martes, 14 de octubre de 2014

Esparciendo sus mentiras..

A pesar de las representaciones inexactas y falsas de Hitler y del Nacionalsocialismo hechas por los judíos, son éstos los verdaderos monstruos, los verdaderos demonios homicidas. Los judíos y su vehículo sionista del comunismo han sido responsables de la muerte de millones de personas blancas, hombres, mujeres y niños. La mayoría de los comunistas son judíos, y es un hecho de la Historia que Karl Marx y sus consejeros más cercanos eran todos judíos anticristos. Los judíos anticristos impusieron el régimen comunista en Rusia matando a millones de miembros de la burguesía, la clase media que no tenían ningún deseo de ser gobernados por el comunismo judío. A pesar de ello, pocos han oído de estos horrores perpetrados por los judíos mestizos contra la raza blanca. Su odio hasta el cristianismo y hacia Jesús Cristo ha obligado a los judíos a instituír políticas de genocidio, que están vigentes siempre. Cada niño blanco en edad escolar en EE.UU. ha escuchado hablar del llamado Holocausto judío, en el cual se supone que millones de judíos fueron asesinados por alemanes cristianos blancoscas, como demostraremos a continuación. El hecho real es que aun cuando la cifra "oficial" altamente inflada de muertes judías durante el llamado Holocausto esté ahora oficialmente por debajo de los 3.500.000 (New York Post, 26 de Marzo de 1992), las estimaciones de los muertos cristianos blancos a manos de los judíos sionistas comunistas en Rusia bordean los 45.000.000, sólo desde la revolución bolchevique. Millones fueron privados de comida hasta la muerte por durante la Segunda Guerra Mundial instigada por los judíos. Pero pocos, si es que alguno, podrían hablarle del verdadero holocausto, u holocaustos, de los dos últimos siglos perpetrados por los judíos contra la raza blanca, que ha causado la muerte de más de mil millones de personas blancas. De todos modos, éste fue sólo el principio del holocausto de la raza blanca. Los agentes judíos que azuzaron al hombre blanco contra el blanco durante las guerras mundiales, son responsables de las muertes de aquellos hombres que lucharon, a menudo no comprendiéndolo, para la agenda judía. Después de la Segunda Guerra Mundial, los soldados alemanes fueron tomados preso por las naciones aliadas, y mujeres y niños civiles fueron acorralados y colocados en campos de concentración. Los judíos a menudo lloriquean por sus familiares que supuestamente murieron en campos alemanes, aunque quedaron millones de sobrevivientes para esparcir sus mentiras.

Si la existencia de los horrores de los campos de concentración tan a menudo retratados en nuestra televisión fueran atribuídos a los rusos y al establecimiento judío del Mal conocido como el comunismo, entonces nuestra televisión verdaderamente reflejaría un cuadro histórico muchísimo más verídico y más exacto de las atrocidades que ocurrieron hace más de cincuenta años. Los gulags eran en efecto campos de la muerte para la exterminación sistemática de la gente blanca. Ésta no era la intención original de los alemanes. La mayor parte de aquellos que murieron en los campos de concentración y de trabajo alemanes murieron de disentería y otras enfermedades como pulmonía, bronquitis, y cosas que estaban entonces más allá del poder del ejército alemán impedir. Si los Aliados no hubieran bombardeado el sistema de ferrocarriles alemán y no hubieran practicado una política de tierra arrasada contra el pueblo alemán, entonces la vasta mayoría de personas de los campos de trabajo habrían sobrevivido a la guerra mucho mejor que el ciudadano alemán promedio.



Fueron en verdad los judíos mismos y sus demenciales incursiones de bombardeo sobre Alemania los que causaron la muerte de 2,5 millones de judíos y otras gentes que estaban en los campamentos de trabajo alemanes. Es un hecho indiscutible que los alemanes fueron mucho más humanos con los presos norteamericanos y con los presos de todas las nacionalidades que los rusos o los estadounidenses. El 88% de los prisioneros estadounidenses custodiados por los alemanes sobrevivió a la guerra prácticamente indemne y en buenas condiciones, mientras que la exacta cifra opuesta fue verdadera de los japoneses y su tratamiento hacia los soldados norteamericanos.

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