lunes, 27 de agosto de 2012

El Führer vuelve a confiar en sus Fallschirmjäger.

La mente preclara de nuestro Führer ha ideado hoy la que será la primera invasión paracaidista de la historia: la Operación Merkur (Mercurio). La operación estará dirigida contra la isla griega de Creta, un enclave estratégico de primer orden que junto con el puerto de Alejandría en Egipto, está siendo el punto de destino principal de las tropas británicas evacuadas del continente. Al parecer, los británicos tienen intención de establecer una base en Creta, desde donde los aviones de la RAF tendrían a su alcance tanto el sudeste de Europa como el Norte de África. El Führer no está dispuesto a permitir la existencia de una amenaza de ese calibre.


La importancia estratégica de Creta.

No va a ser ésta ni mucho menos la primera operación de desembarco que efectúa la Wehrmacht en las islas griegas. Al acabar con la resistencia Aliada en la Línea Metaxas y obtener la capitulación del Segundo Ejército Griego, el Alto Mando del Duodécimo Ejército Alemán reservó a la 164ª División de Infantería para encargarse de asegurar la costa del Mar Egeo y ocupar sus islas. Así, el 16 y el 19 de abril elementos de la división capturaron Thasos y Samothraki, respectivamente. De la misma manera, Limnos ha sido conquistada hoy, y en breve caerán el resto. A pesar de que la resistencia enemiga ha sido escasa, estas operaciones de desembarco han sido muy complicadas para las tropas de tierra. Las unidades de infantería han tenido que ser transportadas a bordo de una flota de pequeñas embarcaciones incautadas en varios puertos a lo largo de la costa griega. Algunas de las embarcaciones han tenido que recorrer distancias de más de sesenta millas.



Infantería alemana se dirige hacia las islas del Mar Egeo a bordo de toscas barcazas requisadas en los puertos griegos.

La situación de la isla de Creta, en cambio, en pleno Mediterráneo Oriental, impide efectuar contra ella una operación similar. Ante la amenaza de la Flota Británica del Mediterráneo resulta del todo impensable cargar tropas de infantería a bordo de buques pesqueros y llevarlos a través del mar abierto hasta Creta. Por otro lado, el control que Gran Bretaña ejerce sobre el Estrecho de Gibraltar impide que la Kriegsmarine puede hacer llegar al Mediterráneo barcazas de desembarco ni buques de guerra que no sean submarinos. Por último, y dado que a la luz del resultado de los combates navales librados en el Mediterráneo, el Führer prefiere no fiarse de la solvencia y capacidad operativa de la Regia Marina y cargar sobre sus hombros el peso de la invasión, la única alternativa sensata es precisamente la que el Führer ha pergeñado: una invasión aerotransportada haciendo uso de la supremacía aérea que la Luftwaffe ejerce sobre la RAF y que durante la Campaña de los Balcanes se ha situado en una relación de 10 a 1.



El Führer vuelve a confiar en sus Fallschirmjäger. Aquí posa con los héroes de Eben Emael, en mayo de 1940.
Führerdirektive Nummer 28: Operación Merkur.


1. La ocupación de la isla de Creta (Operación Mercurio) ha de ser preparada para obtener una base desde la que poder llevar a cabo la guerra aérea contra Inglaterra en el Mediterráneo Oriental.
El requisito previo es que toda la Grecia continental, incluido el Peloponeso, se encuentre en manos de las potencias de l Eje.


2. Asigno el mando de la operación al Comandante en Jefe de la Luftwaffe, que obtendrá las fuerzas necesarias principalmente del Cuerpo Aerotransportado y de las unidades de la Luftwaffe que están siendo empleadas en el Mediterráneo.
El Heer (Ejército), que deberá llegar a un acuerdo al respecto con el Comandante en Jefe de la Luftwaffe, ha de tener listos en Grecia refuerzos para el Cuerpo Aerotransportado, incluido un batallón de tanques mixtos, que puedan ser transferidos a Creta por mar.
La Kriegsmarine deberá efectuar los preparativos para las comunicaciones por mar que deben quedar aseguradas para el comienzo de la ocupación de la isla. Para la protección de las comunicaciones y, hasta el extremo que resulte necesario, para el suministro de transporte, el Comandante en Jefe de la Marina deberá llegar a un acuerdo con la Regia Marina.


3. Todos los medios han de ser empleados en llevar al Cuerpo Aerotransportado junto con la 22ª División, que ha sido puesta de nuevo bajo el mando del Comandante en Jefe de la Lufwaffe, a la zona de reunión que éste último designe. El Jefe de transporte de la Wehrmacht, a través del Alto Mando del Ejército y de la Luftwaffe, deberá proveer los camiones necesarios. Los movimientos de transporte no deben conllevar ningún retraso a la concentración estratégica para Barbarroja.


Un Fallschirmjäger, a punto de lanzarse hacia el vacío y hacia la victoria.
4. Para la protección antiaérea en Grecia y Creta, el Comandante en Jefe de la Luftwaffe puede recurrir a las unidades antiaéreas del Duodécimo Ejército. El Comandante en Jefe de la Luftwaffe y del Heer tomarán las oportunas medidas para su relevo o reemplazo.



5. Después de la ocupación de la isla, el Cuerpo Aerotransportado al completo o en parte deberá estar listo para su siguiente misión. Por lo tanto, habrá que suministrar cuanto antes las fuerzas del ejército que lo reemplacen.


6. Emplazo a los Comandantes en Jefe a que me informen de las medidas planeadas y emplazo al Comandante en Jefe de la Luftwaffe que me informe también de la fecha prevista para la conclusión de los preparativos. Yo mismo emitiré la orden de ejecución de la operación.


Adolf Hitler.



La Línea de las Termópilas, abandonada.
Mientras tanto, en Grecia, las tropas de la Wehrmacht continúan avanzando. Durante la noche, los australianos y neozelandeses se han retirado de la Línea de las Termópilas y nuestras unidades se han encontrado sus trincheras vacías. Los Aliados continúan evacuando todas las tropas que pueden y parece que han establecido otra línea de contención más atrás, a la altura de Tebas. ¡Hacia allá se dirigen ya nuestros soldados!
Los Fallschirmjäger se crecen ante la adversidad y conquistan Maleme


Refuerzos alemanes por aire y mar se dirigen a Creta.

Durante la noche de ayer a hoy, una fuerza naval ligera británica logró atravesar el bloqueo aéreo alemán y rastrear las aguas al norte de Creta, obligando al Almirante Schuster a hacer regresar a Milos el primer convoy naval con refuerzos alemanes. Al amanecer de hoy, los aviones alemanes han localizado a los buques británicos y los han machacado sin piedad, hundiendo al destructor HMS Juno y averiando gravemente a dos cruceros. Para las 09:00 de la mañana las aguas al norte de Creta han quedado despejadas de buques enemigos y el convoy ha recibido la orden de continuar su viaje hacia Maleme. Durante el día, bombarderos en picado alemanes Ju 87 Stuka con base en Skarpanto y aviones italianos desde Rodas han logrado acertar con varias bombas a buques británicos que regresaban a aguas cretenses, impidiéndoles interceptar el convoy del Eje. Las tropas alemanas sobre la isla esperan con ansiedad la llegada de artillería, piezas de artillería antitanque y suministros, pero las malas condiciones meteorológicas han retrasados tanto el convoy que no ha podido alcanzar la isla antes del anochecer.



Fotografía aérea en la que puede observarse al destructor HMS Juno. Los italianos se han atribuido el hundimiento para ellos. La Luftwaffe no entrará en la polémica de disputarle la victoria a nuestros aliados. ¡Bien por ellos!

Cuando el convoy ha bordeado el Cabo Spatha en torno a las 23:00, de pronto se ha lanzado contra él una amplia fuerza naval británica consistente en tres cruceros ligeros y cuatro destructores que se encontraba ella misma camino de la Bahía de Suda con la intención de desembarcar refuerzos y suministros para las tropas neozelandesas. El único buque de escolta italiano, el torpedero Lupo, ha defendido con tenacidad al convoy del Eje compuesto de 20 caïques (buques pesqueros del Mediterráneo). Alrededor de 10 buques y 2.000 soldados alemanes se han salvado gracias a las hábiles maniobras del comandante italiano, Francesco Minbelli, contra una fuerza abrumadoramente superior. Unos 300 soldados alemanes y dos marinos italianos han perdido la vida así como dos marineros británicos..



Dos Junkers Ju 52 que han tomado tierra en terreno inadecuado y han resultado dañados, pero conseguido llevar a nuestras tropas algunos pertrechos vitales.



Una pieza de artillería antitanque de apoyo a nuestros Fallschirmjäger es arrojada sobre Creta sujeta por cinco paracaídas.


Mientras tanto, en la isla, la situación de los Fallschirmjäger comienza a ser desesperada ante la falta de suministros y municiones. En respuesta, la Luftwaffe ha enviado algunos aviones a la desesperada que han logrado efectuar aterrizajes de emergencia en las playas cerca de Maleme trayendo a bordo de ellos las armas y municiones que tanto les urgen a las tropas de asalto de la zona. El fuego de artillería enemigo impide cualquier aterrizaje sobre el propio aeródromo. En consecuencia, los alemanes han decidido lanzar tropas paracaidistas adicionales detrás de las posiciones enemigas que dominan el aeródromo.



Paracaidistas cayendo al oeste de Maleme.



Fotografía del Coronel Ramcke nada más tomar tierra en Creta.


El Coronel Bernhard Ramcke ha reunido a 550 Fallschirmjäger que no habían sido empleados en el día de ayer y ha creado un batallón de reserva. Ha recibido órdenes de saltar al oeste del aeródromo de Maleme y ayudar a despejar las posiciones de las inmediaciones. Soldados de infantería de montaña que ya se encontraban en el interior de sus aviones de transporte han tenido que bajar a toda prisa y dejar su sitio a los hombres de Ramcke. A primera hora de la tarde, cuatro compañías de tropas paracaidistas alemanas han saltado desde baja altitud sobre los viñedos cercanos a Maleme. Las dos compañías que debían tomar tierra detrás de las líneas enemigas han caído directamente sobre posiciones enemigas bien camufladas y han sido virtualmente barridas. Las otras dos compañías se han unido al resto de las tropas de asalto que, para las 17:00 horas, han logrado desalojar a la infantería enemiga de la ciudad de Maleme y de las colinas que rodean el aeródromo. El ataque de los Fallschirmjäger ha obtenido el apoyo efectivo de ataques tácticos de la Luftwaffe contra las defensas enemigas. Sin embargo, los bombarderos en picado han sido incapaces de silenciar las piezas de artillería británica que se encuentran muy bien camufladas y que, a la vista de cualquier avión alemán, dejaban de disparar para no delatar su posición.



Oleadas paracaidistas sobre Creta entre ayer y hoy.




Tropas de Montaña Gebirgsjäger aguardan a ser transportados a Creta.


Con el aeródromo de Maleme en manos de los Fallschirmjäger, los aviones de transporte con las tropas de la 5ª División de Montaña han comenzado a aterrizar a las 16:00, a pesar de que las pistas todavía se encuentran bajo el fuego intermitente de la artillería y de las ametralladoras enemigas. Aviones de la Luftwaffe volando a ras de suelo han mantenido el fuego británico al mínimo y la llegada de los refuerzos ha tenido lugar sin grandes pérdidas. Un tanque británico capturado ha sido empleado como tractor para despejar el aeródromo de aviones quemados y averiados. En cuanto la pista de aterrizaje ha quedado despejada, los aviones han aterrizado y despegado sin interrupción.



Aviones de transporte alemanes en el aeródromo de Maleme. Detrás, la famosa Colina 107.

Desde este momento en que los refuerzos y los suministros alemanes han comenzado a afluir sin parar, el destino de Creta ha quedado sellado. Las primeras compañías del 100º Regimiento de Montaña han tomado tierra durante las últimas horas de la jornada de hoy y, poco a poco toda la 5ª División de Montaña al completo comenzará a operar en la isla. Y, lo que es más importante, las fuerzas de asalto paracaidistas han podido contar finalmente con las piezas de artillería, los cañones antitanque y los suministros de todo tipo que han estado echando en falta durante toda la fase inicial de la invasión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario