jueves, 23 de octubre de 2014

El enemigo..

Si el Nacionalsocialismo se hubiera impuesto en el mundo, hoy no habría pobres, ni miseria, ni corrupción, ni explotación capitalista, ni esclavitud totalitaria marxista. Habría lo que realmente fue la Alemania del HOMBRE, lo más cercano a la justicia social y al paraíso sobre la tierra, que el hombre pueda pretender en este mundo y en este tiempo.  ¿Quiénes fueron y son aún los enemigos del Nacionalsocialismo? Sin duda aquellos que eran y son afectados por este sistema que abolía por una parte la usura, la esclavitud del interés del capital, y, por la otra, el infierno y la miseria total, totalitaria, del marxismo bolchevique. Ambos se vieron entre la espada y la pared, amenazados en su misma existencia. Ésta fue la razón de que se unieran para hacer la guerra y destruír a ese peligro mortal. Es difícil llegar a entender ese odio mancomunado y esa unión férrea de capitalistas y marxistas en contra de la Alemania del  HOMBRE y de la Italia fascista. ¿Por qué?, nos preguntábamos. El HOMBRE comenzó a explicárnoslo, en su libro genial, "Mi Lucha". Tanto en la Rusia marxista como en el mundo de las democracias capitalistas, la mano que controlaba todo era la misma. La prueba de ello se encontraba en que ambos mundos, aparentemente opuestos, respetaban como sacrosanto el interés del capital. Y, ¿quién era el dueño del dinero en el mundo y del control secreto detrás de los soviets? Era el judío internacional. Más de ciento veinte naciones se movilizaron contra Alemania. Fue ésta la única forma que ellos tuvieron de hacer olvidar la justicia de un régimen que había terminado con la esclavitud del interés del capital, con la usura y con el marxismo. La Tercera Solución, por sobre el capitalismo y el marxismo, daba un golpe de muerte al amo de esos dos sistemas, que preparaba para ellos la esclavitud de la humanidad, en beneficio de un mesianismo sionista y racista, ante los cuales el supuesto racismo del HOMBRE debiera parecer un juego de niños. Son otros los que han dado las pruebas justas e irrefutables de la falsedad del holocausto de seis millones de judíos por los nazis: los profesores franceses Paul Rassinier y Faurisson: los ingleses Harwood y David Irving; el norteamericano profesor Butz, y hasta respetables escritores e historiadores judíos. Son otros los que han entregado las pruebas de la falsificación del "Diario de Anna Frank", demostrando que fue escrito con bolígrafo, cuando éste no existía en la época de la Segunda Guerra Mundial, y mostrando, además, que existen dos originales, cada uno con letra manuscrita diferente. En fin, no vamos a repetir aquí lo que ya hemos explicado en detalle en otras ocasiones. Únicamente queda por confesar el espanto ante la pertinacia, la ceguera y la cobardía de los hombres, a los que aún demostrándoles estos hechos, siguen afirmados en las mentiras que les machacan los dueños de los medios de comunicación y del dinero del mundo que  no son otros que los dueños del terror y las maldiciones, los dispensadores de la esclavitud y la miseria.

Del mismo modo se permiten dudar de la veracidad de los "Protocolos de los Sabios de Sión", cuando se sabe que ésta fue una cuestión ya debatida y ganada en el proceso de Berna, donde los judíos querellantes perdieron el juicio y debieron pagar las costas y la indemnización a los libreros suizos.

Y ni siquiera se ha escuchado mi declaración de que el famoso "cazador de nazis", Simón Wiesenthal, el famoso cuentista y embustero profesional, cuendo  relato sin pruebas su aseveración de que un diplomático chileno le habría ofrecido en venta el pasaporte de Martin Bormann. Aún las estamos esperando. Y es este señor quien anda inventando nuevas falsedades contra inocentes y cumpliendo sus hazañas de "valiente cazador". Porque aquí no hay derechos humanos que cuenten para nada, ni Vicaría de la Solidaridad que envíe sus abogados a defender a esos "criminales". Menos hay derechos humanos para Rudolf Hess, ni un Papa que proteste contra el suplicio que ya dura más de cincuenta años.

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