miércoles, 16 de marzo de 2016

Técnica de propaganda judía Anti-revisionista



Éste es un clásico caso de atacar al hombre en vez del argumento, una táctica popular entre polemistas inescrupulosos, los revisionistas del "Holocuento" vienen de trasfondos políticos muy diversos, solo para tratar de desacreditar el mayor fraude en la Historia, un fraude es un fraude, independientemente de la ideología del denunciante.

Popular técnica de propaganda judía arraigada en sus patrones conductuales psicopáticos: acusar a otros de sus propios crímenes. Son los partidarios de la narrativa del "Holocuento" los que exigen la creencia dogmática en sus acusaciones absurdas, mientras que los revisionistas del "Holocuento" han asumido el duro trabajo de demostrar la inocencia de los acusados.

Algunas perlas:

Los negadores del "Holocuento" procuran plantar las semillas del cuestionamiento y la duda sobre el "Holocuento" en sus masivas audiencias. Mientras la negación del "Holocuento" se ha convertido en un artículo de fe entre los militantes y seguidores del movimiento de odio contemporáneo, su éxito no depende de la conversión a aquella fe entre el gran público. La difusión del escepticismo acerca del alcance y la historicidad del "Holocuento" entre una masa crítica de la opinión pública sería considerado como un significativo triunfo ideológico en sí mismo.


La negación del "Holocuento" ha sido ampliamente adoptada dentro del movimiento de odio contemporáneo, por otra parte dispar, porque ella sirve como un aglutinante ideológico que satisface una necesidad política muy contemporánea. En particular, proporciona una envoltura saneada para los actuales aspirantes a Hitler al procurar mostrar que los atroces crímenes adjudicados al original nunca ocurrieron. Como tal, gran parte de la barrera que impide a políticos y movimientos de la extrema Derecha hacer un avance estratégico apelando a una audiencia más masiva, sería removida. En consecuencia, la negación del "Holocuento" proporciona la legitimación contemporánea mediante una rehabilitación póstuma. No es ninguna casualidad que David Duke sea un ávido propagador de la ideología y materiales de la negación del "Holocuento". William Pierce y otros neo-nazis que alguna vez abrazaron la realidad del"Holocuento" como la esencia de la misión nacionalsocialista, sólo lamentando el hecho de que no tuvo éxito totalmente en la eliminación de los judíos de la faz de la Tierra ahora encuentran políticamente oportuno promover la negación del "Holocuento".



El mensaje principal de los negadores del "Holocuento" es aún más insidioso. Ellos reconocen el hecho de que la mayoría de las personas cree que el "Holocuento" realmente ocurrió. ¿Cómo puede ser, preguntan ellos, que la gran mayoría haya llegado a aceptar como verdad una aseveración histórica que es en realidad una gigantesca falsedad?.


Ellos contestan que la mayor parte de las personas ha llegado a aceptar completamente sin sentido crítico la historia del "Holocuento"porque ellos han sido sometidos sistemáticamente a una propaganda con mentiras deliberadas durante más de cincuenta años. Esas mentiras incluyen materiales insertados en el plan de estudios educacional en todos los niveles de la instrucción; el contenido de la teatralizada programación de la televisión y el cine, dramática y documental, relacionada con el "Holocuento"; una enorme literatura del "Holocuento"; rituales públicos de conmemoración del"Holocuento"; y, sobre todo, un museo federalmente apoyado y construído a la sombra del Monumento a Washington en la capital nacional. Ellos describen una vasta y sombría conspiración que controla y manipula las instituciones de educación, de la cultura, los medios de comunicación y el gobierno a fin de diseminar una mitología perniciosa.


El objetivo de esta mitología del "Holocuento", afirman ellos, es la inculcación de un sentido de culpa en el mundo cristiano Blanco y occidental. Aquellos que pueden hacer a otros sentirse culpables tienen poder sobre ellos y pueden hacerles seguir sus órdenes. Este poder es usado para llevar adelante una agenda judía internacional centrada en la empresa sionista del Estado de Israel.


Lo que es el más notable en los párrafos anteriores es que la ADL no tiene nada para presentar contra los argumentos revisionistas, salvo el uso de insultos.


Los negadores sostienen que la culpa y la vergüenza fabricadas sobre un "Holocuento" mitológico condujo al apoyo occidental, específicamente de Estados Unidos, para el establecimiento y mantenimiento del Estado israelí, un sustento que cuesta al contribuyente americano más de 3.000 millones de dólares por año. Ellos afirman que los contribuyentes estadounidenses han sido y siguen siendo estafados, así como engañados, e imaginan que mostrando a los estadounidenses y otros pueblos occidentales cómo y por qué ellos han sido victimizados puede ser roto el poder de esta conspiración. Una vez que a ellos les sea mostrada la "verdad", que hubo nunca ninguna base legítima para su sentimiento de la culpa, los negadores postulan que esa buena gente se levantará con una justa cólera y tratará a los conspiradores de mito del "Holocuento" de una manera apropiada.





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