Porque habría forzado a remontar la involución casi siempre fatal hoy, imponiendo la práctica de la eugenesia, para limpiar científicamente la sangre, y así habría acontecido si hubiese triunfado Hitler en esa etapa de la Gran Guerra, que aún sigue y se hubiera impuesto el NS.
Pero también el enemigo lo sabía, y con el dominio total del judío, con una política racial totalmente opuesta, con su malignidad abismal, está destinada a producir las más aberrantes mezclas de razas y de sangres, teniendo como fin último la imposición del negro y la animalización del hombre, la degeneración total.
La mezcla indiscriminada, la protección de los inferiores, de los degenerados, los criminales, los imbéciles y los mongólicos. Todo está dirigido a protegerlos y a preservarlos, pudiendo mezclarlos cada vez más entre ellos y también con los sanos, sin que exista ayuda alguna para el racialmente superior, para el mejor dotado.
El plan va dirigido a bastardizar el mundo en su totalidad, exterminar a los blancos, transformándoles en animales, algo ya casi logrado. De este modo el judío mantendrá estable, casi sin mezcla, su propia "anti-raza", siguiendo una disciplina étnica estricta.
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