No hay ninguna libertad de expresión en Alemania, ninguna libertad de asociación, ninguna libertad intelectual o artística, y debemos hacer que esto se sepa, debemos avergonzar a los gobiernos cobardes y acomplejados.
En Alemania la gente es encarcelada incluso por escuchar música Políticamente Incorrecta o por tener ideas Políticamente Incorrectas con respecto a lo que realmente sucedió durante la Segunda Guerra Mundial o por haber cuestionado algún detalle de la historia oficial del "Holocuento".
Los soldados estadounidenses estuvieron asombrados por la enorme cantidad de armas privadas entregadas por los alemanes, desde modernos rifles deportivos y pistolas de bolsillo para la defensa propia hasta antiguas armas de fuego y espadas que eran reliquias de familia. Los estadounidenses no permitieron a ningún civil alemán conservar ningún arma con la cual él pudiera defenderse o defender a su familia. Hitler no les arrebató a los alemanes su derecho a tener y portar armas; el gobierno estadounidense lo hizo.
Los estadounidenses no entienden que Hitler no hizo ilegal para los alemanes el poseer libros críticos de él o de su gobierno. A los estadounidenses les han mostrado imágenes de nacionalsocialistas arrojando libros a hogueras, y les han dicho que ésos eran libros que les habían confiscado a los alemanes, y que los nacionalsocialistas eran básicamente "quemadores de libros" que entregaban a las llamas cualquier cosa con la que ellos no estuvieran de acuerdo.
Lo que no les han dicho es que esas hogueras eran simplemente simbólicas, que los libros quemados eran literatura comunista, material pornográfico, y otros libros que el gobierno de Hitler veía como degenerados y dañinos para la moralidad pública. Con todo eso, los alemanes podían poseer o leer tales libros si ellos así lo querían, pero los nacionalsocialistas estaban haciendo una demostración pública de su oposición al comunismo, a la pornografía, a las modas judías, al degenerado arte moderno, y otros por el estilo.
Los estadounidenses no entienden que Hitler no hizo ilegal para los alemanes el poseer libros críticos de él o de su gobierno. A los estadounidenses les han mostrado imágenes de nacionalsocialistas arrojando libros a hogueras, y les han dicho que ésos eran libros que les habían confiscado a los alemanes, y que los nacionalsocialistas eran básicamente "quemadores de libros" que entregaban a las llamas cualquier cosa con la que ellos no estuvieran de acuerdo.
Lo que no les han dicho es que esas hogueras eran simplemente simbólicas, que los libros quemados eran literatura comunista, material pornográfico, y otros libros que el gobierno de Hitler veía como degenerados y dañinos para la moralidad pública. Con todo eso, los alemanes podían poseer o leer tales libros si ellos así lo querían, pero los nacionalsocialistas estaban haciendo una demostración pública de su oposición al comunismo, a la pornografía, a las modas judías, al degenerado arte moderno, y otros por el estilo.
Los prisioneros de guerra alemanes fueron privados de comida hasta la muerte a una escala masiva después de que ellos se habían rendido. Algunos fueron envenenados al ser alimentados con pan que contenía arsénico. Y los estadounidenses, quienes supuestamente habían estado luchando para "liberar" a los alemanes, entregaron toda la mitad Este de Alemania a los comunistas al final de la guerra. ¡Vaya "liberación"! No es sorprendente que los soldados estadounidenses comenzaran a usar dicho término de una manera muy cínica. "Liberar" vino a significar robar, saquear, despojar, desvalijar y depredar.
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