La previsión Nacionalsocialista es, sin duda alguna, la obra social voluntaria mas grande que conoce la historia. Es la expresión mas pura del sentimiento de comunidad nacionalsocialista.
La Liga Nacionasocialista de Mujeres ha constituido colectividades de vecindad, formadas por mujeres de la vecindad que vigilan dentro de su pequeño círculo para comprobar dónde hay necesidad de socorro, en caso de urgencia movilizan la casa y cada mujer ayuda según sus fuerzas, los objetos de esta ayuda son en primer término, naturalmente, personas ancianas y débiles, se ha procedido con todo celo al desenvolvimiento de estas acciones voluntarias de socorro, no existe hoy persona alguna, joven o vieja, que no reciba auxilio inmediato en cuanto lo necesita.pero antes de enrollarme vamos a poner un ejemplo para hacernos una idea de como funcionaba: en la demarcación de un grupo local enferma una anciana, el encargado de la manzana da parte de ello y la Previsión Nacionalsocialista pide una ayuda doméstica; ésta mantiene en orden la casa de la anciana, va a la compra y hace la comida, hasta que la enferma se puede valer de nuevo de sí misma. todo esto se hace sin gastos y sin gran aparato, de la manera mas sencilla y natural, una anciana de casi 90 años, que ya no se puede valer de sí misma, recibe una hermana puesta a disposición por la Cruz Roja, durante algún tiempo quedan las cosas así, hasta que la hermana de la Previsión Nacionalsocialista anuncia que la anciana tiene que ser trasladada a un asilo de ancianas. La Previsión Nacionalsocialista se pone en comunicación con el Ayuntamiento y dispone lo necesario para el traslado a uno de los muchos y buenos asilos de que se dispone, a los ancianos a quienes les es difícil andar y estar de pie, se les quita la molestia de la compra diaria, centenares de casos se presentan todos los días.En el verano de 1940, nuevamente intervino la Previsión Nacionalsocialista con sus grandes acciones de socorro, y de nuevo ayudaron las mujeres nacionalsocialistas a volver a sus lugares y a establecerse nuevamente, entre las que se encontraban principalmente mujeres y ancianos,
esta obra de socorro es seguramente un ejemplo muy digno de atención. Cuando el Nacionalsocialismo llegó al poder en Alemania en el año 1933, se encontró con dos problemas capitales de mucha gravedad, que afectaban directamente a las posibilidades vitales del pueblo, el primero era el de la estructura de la población con relación a la edad de los individuos que la componían; el segundo era el de una ruina económica sin precedentes, cuyas manifestaciones mas visibles eran la desvalorización del capital ahorrado y un ejército inmenso de parados, la ruina económica fue, sin duda alguna, la consecuencia de la infamia de Versalles y de los pagos al enemigo por reparaciones, calculados a base de cifras astronómicas, la estructura de edades del pueblo alemán empezó a llamar la atención de los políticos demográficos debido al reducido número de nacimientos durante los años de la guerra y postguerra. En la hora del nacimiento del nuevo Reich, no pudo llegarse todavía a una solución total, pero sí se impuso la voluntad de buscarla con todas las fuerzas, la necesidad clamaba al cielo y exigía una ayuda pronta para los mas necesitados, de este imperativo y esta voluntad nació el primer impulso del nuevo socialismo alemán, considerado por el mundo como un milagro.
La conciencia social del Partido, apoyada por todo el pueblo regenerado moralmente en la voluntad de imponerse, se levantó y tomó forma palpable en la Previsión Nacionalsocialista. Como salido de la tierra hizo su aparición todo un ejército de auxiliares solo en Berlín 60.000, en el Reich muchos centenares de millares que con mano firme empezaron a hacer frente a las primeras necesidades del invierno próximo y sin largas preparaciones legislativas llevó a la realización la primera Obra de Auxilio de Invierno, que entretanto ha llegado a ser un concepto firme del socialismo alemán, pudieron ser socorridos por donativos voluntarios de todo el pueblo 16,5 millones de necesitados, parados, pequeños rentistas y personas ancianas y débiles, porque la Previsión Nacionalsocialista había registrado ya en sus listas los nombres de todos los necesitados, y los que trabajaron entonces recuerdan que los ancianos y los débiles fueron los primeros y mas socorridos, al fin y al cabo, el valor de una obra social no se puede medir por la buena organización ni por el gran número, sino por su contenido humano, por el valor de las personas que intervienen en ella como sujetos y objetos.
Este valor se manifiesta, como el de todo soldado, solamente en el frente, y el frente de la labor social en la Alemania nacionalsocialista lo forma el grupo local de la Previsión Nacionalsocialista, pongamos por ejemplo el noreste de Berlín, uno de los distritos mas poblados, en él viven 20.000 personas, generalmente familias obreras, entre ellas comerciantes, ancianos jubilados, muchas personas que necesitan constantemente consejo y socorro. Ahí está el Auxilio del Vecindario, una fecunda idea de las mujeres, que interviene siempre que se necesita el auxilio inmediato de la mujer. la Liga Nacionalsocialista de mujeres puede poner a disposición de esta organización 2 millones de mujeres, que se han presentado voluntariamente. Continuamente encontramos personas engañadas en la paz y la dicha de la vejez, toda la vida en su mantequería y quesería había conseguido ahorrar 100.000 marcos oro, a costa de una vida modesta, y quería empezar precisamente a disfrutar de ellos con su mujer, la fiel camarada en la dura lucha de la vida, cuando irrumpió sobre él la inflación como una tormenta, el uno tenía hipotecas, el otro, papeles del Estado, de repente perdieron todo su valor, y cuando las aguas de la inflación se retiraron por fin, había salvado 25.000 marcos escasos, de modo que ya no podía vivir de las rentas, tuvo que comer el amargo pan de la beneficencia pública: había llegado a ser uno de los muchos pobres, el Reich se ha impuesto la obligación de decicar una subvención extraordinaria a estos viejos, desde 1938 disfrutan de ella los rentistas, a los que proporciona un sensible aumento de los ingresos. Había entonces aún 176.000 pequeños rentistas de esta clase en el antiguo Reich. Ya el romano Tácito informaba que para los germanos sus viejos no representaban ninguna carga. eran considerados como dignos portadores de la tradición y eran objeto de particular veneración, cuando mayor el círculo de la familia, así comprobó Tácito, tanto mas amable era para ellos la vejez. En esta comprobación podemos ver el orginen racial de toda asistencia social alemana a la vejez, mas tarde la llamada relación del campesino anciano retirado, que cedía en vida su propiedad a sus herederos y vivía alternativamente en las casas de sus herederos mas próximos, llegó a ser patrimonio general nórdico-germánico y se encontraba tanto en Escandinavia como en Alemania. Durante siglos se realizaron sin cesar esfuerzos para asegurar al campesino una vida conveniente en la vejez, sin amenaza para la economía de la propiedad, cuando luego se promulgó en Alemania la Ley del Reich sobre le Patrimonio Familiar, que fija las condiciones para la dirección y la herencia de una propiedad rústica de mediana importancia, se creyó poder prescindir de una reglamentación especial del retiro campesino, porque, según la costumbre alemana, se consideraba natural que el beneficiario del retiro campesino pueda exigir en la finca el alojamiento correspondiente a sus condiciones. El que estudia administración de justicia de los tribunales de herederos principales, en Alemania, puede comprobar que el contrato de transferencia a los herederos de la finca tiene pocas perspectivas de ser autorizado, si no está bien definida la cuestión del retiro campesino. Esta garantía de la previsión de la vejez del campesino por una institución oficial imparcial, es considerada como una de las mas grandes hazañas de la política nacionalsocialista. No existe seguramente ningún ejemplo en la historia universal, de que en medio de una gran guerra de los pueblos de Europa por la existencia y el porvenir, el Jefe de Estado del pueblo que se encuentra en el centro de esta gigantesca lucha, designe como monumento una gran obra social que tiene por objeto la vejez segura de todos los miembros del pueblo que trabaja y combate. Seguramente ningún Gobierno habrá procedido nunca con mas seriedad y sinceridad en la ejecución de uno de los puntos de su programa, si es cierto lo que dicen los historiadores, que el nivel cultural se ha de medir por el trato que da un pueblo a sus ancianos.
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