Este objetivo fue definido de manera precisa en términos inequívocos por el despreciable sujeto llamado Richard von Coudenhove-Kalergi en 1925.
En su libro Praktischer Idealismus, Idealismo Práctico, la sanguijuela escribió:
El hombre del futuro será de raza mezclada. Las razas y las clases de hoy desaparecerán gradualmente debido a la desaparición del espacio, el tiempo y el prejuicio. La raza Euroasiática y negroide del futuro, similar en su aspecto a los antiguos egipcios, reemplazará la diversidad de los pueblos con una diversidad de individuos.
La escoria sigue escribiendo:
En vez de destruír a la judería europea, Europa, contra su propia voluntad, refinó y educó a este pueblo como una futura nación líder mediante este proceso de selección artificial. No es ninguna sorpresa que este pueblo, que escapó a la Prisión-Ghetto, se desarrollara como una nobleza espiritual de Europa. Por lo tanto, una graciosa Providencia proveyó a Europa de una nueva raza de la nobleza por la Gracia del Espíritu. Esto sucedió en el momento en que la aristocracia feudal de Europa se arruinó, gracias a la emancipación judía.
El proyecto europeo fue fuertemente financiado por los Rotschild, los Warburg y los Baruch de la época.
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