Es importante entender que no estamos luchando por alguna "ortodoxia", y no estamos afirmando que todo debería ser como fue en el Tercer Reich. No somos el NSDAP alemán, y no estamos de ningún modo ligados a su programa de partido. Una de nuestras tareas más importantes debe ser establecer qué principios fundacionales pueden ser discernidos en las obras del Nacionalsocialismo y usarlos para desarrollar en adelante el Nacionalsocialismo de nuestro tiempo.
Debemos permanecer fieles a la verdad interna del Nacionalsocialismo y retener aquella parte de la doctrina que es necesaria para nosotros para no ser confundidos o corrompidos.
Debemos permanecer fieles a la verdad interna del Nacionalsocialismo y retener aquella parte de la doctrina que es necesaria para nosotros para no ser confundidos o corrompidos.
Pero al mismo tiempo debemos formar el Nacionalsocialismo como una poderosa cosmovisión en el presente y en el futuro. Absolutamente no se trata de adaptarse a la anti-cultura o a la débil opinión pública actual, sino de adaptarse a nuestro tiempo, a nuestra situación geográfica, geopolítica y racial sin "mezclar agua en el vino". Nuestro objetivo es y sigue siendo la creación de un Estado Nacionalsocialista.
Como nadie ha ordenado este caos ideológico que es el "movimiento nacionalista", nadie ha creado ninguna claridad, nadie ha tratado de liberar al Nacionalsocialismo y definirlo y clarificarlo, y menos aún colocarlo en un contexto derealpolitik. En vez de eso, podemos ver que los elementos de la pequeña burguesía todo el tiempo, desde 1945 hasta ahora, han comprometido y han intentado tomar atajos, atajos que no conducen a ninguna parte.
Durante este tiempo la única idea que podría haber sido capaz de conducirnos hacia adelante ha permanecido subdesarrollada, como una noble planta que corre el riesgo de asfixiarse entre una conglomeración de malas hierbas.
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