Los Demócratas y su asqueroso espectáculo

Fuente originaria: Free Speech.com

Ahora, el Nacionalsocialismo experimenta un renacimiento que toma por sorpresa a la basura colaboracionista del sistema.

 

De cuando los "demócratas" en Alemania Occidental, en un asqueroso espectáculo de auto-flagelación, proclamaron su lealtad eterna al "pueblo elegido".

Cuentan las leyendas colaboracionistas progres que el Nacionalsocialismo era simplemente una cáscara vacía, una ideología que a nadie le importa, !eso es un engaño¡. Realmente, el Nacionalsocialismo tuvo que ser barrido por el poder unido de sus adversarios. El Nacionalsocialismo era una fuerza tan vital y que sus adherentes fueron sometidos a ejecuciones sumarias e injustas penas de muerte durante mucho tiempo después de que la guerra terminó.

Alemania fue el único Estado del Eje que fue dividido en zonas de ocupación, cada una con un gobierno militar. Un masivo lavado de cerebros fue forzado sobre la población, lo que fue llamado "reeducación" y "des-nazificación". Cuando comenzó la Guerra Fría, las zonas de ocupación fueron convertidas en Estados vasallos de las superpotencias, gobernados por aquellos cobardes que pasaron la guerra escondidos en el exilio en vez de desafiar a los "malvados Nazis" en su suelo patrio.

Aunque ellos celebraron su triunfo sobre el Nacionalsocialismo, aparecieron con varias leyes "maravillosas" que podían ser usadas contra cualquiera que fuese lo bastante obstinado como para no participar en esa celebración. Demás está decir que los comunistas en Alemania Central, la antigua RDA, impusieron un rígido anti-fascismo por todo el país. 

Los políticos alemanes imponen una desquiciada política de multiculturalismo. Ellos animan a pueblos no-europeos, no-Blancos, a establecerse en suelo alemán. Siempre que aquellos pueblos ponen un pie en un nuevo país, ellos establecen su propia cultura. Los barrios residenciales alemanes comienzan a parecer barrios marginales orientales, y los alemanes nativos son aterrorizados y expulsados. Los políticos alemanes demonizan a la nación alemana y entregan la soberanía alemana a la Unión Europea. En menos de diez años, la política alemana ya no será hecha por alemanes, sino por extranjeros. Los políticos alemanes gastan en gran escala el dinero de los contribuyentes alemanes. El planificado Memorial del Holocausto en Berlín costará más de 50 millones de marcos alemanes, pero es un monumento conmemorativo para los judíos, no para los alemanes.

Probablemente el peor crimen que los políticos alemanes han cometido, sin embargo, es la traición hecha a la gente en Alemania Central. Les prometieron un "país floreciente" y el mismo nivel de vida que los alemanes occidentales, pero ellos fueron engañados y embaucados. 

En particular, la gente joven de Alemania Central sufre por la recesión económica, una alta tasa de desempleo, alienación de la sociedad, y un trastorno general de valores e ideales. Esa gente joven está enojada, frustrada e indefensa. Pero ellos entienden el yugo bajo el que ellos sufren, y no lo aceptarán más. 

Es dentro de sus filas que el Nacionalsocialismo está siendo revitalizado: un poderoso desafío para un sistema corrupto que perdió su credibilidad hace tiempo.