martes, 27 de junio de 2017

Las Huellas de los Dioses..


El sistema ha promovido desde hace mucho tiempo la idea de que las razas semíticas y de piel morena fueron los verdaderos fundadores de la cultura. Esto es increíblemente falso.

Resultado de imagen de Johann Friedrich Blumenbach

Johann Friedrich Blumenbach fue el primero que usó el término "caucásico" en 1795 para describir a la población Blanca de Europa, él apenas habría podido imaginar la épica historia que estaba a punto de desplegarse. Siendo un médico e historiador de la Naturaleza alemán, las enseñanzas de Blumenbach en anatomía comparada fueron aplicadas a la clasificación de las razas humanas. Él adoptó el término "caucásico" a partir de los habitantes nativos de las montañas del Cáucaso en el Sudeste de Europa, una raza que él creía que era la más hermosa y vigorosa en la Tierra. Sus argumentos ya no están de moda, pero había mucho más en la historia de los antiguos caucásicos que lo que Blumenbach o algún otro de su época podrían haber imaginado.

Resultado de imagen de Johann Friedrich Blumenbach

Durante siglos ha habido informes de antiguos pueblos caucasoides que florecían en remotos rincones del mundo, pueblos que más tarde desaparecieron misteriosamente de la Historia. Esos relatos hablan de gigantes Blancos y pelirrojos, y bárbaros de cabello amarillo en países ahora casi exclusivamente poblados por pueblos no caucásicos. Con el tiempo, los arqueólogos modernos encontraron rastros de sus milenarios cadáveres conservados en arenas de desiertos o fríos glaciares, descubriéndose finalmente incluso muestras viables de su ADN.

Resultado de imagen de Johann Friedrich Blumenbach

Además de tales restos físicos, una multitud de pruebas históricas y mitológicas, tanto en forma escrita como en la tradición oral, hablaban de civilizaciones perdidas compuestas por dioses de piel blanca y benefactores de ojos claros que ayudaron a establecer nuevas culturas. Según numerosos relatos de los indios norteamericanos, en el alba de su sociedad ellos fueron visitados por un gran dios Blanco que llegó desde una lejana tierra localizada al otro lado del mar, que estableció su nuevo modo de vida, y luego se marchó, prometiendo volver algún día. En efecto, Laird Scranton señaló varias tribus primitivas que tienen mitos y leyendas que se corresponden entre sí, pero que están geográficamente separadas por distancias enormes.

Resultado de imagen de Johann Friedrich Blumenbach

Esos dioses no eran conquistadores brutales sino ennoblecedores de la especie humana.


La gente a menudo se asombra de la avanzada cohetería y de la ciencia y los logros tecnológicos de la Alemania Nacionalsocialista. Las ideas de Hancock de que somos una especie con amnesia y de que las leyendas son mucho más que lo que ellas parecen ser, son repetidas en las palabras de Nuestro Führer Adolf Hitler en Enero de 1942:


"La leyenda no puede ser extraída desde el vacío, no podía ser un invento puramente gratuito. Nada nos impide suponer, y yo creo incluso que sería de nuestro interés hacer aquello, que la mitología es un reflejo de cosas que han existido y de las cuales la Humanidad ha retenido un vago recuerdo. En todas las tradiciones humanas, sean orales o escritas, uno encuentra la mención de un enorme desastre cósmico... En la leyenda nórdica leemos acerca de una lucha entre gigantes y dioses. En mi opinión el asunto es explicable sólo por la hipótesis de un desastre que destruyó completamente a una Humanidad que ya poseía un alto grado de civilización".


En realidad, esto en sí mismo no vino directamente de Hitler. Ésa era una idea mezclada compuesta por la idea de Carl Jung de la memoria racial, y de Ignatius Donnely y Helena P. Blavatsky, que se dispusieron a una síntesis más completa tanto de la cuestión atlante como de la aria, y que más tarde fue expuesta por Guido von List y por Jörg Lanz von Liebenfels, los precursores ideológicos del Nacionalsocialismo, y antes que la Sociedad Thule.

No hay comentarios:

Publicar un comentario