentados en las técnicas más sofisticadas de la investigación sostenida y despiadada.
Ninguna violencia física fue usada contra la familia: era apenas necesario. La esposa y los niños fueron separados y custodiados. El tono de Clarke era deliberadamente discreto y coloquial.
Él comenzó suavemente: Entiendo que su marido vino a verla tan recientemente como anoche.
La señora Hoess simplemente contestó: "No lo he visto ya que él huyó hace meses". Clarke intentó una vez más, diciendo suavemente, pero con un tono de reproche: Usted sabe que eso no es verdad. Entonces de repente su manera cambió y él gritaba: ¡Si usted no nos dice, la entregaremos a los rusos y ellos la pondrán delante de un pelotón de fusilamiento. Su hijo irá a Siberia!.
Aquello resultó más que suficiente. Finalmente, una quebrantada señora Hoess reveló el paradero del antiguoKommandant de Auschwitz, el hombre que ahora se hacía llamar Franz Lang. La conveniente intimidación del hijo y la hija produjo la información exactamente idéntica.
Así es cómo la captura se llevó a cabo. Clarke, uno de los participantes, lo recuerda vívidamente:
Hoess estaba encima de una litera de tres niveles llevando puesto un piyama nuevo de seda. Descubrimos más tarde que él había perdido la píldora de cianuro que la mayor parte de ellos llevaba. Pero tampoco hubiera tenido muchas posibilidades de usarla porque habíamos metido a la fuerza una linterna en su boca.
Hoess gritó de terror tan sólo al ver los uniformes británicos.
Clarke gritó: "¿Cuál es su nombre?"
Con cada respuesta de "Franz Lang", la mano de Clarke se estrellaba contra la cara del prisionero. La cuarta vez que eso sucedió, Hoess se quebrantó y confesó quién era él.
El prisionero fue arrancado de la litera superior, y el piyama desgarrado de su cuerpo. Lo arrastraron entonces desnudo a una de las mesas de tortura, donde le pareció a Clarke que los golpes y los gritos eran interminables. Finalmente, el Oficial Médico instó al Capitán: Dígales que se detengan, a menos que usted quiera devolver un cadáver.
Una manta fue arrojada sobre Hoess y lo arrastraron al automóvil de Clarke, donde el sargento vertió una cantidad sustancial de whisky por la garganta de Hoess. Entonces Hoesstrató de dormir.
Clarke arremetió con su bastón de servicio bajo los párpados del hombre y le ordenó en alemán: "Mantenga sus ojos de cerdo abiertos, usted, puerco"
El grupo llegó de vuelta a Heide alrededor de las tres de la mañana. La nieve aún caía, pero a Hoess le fue arrancada la manta y se le hizo caminar completamente desnudo por el patio de la prisión hasta su celda. Tomó tres días conseguir una declaración coherente de él.
Esta declaración torturada y aterrorizada del hombre fue aquella con la que todos estamos familiarizados, la "prueba" del así llamado "gaseamiento de los judíos".
Los historiadores hoy finalmente están admitiendo que Hoess era completamente un testigo no fiable, ¿y acaso es de extrañar? Él habló de un campo de concentración "Wolzek" que ni siquiera existe. Él juró que 2.500.000 personas fueron gaseadas y quemadas en Auschwitz, y que un adicional medio millón murió de enfermedad, para un total de tres millones de muertos.
El Toronto Sun del 18 de Julio de 1990 afirmó que fue 1,5 millón. ElWashington Post, en la misma fecha, también mencionó 1,5 millón. Citado de un artículo de Krzyszlov Leski, tenemos lo siguiente:
Polonia ha recortado su estimación del número de gente muerta por los nacionalsocialistas en el campo de exterminio de Auschwitz dede 4 millones a sólo un poco más de 1 millón.
Se acepta ahora que la gran mayoría de los muertos fueron judíos, a pesar de afirmaciones del antiguo gobierno comunista polaco de que muchos polacos perecieron en el campo de concentración más grande de Hitler. El nuevo estudio podría reavivar la controversia sobre la magnitud de la solución final de Hitler.
Shevach Weiss, un sobreviviente de un campo de exterminio y miembro del Partido Laborista del Parlamento israelí, expresó su incredulidad sobre las estimaciones revisadas, diciendo: "Eso suena chocante y extraño.
Shmuel Krakowsky, jefe de investigación en el monumento conmemorativo para las víctimas judías del "Holocausto" llamadoYad Vashem, ubicado en Israel, dijo que las nuevas cifras polacas eran correctas.
La cifra de 4 millones fue dicha sin querer por el capitán Rudolf Hoess, el comandante nacionalsocialista del campo de exterminio. Algunos la han comprado, pero fue exagerada.
Las autoridades polacas dijeron que las estimaciones exactas del número de muertos sólo podrían ser hechas estudiando los documentos alemanes incautados por la Unión Soviética. Pero Moscú ha rechazado devolver los archivos.
Harlan Fiske Stone.
Para su información, pero no para que lo publique como viniendo de mí, me gustaría informarle que la Corte Suprema no tuvo nada que ver, ni directa ni indirectamente, con los Juicios de Núremberg, o con la acción gubernamental que los autorizó. No fui informado de la participación del juez Jackson hasta que su designación por el Ejecutivo fue anunciada en los periódicos.
De manera que el juicio de Núremberg es una tentativa para justificar la aplicación del poder del vencedor al vencido porque éste emprendió una guerra de agresión —explicó—; me disgusta enormemente verlo disfrazado con una falsa fachada de legalidad. Lo mejor que se puede decir es que se trata de un acto político de los Estados victoriosos, que puede ser moralmente correcto, como lo fue el secuestro de Napoleón alrededor de 1815.
Pero los Aliados en aquel día no creyeron necesario justificarlo mediante una apelación a principios legales inexistentes. Como un asunto práctico, me parece que las dificultades y las incertidumbres de decir quién es el agresor bajo las condiciones que producen la guerra moderna deberían hacernos dudar en asentar un principio para el futuro que siempre requeriría que aquella pregunta fuera contestada por el vencedor. Todas las guerras son de hecho agresivas. La verdadera fuente de autoridad son los poderes de los vencedores sobre los vencidos.
No me molestaría enormemente si aquel poder fuera abierta y francamente usado para castigar a los líderes alemanes por ser una agrupación malvada, pero me molesta un poco verlo vestido con el ropaje del Derecho común y las salvaguardias constitucionales aplicado a aquellos acusados de crímenes. Parece como si nos estuviéramos comprometiendo con la proposición de que el resultado de cada guerra debe ser que los líderes de los vencidos deben ser ejecutados por los vencedores.
Ésa era la realidad. El juez Jackson, manejando el desarrollo de los procesos más importantes de Núremberg, era un hombre con ambiciones presidenciales que necesitaba un alto perfil fabricado en un escenario de auto-interés. Los Juicios de Núremberg debían ser la rampa de lanzamiento para su carrera presidencial.
El Tribunal de Núremberg no fue seleccionado a partir de, o integrado por, los jueces de los neutrales suizos o suecos, o de algunos países africanos, asiáticos o iberoamericanos más distantes. Jueces civiles estadounidenses en gran medida compusieron el grueso de los jueces Aliados, no oficiales militares de carrera, que podrían haber tenido algún entendimiento y compasión por las condiciones por las que pasaron los líderes militares y el gobierno civil bajo condiciones de guerra extrema.
Estos últimos podrían haber tenido indudablemente una mejor apreciación de por qué algunas medidas de guerra fueron emprendidas por Alemania en los desesperados días de la guerra. El conjunto de jueces estadounidenses de pequeñas ciudades, experimentados en clubes de campo y canchas de golf, no lo hubiera podido.
Además, los vencedores Aliados descaradamente continuaron su guerra contra los alemanes por otros medios mucho después de que los disparos habían cesado, no mediante bombas y balas sino esta vez por medio de psicólogos que "diagnosticaban" falsamente o, peor aún, dando a los torturadores libertad de acción: investigadores cínicos y brutales que podían —y con frecuencia lo hicieron— maltratar, golpear, azotar, privar de comida, asfixiar y mutilar a sus prisioneros para conseguir confesiones y declaraciones que fueron tan cruelmente extraídas como lo fueron las confesiones de las brujas durante los repugnantes procesos por brujería de la Alta Edad Media. La injusticia de los Juicios de Núremberg fue testimoniada no sólo por Harlan Fiske Stone, presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, sino también por el juez de la Corte Suprema de Iowa Charles F. Wennerstrum, un hombre del medio Oeste, que se sentó en uno de los tribunales intentando restarle importancia a los supuestos criminales de guerra nacionalsocialistas después de la guerra.
Wennerstrum señaló, en una celebrada y polémica entrevista dada a un reportero del Chicago Daily Tribune, que con frecuencia los interrogadores y algunos de los acusadores eran judíos que habían huído de la Alemania nacionalsocialista y que habían regresado con uniformes de los Aliados para atormentar y buscar venganza contra los nacionalsocialistas que habían querido expulsar a los judíos del espacio vital europeo porque los consideraron dañinos para el esfuerzo de guerra y para la civilización de Europa Occidental.
El artículo describió de la siguiente manera a la gentuza que llegó a la Alemania de posguerra para ajustar cuentas privadas, como visto a través de los ojos del juez Wennerstrum, después de que él renunció disgustado:
Si yo hubiera sabido hace siete meses lo que sé hoy —dijo (Wennerstrum) a sus amigos cuando hizo las maletas para irse hacia Estados Unidos—, yo nunca habría venido aquí. El proceso inicial por crímenes de guerra aquí fue juzgado y proseguido por estadounidenses, rusos, británicos y franceses con gran parte del tiempo, esfuerzo y gastos, dedicados al blanqueo de imagen de los Aliados y a la colocación de la culpa exclusiva por la Segunda Guerra Mundial sobre Alemania. «Lo que he dicho del carácter nacionalista de los tribunales —siguió el juez—, se aplica al procesamiento. Los altos ideales anunciados como los motivos para crear estos tribunales no se han hecho evidentes.
El procesamiento no ha logrado mantener la objetividad a distancia del carácter vengativo, a distancia de ambiciones personales para conseguir condenas. Ha dejado de esforzarse para sentar precedentes que podrían ayudar al mundo a evitar futuras guerras.
La atmósfera entera aquí es insalubre. Se necesitaban lingüistas. Los estadounidenses son lingüistas notablemente pobres. Se emplearon abogados, actuarios, intérpretes e investigadores que se habían convertido en estadounidenses sólo en años recientes, cuyos antecedentes tenían incrustados odios y prejuicios europeos... (Chicago Daily Tribune, 23 de Febrero de 1948).
En otras palabras, los Aliados suministraron a los interrogadores, la mayor parte de ellos judíos, como han declarado algunas víctimas, que habían tenido una vida de experiencia tratando con judíos y que por esa razón los habían reconocido. Aquellos de nosotros que somos alemanes y podemos hablar alemán podemos discernir fácilmente la pertenencia étnica de algunos de los acusadores simplemente por sus acentos y patrones discursivos, incluso en emisiones de radio y noticieros.
La mayor parte de la "evidencia" en los procesos fueron "documentales", seleccionados por los Aliados del inmenso tonelaje de archivos capturados. La selección de documentos fue hecha por la parte acusadora. La defensa tuvo acceso sólo a aquellos documentos que la fiscalía consideró como material para el caso y que fueron puestos a disposición de la defensa. Los Aliados podían decidir liberar, esconder o destruír cualquier documento que no calzara con su estrategia de posguerra o con sus planes en Núremberg. Además, los Aliados admitieron en otra parte que sus ministerios de propaganda y servicios de Inteligencia previamente habían falsificado estampillas, autorizaciones, pasaportes, órdenes, carnets de identidad, etc., alemanes, que engañaron a los nacionalsocialistas muchas veces porque dichos documentos eran muy perfectos y de los cuales los propagandistas Aliados se complacen hasta el día de hoy. No se requiere un gran salto de la imaginación para suponer lo que estas mismas agencias gubernamentales de los Aliados, su personal y sus falsificadores de documentos, podían hacer entonces con todas las capturadas instalaciones alemanas genuinas productoras de documentos, las máquinas de escribir incautadas, los timbres de goma y las toneladas de papelería oficial de todos los tamaños y variedades de cualquier organización nacionalsocialista que usted quiera mencionar.
Incluso poniendo aparte la evidencia "documental" cuestionable, veamos algo del "testimonio" de los acusados, cómo fue extraído, y lo que esto realmente significa.
Como viles signos de exclamación, en el núcleo del Tribunal de Núremberg hay ciertas palabras: "Genocidio", "cámara de gas", "Seis millones". Estas palabras, y el juicio moral anexo, se derivaron en gran parte de las admisiones y la declaración jurada de un hombre, Rudolf Hoess (no confundir con Rudolf Hess), el alguna vez Kommandant en tiempos de guerra en Auschwitz.
Rudolf Hoess fue el testigo más importante de los Aliados. Su declaración jurada y su testimonio fueron citados extensamente tanto por los acusadores y en el juicio del TMI en Núremberg, así como por la prensa. Fue su testimonio el que puso el fundamento y validó la afirmación del "exterminio de millones de personas mediante gas en Auschwitz". La "confesión" de Hoess es invocada muchísimas veces por historiadores como Raul Hilberg y otros como una fuente documental primaria hasta este día. Es verdad que Hoess atestiguó en Nuremberg "atrocidades" horrendas, y él también confirmó la "verdad" bajo el juramento de una declaración jurada que él consintió en firmar para la parte acusadora. En ella, él admitió haber dado órdenes para el gaseamiento de millones de víctimas.
Esta declaración jurada estaba en inglés, un lenguaje que él no hablaba ni entendía, según miembros de su familia.
Ahora sabemos gracias al libro de Rupert Butler Legions of Death que Rudolf Hoess fue golpeado casi hasta la muerte por miembros judíos de la Policía de Campaña británica tras su captura y pésimamente maltratado a partir de entonces, hasta que él dio este muy devastador "testimonio" y "declaración jurada" usados por los propagandistas de los Aliados desde entonces.
Sea usted el juez. Aquí está un extracto de este libro de Butler, página 235:
A las 5 de la tarde del 11 de Marzo de 1946, la señora Hoess abrió su puerta principal a seis especialistas de Inteligencia con uniforme británico, la mayor parte de ellos altos y amenazantes, y todos ellos experimentados en las técnicas más sofisticadas de la investigación sostenida y despiadada.
Ninguna violencia física fue usada contra la familia: era apenas necesario. La esposa y los niños fueron separados y custodiados. El tono de Clarke era deliberadamente discreto y coloquial.
Él comenzó suavemente: Entiendo que su marido vino a verla tan recientemente como anoche.
La señora Hoess simplemente contestó: "No lo he visto ya que él huyó hace meses". Clarke intentó una vez más, diciendo suavemente, pero con un tono de reproche: Usted sabe que eso no es verdad. Entonces de repente su manera cambió y él gritaba: ¡Si usted no nos dice, la entregaremos a los rusos y ellos la pondrán delante de un pelotón de fusilamiento. Su hijo irá a Siberia!.
Aquello resultó más que suficiente. Finalmente, una quebrantada señora Hoess reveló el paradero del antiguoKommandant de Auschwitz, el hombre que ahora se hacía llamar Franz Lang. La conveniente intimidación del hijo y la hija produjo la información exactamente idéntica.
Así es cómo la captura se llevó a cabo. Clarke, uno de los participantes, lo recuerda vívidamente:
Hoess estaba encima de una litera de tres niveles llevando puesto un piyama nuevo de seda. Descubrimos más tarde que él había perdido la píldora de cianuro que la mayor parte de ellos llevaba. Pero tampoco hubiera tenido muchas posibilidades de usarla porque habíamos metido a la fuerza una linterna en su boca.
Hoess gritó de terror tan sólo al ver los uniformes británicos.
Clarke gritó: "¿Cuál es su nombre?"
Con cada respuesta de "Franz Lang", la mano de Clarke se estrellaba contra la cara del prisionero. La cuarta vez que eso sucedió, Hoess se quebrantó y confesó quién era él.
El prisionero fue arrancado de la litera superior, y el piyama desgarrado de su cuerpo. Lo arrastraron entonces desnudo a una de las mesas de tortura, donde le pareció a Clarke que los golpes y los gritos eran interminables. Finalmente, el Oficial Médico instó al Capitán: Dígales que se detengan, a menos que usted quiera devolver un cadáver.
Una manta fue arrojada sobre Hoess y lo arrastraron al automóvil de Clarke, donde el sargento vertió una cantidad sustancial de whisky por la garganta de Hoess. Entonces Hoesstrató de dormir.
Clarke arremetió con su bastón de servicio bajo los párpados del hombre y le ordenó en alemán: "Mantenga sus ojos de cerdo abiertos, usted, puerco"
El grupo llegó de vuelta a Heide alrededor de las tres de la mañana. La nieve aún caía, pero a Hoess le fue arrancada la manta y se le hizo caminar completamente desnudo por el patio de la prisión hasta su celda. Tomó tres días conseguir una declaración coherente de él.
Esta declaración torturada y aterrorizada del hombre fue aquella con la que todos estamos familiarizados, la "prueba" del así llamado "gaseamiento de los judíos".
Los historiadores hoy finalmente están admitiendo que Hoess era completamente un testigo no fiable, ¿y acaso es de extrañar? Él habló de un campo de concentración "Wolzek" que ni siquiera existe. Él juró que 2.500.000 personas fueron gaseadas y quemadas en Auschwitz, y que un adicional medio millón murió de enfermedad, para un total de tres millones de muertos.
El Toronto Sun del 18 de Julio de 1990 afirmó que fue 1,5 millón. ElWashington Post, en la misma fecha, también mencionó 1,5 millón. Citado de un artículo de Krzyszlov Leski, tenemos lo siguiente:
Polonia ha recortado su estimación del número de gente muerta por los nacionalsocialistas en el campo de exterminio de Auschwitz dede 4 millones a sólo un poco más de 1 millón.
Se acepta ahora que la gran mayoría de los muertos fueron judíos, a pesar de afirmaciones del antiguo gobierno comunista polaco de que muchos polacos perecieron en el campo de concentración más grande de Hitler. El nuevo estudio podría reavivar la controversia sobre la magnitud de la solución final de Hitler.
Shevach Weiss, un sobreviviente de un campo de exterminio y miembro del Partido Laborista del Parlamento israelí, expresó su incredulidad sobre las estimaciones revisadas, diciendo: "Eso suena chocante y extraño.
Shmuel Krakowsky, jefe de investigación en el monumento conmemorativo para las víctimas judías del "Holocausto" llamadoYad Vashem, ubicado en Israel, dijo que las nuevas cifras polacas eran correctas.
La cifra de 4 millones fue dicha sin querer por el capitán Rudolf Hoess, el comandante nacionalsocialista del campo de exterminio. Algunos la han comprado, pero fue exagerada.
Las autoridades polacas dijeron que las estimaciones exactas del número de muertos sólo podrían ser hechas estudiando los documentos alemanes incautados por la Unión Soviética. Pero Moscú ha rechazado devolver los archivos.
Comandante Matt Koehl murió..
Es con la mayor tristeza que tenemos que anunciar a usted que el Comandante Matt Koehl murió mientras dormía en la noche entre el 09 de octubre y 10 de octubre de 2014, a la edad de 79.
No hay palabras para expresar la pérdida de personal a los que estábamos cerca de él ya la causa por la que luchaba desinteresadamente toda su vida.
Su brillante inteligencia, sus habilidades lingüísticas y su gran talento para la música se han abierto todas las puertas para él en la sociedad, que no habían optado por seguir su llamado interior para luchar por la idea nacionalsocialista.Este no es el momento ni el lugar para discutir sus logros o sus decepciones.Durante toda su vida hizo lo que resultó ser correcto, sin pensar en las consecuencias para sí mismo.
El Movimiento fue su vida - pero su vida era mucho más que el Movimiento. Su sentido del humor, su amplio conocimiento de muchas cosas, y su mente inquisitiva hicieron un gran placer estar en su compañía. He pasado muchos meses en el camino con Matt Koehl lo largo de los últimos 40 años, y era nunca aburrido.Siento una gratitud sin fin por el privilegio de haber conocido a este hombre extraordinario y por el conocimiento que tan fácilmente compartía conmigo.Podríamos tener nuestras diferencias sobre esto, aquello o lo otro, pero tales diferencias nunca se dejaron reposar en el camino de nuestra amistad. Detrás de la figura pública Matt Koehl, el comandante, había una privada Matt Koehl, el ser humano que tan pocas personas alguna vez se encontraron, pero cuya calidez e ingenio fueron dando vida - también cuando el camino era áspero.
Él no será olvidado!
Matthias Koehl, Jr., nació en Milwaukee el ene 22, 1935, uno de los tres hijos de Matthias Koehl, Sr., y su esposa Ruth. Se graduó en la Escuela Secundaria Washington aquí en 1952, y más tarde asistió a la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, donde estudió periodismo.Posteriormente sirvió en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos por dos años.
En 1967, Koehl le sucedió en el liderazgo del antiguo partido nazi americano de George Lincoln Rockwell, tras el asesinato de Rockwell. Koehl siguió siendo el más importante de EE.UU. Nacional Socialista hasta el momento de su muerte.
Cuando era adolescente, se unió al Partido Nacional Renacimiento sede en Nueva York. Él era un activista PNR clave, y fue mencionado por su nombre en un informe del Comité de Actividades Antiamericanas, cuando investigaban el PNR en 1954.
Koehl pasó a unirse a una serie de organizaciones, comúnmente caracterizados por los medios como "neo-nazi" o "racista", tales como la Fiesta Blanca Unidas y el Partido Nacional de los Derechos Unidos. También se desempeñó como secretario nacional de la Comisión de Libre Ezra Pound, y se reunió con el poeta en el Hospital St. Elizabeth en Washington, DC, en numerosas ocasiones, mientras trabajaba para obtener su liberación.
En 1961, se unió a la fiesta de Koehl Rockwell y se convirtió en su organizador de Chicago. Él abrió una sede de la ANP allí, y llevó a cabo más de 100 manifestaciones públicas.
En 1963, fue trasladado a la sede nacional del partido en Arlington, Virgina, y se convirtió en secretario nacional del grupo.
En enero de 1967, Rockwell renombró su partido la Blanca Partido Nacionalsocialista del Pueblo. Cuando fue asesinado en agosto de ese año, Koehl convirtió en el nuevo líder NSWPP.
A pesar de que carecía de talento para el espectáculo extravagante de Rockwell, Koehl era un organizador político serio y metódico. Bajo su mandato, el NSWPP floreció en una organización nacional, con sede central en muchas ciudades de Estados Unidos. A mediados de la década de 1970, se presentó candidatos a cargos locales en Milwaukee y en otros lugares. "Nazis" de Koehl atónitos observadores políticos mediante la captura de entre cinco y 20 por ciento del voto popular en varias contiendas electorales.
A principios de la década de 1980, sin embargo, se convirtió en Koehl desencantado con la política de promoción de las ideas hitlerianas. En su lugar, él ayudó a formalizar y desarrollar un enfoque religioso serio que estaba convencido era un medio más seguro para el éxito de los fieles a la visión del mundo del nacionalsocialismo.
En 1984, Koehl disuelve el NSWPP y reorganizó como el Nuevo Orden, que es un movimiento religioso auto-definido con un codificado visión del mundo basada en los principios nacionalsocialistas. Se trasladó la sede del Nuevo Orden de Arlington a Milwaukee a principios de 1980.
Koehl fue respetado en toda la llamada "extrema derecha", tanto en los EE.UU. y en el extranjero, como ensayista, profesor y teórico. Entre sus escritos más influyentes son: "La fe del Futuro", "Adolf Hitler:? Nacionalista alemán o aria racialista" y "la naturaleza revolucionaria del nacionalsocialismo". También fue el autor de numerosos tratados doctrinales sobre el nacionalsocialismo.
El Nuevo Orden también publicó un folleto titulado "La buena sociedad," una evaluación pro-Hitler del Tercer Reich, que se transcribe a partir de una conferencia que Koehl entregado a los estudiantes de secundaria de Ohio en 2005.
En su vida personal, Koehl era un vegetariano, un aficionado de la música clásica, y un firme defensor de derechos de los animales y la medicina natural. Nunca se casó y no dejó hijos. Koehl era fluido en alemán y versado en varios otros idiomas. Le sobreviven su hermano mayor y una hermana menor. Lo extrañaremos y servirá como inspiración para la acción, la dedicación y la lealtad.
jueves, 20 de noviembre de 2014
Esto es lo que fue Núremberg: por Ernst Zündel, 1996
No fue un "tribunal militar internacional" en absoluto, no fue ni siquiera internacional en su composición, en vez de ello, los vencedores se sentaron para juzgar a los vencidos.
Cuando pensamos en los Juicios de Núremberg, pensamos en Auschwitz, Bergen Belsen, Dachau, sitios que los Aliados "liberaron" y donde ellos "encontraron aquellos esqueletos", produciendo útiles telones de fondo fotográficos para justificar lo que debía seguir desde entonces. Los comentaristas de la actualidad vomitan hasta la saciedad todo el repugnante y mentiroso testimonio de perjuros y estafadores que en el nuevo canal especializado Court TV está sometiendo a todo el continente de América del Norte a un programa especial sobre Núremberg, una fiesta de odio televisivo de aproximadamente 15 horas de duración en total. El actual Estado vasallo alemán establecido por los Aliados en la Alemania de la posguerra, un Estado cuyas raíces y fundamentos se derivan de estos repugnantes procedimientos de la venganza Aliada contra un pueblo alemán vencido no defenderá a su propia gente contra esta avalancha de odio y mentiras, de manera que yo trataré de hacerlo. Prepárese para alguna materia de reflexión. Habla del carácter de nuestros tiempos el que ésta pueda ser la primera vez que algunos de mis lectores se vean expuestos a un punto de vista histórico diferente acerca de los Juicios de Núremberg. Estamos tan habituados a la difamación y al libelo que a menudo ni siquiera notamos aquello o no lo reconocemos como tal. Estamos tan acostumbrados a ver a Alemania como el conveniente y meritorio chivo expiatorio por todos sus "crímenes nazis", que difícilmente dedicamos alguna vez un pensamiento a su creación, o a sus Padrinos.
Cuando pensamos en los Juicios de Núremberg, pensamos en Auschwitz, Bergen Belsen, Dachau, sitios que los Aliados "liberaron" y donde ellos "encontraron aquellos esqueletos", produciendo útiles telones de fondo fotográficos para justificar lo que debía seguir desde entonces. Los comentaristas de la actualidad vomitan hasta la saciedad todo el repugnante y mentiroso testimonio de perjuros y estafadores que en el nuevo canal especializado Court TV está sometiendo a todo el continente de América del Norte a un programa especial sobre Núremberg, una fiesta de odio televisivo de aproximadamente 15 horas de duración en total. El actual Estado vasallo alemán establecido por los Aliados en la Alemania de la posguerra, un Estado cuyas raíces y fundamentos se derivan de estos repugnantes procedimientos de la venganza Aliada contra un pueblo alemán vencido no defenderá a su propia gente contra esta avalancha de odio y mentiras, de manera que yo trataré de hacerlo. Prepárese para alguna materia de reflexión. Habla del carácter de nuestros tiempos el que ésta pueda ser la primera vez que algunos de mis lectores se vean expuestos a un punto de vista histórico diferente acerca de los Juicios de Núremberg. Estamos tan habituados a la difamación y al libelo que a menudo ni siquiera notamos aquello o no lo reconocemos como tal. Estamos tan acostumbrados a ver a Alemania como el conveniente y meritorio chivo expiatorio por todos sus "crímenes nazis", que difícilmente dedicamos alguna vez un pensamiento a su creación, o a sus Padrinos.
Nahum Goldman escribe en La Paradoja Judía, página 123:
«Durante una reunión del Congreso Judío Mundial en Londres, un judío ruso llamado Noah Baron, un maravilloso hombre y un gran idealista (...) me habló acerca de participar activamente primero que nada reuniéndome con Adenauer. Yo estaba muy indeciso en el fondo, porque no era un asunto fácil para mí hablar con los alemanes otra vez.
«Y de hecho fue finalmente mi cabeza, y no mi corazón, lo que me decidió a negociar. Pero puse una condición previa antes de que me reuniera con el Canciller para entablar negociaciones: Adenauer tenía que hacer una declaración solemne al Bundestag [Parlamento]; él debía decir que aunque la Alemania de aquellos días ciertamente no fuese la Alemania que había producido Auschwitz (...) sin embargo había heredado las responsabilidades de los nacionalsocialistas, y las reparaciones eran su deber; él debía añadir que las reparaciones materiales no podían borrar el mal hecho a los judíos por los alemanes».
Veamos ahora cómo comenzó y evolucionó este asunto de los "Juicios de Núremberg" que desembocó en tal culpa y en sumas tan enormes de reparaciones exprimidas a un país derrotado, Alemania, durante los pasados 50 años.
La culpa, utilizada de manera experta, es un arma terrible, una poderosa herramienta y también una generosa fuente de ingresos. Hubo, de hecho, una política y un programa involucrado para castigar a Alemania por supuestos crímenes de tiempos de guerra, planeados e implementados mucho antes de que los "crímenes" de la Alemania nacionalsocialista fueran "revelados" a un mundo atónito, estremecido y horrorizado a través de noticieros y titulares sensacionalistas.
Ha habido millones de palabras, y decenas de miles de libros, escritos acerca de los procedimientos de Núremberg en respuesta a esos presuntos crímenes, publicaciones en toda clase de lenguaje, todos tomando prestadas sus notas unos de otros y repitiendo la propaganda Aliada de posguerra.
Una mentira repetida seis millones de veces, sin embargo, no se convierte en verdad por su mera repetición. Este ensayo inspeccionará las condiciones previas y los motivos de la mentira.
Las generaciones que se han hecho adultas desde el final de la Segunda Guerra Mundial han tenido pocas posibilidades de mirar de manera crítica los Juicios de Núremberg. A ellas no se les ha permitido el acceso, por ejemplo, a la información que muestra lo que algunas personas importantes y personalidades pensaron entonces acerca del repulsivo proceso entero de utilizar leyes ex post facto [promulgadas después de los hechos] contra un ex-enemigo prácticamente indefenso, militarmente derrotado y aún militarmente ocupado.
Según Nahum Goldman, ex-presidente del Congreso Judío Mundial, los proyectos estaban siendo planeados con gran cuidado y astucia incluso durante la guerra, y estaban siendo puestos los fundamentos para la mentira. Mucho antes de que Estados Unidos consintiera en proporcionar sus hombres jóvenes a una guerra fratricida luchada no por intereses nacionales estadounidenses sino en favor de los intereses de un pueblo extranjero y de un Estado que ni siquiera existía entonces, surgió en la existencia esteInstituto de Asuntos Judíos en Nueva York que preparó un brebaje diabólico.
Escribe Goldman en La Paradoja Judía, páginas 122-123, abordando este asunto:
«La idea del Instituto era que la Alemania nacionalsocialista debería pagar después de su derrota. Aquello, sin embargo, requería creer en la derrota, en un momento en que parecía probable que la guerra en Europa estaba perdida para los Aliados; pero como Churchill y De Gaulle, conservé mi fe. Nunca dudé ni por un momento, porque yo sabía que Hitler nunca lograría moderarse y que sus excesos arrastrarían a los Aliados hacia el conflicto.
«Según las conclusiones del Instituto, las reparaciones alemanas tendrían que ser pagadas primero a la gente que había perdido sus pertenencias por causa de los nacionalsocialistas. Posteriormente, si, como esperábamos, el Estado judío era creado, los alemanes pagarían compensaciones para permitir a los sobrevivientes establecerse allí. La primera vez que esta idea fue expresada fue durante la guerra, en el curso de una conferencia en Baltimore».
Como sabemos, y nunca se nos permite olvidar, a su debido tiempo Hitler perdió la guerra. Entonces llegó el momento para llevar a cabo juicios-espectáculos de tipo estalinista contra la derrotada dirigencia alemana. ¿Era esto simplemente acerca de "castigo"? ¡Piénselo otra vez!.
Continúa Goldman:
«La importancia del tribunal que se sentó en Núremberg no ha sido reconocida en su verdadero valor. Según el Derecho internacional, era en efecto imposible castigar a soldados que habían estado obedeciendo órdenes. Fue Jacob Robinson quien tuvo esta idea extravagante y sensacional. Cuando él comenzó a tantearla entre los juristas de la Corte Suprema estadounidense, ellos lo tomaron por un tonto. "¿Qué hicieron estos oficiales nacionalsocialistas que era tan sin precedentes?", preguntaron ellos. «"Usted puede imaginar a Hitler siendo procesado, o quizá incluso a Goering, pero éstos son simples soldados que cumplieron sus órdenes y se comportaron como soldados leales". Nosotros por lo tanto teníamos el problema más grande en lograr persuadir a los Aliados; los británicos estuvieron justamente opuestos, y los franceses escasamente interesados, y aunque ellos participaron más tarde, no jugaron ningún gran papel. El éxito vino porque Robinson logró convencer al juez de la Corte Suprema Robert Jackson» (La Paradoja Judía, p. 122).
¿Qué siguió después? ¡Control total de las comunicaciones y manipulación de las noticias mediante la censura!.
Las potencias Aliadas, en virtud de haber establecido un gobierno militar —uno podría llamarlo también una dictadura militar, desde muchos puntos de vista más restrictiva que lo que el Estado de Adolf Hitler lo había sido— tenía un estricto control sobre todos los canales de comunicación.
Este hecho no puede ser exagerado. Desde el control y supervisión del servicio de correos, pasando por el del telégrafo y de los sistemas telefónicos, emisoras de radio, hasta libros, periódicos y empresas editoras de revistas, los Aliados estaban completamente a cargo mediante un inteligente "sistema de licencias".
Cualquiera que no se atuviera rigurosamente a la línea de la propaganda Aliada perdía su licencia o le era suspendida como castigo. Los periodistas perdían sus acreditaciones. Los periódicos perdían su ya muy escaso suministro de papel o las asignaciones de tinta para sus imprentas, o perdían sus privilegios de envíos postales a precio reducido. Adicionalmente, Alemania fue dividida en zonas de ocupación militar, que eran como mini-Estados, que emitían sus propios pasaportes, cupones de alimentos y combustible, así como tarjetas de racionamiento y vestuario fijas. Si usted quería viajar en la Alemania ocupada de una zona a otra en los años inmediatos de posguerra, tenía que explicar a las autoridades militares locales en una petición escrita por qué usted quería viajar a otra zona, a quién quería ver usted, y dónde usted tenía la intención de quedarse. Usted tenía que solicitar cupones de racionamiento para el período de su ausencia.
Había otros procedimientos burocráticos, y, para el equipo de la defensa en Núremberg, restricciones muy inoportunas también, algunas a propósito, otras de manera predeterminada. Muchos trenes no viajaban según lo programado o ni siquiera en absoluto, por falta de carbón. La mayor parte de los edificios carecía de calefacción. El pueblo pasaba hambre. El campo estaba en gran parte sin hombres. Había ruinas dondequiera que usted mirara, miseria por todas partes, ¡más miseria que la que hubo alguna vez durante la guerra amargamente luchada!.
Encuentro en mis conversaciones y entrevistas, e incluso durante mis casos judiciales, que jueces, acusadores y aún los abogados de la defensa, no tienen la más remota idea de lo que realmente era la vida para los equipos de la defensa en Núremberg en los años 1946 a 1949.
La generación de hoy, lavada de cerebro por el alarde publicitario de alta tecnología de frenesí alimentado por los medios de comunicación y una superabundancia de imágenes del juicio a O. J. Simpson, no tiene ninguna idea de bajo qué circunstancias trabajaron los abogados alemanes de la defensa. ¡Ni la más mínima pista!.
Además, sospecho que a la cínica generación de abogados, acusadores y jueces avarientos y auto-promocionados de hoy le importa un comino lo que era la horrible verdad y la realidad de entonces. Sin embargo, algunas de estas cosas deben ser registradas por el bien de la Historia.
Imagine que usted dijera a los poderes de ocupación que usted quería ir a Núremberg para declarar en defensa de Rudolf Hess, Joachim von Ribbentrop, Kaltenbrunner, Göring, Streicher, o líderes militares como Keitel, Jodl, Dönitz, Raeder u otros. Si el hombre militar a quien usted solicitaba el permiso era un judío con uniforme de Rusia, Francia, EE.UU. o Inglaterra, ¡imagine la respuesta! ¿No pensaría él que el solicitante alemán era todavía un "amante de los nazis" intentando un mal adicional?.
No se requiere ser un científico de cohetes para entender por qué muchas personas huirían de ser políticamente implicados como testigos o expertos de la defensa después de haber sobrevivido recién a una guerra brutal, horrendas incursiones de bombardeo y a las hordas violadoras y saqueadoras de los autoproclamados "libertadores".
¿Quién elegiría voluntariamente exponerse para ser detenido, golpeado, torturado, etc., considerando las circunstancias? Es notable que de algún modo hubiera testigos de la defensa que aparecieron y trataron de ayudar a aquellos desdichados prisioneros en Núremberg.
Hay casos de abogados de la defensa que habiendo localizado y convencido a testigos cruciales para que testificaran, vieron que éstos estaban siendo retenidos en campos Aliados para prisioneros, sólo para encontrarlos —¡muy conveniente para el procesamiento!— "perdidos" durante las transferencias, "perdidos" el suficiente tiempo hasta que los procedimientos hubieran pasado el punto donde su testimonio pudiera haber sido útil para la defensa.
Estos abogados de la defensa trabajaron contra probabilidades casi insuperables. Ellos se sentaban en sótanos fríos, húmedos, sótanos de casas bombardeadas medio arruinadas con ventanas tapiadas, que trabajaban en abrigos, escribiendo con dedos agarrotados, llevando puesto sombreros, bufandas y guantes para protegerse contra el frío y la progresiva humedad.
Ellos estaban tratando de escribir algún texto y de formular algún argumento de modo que un cliente, que era diariamente vilipendiado en la prensa y en la radio, en los noticieros y en la radio de las Fuerzas Armadas, como un monstruo despreciable y un criminal sin rasgos humanos, pudiera conseguir una apariencia de defensa en aquellos procedimientos pesadillescos y kafkianos llamados los Juicios de Núremberg.
Aquellos eran tiempos realmente desesperados para los alemanes. La defensa se veía obstaculizada por carencia de personal, espacio, máquinas de escribir y cintas e incluso de papel carbón así como instalaciones de fotocopias y provisiones de papel. Recuerde que, en 1945, una fotocopia significaba exactamente lo que su nombre decía. ¿Quién elegiría voluntariamente exponerse para ser detenido, golpeado, torturado, etc., considerando las circunstancias? Es notable que de algún modo hubiera testigos de la defensa que aparecieron y trataron de ayudar a aquellos desdichados prisioneros en Núremberg.
Hay casos de abogados de la defensa que habiendo localizado y convencido a testigos cruciales para que testificaran, vieron que éstos estaban siendo retenidos en campos Aliados para prisioneros, sólo para encontrarlos —¡muy conveniente para el procesamiento!— "perdidos" durante las transferencias, "perdidos" el suficiente tiempo hasta que los procedimientos hubieran pasado el punto donde su testimonio pudiera haber sido útil para la defensa.
Estos abogados de la defensa trabajaron contra probabilidades casi insuperables. Ellos se sentaban en sótanos fríos, húmedos, sótanos de casas bombardeadas medio arruinadas con ventanas tapiadas, que trabajaban en abrigos, escribiendo con dedos agarrotados, llevando puesto sombreros, bufandas y guantes para protegerse contra el frío y la progresiva humedad.
Ellos estaban tratando de escribir algún texto y de formular algún argumento de modo que un cliente, que era diariamente vilipendiado en la prensa y en la radio, en los noticieros y en la radio de las Fuerzas Armadas, como un monstruo despreciable y un criminal sin rasgos humanos, pudiera conseguir una apariencia de defensa en aquellos procedimientos pesadillescos y kafkianos llamados los Juicios de Núremberg.
Aquellos eran tiempos realmente desesperados para los alemanes. La defensa se veía obstaculizada por carencia de personal, espacio, máquinas de escribir y cintas e incluso de papel carbón así como instalaciones de fotocopias y provisiones de papel. Recuerde que, en 1945, una fotocopia significaba exactamente lo que su nombre decía.
Una fotografía tenía que ser tomada usando un tipo de película especial. Un negativo tenía que ser desarrollado y secado. Ese negativo tenía que ser proyectado por medio de una ampliadora sobre papel fotográfico sensible a la luz en un cuarto oscuro. Tenía luego que ser desarrollado usando productos químicos no fácilmente disponibles y tambores secadores eléctricos que consumían la preciosa electricidad para secar las impresiones. La electricidad era racionada severamente a aproximadamente dos horas cada día, con sólo algunos kilovatios permitidos por persona. Trate de ponerse en el lugar de los equipos alemanes de la defensa, cuando a dos docenas de abogados, que defendían a un gran número de clientes diferentes, se les entregaba un documento de 30, 50, 100 ó 200 páginas por parte de los acusadores —a menudo éste era el único grupo de documentos para todos los abogados— y usted tenía un tiempo limitado hasta el día fijado por el tribunal para estudiar, analizar, sopesar las acusaciones, buscar testigos potencialmente exculpadores, en un país bombardeado donde decenas de millones de personas estaban sin hogar, congelándose y privados de comida.
Las viejas guías telefónicas todavía existentes y los directorios de la ciudad eran prácticamente inútiles, porque el servicio telefónico no estaba todavía restaurado en muchos sitios, y las personas particulares casi nunca conseguían un teléfono aprobado por las autoridades de ocupación a menos que usted fuera "esencial", digamos, como un doctor médico.
Ahora, veamos los derechos de los acusados para conseguir al abogado de su elección, un derecho sagrado en los países más civilizados. ¿Qué piensa usted que eso significaba en aquellos días histéricos y sin ley en la Alemania de posguerra? ¿Qué abogado podría permitirse ponerse del lado de un "monstruo nazi"?.
Muchos años más tarde, mi propio abogado fue a veces acusado, durante mis propios procesos en la pacífica y democrática Canadá, de "estar demasiado estrechamente asociado" conmigo, el acusado, por comentaristas de los medios, otros abogados y aún, ocasionalmente, por un juez que mostró una intolerancia desenfrenada contra un acusado vilipendiado por aquellos en la sociedad contemporánea que tienen en sus manos el destino de la gente acusada.
Imagine qué coraje deben haber requerido aquellos abogados de la defensa de Núremberg —quienes también eran padres de hijos y maridos de mujeres—, todos contentos por haber sobrevivido a la guerra, todos ellos tratando de construír nuevas carreras a partir de los escombros de la Alemania derrotada, devastada en 1946. Se requería mucho más que agallas. Se requería una real dedicación a un principio y un amor por la justicia que pocos en la sociedad de hoy podrían afirmar tener o apoyar. Digamos que usted era un abogado con tales rasgos heroicos. Los Aliados muy a menudo podrían declararlo a usted un "nazi" también, poniéndolo en la clase de los "criminales", ya que el Partido Nacionalsocialista fue declarado "una organización criminal" por los conquistadores. La mayor parte de la élite intelectual de Alemania había sido miembro del Partido Nacionalsocialista, y casi todos habían ido a la guerra, y las posibilidades eran que hubieran sido severamente heridos o incluso muertos.
Aquellos que sobrevivieron eran realmente personæ non gratæ. Ellos volvieron de una guerra devastadora, y se encontraron no sólo criminalizados sino privados de sus derechos cívicos y humanos por conquistadores crueles que todo el tiempo seguían hablando sin cesar su propaganda sobre el maravilloso Nuevo Orden Aliado.
Si usted, contra enormes probabilidades, finalmente se encontraba examinado, interrogado y acreditado como un abogado en los Juicios de Núremberg, ¿a qué se hubiera usted enfrentado en efecto? Demos una mirada fría y dura a este así llamado Tribunal Militar Internacional (TMI). ¡Cuán honesto y noble que suena! Una etiqueta así puede esconder muchas llagas. Aquella llaga de Núremberg todavía está viva.
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