lunes, 28 de marzo de 2016

La Cólera de su Dios..Organizacion criminal..El Mossad..

El Mossad 
Servicio de inteligencia de Israel. Famoso por sus métodos expeditivos que incluyen el secuestro, el asesinato y atentados.

 




Participaron en el bombardeo aéreo de una central nuclear de Iraq para evitar la posibilidad de que enriquecieran combustible para uso militar. Participaron en la liberación de un avión alemán secuestrado en el aeropuerto de Entebee. En 1967 disponían de información militar sobre las bases aéreas egipcias que posibilitaron su rápida anulación durante la guerra de los Seis Días.



El primer asesinato tuvo lugar el 16 de octubre de 1972, cuando el palestino Abdel Wael Zwaiter sufrió doce disparos en su apartamento de Roma. Los dos agentes israelíes, que habían estado esperando a que regresase de cenar, se refugiaron tras el tiroteo en una casa franca. En ese momento, Zwaiter era el representante de la OLP en Italia. Mientras que Israel sostenía en privado que éste era un militante de Septiembre Negro y que estaba involucrado en una trama fallida contra un vuelo de El Al, los miembros de la OLP afirmaban que no había participado de ninguna manera. Abu Iyad, dirigente de la OLP, había declarado que Zwaiter estaba "enérgicamente" en contra del terrorismo.



El segundo objetivo del Mosad fue el doctor Mahmoud Hamshari, que era el representante de la OLP en Francia. Utilizando a un agente que se hizo pasar por periodista, el Mosad lo alejó momentáneamente de su apartamento de París a fin de permitir a un equipo especialista en explosivos entrar en él para instalar una bomba bajo el teléfono. El 8 de diciembre de 1972, el supuesto periodista telefoneó a Hamshari a su apartamento. Una vez que confirmó que Hamshari había descolgado el teléfono, se envió una señal de detonación al aparato para hacer estallar la bomba. Hamshari resultó gravemente herido en la consiguiente explosión, y terminó falleciendo un mes después a consecuencia de las irreversibles lesiones que padeció. Israel lo había elegido como objetivo porque pensaba que era el líder de Septiembre Negro en Francia.

En la noche del 24 de enero de 1973, el jordano Husein Al-Bashir, representante de Fatah en Chipre, apagó las luces de su habitación en el Hotel Olímpico de Nicosia. Momentos más tarde, una bomba instalada bajo su cama por el Mosad fue detonada a distancia, causando su muerte y destrozando la habitación. Israel creía que era el cabecilla de Septiembre Negro en Chipre, aunque otro móvil para su asesinato podría haber sido el que tuviese lazos estrechos con el KGB.





Los asesinatos regresaron a París el 6 de abril de 1973, cuando Basil Al-Kubaisi,
un profesor de Derecho de la Universidad Americana de Beirut que era sospechoso para Israel de proporcionar armas y coordinar la logística de Septiembre Negro y de otras tramas palestinas, fue tiroteado mientras regresaba a casa después de cenar. Como en atentados previos, recibió doce tiros por parte de dos agentes israelíes.


Varios de los objetivos de la lista del Mossad vivían en casas fuertemente vigiladas en Líbano, las cuales estaban fuera del alcance de los métodos de asesinato empleados hasta el momento. A fin de eliminar a estos individuos, se lanzó la Operación Primavera de Juventud, como un suboperativo dentro de la más amplia campaña Cólera de Dios. 

Durante la noche del 9 de abril de 1973, los comandos Sayeret Matkal, que formaban parte de la élite del ejército hebreo, junto con otras unidades de apoyo, lanzaron múltiples incursiones en Beirut y Sidón. lograron matar a varios altos cargos de la OLP y de Septiembre Negro, incluyendo a Muhammad Yousef Al-Najjar alias Abu Yousef, el dirigente de operaciones de Septiembre Negro y miembro de la OLP, Kamal Adwan, dirigente de operaciones e inteligencia en Septiembre Negro y veterano de Fatah, y Kamal Naser, portavoz de la OLP. El hijo de Kamal Adwan, que se encontraba en el apartamento cuando su padre fue asesinado, declaró que Kamal no estaba envuelto en el asunto de Múnich en absoluto, pero que sí había organizado a la resistencia en Cisjordania. La matanza de Múnich, dijo, era "una oportunidad que les había dado Dios a los israelíes para matar a gente de verdad".



La operación de Líbano fue seguida de tres asesinatos. Zaiad Muchasi, el sustituto de Husein Al Bashir en Chipre, pereció al estallar la habitación de su hotel en Atenas el 11 de abril. Otros dos miembros de Septiembre Negro de bajo rango, Abdel Hamid Shibi y Abdel Hadi Nakaa, fueron atacados en su coche en Roma.


Israel también comenzó a seguir a Mohammad Boudia, de origen argelino, que era el director de operaciones de Septiembre Negro en Francia y conocido por sus disfraces y su afición a las mujeres. 

El 28 de junio de 1973, Boudia falleció en París al estallar una mina activada por presión, la cual había sido colocada bajo el asiento de su coche por el Mosad.


Ali Hasan Salameh.
A continuación, el Mossad se dedicó a buscar a Ali Hasan Salameh, apodado el Príncipe Rojo, que era la cabeza de Fuerza 17, una unidad de seguridad de Fatah, y al que Israel imputaba haber planeado el operativo de Septiembre Negro causante de la matanza de Múnich. Esta creencia había sido desmentida por declaraciones de veteranos militantes del grupo terrorista, que afirmaban que aunque había participado en numerosos ataques en Europa, Salameh no estaba en absoluto involucrado con Múnich.

Casi un año después de la masacre, el Mossad pensaba que al fin había localizado a Salameh en la pequeña ciudad noruega de Lillehammer.

 

El 21 de junio de 1973, en lo que pasaría a conocerse como el asunto de Lillehammer, un grupo de agentes del Mossad asesinó a Ahmed Bouchiki, un camarero marroquí sin relación ni con el ataque de Múnich ni con Septiembre Negro, después de que un confidente identificase erróneamente a Bouchiki como Salameh. Seis agentes del Mossad, incluyendo a dos mujeres, fueron capturados por las autoridades noruegas mientras que otros, incluyendo al líder Mike Harari, consiguieron escapar hacia Israel. Cinco de los detenidos fueron condenados por el asesinato y encarcelados, pero serían liberados y devueltos a Israel en 1975. Víctor Ostrovsky afirma que Salameh fue clave a la hora de confundir al Mossad al proporcionarle información falsa acerca de su paradero.

Tras el incidente, se desencadenó un sentimiento de indignación internacional ante el asesinato erróneo que obligó a Golda Meir a suspender la Operación Cólera de Dios. La investigación noruega que se llevó a cabo y las revelaciones de los agentes capturados comprometieron a los activos del Mossad en Europa, incluyendo pisos francos, agentes y operativos. Sin embargo, cinco años más tarde se decidió reanudar la operación bajo el mandato de un nuevo primer ministro, Menachem Begin, y buscar a aquellos miembros de la lista todavía con vida.


El Mossad comenzó a vigilar los movimientos de Salameh después de haberlo seguido hasta Beirut a finales del otoño de 1978. A finales de 1978 o comienzos de 1979, un agente del Mossad que se hacía llamar Erika Mary Chambers entró en el Líbano bajo pasaporte británico emitido en 1975. Una vez allí, alquiló un apartamento en la Rue Verdun, una calle frecuentada por Salameh. Otros agentes llegaron, incluyendo a dos que usaban los pseudónimos de Peter Scriver y Roland Kolberg, viajando con pasaporte británico y canadiense, respectivamente. 

Algún tiempo después de su llegada, un Volkswagen cargado con explosivos plásticos fue estacionado en la Rue Verdun, a la vista del apartamento alquilado. A las 15:35 del 22 de enero de 1979, mientras Salameh y cuatro guardaespaldas recorrían la calle en una furgoneta Chevrolet, los explosivos fueron detonados desde el apartamento usando un dispositivo de radio, matando a todos los pasajeros del vehículo. Tras cinco intentos fallidos, el Mossad había matado a Salameh. 

No obstante, la explosión también mató a cuatro transeúntes inocentes, incluyendo a un estudiante inglés y a una monja de Alemania Occidental, e hirió a otras 18 personas en la vecindad. Inmediatamente tras la operación, los tres agentes del Mossad desaparecieron sin dejar huella, así como los otros 14 miembros de apoyo que se creía que habían participado en la operación.


Septiembre negro

Se encargaron del asesinato de responsables de la organización terrorista Septiembre negro a raíz del intento de secuestro de atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972. Los secuestradores palestinos exigieron la liberación de 200 presos y que les facilitaran la huida. Los secuestrados fueron asesinados en un aeropuerto militar alemán en un intento fallido de asalto policial. Tras un asesinato por error de un camarero marroquí algunos miembros del comando israelí fueron encarcelados.

La Operación Cólera de Dios también conocida como Operación Bayoneta, fue una operación encubierta de los servicios secretos israelíes, el Mossad, encaminada a asesinar a los individuos que según Israel participaron, de forma directa o indirecta, en la masacre de Múnich de 1972,en la que perecieron 11 atletas de ese país.



Sus objetivos incluían a militantes del grupo terrorista palestino Septiembre Negro, responsable del ataque de Múnich, y a aquellos miembros de la Organización para la Liberación de Palestina OLP acusados por Israel de estar involucrados.La operación fue autorizada por Golda Meir, primera ministra de Israel, en el otoño de 1972 y pudo haber continuado durante 20 años.

Durante la operación, unidades de agentes israelíes mataron a docenas de palestinos y árabes en varias regiones de Europa, incluyendo el asesinato por error de un camarero en Lillehammer, Noruega, de nombre Ahmed Bouchiki. Además, se lanzó un ataque militar adicional en el interior de Líbano destinado a matar a importantes objetivos palestinos. Esta serie de muertes espoleó actos de represalia por parte de Septiembre Negro contra miembros e intereses del gobierno israelí en todo el mundo. También se desencadenaron críticas a Israel relativas a los objetivos seleccionados, a las tácticas de asesinato empleadas y a la efectividad de la operación. 

Debido al carácter secreto de las acciones, algunos detalles no se pueden verificar más que a partir de una única fuente, entre las que se incluye el relato de un israelí que afirma haber dirigido uno de los comandos.
La masacre de once atletas en los Juegos Olímpicos de 1972 por parte de Septiembre Negro llevó a Israel a plantearse medidas para evitar que se produjesen acciones similares en el futuro.

 

 Tras el secuestro,Golda Meir supuestamente les dijo a Yariv y a Zamir "Enviad a los muchachos"

 

Poco después del atentado, la primera ministra Golda Meir creó el "Comité X", un pequeño grupo de funcionarios del gobierno que tenía la tarea de estudiar cuál sería la respuesta israelí. La propia Meir y su ministro de Defensa,Moshé Dayán, estaban al frente del mismo. También nombró al general Aharon Yariv como su consejero en la lucha contra el terrorismo; éste, junto con el director del Mossad Zvi Zamir, desempeñaría un papel principal en la dirección de la operación. 

El comité llegó a la conclusión de que, para evitar futuros ataques terroristas contra Israel, era necesario eliminar a aquellos que habían apoyado o llevado a cabo la matanza de Múnich, y hacerlo de manera que causara el suficiente impacto como para disuadir a Septiembre Negro de realizar otras acciones parecidas. 

Presionada por la opinión pública israelí y por los altos cargos de los servicios de inteligencia, Meir autorizó con cierta reticencia el inicio de la campaña de asesinatos. No obstante, todas sus dudas desaparecerían pocos meses después, cuando los tres autores de la matanza que todavía seguían con vida fueron liberados por Alemania Occidental, en cumplimiento con las exigencias de los secuestradores de un avión de la compañía Lufthansa. 

La inesperada capitulación de este país a las demandas terroristas ha levantado desde entonces la sospecha de que ese secuestro fuese simplemente un montaje organizado a fin de liberar al país del riesgo de más represalias en el futuro.
El primer encargo que el comité encomendó a la inteligencia israelí consistió en la preparación de una lista de objetivos en la que figurasen todos aquellos individuos involucrados en los sucesos de Múnich. Esto se llevó a cabo con la ayuda de espías infiltrados en la OLP que trabajaban para el Mosad y con información proporcionada por agencias europeas aliadas. 

Aunque se desconoce el contenido de la lista completa, algunos informes señalan que el número final de objetivos era de entre 20 y 35, incluyendo tanto miembros de Septiembre Negro como de la OLP. Una vez que se completó la tarea, se le encargó al Mosad que localizase a los individuos y los asesinase.


La idea de la "negativa plausible" fue uno de los conceptos clave que se acordaron. Consistía en que debería ser imposible probar alguna conexión entre las muertes y el Estado de Israel. Además, se pretendía que las operaciones despertasen un sentimiento de pánico general entre los terroristas palestinos. De acuerdo con David Kimche, antiguo número dos del Mosad, "el móvil no era la venganza, sino el atemorizar a los terroristas palestinos. Queríamos hacerles mirar por encima del hombro y que sintiesen que estábamos encima de ellos".


Organización

Se han dado diferentes versiones acerca de la formación de los comandos del Mosad que llevaron a cabo la campaña de matanzas. Es posible que se constituyesen varios grupos, cada uno de ellos con objetivos diferentes, y que éstos conviviesen en el mismo periodo o en etapas diferentes, lo que podría explicar la diversidad de informes existentes. En realidad, sólo existe una certidumbre completa acerca de los asesinatos que se cometieron, ya que toda información adicional ha sido proporcionada por fuentes limitadas.

También se sabe que el agente del Mosad Michael Harari creó y dirigió los equipos,aunque puede que algunos no estuviesen siempre a las órdenes del gobierno. 

El autor Simon Reeve explica que las unidades del Mosad consistían en:


Quince personas divididas en cinco escuadrones: "Aleph", dos asesinos bien entrenados; "Bet", dos guardaespaldas que deberían proteger a los Alephs; "Jet", dos agentes que deberían dar cobertura al resto del equipo alquilando habitaciones de hotel, apartamentos, coches y demás; "Ayin", compuesto por entre seis y ocho miembros, que apoyaban la operación siguiendo de cerca a los objetivos y estableciendo una ruta de escape para los escuadrones Aleph y Bet; y "Qoph", dos agentes especializados en comunicaciones" los nombres de los escuadrones son letras del alfabeto hebreo.


Esta descripción es similar a la que proporciona el antiguo oficial del Mosad Víctor Ostrovsky acerca de las unidades de asesinato de la agencia, los Kidon. De hecho, Ostrovsky dice en su libro que fueron estos grupos los que ejecutaron los asesinatos. Otro informe del autor Aaron Klein afirma que estos equipos eran en realidad parte de una unidad llamada Cesarea, que sería rebautizada y reorganizada en el interior de los Kidon a mediados de los setenta. Harari terminaría dirigiendo tres de estos grupos, de doce miembros cada uno. Según esta misma fuente, los equipos fueron subdivididos en escuadrones de logística, vigilancia y asesinato.

Uno de los equipos de cobertura fue descubierto tras el atentado de Lillehamer, cuando seis miembros de la unidad fueron arrestados por las autoridades noruegas. Harari escapó a Israel y es posible que otros agentes hiciesen lo propio. Un artículo publicado en la revista Time tras el asesinato afirmaba que los miembros de la unidad eran 15, cifra que coincide con las demás fuentes mencionadas en esta sección.


Una versión muy diferente la da Yuval Aviv en su libro Vengeance "Venganza", donde afirma que el Mosad articuló una unidad de cinco hombres de los servicios de inteligencia que fue introducida en Europa. Aviv también dice que el equipo trabajó sin el control gubernamental y que mantuvo sus únicas comunicaciones con Harari.


Otras acciones

Junto con los asesinatos, el Mossad empleó otros métodos para responder a la matanza de Múnich y evitar futuros ataques terroristas. Víctor Ostrovsky sostiene que entre ellos se incluían actos de guerra psicológica, tales como publicar obituarios de terroristas todavía vivos o enviarles información personal muy detallada acerca de ellos. Reeve va más allá y afirma que el Mossad telefoneaba a jóvenes agentes palestinos y, tras comunicarles datos personales, les advertía para que se desvinculasen de toda causa palestina.Además, el Mossad también organizó por toda Europa una campaña de cartas bomba contra activistas palestinos. 

El historiador Benny Morris escribe que estos ataques causaron lesiones no mortales a sus objetivos, que incluían individuos en Argelia y Libia, activistas palestinos que estudiaban en Bonn y Copenhague y a un miembro de la Media Luna Roja en Estocolmo. Klein también cita un incidente en El Cairo, donde un fallo en la bomba permitió que los dos objetivos se librasen del atentado.


Secuestro de Adolf Eichmann

Consiguieron llevar a Israel al criminal de guerra Adolf Eichmann, Obergruppenführer de las SS. Su huida de Alemania fue facilitada por una organización clandestina nazi. El tribunal de Nuremberg declaró en 1946 a las SS como organización criminal. Fue detenido a la vuelta su trabajo en Argentina y subido clandestinamente a bordo de un avión de las líneas aéreas israelíes. Eichmann fue juzgado en Jerusalén 1961, hallado culpable y ejecutado en la horca 1 junio 1962.

Otros asesinatos

Varios asesinatos o intentos de asesinato adicionales se han atribuido a la Operación Cólera de Dios, aunque existen dudas acerca de si el Mossad estuvo detrás de ellos. La primera de estas acciones tuvo lugar el 27 de julio del año 1979, cuando el jefe de las operaciones militares de la OLP, Zuheir Mohsen, fue tiroteado en Cannes, Francia, justo al salir de un casino. Varias fuentes responsabilizaron al Mossad de lo ocurrido, mientras que otras señalan a otros palestinos o a Egipto.

Abu Daoud, un comandante de Septiembre Negro, que declara abiertamente el haber contribuido a planear el atentado de Múnich, sufrió varios disparos el 27 de julio de 1981 en el vestíbulo de un hotel de Varsovia. Él ha afirmado que el Mossad estuvo detrás de la intentona, pero no está claro si realmente fue la agencia israelí u otra facción palestina disidente.

El 8 de junio de 1992, un alto responsable de los servicios de inteligencia de la OLP, Atef Bseiso, falleció en París al ser alcanzado por los disparos de dos tiradores que emplearon silenciadores y que le remataron en el suelo de un tiro en la cabeza. La OLP culpó al Mossad por este acto, al igual que la policía francesa y el autor israelí Aaron Klein en su libro Striking Back. En cambio, otros informes señalan que la organización de Abu Nidal estuvo tras el incidente.
Objeciones moralesTambién han existido críticas contra la campaña de asesinato en sí misma. A medida que ésta proseguía, los familiares de los atletas asesinados en Múnich eran informados de las últimas matanzas del Mossad. Simon Reeve escribe que algunos se sintieron satisfechos, mientras que otros, incluyendo la esposa del tirador de esgrima André Spitzer, tuvieron sentimientos ambiguos al respecto. La mujer del agente del Mossad asesinado Baruch Cohen calificó a la operación, y en especial a la parte de la misma dirigida contra los hombres que mataron a su esposo, como enfermiza.
Efectos en el terrorismoOtras personas han cuestionado la efectividad de la operación en cumplir sus objetivos. Según Ronen Bergman experto en seguridad y en el Mossad del periódico israelí Yediot Ahronoth: "Esta campaña detuvo la mayoría de las acciones terroristas de la OLP fuera de las fronteras de Israel. ¿Ayudó de alguna manera a traer la paz a Oriente Próximo? No. Estratégicamente fue un completo fracaso."

El antiguo miembro del Mossad Víctor Ostrovsky ha dicho que el esfuerzo que Meir exigió al Mossad, que conllevaba concentrarse en gran medida en los miembros y en las operaciones de la OLP, restó energías a la inteligencia encargada del espionaje de los países vecinos. Esto pudo provocar que el Mossad no asimilase las señales de advertencia que precedieron a la Guerra del Yom Kipur, que cogió a las defensas hebreas por sorpresa.

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