jueves, 14 de enero de 2016

La triste realidad

La triste realidad fue que Hitler y su Vanguardia Nacionalsocialista fueron derrotados por traidores en Alemania misma.
Lo asombroso, fue que nadie tuvo las agallas y la voluntad de vivir a fin de defender su propio espacio vital, su país, su tierra nativa contra el apoderamiento y la destrucción por parte de hordas de extranjeros.

Según Benjamin Freedman, los intereses bancarios de los Rothschild controlaban el Imperio británico y ellos no querían ver a Alemania irrumpiendo en el monopolio comercial británico mundial. Por eso vino la guerra, ¡no porque algún archiduque austriaco fuera baleado en Servia! Hitler razonó que esta vez Alemania evitaría la guerra con el Imperio británico evitando la competencia comercial por los escasos mercados internacionales. Alemania podría alimentar a su gente tomando tierra del monstruo comunista en el Este y la industria alemana podría concentrarse en proveer a la economía alemana local. ¡Gran Bretaña quedaría así libre de gobernar las olas y preservar el Imperio británico!.

Sabemos con una visión retrospectiva segura que Hitler había cometido dos errores de cálculo. El primero fue que él no apreció la avaricia de los judíos y sus asociados banksters que querían controlar y gobernar sobre el mundo entero, no simplemente el Imperio británico. Ni tampoco Hitler apreció cuán judaizadas estaban las clases dirigentes británicas y cuán poco les importaba su pueblo británico Blanco. Él sólo pudo haber adivinado que el monstruo soviético era una creación de los banksters sionistas y que era sólo otro agente del orden mundial judío.

Hitler predijo que Estados Unidos tendría que sacudirse el yugo judío y la mentalidad judía que esclaviza a la mayor parte de los estadounidenses, o EE.UU. se convertiría en una colonia de Asia. Él predijo que los europeos del Este pronto llegarían a estar tan asqueados con el comunismo que ellos se lo sacarían de encima, no importa cuán sangrienta fuera la lucha. ¿Pueden ustedes ver esas predicciones cumpliéndose? Pienso que sí. El Libro Secreto de Hitler está por lo general disponible en las librerías principales. Vale la pena leerlo porque ustedes pueden conseguir una buena comprensión sobre las cuestiones europeas y mundiales más importantes que Hitler intentaba solucionar antes de la Segunda Guerra Mundial.


Lo sorprendente consiste en que ustedes encontrarán cuán pocas cosas han cambiado. La gente productiva todavía se esfuerza por producir y la gente parásita todavía pulula alrededor de ellos para tomar cualquier cosa que ellos puedan pedir, robar u obtener con amenazas de fuerza y/o conspiraciones de falsas culpas. Si alguno de ustedes ha leído Le Camp des Saints, entonces usted verá el mundo como es hoy. La plaga demográfica no es un invento de la imaginación del autor Jean Raspail. ¡Está aquí mismo y ahora! 


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