El primer antepasado en la región de la familia Terreblanche traducido del francés como tierra blanca fue un refugiado francés llamado Estienne Terreblanch y originario de Toulon (Provenza), quien llegó al Cabo en 1704.
El 3 de Abril de 2010. Eugene Terreblanche fue encontrado muerto en su cama de su rancho de Ventersdorp asesinado ferozmente a golpes de machete. Al parecer todo sucedió, durante una disputa salarial que le adeudaba a dos de los trabajadores negros que empleaba en su granja, y quienes finalmente dieron muerte al “líder” utilizando un machete y un garrote que fueron hallados junto al cuerpo de Terreblanche.
La policía sudafricana apreso a los dos culpables, un adolescente de 15 años y un mayor de 28, quienes habrían sido los asesinos del quien durante toda su vida fue uno de los mas fervientes defensores del Apartheid.
Miembros del AWB y otras agrupaciones Afrikaners inculparon directamente al gobierno por el asesinato de Terreblanche, ya que en los últimos meses desde el gobierno se han producido algunas desafortunadas acciones que podrían haber fomentado el accionar de los asesinos. Hace muy poco un miembro del gobierno de Sudáfrica, conocido como Julius Malema, tuvo la desafortunada idea de entonar una antigua canción de la época del Apartheid que se llama “Matar al Boer”. La canción fue prohibida hace años por una orden judicial, debido a que es una clara provocación que hace aflorar los antiguos odios raciales. Pero Malema desobedeció reiteradamente la orden y entono la melodía durante una visita al vecino Zimbabwe provocando la ira de los pobladores Afrikaners de Sudáfrica.
Según los defensores de la causa de Terreblanche, la entonación de la canción por parte de un gobernante, podría haber impulsado el accionar de los asesinos.
Multitudiaria despedida a Eugene Terreblanche
Miles de ultraderechistas blancos afrikáner se reunieron en Ventersdorp, en el noroeste de Sudáfrica, para el funeral de su líder, Eugene Terreblanche, asesinado en su granja en un momento de gran tensión racial en el país.
El funeral estuvo dominado por un ambiente muy emotivo, con un millar de personas en el interior de la iglesia protestante de Ventersdorp y unas 3.000 en el exterior, muchas de ellas con banderas y uniformes paramilitares de estética neonazi del Movimiento de la Resistencia Afrikáner (AWB), el partido que fundó Terreblanche.
Cubierto con la bandera de AWB y un ramo de flores, el féretro de Terreblanche, asesinado el pasado sábado supuestamente por dos de sus empleados negros, fue introducido en el templo, donde quedó situado junto a un podio, al lado de una foto del líder ultraderechista montado en su caballo negro.
El reverendo Ferdie Devenier, en su sermón, pidió a los presentes que regresen a Dios para conseguir su propio país, y abogó por una "teocracia".
El entierro se ha desarrollado en su granja de Ventersdorp, en el noroeste de Sudáfrica. El caballo con el que solía acudir a los mítines, en recuerdo de los comandos boers que colonizaron Sudafrica, no ha faltado a la cita.
La iglesia protestante afrikáner, que poco antes acogía el oficio religioso, se ha quedado pequeña.
Miles de seguidores se han visto obligados a seguir la misa desde el exterior, rodeados de fuertes medidas de seguridad.
Las autoridades temen que su muerte desencadene una ola de venganza en Sudáfrica.
El asesinato del líder afrikáner ultraderechista Eugene Terreblanche ha causado conmoción y puesto al rojo vivo la tensión racial en Sudáfrica, donde el presidente y la líder de la oposición han pedido calma, mientras su partido clama "venganza".
La Policía ha acusado del asesinato a un hombre de 21 años y un menor de 15, ambos negros, que declararon que habían discutido con él porque no les pagaba su trabajo.
La muerte de Terreblanche, líder del partido supremacista blanco Movimiento de Resistencia Afrikáner (AWB), ha puesto de manifiesto la polarización de una sociedad donde los negros, cerca del 80%, tienen el poder político, pero los blancos, un 9%, controlan la mayor parte de la economía.
El presidente Jacob Zuma, al tiempo que ha pedido calma, ha advertido contra posibles "agentes provocadores que aprovechen esta situación para incitar o alimentar el odio racial", mientras en el mismo tono su partido, el gobernante Congreso Nacional Africano (CNA), solicitaba que no se usase el asesinato "para polarizar el país".
"Matar a los boer"
Helen Zille, líder de la Alianza Democrática (DA), el principal partido de la oposición, también ha pedido calma, pero ha indicado que este asesinato "polarizará e inflamará las pasiones en Sudáfrica, en un momento en el que las tensiones son ya muy altas", y ha señalado a Julius Malema, líder de la liga juvenil del CNA, como responsable.
En los últimos meses, Malema ha entonado en sus mítines una canción que dice "matar a los boer, matar a los granjeros", que el CNA ha defendido como un himno de la lucha contra el apartheid y que ha sido considerada como "incitación al odio" y prohibida la semana pasada por el Tribunal Superior de Pretoria. Malema también ha sido condenado recientemente por "incitar al odio" contra las mujeres.
El líder juvenil ha desafiado la orden del tribunal y actualmente visita Zimbabue, donde ha sido recibido por dirigentes del partido del presidente, Robert Mugabe, con la canción "matar a los boer". Malema, al que Zuma ha jaleado como un futuro presidente del país, no ha dejado en los dos últimos años de atacar, con insultos y descalificaciones, muchos de ellos de carácter racista, a sus adversarios políticos y a sus aliados y compañeros de partido.
Nivel alta de tensión
Salvo el CNA, prácticamente todo el resto de organizaciones y partidos han apuntado a Malema y, por ejemplo, el afrikáner Frente de la Libertad-Plus (FFP) ha señalado que la llamada a la calma de Zuma no impide la "burla" y "amenaza" a la población blanca de Malema. El escritor y comentarista político afrikáner Dan Roodt, en el mismo tono, ha acusado también al CNA y a su liga juvenil, de "crear un ambiente de odio a los afrikáner", lo que ha hecho que el odio racial haya crecido a un "nivel alto" y propiciado este asesinato.
El AWB de Terreblanche ha responsabilizado también al CNA y a Malema del asesinato de su líder y, en declaraciones a la agencia local SAPA, su secretario general, Andre Visagi, ha dicho que, tras el funeral, "decidiremos que acciones llevar a cabo en venganza por la muerte de Terreblanche".
La muerte de nuestro líder esta directamente relacionada con la canción matar a los boer de Julius Malema, ha recalcado Visagi, quien ha señalado que ni el CNA ni Zuma, le han parado pese a la prohibición judicial que le impide entonarla. El funeral de Terreblanche, que Visagí ha anunciado que será el jueves o el viernes próximos, puede ser un indicio de la situación a que ha quedado abocado el país tras su muerte violenta.
A dos meses del Mundial
Los medios locales han recordado que, desde el final del apartheid, con la elección de Nelson Mandela como primer presidente negro de Sudáfrica en el 1994, unos 3.000 granjeros blancos han sido asesinados en el país, de ellos cuatro desde principios de este año, incluido Terreblanche.
El suceso, que pone en entredicho la calificación de Sudáfrica como "el país del arco iris" por su variedad racial y empaña los llamamientos a la tolerancia y la reconciliación de Mandela o el arzobispo Desmond Tutu, se produce además dos meses antes del inicio del Mundial de Fútbol 2010, el evento internacional más importante en la historia del país.
La violencia en Sudáfrica, que tiene uno de las mayores índices de delincuencia del mundo, con más de 18.000 homicidios al año, ya ha sido una fuente de preocupación y de críticas a los organizadores del Mundial de Fútbol por elegir este país para el campeonato. El aumento de la tensión racial es, sin duda, un nuevo problema.
Eugene Terreblanche, nació el 31 de Enero de 1941 en una pequeña población rural el oeste de Johannesburgo conocida como Ventersdorpa cudió al Laerskool Ventersdorp (enseñanza primaria) y al Hoër Volkskool en la ciudad de Potchefstroom en donde se graduó en 1962. Perteneciente a una familia de terratenientes, su padre un Coronel de las Fuerzas de Defensa de Sudáfrica, era propietario de una finca de importantes dimensiones en aquella región esteparia de North West Province. Paradójicamente y bien acorde a las ideas que acompañaron a Eugene Terreblanche durante toda su vida, la traducción de su apellido de origen francés, significa literalmente “Tierra Blanca”. Notable coincidencia del destino, para quien seria uno de los más afamados defensores del racismo y la supremacía blanca del continente.
El abuelo de Eugène Terre'Blanche luchó como por la causa afrikáner en la Segunda Guerra Bóer, mientras que su padre fue teniente coronel en las Fuerzas de Defensa de Sudáfrica.
Eugene, ya de adolescente mostró inclinaciones hacia la política con ideas de derecha, racistas y profundamente católicas, mayormente influenciadas por su padre militar y por su abuelo, un valiente combatiente de la guerra de los Boers que enfrento al imperio británico en las guerras de finales del siglo 19 y principios del 20.
Gracias a su cómoda situación económica el joven Eugene no tuvo problemas en recibir una buena educación en prestigiosos institutos de enseñanza sudafricanos. Cuando concluyo sus estudios secundarios en 1962 no ingreso en ninguna universidad, sino que siguiendo los pasos de su abuelo y su padre, por quienes sentía verdadera admiración, se enrolo en las fuerzas policiales sudafricanas.
En sus primeros años al servicio del cuerpo de Policía, fue destinado a los territorios de Suidwes-Afrika, en la región que ocupa la actual Namibia, territorio que empezó a ser controlado de diverso modo por Sudáfrica tras la Primera Guerra Mundial, donde no permaneció mucho tiempo
Dado su excelente desempeño durante su estancia en aquella región, al poco tiempo, fue destinado a Pretoria donde fue honrado con un importante puesto en el cuerpo a cargo de protección y custodia de los miembros del gobierno como Warrant Officer de la Guardia Especial ; aun así, sus días en las fuerzas estaban contados. Tras solo cuatro años sirviendo a la policía de Sudáfrica, abandono la institución para dedicarse de lleno a la vida política. A finales de la década de 1960, Terre'Blanche fue oponiéndose cada vez más a las, a su juicio, "políticas liberales" de B. J. Vorster, entonces Primer Ministro de Sudáfrica. Sus ideas de "supremacía blancas" eran tan radicales que incluso llego a considerar que el régimen del Apartheid, era demasiado permisivo y blando con las poblaciones negras. Esta idea lo motivo a fundar su propio partido político, con el fin inicial de presionar al gobierno, para endurecer aun más la segregación racial que venían sufriendo los pobladores nativos de Sudáfrica. Después de cuatro años de servicio en la policía, renunció para emprender una carrera política presentándose a las elecciones locales de la ciudad de Heidelberg como miembro del Herstigte Nasionale Party.
Es así como en 1973, Terreblanche, junto con seis amigos de ideas análogas fundan el Movimiento de Resistencia Afrikánder (Afrikánder Weerstandsbeweging) mas conocido por sus siglas AWB.
Aquella nueva agrupación reflejaba a la perfección las ideas de Terreblanche. Católicos casi extremos, racistas ortodoxos, ultraderechistas y muy propensos al uso de violencia.
El partido dedico sus acciones, no solamente a presionar pidiendo una mayor segregación racial, sino también se impusieron un plan de lucha para promover la refundación de las antiguas naciones independientes Afrikaners, la Republica de Sudáfrica y el Estado Libre de Orange, perdidos ante los británicos durante las guerras Boers. El objetivo del AWB era lograr nuevamente la independencia de estas dos naciones para ser destinadas exclusivamente a los granjeros blancos y de origen afrikánder.
Desde un principio el partido y los miembros que lo integraban se caracterizaron como un grupo paramilitar con marcadas reminiscencias nazis. Sin ir más lejos, la bandera del AWB tiene una sorprendente similitud con la cruz esvástica utilizada por los Nazis en Alemania durante las décadas del 30 y el 40. Ante incontables entrevistas, Eugene Terreblanche, ha intentado una y otra vez desmentir las influencias del nazismo sobre su partido, alegando que el polémico símbolo de la agrupación no es más que tres números sietes rodeados por un círculo blanco. El 777 es el número de Dios, el lado opuesto del 666 que identifica al diablo, ha repetido hasta el cansancio. De todas maneras y a pesar de la poca convincente explicación de Terreblanche, el AWB ciertamente tiene tintes que recuerdan mucho al nazismo, y no solamente en la similitud de sus símbolos. Los discursos que difunden sus ideas ortodoxas de supremacía blanca y su metodología casi militar lo asemejan mucho al Partido Nacional Socialista alemán. Basta con ver y escuchar un discurso de Terreblanche, de carismática oratoria, con la bandera del partido de fondo mostrando la insignia de increíble similitud con una esvástica, para que se nos venga a la mente, de manera automática, la imagen de Adolf Hitler.
Durante la década del 70 el partido no cobro mucha notoriedad. En 1979, seis años después de su fundación, el AWB, por primera vez apareció en los noticieros y diarios del país. A finales de marzo de ese año, un grupo de unos cuarenta miembros del AWB capturaron al profesor universitario Floors Van Jarsveld, y lo sometieron a la humillación publica embadurnando su cuerpo con brea y cubriéndolo completamente de plumas como venganza a unas palabras del catedrático que fueron consideradas un insulto hacia el Día del Vow, una festividad católica afrikaner muy popular en aquel país. Según este profesor de historia, la Batalla del Río Sangriento muy arraigada en la cultura afrikáner, y que según él no era más que una absurdo evento con poca fundamentación histórica. A menudo durante los años siguientes, las alocuciones de Terre'Blanche hicieron referencia a la Batalla del Río Sangriento, y sus habilidades oratorias le permitieron obtener notables apoyos entre la derecha blanca sudafricana; en su momento álgido la AWB aseguró contar con 70.000 miembros.
No obstante las acciones futuras del movimiento serian mucho más violentas que lo sucedido aquel día de marzo.
El gobierno que ya estaba al tanto de las acciones y las doctrinas que promulgaban Eugene Terreblanche y si partido, que a pesar de sus ideas radicales, poco a poco ganaba adeptos entre la población Boer sudafricana. Por ese motivo el gobierno ordeno a los servicios de inteligencia, investigar y espiar las acciones del AWB. Las autoridades ya tenían experiencia en el espionaje a grupos rebeldes y subversivos, aprendidas durante la década del 60 en sus acciones de sofocamiento del ANC y el MK liderados por en aquel entonces rebelde Nelson Mandela.
De esa manera en 1982 los servicios de inteligencia sudafricanos descubren un arsenal oculto dentro de la finca del hermano de Eugene Terreblanche. Rápidamente ambos son capturados y puestos a disposición de la justicia aunque logran la libertad condicional y son liberados a los pocos días.
Durante las década del 80 Eugene Terreblanche al mando del Movimiento de Resistencia Afrikánder, incremento notablemente sus actividades, mayormente destinadas a conseguir simpatizantes entre la población blanca y Terre'Blanche continuó presentandose a si mismo y al AWB como una alternativa al Partido Nacional y al Partido Conservador, permaneciendo totalmente opuesto a las políticas reformistas del presidente PW Botha que preveían introducir, aunque todavía separados, cámaras parlamentarias para los no-blancos y conceder el derecho de voto a los negros y a los africanos de origen indio. El mayor apoyo a la organización se registró en las comunidades rurales del norte de Sudáfrica, comparativamente con los pocos simpatizantes en zonas urbanas.
Para tal fin el AWB supo aprovechar muy bien la intensa crisis que se desato en Sudáfrica a mediados de los 80. Falta de trabajo, pésimas condiciones de vida, tanto para los negros como para los blancos, hundió al país en una de las peores crisis económicas de su historia. Para paliar el trance, Terreblanche ordeno a los miembros de su agrupación, salir a la calle a ayudar a la población. Obviamente los únicos beneficiarios de tales acciones de caridad fueron los blancos Afrikaners. Ni sudafricanos de origen británico ni los pobladores de color fueron favorecidos con las acciones del AWB.
Durante ese lapso los miembros del AWB lograron recaudar más de 300 toneladas de alimentos que fueron repartidos entre los Afrikaners mas afectados por la crisis. Se sabe que un altísimo porcentaje de personas de Pretoria y alrededores lograron superar el mal momento gracias a esta ayuda. De esa manera el Movimiento de Resistencia Afrikánder fue una de las instituciones que más asistencia aporto a la población Boers durante aquella crisis. Esto le valió un acentuado incremento de la popularidad y en aquellos años el partido de ultraderecha de Eugene Terreblanche llego a tener a miles de simpatizantes. Fue el momento álgido de Terreblanche quien dejo aflorar lo mas puro de su aspecto folclórico y exhibicionista. Durante esos años y la década de los 90 el y otros miembros de su partido, solían pasearse por las calles de su pueblo natal y sede del movimiento, a lomos de impresionantes y enormes caballos negros, entonando himnos nacionalistas de supremacía blanca y ondeando el pabellón del AWB. Terreblanche autodeclarado un incondicional amante de los caballos desfilaba a lomo de estos animales, ante las multitudes emulando a un Cid Campeador de las tierras africanas.
Sin embargo no todo era color de rosa. A finales de la década del 80 se comenzaron a correr rumores sobre supuestos asaltos cometidos por integrantes del AWB en asentamientos de población negra. Poca información hay de estas acciones que siempre fueron negadas tanto por el partido de Terreblanche como por el gobierno oficial, pero si denunciadas por muchos organismos de derechos humanos.
No obstante, fue en la década del 90, con liberación de Mandela y el fin del régimen del Apartheid, cuando Eugene Terreblanche y los integrantes del AWB radicalizaron su plan de lucha llevándolo a extremos nunca antes vistos en la organización.
Para principios de la década del 90 el régimen del Apartheid ya agonizaba. La tremenda presión internacional y otros hechos como la caída del muro de Berlín, la disolución de la URSS, el fin de la guerra de Angola, la liberación de Mandela y la independencia de Suidwes-Afrika para transformarse en Namibia, habían puesto en jaque el sistema de gobierno que había basado su política en la separación racial.
De Klerck, el presidente por aquel momento, lo sabia y trabajaba intensamente para lograr una transición lo menos violenta posible que finalizo con una alianza con Nelson Mandela en un plan de pacificación nacional. Sudáfrica se encontraba al borde mismo de la guerra civil promovida por grupos radicales negros que se oponían a abandonar la lucha contra el dominio blanco y grupos extremistas blancos que se negaban a reconocer los derechos de los negros.
Entre este ultimo grupo se encontraba la AWB de Eugene Terreblanche, quienes consideraban a Mandela su enemigo numero uno y a De Klerk como un traidor a su propia raza. Terre'Blanche consideraba el fin del régimen del apartheid como una rendición ante el comunismo
Ante la inminencia del fin del apartheid, Terreblanche volvió a la primera plana de los diarios amenazando al gobierno con el inicio de una guerra total. De Klerk opto por ignorar las amenazas. Los extremistas del AWB, siempre habían sido un dolor de cabeza para el gobierno, incluso cuando este estaba totalmente constituido por blancos. Muchas veces recibieron presiones por parte de esta agrupación, pero nunca se los tomo en serio. No los prohibieron, lo los multaron, no les llamaron la atención, simplemente el gobierno ignoraba al AWB por considerarlos un grupo de “Lunáticos radicales”
Pero el 9 de Enero de 1991, un hecho cambiaria para siempre la actitud del gobierno hacia el grupo de Terreblanche
Aquella tarde, Frederick De Klerk visitaba el pequeño pueblo de Vendersdorp, tierra natal de Eugene Terreblanche y bastión principal del Movimiento de Resistencia Afrikánder. El presidente sabia que era una zona delicada, pero no podía dejar amedrentarse por Terreblanche y sus seguidores. Durante aquel episodio fueron desplegados unos dos mil policías para mantener el orden y proteger al presidente contra posibles acciones por parte de los extremistas blancos.
Los hombres de AWB, tampoco se dejaron intimidar y aguardaron a que caiga la noche para sabotear el sistema de suministro eléctrico de la ciudad. Protegidos por la oscuridad unos 2.000 miembros del AWB armados con pistolas, revólveres y rifles de caza rodearon y atacaron a las fuerzas policiales. Los policías recibieron la orden de repeler el ataque y tirar a matar contra los atacantes. Los enfrentamientos se extendieron durante aquella noche que culmino con un saldo de varios policías heridos y tres miembros del AWB abatidos.
Estaba claro que las amenazas que había proclamado Eugene Terreblanche no eran solo palabras, el AWB había pasado a la acción.
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