La gran estafa..continúa

Bueno pues parece que continúa la gran estafa del Holocuento..con un nuevo documental para ilustrar a los mas simples de una nueva generación de simples. Esta infame sujeto de la foto es una sabandija llamada, Alice Herz-Sommer se está volviendo de oro como su becerro con el Holo-dolor en un nuevo, docudrama muy  lacrimógeno nominado al Oscar, que se estrenara en 100 salas de cine en todo Estados Unidos, a sus 110 años, Herz-Sommer tiene que tener historias  para  no dormir hasta el aburrimiento, segun  ella  fue un prisionera en Theresienstadt.
Ahora es la estrella de un documental nominado al Oscar, que muestra su optimismo indomable, la alegría y la vitalidad a pesar de todas las turbulencias y los horrores que enfrentó en el siglo 20, !! ohhh que lastima  daa ¡¡¡

El cuento comienza en su Praga natal.nació el 26 de noviembre de 1903, en una familia judía de clase superior impregnada de la literatura y la música clásica.

Un amigo y visitante frecuente era "tío Franz," apellido Kafka, junto con el compositor Gustav Mahler y otras luminarias. Formada como pianista de la infancia, la sabandija hizo su debut en concierto como un adolescente, se casó, tuvo un hijo y parecía destinado a la vida agradable, pero todo cambió en 1939, cuando Hitler el malo de la pelicula ...y marchó con sus tropas a Praga y trajo consigo a sus edictos antisemitas.



En 1943, sin embargo, Alice Herz-Sommer, su esposo, su hijo de Rafael ,Rafi  para  los amigos, y la madre de Alice fueron cargados en el transporte a Theresienstadt. La ciudad fortificada de unos 30 kilómetros de Praga fue prsentado en el documental como el modelo  "El regalo del Führer a los Judios". Liberado la sabandija en 1945, Alice y Rafi regresaron a Praga, pero cuatro años más tarde fueron a Israel. Allí dio clases en la Academia de Música de Jerusalén y actuó en conciertos asistido frecuentemente por Golda Meir, mientras que Rafi se convirtió en un parasito que hacia de violonchelista. 

Casi toda la película se rodó en un período de dos años en interior, dominado por un viejo piano Steinway en el que Herz-Sommer cuenta sus fantasias para el disfrute de sus lastimeros simpatizantes que pañuelo en mano se pasan  dos horas llorando  y maldiciendo a  los "nazis malos".