Una faceta mucho más siniestra de la "Holocaustización" fue mejor evidenciada durante una conferencia en Noviembre pasado de 1983 titulada Anti-Semitismo en el Mundo Contemporáneo, que fue patrocinada por el Centro Internacional de la Universidad Rutger, conjuntamente con el American Jewish Congress.
En la conferencia, los honores por eL desprecio más monumental por la libertad de expresión fueron ganados por el señor S. J. Roth, director del Instituto de Asuntos Judíos en Londres.
Según el señor Roth, cualquiera que llame al "Holocausto" un ENGAÑO, es un CRIMINAL. En esto, llamar al presunto "Holocausto" un FRAUDE es equivalente a la aprobación del presunto "crimen", y ello debería ser castigable como un"crimen". La ovación que recibió el señor Roth indicó que la pena de muerte era probablemente un castigo demasiado clemente para todos aquellos "criminales" que andan por ahí ejerciendo su derecho a la libertad de expresión y a la libertad de prensa.
Presente en la conferencia estuvo el señor Howard Squadron, presidente delAmerican Jewish Congress, a quien estoy seguro que usted conoce. El señor Squadron siempre ha tenido el mismo problema que el señor Roth: una repugnancia contra los estadounidenses que andan por ahí diciendo lo que se les antoja decir, debatiendo todo lo que se les ocurre discutir, y ocasionalmente escribiendo lo que les place escribir.
El señor Squadron ha estado luchando contra los males gemelos de la libertad de expresión y la libertad de prensa durante muchos, muchos años. Él es el autor de muchísimas advertencias extremas y amenazas que han aterrorizado a nuestros cobardes medios de información, a los que H. L. Mencken tan exactamente describió como teniendo "el coraje de una rata".
El éxito del señor Squadron en el control de la libertad de prensa ha sido astronómico, porque nuestros "caballeros del cuarto estado" se acobardan ante la sola mención de su nombre. Desafortunadamente, el señor Squadron ha fracasado en acabar con la libertad de expresión.
Hace más de treinta años, la ADL y la B'nai B’rith decidieron impedir, tanto como les fuese posible, la inevitable denuncia que haría la gente acerca del "Holocausto", al rechazar debatir el asunto, censurando, con estridentes amenazas, cualquier referencia a la verdad en los medios de comunicación, poniendo en la lista negra a aquellos que hablan de manera franca acerca del ENGAÑO, poniendo documentos en la ahora famosa lista de archivos en "Cuarentena" de la ADL, y apoyando una avalancha de los Holocaustizantes medios de comunicación que se ha convertido en una venenosa diatriba anti-alemana. Los europeos que vivieron bajo la ocupación alemana durante la guerra están sorprendidos por el lenguaje venenoso dirigido contra los alemanes en EE.UU.
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