Estos miserables son los que promueven la inmigración y otros aspectos del genocidio blanco, estos son escoria que venden a su propio pueblo por sus propios intereses egoístas, porque sus mentes han sido infectadas con dogmas anti-blancos.
Así, podemos todos estar de acuerdo en que los judíos son blancos pero al mismo tiempo rechazarlos como grupo étnico blanco que tiene una animosidad histórica hacia los europeos, un grupo que egoístamente persigue sus propios etnocéntricos intereses a expensas del resto de la raza blanca, son una traidora etnia blanca renegada que hace causa común con la creciente ola de color contra los intereses blancos y occidentales, un grupo blanco que activamente promueve el genocidio blanco porque no se identifican realmente como blancos en el mismo sentido en que otros blancos hacen, y porque creen que la destrucción de la gran raza blanca asegura la supervivencia de su propio reducido grupo como el único grupo poblacional con su propia historia especial e identidad.
Podemos afirmar que el grupo blanco judío se percibe a sí mismo teniendo intereses radicalmente diferentes a los blancos gentiles, por lo que los dos grupos son incompatibles. Podemos señalar que donde quiera que se haga un intento por incluir a los judíos en el nacionalismo racial blanco, ellos promueven sistemáticamente dogmas destructivos, un estado separatista blanco multirracial, apoyo al “status quo racial”, culpar de nuestros problemas a los protestantes, declarar que la preservación racial por sí misma es una locura, y por supuesto promover el credo anti-blanco de la Bio-Diversidad-Humana.
Después de todo, a lo largo de la historia humana, ¿quién ha sido más despreciado que el traidor?
Es prácticamente irrelevante para cualquier nacionalismo racial serio, afirmar que consideramos como blancos a aquellos individuos que derivan ascendencia de una o más etnias de Europa. Así, los judíos no son más blancos, a pesar del hecho de que algunos judíos puedan ser genéticamente cercanos a los europeos.
Cuando los judíos establecieron una patria moderna, ¿dónde eligieron? Palestina, en Medio Oriente. Esa elección no fue solamente o ni siquiera predominantemente motivada por pragmática existían otros espacios disponibles, espacios que podrían haber evitado el conflicto sinfín con los árabes nativos de esa región. Palestina fue elegida, y más importante, como Israel influye tal fascinación en los judíos, ya que los judíos en su identidad total sienten apasionadamente una conexión cercana, como mínimo histórica y culturalmente, con los antiguos israelitas; la moderna identidad de los judíos con una alta cultura no-occidental, no-europea, y “mazdeísta” de Medio Oriente.
Vemos a los colonos judíos de hoy en día invocar las escrituras bíblicas como su base para reclamar esta tierra en Medio Oriente. Ellos ven esta tierra como suya así como su derecho de nacimiento como judíos, como parte de la historia judía, una historia arraigada al Medio Oriente histórico, no en Europa. Así, Israel es su patria, no Europa, y no importa si un determinado judío es genética o fenotípicamente blanco en el sentido europeo. Ellos no se identifican como tales. Ellos se identifican como judíos, un grupo separado y único, y hay evidencia genética que apoya un vínculo biológico con los lazos históricos y culturales, a pesar que el vínculo ha sido atenuado a través de mezcla.
Pero de nuevo, no necesitamos ser reduccionistas. Los judíos son un pueblo, con una fuerte identidad, y esa identidad no es blanca en el mismo sentido en que lo es la identidad de los ingleses, alemanes, italianos, checos, suecos, españoles o franceses.
Así, los judíos pueden ser blancos, pero no se identifican como tales, a la hora de la verdad. Ellos pueden ser blancos pero no son indígenas europeos; no existe la histórica nación europea de “Jewia”.
Ellos podrán ser blancos pero no pertenecen a la alta cultura de Occidente; en cambio, se identifican con la alta cultura “mazdeista” de Medio y Cercano Oriente; podrán ser blancos pero su apasionado lazo a sangre y suelo está en el Levante, no en Europa. Sean o no blancos, e independiente de cuánto uno quiera aplastar la información sobre índices cefálicos o frecuencias de genes, los judíos no son occidentales europeos. Son ellos mismos, con sus propios intereses, que persiguen con gran eficacia.
Tal vez si estuviéramos igualmente interesados en nuestra propia identidad y nuestros propios intereses, en lugar de preocuparnos sobre cómo clasificar a los judíos, nuestra situación sería mucho menos grave.
Los judios son semitas, pertenecientes a la raza blanca. ja!ja!ja! lastima dan los arios al quererse desligar de este parentesco de sangre ja!ja!ja!
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