Pienso, pues, que la palabra "degenerado" aplicada a un pueblo significa y debe significar que ese pueblo ya no tiene el valor interno que poseía antes, porque ya no tiene en sus venas la misma sangre de antes, cuyo valor ha ido disminuyendo paulatinamente por repetidas mezclas.
Dicho de otro modo, porque junto al mismo nombre no ha conservado el mismo carácter que el de sus fundadores; en una palabra, porque el hombre de la decadencia, aquel a quien llamamos el hombre degenerado, desde el punto de vista etnográfico es un sujeto diferente al del héroe de las grandes épocas.
Los pueblos, no, los rebaños humanos, caerán rendidos entonces por un sueño oscuro, vegetarán sin sentimientos en su nada, como los búfalos rumiantes en los charcos estancados de las ciénagas pónticas.
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