Antes de nada, esté alerta y recuerde siempre que no todos los nacionalistas son nacionalistas
La respuesta debe ser Sí. John Tyndall el fallecido antiguo líder del British National Party que fue depuesto por medio de un golpe por un viejo Strasserista, Nick Griffin no tenía ninguna prueba, pero él sugiere en su artículo Enemy Finger in the Pie? que el enemigo entrena infiltrados y los educa en el Strasserismo para que ellos puedan atacar al movimiento nacionalista desde dentro con la ayuda de esa subversiva tendencia ideológica. Él escribe: Lo que no consideré bastante seriamente entonces —aunque lo hice más tarde— fue que podría haber algún método en su evidente estupidez, y que la política Strasserista bien podría haber sido alguna cuña hábilmente concebida insertada en los remanentes del antiguo National Front a fin de asegurar su permanente división.
Pero el Strasserismo lamentablemente atrae a muchas personas sin que ellas tengan que ser entrenadas o sirvan como agentes conscientes para el enemigo. Los disolventes efectos del mundo moderno y de la democracia liberal también afectan nuestra lucha. Incluso si el hombre moderno es de mentalidad nacionalista es también natural para él basar su pensamiento y acciones en la judaizada cultura y los valores del mundo moderno.
El moderno hombre democrático reacciona negativamente cuando él ve una organización que está organizada de manera jerárquica, que exige mucho de sus miembros y que exige que cada miembro se incorpore en ese orden y sea leal. Tal organización debe ser percibida por el hombre moderno como una secta, sobre todo en comparación con la sociedad democrática circundante en la cual él vive y de la que es parte. Mientras más degenerada es una sociedad y más democráticamente corroído es un hombre, más atractivo será el Strasserismo para los nacionalistas.
Como un Nacionalsocialista, es importante recordar siempre que todo al final es remontable hasta su fundamento biológico: la raza. El Strasserismo podría ser por lo tanto visto como una tendencia ideológica que fundamentalmente proviene de y apela al estrato de nacionalistas que son racialmente sospechosos.
Es por supuesto el trabajo del Nordic Resistance Movement convertir a tantas de esas personas como sea posible, porque la mayor parte de ellas han adoptado ilusionadamente alguna forma de Strasserismo debido a una carencia de comprensión.
La amenaza de esa tendencia ideológica, sin embargo, existe, y siempre debemos estar vigilantes contra aquellos que nunca cambiarán y contra aquellos que conscientemente usan esas falsas doctrinas como un arma contra nosotros. Esté alerta y recuerde siempre que no todos los nacionalistas son nacionalistas.–
Pero el Strasserismo lamentablemente atrae a muchas personas sin que ellas tengan que ser entrenadas o sirvan como agentes conscientes para el enemigo. Los disolventes efectos del mundo moderno y de la democracia liberal también afectan nuestra lucha. Incluso si el hombre moderno es de mentalidad nacionalista es también natural para él basar su pensamiento y acciones en la judaizada cultura y los valores del mundo moderno.
El moderno hombre democrático reacciona negativamente cuando él ve una organización que está organizada de manera jerárquica, que exige mucho de sus miembros y que exige que cada miembro se incorpore en ese orden y sea leal. Tal organización debe ser percibida por el hombre moderno como una secta, sobre todo en comparación con la sociedad democrática circundante en la cual él vive y de la que es parte. Mientras más degenerada es una sociedad y más democráticamente corroído es un hombre, más atractivo será el Strasserismo para los nacionalistas.
Como un Nacionalsocialista, es importante recordar siempre que todo al final es remontable hasta su fundamento biológico: la raza. El Strasserismo podría ser por lo tanto visto como una tendencia ideológica que fundamentalmente proviene de y apela al estrato de nacionalistas que son racialmente sospechosos.
La amenaza de esa tendencia ideológica, sin embargo, existe, y siempre debemos estar vigilantes contra aquellos que nunca cambiarán y contra aquellos que conscientemente usan esas falsas doctrinas como un arma contra nosotros. Esté alerta y recuerde siempre que no todos los nacionalistas son nacionalistas.–
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