miércoles, 18 de noviembre de 2015

Uno sólo tiene que observar



Uno sólo tiene que observar la epidemia de violaciones en Suecia o la expropiación de grandes partes de Francia por musulmanes radicales, para comprender que una invasión deliberada de Europa y el Oeste ha sido facilitada por políticos judíos que pretenden socavar el dominio democrático Blanco de las sociedades existentes y sustituír aquel proceso por parásitos sub-educados de naciones menos civilizadas del Tercer Mundo, lo cual le da a los relativamente más sofisticados y engañosos judíos una mejor posibilidad para robar el control de estas naciones occidentales mediante la imposición de la ley marcial, la aumentada vigilancia de cada uno y la pérdida de la libertad individual, objetivos que ya en gran parte han sido llevados a cabo.


La idea radical y sin precedentes de inundar Occidente con gentes que parecieran ser víctimas de la guerra en países devastados, parece augurar un rápido cambio en el gobierno de esas naciones, y ya algunos bastiones musulmanes en Estados Unidos están exigiendo cambios radicales en los sistemas educativos y sociales que están ya sobrecargados en ciudades y pueblos que no tuvieron voz en la importación de estos escapados del Tercer Mundo.



Nunca Estados Unidos había sido tan estafado por el comportamiento antojadizo de su supuesto líder.


Como alguien que ha sido galardonado con un Premio Nóbel de la Paz por un simple discurso que prometía un mejor trato en el mundo para los musulmanes, Barack Obama ha traicionado su juramento al asumir su cargo simplemente instigando la inmigración islámica en Estados Unidos, debido a un simple hecho:los musulmanes no creen en la libertad de religión. De hecho, su religión les ordena que ellos maten a todos los infieles, muy de la misma manera en que a los judíos su libro santo el Talmud les ordena matar o esclavizar a cada uno en el mundo, y considerar a los no-judíos como nada más que animales para ser explotados y abusados.


Estas actitudes invalidan directamente el tesoro inestimable de la libertad estadounidense, aquella promesa increíblemente valiosa de la libertad de religión en todo el territorio. La inmigración musulmana es una clara violación de esa promesa.


Aunque los judíos y los musulmanes parezcan ser enemigos, las reglas que gobiernan la conducta de ambos en el mundo real son alarmantemente similares. Y aunque los musulmanes parezcan ser los archienemigos de los judíos y viceversa esta invasión masiva y deliberada de Europa por parte de refugiados islámicos sirve perfectamente al objetivo judío central de desestabilizar los países antes de su esclavitud y explotación, lo cual ha sido el objetivo judío establecido durante al menos cientos de años en su distorsionada tendencia a controlar el mundo entero.


De esta manera, algunos inconscientemente, están sirviendo a los objetivos judíos. Los musulmanes son corteses cuando están en minoría, pero déjelos que consigan una posición ventajosa, como lo han hecho en muchos países europeos, y nada sino una tiranía caótica es el resultado. Violaciones masivas, robos arbitrarios y disturbios incontrolados.

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